Eterno Retorno

Thursday, December 18, 2003

Un poco más de mi amado alter ego femenino, Amber Aravena. Dejen el psiconálisis aparte, Amber merece expresarse.

Estoy deprimida. Estoy oficial, científica y soberanamente deprimida. Las causas varían según el psiquiatra. El efecto es el mismo. Aquí sí no hay vuelta de hoja ni lugar al debate ¿Que le pasa a Amber Aravena? pregunta al unísono el Colegio de Psiquiatras del quinto infierno. E-S-T-Á D-E-P-R-I-M-ID-A-A-A contestan en coro doctores, enfermeras, pacientes, mascotas. Ya ven, tan fácil que es aceptarlo. Amber Aravena está deprimida ¿Que tiene de particular? Kleber llegó a diagnosticarme que la depresión es mi estado natural. Dijo algo así que en la oscuridad de mis estados depresivos yo me muevo como un pez en el agua. Tal vez debió haber sustituido la metáfora por un lagarto en el pantano o una lombriz en el lodo. Sería más apropiado. En fin, es lo de menos.
Así que una vez aceptado el padecimiento, no me resta más que gozar de la depresión. Y tú, improbable lector, ¿Que piensas al respecto? Sin duda dirás, y te doy toda razón, que una de las formas más acabadas del tedio es leer el diario cibernético de una mujer deprimida. ¡Estoy deprimida, estoy deprimida, que emoción¡ Te felicito si has decidido ir a explorar a otro sitio.Ya bastante tienes con que en el escaparate de la librería te encuentres a una pendeja que se hizo millonaria contándole al mundo de su depresión y presumiendo las bondades del mierdozo prozac. Conste, tú sabes lo que haces. Leer que una mujer próxima a cumplir los 34 años se fue de viaje con su depresión a encerrarse en una casa playera es digno de una mala tarde dominguera de la peor calaña. Pero espera, espera, debes detenerte, porque ya he dicho antes que mi depresión no es sinóni-mo de tristeza ni angustia. No, de hecho estoy feliz. ¿Te ríes? Pues para mí no hay nada nuevo bajo el sol. Dado que en la biografía no autorizada de mi loca cabeza ya han desfilado todas las formas posibles de demencia, no debo sorprenderme por mi repentina felicidad. Todo, absolutamente todo tiene una explicación química. Después de todo no somos tan complicados como creemos. La cabeza es como un vil radiador de carro. En este caso es un atiborre de masa encefálica flotando en cierta mierda gelatinosa. Le faltan o le sobran ciertos fluidos incomprensibles como a cualquier maquinita. Y lo puedes controlar. Es como un maldito videojuego donde tú, o más bien el psiquiatra tiene el control ¿Porque crees que son millonarios los doctores de la mente? Lo único que tiene que encontrar es la ecuación adecuada, la receta de cocina que sea capaz de producir la reacción química esperada. A la mierda con eso de “mírate al espejo y di hoy seré la más feliz del universo”. A la mierda con el -tú vales mucho y eres una gran persona-, métanse por el culo lo de -soy hermosa interior y exteriormente- lo del angelito de la guarda, el aura positiva, el signo zodiacal, la energía de Venus y la segunda venida de nuestro Señor. Después de un largo kilometraje psiquiátrico me di cuenta de que esto es más sencillo de lo que parece. Pastillita mata autosugestión. ¿Para que complicarse la vida? El Carpe Diem sintético es el único camino posible. Pastillitas para arriba, pastillitas para abajo. Pa-ra dormir, para despertarse. Para alegrarse, para entristecerse. Para ponerse cachonda, melancólica, estudiosa, romántica, apática. Si la maquinita cerebral se sale de la carretera, la pones estable con una pastillita. Si la máquina se sobrecalienta por es-tar tanto tiempo en el camino correcto, entonces hay que hacerla volar, que alucine y se crea que hay realidades aparte. Sí, pastillitas, almacenadas en un tubo como de Sweet Tarts resolviéndome la existencia. No necesito un horóscopo mágico, no necesito saber que un ángel me cuida, no necesito entrar a un club de solteros, divorciados o masturbadores compulsivos. Me bastan mis pastillitas y una botella que tenga algo bueno adentro. La buena música, el paisaje y la compañía pueden ser buenos accesorios, pero prescindibles. En realidad hace falta poquísimo para lograr hacerme pendeja. Por ahora estoy feliz. Mi felicidad es una niña en patines de hielo deslizándose a toda velocidad por una delgada superficie a punto de romperse. Bajo el hielo hay un abismo sin fondo poblado de monstruos (Ahí debe habitar el monstruo de la taza del baño por cierto) Pero en este momento la niña está patinando como si nada. Si la capa de hielo es gruesa o está a punto de derretirse es cosa que le tie-ne sin cuidado. Hoy estoy patinando, mañana quien sabe. No hay que buscarle muchos misterio donde no lo hay. Amber Aravena está feliz porque está deprimida y punto. La combinación de Tafil, Casillero del Diablo, té de coca y una visión del Pacífico al atardecer es una excelente receta. La fórmula de la felicidad que buscaron los alquimistas. No es eterna por supuesto Pero ¿Que hay eterno en esta vida?

En busca de San Juan de la Cruz , agarré de mi librero Ocho Siglos de Poesía, compilación de Francisco Montes de Oca en editorial Porrua. Muy ambiciosa compilación de poetas, desde Arcipreste de Hita hasta Luis Rosales. Mío Cid, varios romanceros anónimos, Garcilaso de la Vega, Luis de Góngo-ra, José Zorrilla, Amado Nervo, Villaurrutia y un larguísimo etcétera. Al final un breve índice biográfico. Se le podría cuestionar a Montes de Oca el incluir muy pocos textos de cada poeta, en ocasiones uno solo, pero la selección es muy completa. Claro, a menos que lo tuyo sea la poesía contemporánea, pues en ese sentido no está muy actualizado.

Pasos de Gutenberg
Perros Héroes
Mario Bellatin

Por Daniel Salinas Basave


Hay quien dice que de todas las formas de decoración, el minimalísmo es la más exigente y complicada.
Elegir poquísimos objetos y distribuirlos armónicamente en un espacio, supone ante todo un proceso de sacrificio, pues la apuesta por lo mínimo significa desechar, arrojar sobrantes a la basura y dejar únicamente los elementos exactos que garanticen la armonía.
Cuando la gente me pregunta porqué disfruto tanto las novelas de Mario Bellatin, el ejemplo del placer en la contemplación de un espacio minimalista es el que me resulta más adecuado para explicarlo.
En un panorama dónde el barroquismo de colores chillantes sigue proliferando en la narrativa, el minimalísmo de Bellatin se ha transformado en una marca registrada.
Volviendo al ejemplo de los espacios decorativos, la narrativa de Bellatin me resulta como una habitación de techo alto, grandes cristales, piso de parquet en dónde apenas puede verse un mueble de color metálico, un contraste duro para la casa de la literatura mexicana, cuyas recámaras tienden a competir por ver cuál es la que logra atiborrar más objetos, a menudo innecesarios.
Perros héroes, su última novela, supone mí el reencuentro con un autor al que considero de culto.
Luego de mi absoluta fascinación por Salón de belleza, Poeta ciego y Flores, padecí una suerte de desencuentro con “La escuela del dolor humano de Sechuán.
Por alguna razón que aún no logro explicarme, me había negado a leer Perros héroes. Tal vez porque su novela anterior, Jacobo el mutante, ha sido la que menos he apreciado de toda la obra de Bellatin y en cierta forma temía una decepción
En Perros héroes Bellatin profesa extrema fidelidad a su propio estilo, aunque opta por apuestas más arriesgadas en cuanto a los niveles de lectura.
Experto constructor de espacios y atmósferas prescindiendo de todo elemento metafórico y con descripciones apenas suficientes, este narrador nos transporta en presente a la casa dónde coinciden la absoluta inmovilidad de un hombre y la ferocidad de las bestias que controla.
El relato, que al puro estilo de Bellatin apuesta por la extrema brevedad y se reduce a 74 páginas, narra la historia de un entrenador de perros Pastor Belga Malinois, cuyo cuerpo yace inmóvil.
La única forma directa en que el personaje puede comunicarse con los perros es mediante un chillido y cuenta además con la ayuda de un enfermero entrenador.
En esta novela aparece una vez más el elemento común del cuerpo dañado y deforme, la aparente parquedad de imágenes, la secreta vocación por la crueldad.
Pese a su economía verbal, la multidimensionalidad del texto genera de inmediato en el lector la sensación de tener los ojos tapados ante un todo oscuro que nunca es narrado. El silencio de Bellatin, las palabras no transformadas en tinta, parecen conformar una fantasmal novela de miles de páginas, invisible entre los párrafos mínimos.
Vaya, si se estuviéramos ante un autor cuya fuerza radicara únicamente en la construcción del plano anecdótico, lo más fácil sería decir que Perros héroes es la historia de un hombre inválido que entrena perros y vive con su madre y hermana.
Pero estamos ante Mario Bellatin y aunque uno se puede leer Perros héroes de una sola sentada en menos de media hora, lo cierto es que hablar de las posibilidades de este texto resulta de lo más complicado.
Tal vez lo único que reste por agregar sea una sincera invitación a explorar el extraño e inimitable universo de este narrador que tiene la patente de un estilo sin padrinos ni parentescos en la historia de la literatura mexicana.
Como valor agregado, la edición del libro en Editorial Alfaguara incluye un pequeño catálogo de fotografías tomadas por el propio autor. Y es que también la fotografía se está convirtiendo en elemento común de las multidimensionales novelas de este narrador en cuyo universo todo parece destinado a ser atípico.

Me gusta el Mercado Ley. Me gusta saber que en un lugar que en apariencia podría ser bibliofóbico, puedes encontrar títulos de lo más improbables.
Paseando por ahí encontré una colección de biografías de personajes de la historia de América de la Biblioteca Iberoamericana. Venía anunciada una oferta del 70%. Fui a ver los libros. Pasta dura, buen papel, buena fotografía e ilustraciones y por lo poco que pude hojear, un texto respetable. 29 pesos el precio. Nada mal. Elegí tres. Biografía de Pedro de Valdivía, el conquistador de Chile, de Juan Ma-nuel de Rosas, el primer gran dictador de la República Argentina (y vaya que tienen dictadores para escoger en ese país) y de Hipólito Yrigoyen, el fundador de la Unión Cívica Radical y sin duda la figu-ra política más importante de principios del Siglo XX en Argentina. Al llegar a la caja, uno de los ni-ños que trabajan de paqueteritos, le dice a la cajera:- Tiene el 70%- Y cajera sumisa le obedeció. O sea que a los 29% me le bajaron el 70%. Me salió cada uno en ocho pesos. Tres libros por 24. Por supues-to, el paqueterito se llevó una buena propina. Y luego la gente dice que no tiene Biblioteca en casa porque los libros son caros.
En la Comercial Mexicana también están vendiendo muy baratos. Clásicos a 39 pesos en ediciones muy bonitas de la mundialmente famosa Ediciones Koala. Me compré un ejemplar de La Muerte de Ivan Ilich de Tolstoi, un libro que leí en la prepa y que en honor a la verdad me pudo bastante. Alguna vez Yasnaia Poliana fue mi patria literaria. Sólo hay un problema. No he visto un supermercado donde me vendan un poco de tiempo para leer.



Con todo este desagradable zipizape culturero, me he dado a la tarea de releer algunos de mis viejos libros sobre el México Prehispánico: Tenochtitlan en una isla de Ignacio Bernal, Los Antiguos Mexicanos de Miguel León Portilla, la Invención de América de O Gormann, La Historia Antigua de Méjico de Francisco Xavier Clavijero, la Historia de un Chamán Cora de Fernando Benítez. Salvo la edición de Clavijero, que es realmente pre-ciosa, todos los demás libros mencionados están editados por la mítica colección Medio Siglo del Fondo de Cultura Económica, Lecturas Mexicanas. Ya están bien madreados mis pobres libros, poer nos da gusto encontrarnos, como dos viejos que se saludan en la cantina.

¿Saben cuál es la definición material del nietzscheano mito del Eterno Retorno? Se llama Tigres.
¿Cuántas veces he vivido estas sensaciones? ¿Cuántas veces he vivido esta frustración? ¿No había vis-to ya esta película? ¿No será que estoy viajando al pasado y no me he dado cuenta?

¿Necesitamos otro técnico? No
¿Necesitamos otro delantero? Bueno, Silvera falló muchas, pero no.
¿Necesitamos otro portero?, Bueno, Campagnulo tuvo un error que ni yo en la primaria, pero eso no borra su excelente temporada.
¿Qué carajos necesitamos entonces? Un chingado psicoanalista lacaniano mi buen, que indague en los traumas infantiles de los jugadores que los hacen cometer pifias en los momentos decisivos. Eso es lo que necesitamos. Un brujo de Catemaco. Una iniciativa al Congreso para prohibir las liguillas y decretar campeón al superlíder del torneo regular.
Eso y no otra cosa es lo que necesitamos para ser campeones.

Wednesday, December 17, 2003

Quevedo siempre será garantía de una sana sonrisa y la disertación sobre el culo publicada por Beas me ha hecho reir sinceramente. Algunas vez me dí a la tarea de antologar episodios de sodomía en la literatura. Luego de leer a Quevedo, creo que bien vale la pena pensar en una antología del papel que el orificio anal ha desempeñado en la literatura. En Gargantua y Pantagruel hay episodios para doblarse de risa. Ya sea como objeto de chiste, arsenal escatológico u objeto de fetichista de culto, las mejores plumas le han dedicado sus párrafos a este conducto tan útil. Altar de Sodoma, le llama Sade, aunque en realidad me quedo con Quevedo. Me hace reír más y en estos momentos necesito reír. Honestamente lo necesito.



Se acabó. Pienso cumplir mi promesa a ultranza. Eterno Retorno no volverá a ser trinchera. No me importa que me escriban un directorio telefónico de insultos. Para pelearme están los estadios y las cantinas. Yo ya acabé- Ahora sólo queda mi silencio.

Ficha técnica de un personaje al que quiero mucho y que por una u otra razón, no ha podido nacer-

Nombre: Amber María Aravena Santander
Lugar y fecha de nacimiento: Temuco Chile, 24 de febrero de 1970. (Les ahorro los cálculos, voy a cumplir 34 años)
Nacionalidad: Chilena, mexicana y gringa. Las tres y ninguna. (Mi acento me delata. Ya no es de ninguna parte)
Profesión: Estudié antropología. (Hace un mes me pagaban por ser maestra y traductora y los últimos tres años de mi vida los empeñé en cuidar a un niño con cáncer que igual se me murió)
Estatura: Un metro y 72 centímetros.
Peso: Tras 28 días en la clínica de recuperación, 52 kilos.
Color de ojos: Cafés
Tez: Blanca.
Cabello: Negro.
Estado civil: Gracias a Dios divorciada.
Hijos: Ninguno logrado. Tres abortos. Uno inducido y dos involuntarios. Hijo adoptivo muerto hace dos meses.
Padres: Carlos María Aravena Plaza y Herminia Dolores Santander Núñez. Ambos finados.
Ocupación actual: Alcohólica, cibernauta, ociosa y hedonista.
Diagnóstico clínico: Severo complejo de etapa anal según el Doctor Kleber Caliguri. La analidad con patas, en sus propias palabras. Cuatro diferentes especialistas solo se han puesto de acuerdo en una cosa: Desde hace muchos años, tal vez desde que habitaba en el útero materno, estoy D-E-P-R-I-M-I-D-A (Ojo, no es sinónimo de triste) Sobre las causas se la pasan debatiendo.
Miedo primario: Un monstruo rojo con cuerpo de serpiente y hocico de coyote que habita en la taza de algunos baños del mundo.
Religión: Los lunes amanezco nahualista, en las noches sin luna profeso el culto Wicka, en mis cumpleaños soy animista, los domingos al medio día totémica y todos los días dionisiaca. (Tuve tres años de ateísmo en que me empeñé en negar a Dionisio, por cierto los más horribles de mi vida)
Antecedentes penales: Dos choques en completo estado de ebriedad y deseos no consumados de apuñalar al marido durante la etapa abstemia. A los tres años comunista subversiva huyendo oculta en una cajuela.
Número de parejas sexuales en la vida: Solo dos constantes, más cuatro amantes ocasionales, uno de ellos del sexo femenino.
Bocas besadas: En 32 años he besado de lengua a 17 hombres y a una mujer.
Primera menstruación: 3 de diciembre de 1980. 10 años.
Última menstruación: 24 de octubre 2002. (No estoy embarazada, solo tengo un grave cuadro de amenorrea)
Bebida favorita: Casillero del Diablo, por supuesto y antes de las nueve de la mañana café.
Comida favorita: Asado de res en término medio, ostiones aumados y chorizo uruguayo. De postre flan con cajeta.
Libro favorito: Mmm, la Historia del Ojo de Bataille e Ipanema cumple años, de Ipanema Dávila y muchos más que no recuerdo.
Meta en la vida: Estar sentada frente al Pacífico tomando una copa de Casillero del Diablo, tal como lo hago en este momento.
Lema en la vida: Carpe Diem.

¿Algo más? Mmm. Creo que ya fue todo por hoy. No me gusta ser burocrática.

Mi personalidad Barra Brava

Disfruto mucho cuando los intelectuales se sienten ofendidos con mi personalidad de hooligan barrabravero. Disfruto saber que les ofende saber que prefiero un juego de los Tigres a una novela de Proust, o una exposición de arte. Disfruto que me digan fanático e irracional, lo cual es un pleonasmo. Todo fanatismo es irracional y yo soy fanático de los Tigres. Me asumo como tal. No soy un aficionado consciente o analítico. Cuando juegan otros equipos, incluida la sacrosanta y patriotera Selección Mexicana, me dedico a disfrutar el futbol y soy realista en su análisis. Me gusta mirar el futbol con ojos de director técnico. Pero cuando Tigres juega, la razón es sepultada. Soy simplemente su intolerante barra brava.
Mi afición por ese equipo no se basa en la razón o la cordura. No me hice Tigre como resultado de la lectura de un discurso dialéctico. Ya he dicho en otras ocasiones lo que pienso en torno al fanatismo.
Miles de millones de personas se han matado a lo largo de la historia defendiendo un concepto tan abstracto e irreal como una religión o un credo político. Si la gente se mata por soberanas pendejadas como esa, ¿qué hay de malo en que yo me rompa la madre por una camiseta?
Y sí, lo de romperme la madre es literal. Soy un sobreviviente de muchas broncas de estadio y puedo decir que casi todos los episodios de violencia física que han acontecido en mi vida (después de la secundaria, etapa en la que me di gusto agarrándome a putazos) han tenido por escenario un estadio de futbol.
Recuerdo un Tigres vs Chivas. Ganábamos 2-1 y al último minuto nos marcan un injusto penal. Lo cobra Luis García y anota. Un guey de la porra de Chivas me festejó el gol en la cara y fue tal mi furia, que le escupí un gargajo mocoso en pleno rostro, que dio lugar a una fenomenal madriza colectiva en la tribuna. Repartí y recibí chingazos al por mayor. Como estás tan caliente, ni te duelen.
Recuerdo otra bronca, hace mucho, a mis 15 años, con aficionados de Correcaminos a cuyo camión tiré unas cuantas piedras.
Una vez, viajamos de Monterrey a Torreón para ver un Santos vs Tigres. Íbamos en el camión bien felices con nuestras camisetas y nuestras banderas, pero al llegar al Corona la afición lagunera, que es de armas tomar, nos empezó a tirar meados, cerveza y botellazos. Ahí sí éramos minoría y con toda la humillación de nuestro corazón tuvimos que quitarnos las camisetas al estilo perra brava, pues de otra manera no hubieran dejado de llover proyectiles contra la única mancha amarrilla del estadio.
Recuerdo un Monterrey vs Cruz Azul, en donde la situación fue a la inversa. Cruz Azul marcó el gol de la victoria casi al acabar el partido y yo festejé efusivamente mentándole la madre a la porra de Rayados (sepan ustedes que cada gol contra Rayados, venga de quien venga, lo disfruto como si fuera mío) Por supuesto, la porra de ese maricón equipo, émulo las pasiones aristócratas más pestilentes de mi tierra, se dejó venir en putiza a romperme la madre. Intervino seguridad y todavía al final del juego me los volví a encontrar en Avenida Garza Sada, luego de que mi compa Villasaéz y yo tuvimos que salir por patas ante la lluvia de botellas y hielazos (lo peor es que Villasáez es rayado, pero tenía que cargar con mis afrentas hacia la porra de su propio equipo) En realidad, muchas de mis broncas futboleras acontecen como consecuencia del enorme disfrute que me genera agredir a los rayaditos. Algunas veces les he tirado huevazos cuando salen del estadio y jamás pierdo oportunidad de reírme en su cara de sus derrotas.
En fin, recordar estas épicas hazañas hooliganescas me ha puesto de excelente humor. Nunca iría a una guerra como soldado 8como reportero me muero de ganas), nunca pertenecería a un partido político ni me mataría por un credo, pero siempre estaré dispuesto a dar y recibir baños de cerveza y patadas en un estadio. Sólo quien ha vivido esa odisea sabe que es parecido a un orgasmo.
Y ARRIBA LOS TIGRES CABRONES y ojalá, por el bien de la comunidad, que esta noche no se cruce algún inoportuno tuzo en mi camino.

Esta noche se escribe el primer capítulo. Esta noche el huracán hidalguense dejará de soplar. El viento será cortado a zarpazos. No se escuchará el zumbar del aire. Tan sólo se escuchará un fuerte rugido.
¿Que gane el mejor? Ni madre, que gane Tigres; a patadas, metiendo leña, con ayuda arbitral, con los gritos del Volcán, con puros huevos o futbol, pero que gane. Cuando mi segunda piel está en juego, no me ando con falsas caballerosidades deportivas.

Dice Vucetich que sólo se iría contento con un 5-0- Ja, ja , ja. Sueña, sueña Marcelino. ¿Cuando un equipo de ese ratonero ha metido cinco goles? A Vucetich lo hemos tenido como técnico un par de veces y nomás no me late su estilo. Le agradezco el campeonato de Copa de 1995 contra Atlas y hasta ahí. Hoy, necesitará algo más que inteligencia, frialdad y defensiva cerebral. Sin duda extrañaremos a Gaitán y a Claudio, pero ahí está Kleber y Hugo para cocinar tuza a la parrilla.

Respeto mucho al Pachuca. Luego de una historia trágica de ascensos y descensos se ha convertido en un equipo grande. Su directiva es ejemplar y ha tenido a bien fundar la primera Universidad del Futbol, lo cual es loable. Pero esta noche, estos nobles señores hidalguenses son mis enemigos y cuando Tigres está en la cancha para mí comienza una guerra. No hay contemplaciones, piedad ni deportivismo. Sólo me conformo con el campeonato.

Ayer fue la ceremonia de entrega y recepción de mi premio. ¿Qué gano yo con mi afición Tigre? Pues por lo pronto ayer gané un Mezcal Gusano Rojo. Don Arturo, subdirector de Comunicación del Ayuntamiento, le tuvo fe al Diablo y como caballero que es, pagó su apuesta. En el mundo de la política y el periodismo, Don Arturo es de las pocas personas que cuenta con mi sincero aprecio. Para la final ya aposté un Nebbiolo de Cetto con Clemente. Ya me estoy saboreando la copa. Hoy por la noche beberé se mezcal y mientras Tigres devora un tuzo (un bocado menor para un felino tan grande) yo comeré un gusanito que yace al fondo de la botella. ARRIBA LOS TIGRES

Noche Oscura

No deja de ser una paradoja que un agnóstico anticristiano como soy, tenga como poema favorito del Siglo de Oro español uno que fue escrito por un místico católico.
Noche Oscura, de San Juan de la Cruz es un poema que suelo releer cada cierto tiempo, varias veces a la semana.
Conocí este poema en la prepa, gracias a mi profesor Pablo Urquiza, un argentino que llegó de la nada y se fue con el viento.
Noche Oscura, obra cumbre del erotismo místico, ha sido objeto de las más diversas interpretaciones.
Un perfume se extendió por la celda cuando murió San Juan, cuenta la leyenda. Poco se sobre la vida de este místico. Leo una reseña escrita por Juan García Ponce en torno a la biografía escrita por Manuel Muñoz Hidalgo. Una biografía de San Juan de la Cruz escrita en primera persona (vaya atrevi-miento) en torno a la que García Ponce no se anda con mamadas: Es literalmente pésima y de ínfima calidad. En fin, mejor me quedo con sus poemas y dado que en los tiempos de Pablo Urquiza aprendí a recitar de memoria algunos de sus versos, bien vale la pena darle una lavadita a Eterno Retorno con una dosis de Noche Oscura.

En una noche obscura
Con ansias en amores inflamada,
¡Oh dichosa ventura¡
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada


A escuras, y segura
Por la secreta escala disfrazada
¡Oh dichosa ventura¡
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada


En la Noche dichosa
En secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa,
Sin otra luz y guía
Sino la que en el corazón ardía.

Fe de Ratas

Noche de martes. Carol y yo cenamos en Giussepis de Playas, unos de nuestros rinconcitos más apreciados. El mesero toma la orden sólo por cortesía. Sabe bien que nuestro ritual no suele mutar; ensalada de espinacas con delicioso aderezo de mandarina para empezar, pizza rústica como plato fuerte y una botella de Cabernet de Cetto. El vino me supo a gloria. Luego de un tinto en extremo seco que me tuve que fletar en la última posada, un simple Cetto 2001 fue almíbar en mis labios.
Y hablamos mucho, de todo un poco. Beas tiene mucha razón cuando señala que las navidades son cierres de ciclo, el punto final de una página. El 2003 fue un año especial.
Entre los muchos temas de conversación, saltó a la mesa el asunto del blog y los recientes conflictos que me ha acarreado. Carol me lo dijo y tiene toda la razón: --Te equivocaste, no debiste haberte rebajado a contestar una agresión personal, no pierdas la cabeza por un simple juego como es el blog-
Las palabras de Carol suelen ser la guía de mi vida y me han arrojado luz sobre este asunto tan molesto. El blog es un juego, uno de mis pasatiempos favoritos sin duda, una terapia si ustedes quieren, pero no es para dedicarle un arranque de ira como el de ayer. Caí en su juego y me ensucié de lodo. No puedo decir que me arrepiento, porque el arrepentimiento es un sentimiento muy católico y por lo tanto no me va. Si fue Jekyll o Hide quien escribió, es lo de menos. Fui yo. El perdón es un concepto cobarde, pero me hubiera gustado seguir expresando mis ideas y debatiendo en torno a ellas sin necesidad de caer en ese manoteo al que me presté y que tan solo encochinó un sano intercambio. De mis ideas no me retracto un ápice y no cambio una sola coma. Las tengo muy claras y las expresa-ré cuando sea necesario. Pero me presté estúpidamente a una deprimente lucha en lodo con una persona a quien ni siquiera conozco. Tiene mucha razón Humphery Bloggart en señalar que el blog se avergüenza de este pleito y mucha razón Ju al señalar que olvidé la prudencia que me ha caracterizado siempre. La prudencia que siempre he sabido mantener aún en situaciones límite en el des-empeño de mi profesión. Y aunque la ira y el odio espontáneo suelen visitarme muy a menudo, nunca he sido amigo del rencor, la conspiración y la intriga. Los odios suelen ser huéspedes muy fugaces en mi cabeza. Nunca se quedan a vivir en ella y aunque usted no lo crea, soy capaz de dirimir las diferencias con mis peores enemigos bañados en tequila y con música de José Alfredo, como re-comienda sabiamente Rancho Electrónico, de la misma forma que muchas veces los he dirimido a punta de patadas o con espontáneos y sinceros insultos, como bien recomendaría Chango 100. En esta ocasión, lo mejor será optar por el silencio y tener la sabiduría necesaria para ignorar a los necios. A veces un chingazo en la cara es un homenaje y yo no estoy para andar homenajeando gente. La ira te visita unos cuantos minutos, te pica con un tridente y después se larga a la chingada dejándote ahí, en compañía de tu absurdo, meditando tu estupidez. Ni modo, la ira no es selectiva; por muchísimas pendejadas he dado y recibido chingazos a lo largo de mi vida. En una de esas le he recetado un chingazo hasta mi mejor amigo y sin alcohol de por medio. El blog es un juego muy divertido, un pasatiempo extraordinario, una adicción que sigo considerando sana y por fortuna no hay nadie en toda la blogósfera que sea objeto de mi rencor o mi odio o que merezca acciones o reacciones que vayan más allá de las fronteras de esta pantalla.

Tuesday, December 16, 2003

Hace unos días, un casual y espontáneo comentario en torno al encuentro con un niño mixteco en la Avenida Revolución, dio lugar a una serie de interpretaciones sobre mi posición ante las culturas indígenas. El comentario en cuestión no tenía ninguna intención. Fue una simple narración de algo que me ocurre todos los días. Si a ustedes les gusta The Clash, les recomiendo que lean una estrofa de la rola Safe European Home donde se canta (traduzco): -He llegado al lugar donde toda cara blanca es una invitación al robo- La verdad no creo que Joe Strummer pueda ser acusado de racista, de la misma forma que José Saramago no puede ser acusado de nazi por criticar a Sharon. En ese sentido íban mis comentarios. Redacté una serie de disertaciones políticamente incorrectas sobre mi muy personal visión de la historia de México y algunos conflictos raciales. No creo haber usado ningún término insultante o soez. Simplemente discutí o interpreté hechos históricos desde mi particular punto de vista. Creo que vivo en un país donde hay libre expresión como para tener el derecho de discutir y plantear ideas.
Me sorprendió la madurez del debate y agradezco mucho a quienes se tomaron la molestia de expresar su punto de vista. Un sano intercambio de ideas entre quienes nos dedicamos a manera de pasatiempo a expresarnos por este medio. Acepto mis errores y tomo todos sus comentarios.
Hasta ahí íbamos muy bien. Hasta que cierta persona llamada Heriberto Yepez tuvo a bien dedicarme algunos párrafos en su blog. No fue lo suyo una respuesta propia de un debate de ideas. Digamos que más bien que se dio vuelo usando adjetivos insultantes. Decidí contestarle, pero dado que ya no quería usar mi blog para pelear y tomando en cuenta que el asunto se había convertido en un pleito entre una persona y yo, decidí escribirle a su correo esperando que me contestara por el mismo medio.
Hoy por la mañana, encontré una respuesta de Heriberto Yepez en mi correo. Una respuesta escueta, mínima. Me dijo que sólo había leído 10 líneas de mi carta y que al verla llena de tantos complejos, decidió tirarla. Como posdata, me recomienda simplemente leer más. Muy bien. Cachetadita con guante blanco, pensé yo. Que fino me salió el muchacho. Di el asunto por muerto y me fui a hacer mis tareas matutinas.
Pero se me olvidó que estaba tratando con un parásito de instituciones culturales y dichos parásitos no saben dar cachetadas con guante blanco. Las alimañas son mentirosas y esta alimaña culturera mintió: resulta que no nada más leyó diez líneas de mi carta como me dijo. La leyó toda y varias veces. Al regresar a mi trabajo, un colega bloguero me notificó que Yepez tuvo a bien dedicarme más comentarios en su blog, y que tuvo a bien publicar mi carta, por si eso fuer poco, la misma de la que leyó diez líneas (que bueno que nada más fueron diez) Me hubiera gustado más que me contestara a mi correo y lavar la ropa sucia en casa, pero ya que le apuesta a los pleitos públicos (que tanto éxito tienen) y opta por el camino del insulto, pues arrieros somos y en el camino andamos. Y si de todas formas se va a dar a la tarea de subir mis cartas a su blog, pues bueno, mejor le ahorro el trabajo.


Respuesta políticamente correcta a Heriberto Yepez- (Segunda y última. La tercera es sin letras de por medio)

- Que bueno que no te dolió, que bueno que no te enojaste, que bueno que te lo tomaste con tanta normalidad. Que bueno que mis comentarios sean caricias del pétalo de una rosa. Te imagino escribiendo en la madrugada en tu puñetera solitaria y desordenada recámara y mientras yo dormía plácidamente con mi mujer, tu estabas eructando insultos y diseñando en tu cabecita la forma más ingeniosa de darme en la madre. Bueno, al menos no dedicaste la noche a escribir un ensayo sobre un poeta maricón o a puñetearte como acostumbras, y te diste a la tarea de escribir sobre mi. Te ahorre una puñeta. Me debes un favor.


-Me llamas ultraderechito. Sin duda en tu pinche mundito de izquierdas y derechas (supongo que has leído a Bobbio), quien no es un indigenista a ultranza con una capucha de Marcos es un ultraderechista. Y sin duda piensas que es de lo más izquierdista y revolucionario apoyar la Ley Indígena y decir No al Quinto Centenario y de más peroratas al estilo Manu Chao. Que yo sepa, el mejor ejemplo de ultraizquierda es el estalinismo. Y yo te pregunto ¿Tu crees que bajo el régimen de Stalin en la URSS hubiera sido tolerado un marquitos? En un régimen comunista no se tolera la pordioserez institucionalizada ni los proyectos segregacionistas de minorías étnicas. Pregúntale a los lituanos, letones y ucranianos cómo les fue cuando se quisieron poner al brinco. Ser indigenista no es sinónimo de izquierda, como ser anti indigenista (que no anti indígena, pues los indigenistas no suelen ser indígenas) no significa ser ultraderecha. ¿Sabes cuando se jodió la izquierda mexicana? Cuando se mezcló con el indigenismo. Ahora que ultraderechito... pues tal vez te referías a mi pene y no capté el mensaje. Sin duda consultaste a tu madre.


- En el colmo de lo iluso, luego de recomendarme una serie de autores (algunos de los cuales ya he leído), te permites recomendarme la experiencia psicodélica para abrir mi mente. Peace and love maextro, viva Jim Morrison. Me recomiendas leer sobre María Sabina. A huevo, para que se abra mi mente.
- Mira pobre pendejo, me permito informarte que hace muchos años, cuando teníamos 17 (naciste en el mismo año que yo por si no lo sabes) y tu estabas grafiteando las paredes de tu pinche barrio y taloneando feria para que una calafia te sacara de microcosmos a ver el mundo más allá de tu callejón sin pavimentar y antes de que tus compitas psicodélicos te informaran que existe una sierra en Oaxaca, yo ya había ido a Huautla, a Puente de Fierro, a Constitución, San José del Pacífico y claro, conocí a Teonanacatl personalmente si a eso te refieres. Pajaritos y derrumbes. Los pajaritos los recogías hasta en la carretera Toluca. Los derrumbes son cosa más seria. Chingona experiencia, por cierto. La neta no me persiguió ni un cheneque ni me castigaron los dioses mazatecos por mi sacrilegio. Buen viaje y buena experiencia para un adolescente curioso, pero no me vengas con pendejadas a tus casi 30. Por cierto pendejete, también he estado en San Cristóbal de las Casas, San Juan Chamula, la Mesa de Nayar, la Sierra Tarahumara, Real de 14 en 4 de octubre y cualquier santuario que un indigenista como tú debe conocer. Si algo tengo es que me he paseado y mientras tú te dedi-cas a alucinar ensayos contraculturales, yo le meto kilometraje a mis botas y ni me chingues con que soy un burgués y tú un proletario, pues todos los viajes de mi vida, que son un chingo, me los he pagado con mi humilde sueldo de trabajador. Trabajo desde los 16 años y nunca he recibido lana de mis padres o de las instituciones culturales de las que te has dedicado a chupar sangre. Por cierto, el día que dejes de vivir con tu mamí me hablas. Ya estás huevoncito cabrón, vas para 30. Deberías tener tu casa, pero supongo que está culero tu complejo edípico y los traumas que heredó tu papacito golpeador.


La historia de los yaquís y yoris casi me hace llorar. Snif, snif, buuuu. Ya en serio, hijito de Cajeme, que mal informado estás. ¿Sabrás que Porfirio Díaz, el presidente que ordenó el exterminio de la tribu de tu abuelo y que mandó a los sobrevivientes a trabajar a Yucatán no era un yori? Como sabrás, Don Porfirio no era precisamente un cruel blanco, sino un indígena oaxaqueño (no un zapoteco puro como Juárez, pero sí de familia indígena) Pues bien, este indígena mandó exterminar a los yaquis y mayos para expropiarles sus tierras (supongo que has leído México Bárbaro) Y los soldados porfiristas, la mayoría de leva o mercenarios, eran de origen indígena. Porfirio combatió también a los feroces Juchitecos de Oaxaca (de hecho a su hermano Félix lo castraron los juchitecos) Igual que Juárez combatió a Manuel Lozada e igual que los tlaxcaltecas exterminaron a los mexicas e igual que las manos que empuñaron las armas en la matanza de Acteal no eran manos yoris mi buen. Eran manos indígenas. Los yoris son una ficción de tu cabeza acomplejada, los indígenas no los necesitan para matarse entre ellos.


Dices que es increíble que en Tijuana haya un reportero así de racista y traumado. Me imagino que lo dijiste santiguándote, diciendo Dios mío, no puede ser que en los periódicos admitan gente tan fea.
Puedes formar un comité de damas o aprovechar que los hispanos de San Diego están levantado firmas para retirar la estatua de Pete Wilson del Gaslamp y de una vez juntar firmitas para que me crucifiquen y me destierren de Tijuana. Después de todo para alguien tan contracultural y ultra liberal como tú, es inconcebible e inaceptable que haya alguien que no comparta tu filosofía Manú Chao. Ándale, levanta firmas, pide que me destierren, mándame golpear y promueve una ley en donde se exija que todos los reporteros de Tijuana sean zapatistas. Ándale revolucionario, pide la crucifixión para la gente políticamente incorrecta que expresa sus ideas y dice lo que piensa. Por cierto, hijo de puta, no te metas con mi trabajo periodístico. El blog es otra cosa aparte. El día que encuentres una coma de racismo en mis reportajes, me llamas.


Te permites hablarme de las bellas mujeres que has poseído. ¿Para eso lees tanto? Viva la prepa, mi vieja está más buena que la tuya, eso es filosofía campeón. Yo te recomendaba salir a coger para que ya no seas tan chaqueto, pero bueno, si tu dices, aunque de lengua me como un taco. Si inventas autores que no existen en tus ensayos, bien puedes alucinar mujeres en tus puñetas.


No soy clasista, aunque ya que te andas con marxismos, te diré que soy clase trabajadora como tú. La diferencia es que yo sí trabajo y muy duramente. Gracias a ello he podido ir formando el patrimonio de familia. Nunca he sido un parásito de una institución cultural, nunca he recibido una beca ni la he pedido, ni he trabajado en una institución pública, ni soy niñote que vive en casa de su madre. En cambio, mucho del dinero que has recibido en tu vida, proviene de fondos públicos que se pagan con nuestros impuestos. Becas de mierda que pagamos los ciudadanos. Por lo demás, desde hace muchos años me rompo la madre tan duro como tu clase trabajadora (aunque no se si los huevones como tu son clase trabajadora, francamente) y mi casa, ubicada en un sitio mucho más bello que tu muladar, la compramos mi esposa y yo con nuestro dinero. Por lo demás, lo único que sé sobre tu poridioserez es porque al parecer te gusta lucrar con ella y presumirla. No mames, que autor que se de respetar pone en su currículum su pasado de grafitero. Por cierto, ¿sabes que en el libro ese que te publicó el Estado, firma el gobernador ultra derechista Alejandro González Alcocer, el mismo que impidió abortar a una indígena? No me parece muy digno de tu parte aceptar lana de un ultraderechista católico.


Bueno mi pordiosero estrella, aquí la dejamos. Nunca en mi vida volveré a escribir sobre ti, eso es una promesa. Sólo debes rogarle a tus dioses yaquís que mejor no me encuentres en la calle un día que ande de mal humor, aunque por fortuna no frecuentamos los mismos sitios. Así como tu cambiaste el canal del debate ideológico a los insultos, puede que a mi se me antoje cambiarle al canal de los putazos, así de fácil, no le busques más metáforas pendejo. Para un hooligan futbolero embrutecido y adicto al heavy metal, la violencia es algo muy común, muy humano y bastante sano. En serio mi buen, sería una actitud muy espontánea de mi parte y ahí sí no me ando con disertaciones. Si eres de barrio como dices, sabes que hay diferencias que nada más se arreglan a puño limpio. Como soy compa de Zaratustra, la piedad no va conmigo y es un sentimiento que me avergüenza así que no tendría lástima por tu pinche miopía y tus lentes de botella. Claro, que tu podrías recurrir a la Ley contra la Discriminación y con eso de que tienes sangre indígena, eres minusválido (¿o cómo chingados se le llama a tu miopía?) y posiblemente seas puto (disculpa, pero soltero, maduro, viviendo con tu madre y en un ambiente de puetas donde ser hermafrodita es lo políticamente correcto, supongo que me concedes el beneficio de la duda). Y cuando llegues con tus lentes rotos, podrás gritarle a los cuatro vientos que un skinhead nazi, racista de Arizona y Sudáfrica, boer, yori, conquistador español, intolerante y ultraderechista te pegó a ti, pobrecito escritor contracultural, indígena, minusválido y homosexual. Crimen racista, dirán los medios. A huevo, me cargarán de cadenas, iré al bote y tus libros por fin se venderán. Chale, estoy condenado a ser el malo de la película. Mejor ya te dejo que te masturbes en paz pendejito.

Pazuzu y Santa Ana

Una de las caracterizaciones más antiguas del Demonio es la de Pazuzu. Se le representaba en una horrible figura con una cara de perro o bestia descarnada y con cuatro alas en su espalda. La gente solía tener esa figura en sus casas, pero no por que se le venerara, sino porque su aspecto era tan espantoso, que él mismo se asustaba al verse. Esta deidad maldita de los sumerios, evocaba el viento del Sudeste.
Elevar al viento a la categoría del más cruel de los demonios, refleja el pavor que causaban los aires del Sudeste a los antiguos pobladores del Medio Oriente.
Los vientos traían consigo devastadoras tormentas de arena, pestes y epidemias. Bajo el criterio de los sumerios, el viento del Sudeste en el desierto sólo podía ser obra del Maldito. Ahí estaba el cruel Pazazu para representar el horror de esas tormentas.
Esta mañana he pensado que los bajacalifornianos bien podríamos tener nuestro Pazazu particular. Cualquiera que haya estado parado en la costa tijuanense frente a los vientos que provienen del Este, sabrá de que hablo. Se supone que la de hoy no es condición Santa Ana. El santanazo es caliente, seco e intenso. El viento de hoy es tan o más intenso que el Santa Ana, pero frío y picante. Digamos que es un Santa Ana invernal y viene del Este. Cuando el viento proviene del Pacífico, como ocurre normalmente en esta hermosa Península, el aire es fresco, rico, como una caricia cachonda del Océano que Vasco Núñez de Balboa bautizó. Pero cuando el viento sopla del desierto al mar, entonces se torna cruel, devastador e inclemente. Este año ha sido rico en vientos, pero los de anoche se pasaron de la raya. El sábado, Carol y yo habíamos plantado de nuevo nuestros arbolitos y habíamos amasado bien la tierra en torno al tronco para evitar que cayeran. Pues al viento le valió un soberano carajo y nos los volvió a tirar. Toda la noche se estuvieron escuchando putazos de los objetos arrastrados por el viento al golpear con las casas. Hace rato, cuando manejaba por la carretera escénica, me sentía como el conductor de un velero en plena tormenta. Pinche viento movía el carro y yo debía sujetar el volante con fuerza para evitar caer al otro lado de la carretera. Era como si una fuerza superior intentara arrojarnos al mar. Este viento son palabras mayores y bien merecería tener su propio demonio. ¿Cómo debemos bautizar al Pazazu tijuanero?

Monday, December 15, 2003

Estamos en la final- El 2-0 del sábado me ha hecho vivir horas intensas de disfrute y felicidad. Estamos en la final y por cierto he ganado una botella de tequila. El buen Don Arturo le apostó a Toluca, pero el Diablo Mayor fue exorcizado y le gané un tequila que espero recibir sin falta mañana. Oportuna la pata metiche de Rergis aprovechando las pificas toluqueñas. Matador el obús de Kle-ber, que dejó viendo estrellitas a Cristante. Oportunísimas las intervenciones de Campagnulo, la sobriedad de los jugadores, la precisión en el empuje. Tigres simplemente fue más equipo y yo estoy feliz. Puntos negros: La expulsión de Claudio, la lesión de Gaitán. Es triste no contar con ellos para el miércoles en Hidalgo. Ese juego será clave. Hace dos años, Pachuca aprovechó 10 minutos de confusión felina en su estadio y remató con ese bombazo de Silvani que tan mal parado agarró a Dautt. Pero lo siento Tuzos, Campagnulo es otra cosa y jamás lo agarrarán papando moscas fuera del área.
Lo cagante, la mierda de Sótano Suizo. No bajaron la pantalla ni le bajaron a su mierdero de música para escuchar la narración. Les menté su madre y nos largamos al pinche Sanborns. Hora feliz, tequila Hornitos Doble, unos cuantos chilangos o mexiquenses apoyando al pinche Toluca que se quedaron calladitos con los dos golazos. Traigo mi camisa puesta. La traeré toda la semana. Es mi cábala, mi manda, mi promesa: De aquí al sábado traeré siempre una camisa de Tigres puesta, hasta para dormir. Tengo más de 10 diferentes así que hay para escoger. Suelo ser sobrio ante la victoria y realista en mis pronósticos, pero al chile, al chile, me late que ahora sí, ahora sí, VAMOS A SER CAMPEONES- ARRIBA LOS TIGRES-


Por ahora, entonemos el Himno- TIGRE DE CORAZÓN

Ejemplo es Nuevo León en toda la nación su magia es el trabajo y la dedicación.

Unida nuestra gente un gran estado construyó con un sueño en la mente, ser siempre el mejor.

Queremos al Futbol es fuerza y convicción ejemplo a nuestros hijos de la superación.

Estallará el Volcán anota ya ese Gol

SOY TIGRE DE CORAZON.

SOY TIGRE DE CORAZON

Nuestro equipo es ganador con la garra de los tigres y aguerrido el corazón.

SOY TIGRE DE CORAZON

Con mi equipo siempre estoy es el alma de nuestro pueblo con coraje y con valor.

Jugar para ganar no es solo una ilusión si sales a luchar si das el corazón.

Escuchanos gritar vibrando de emoción no debes detenerte anota ya un Gol.

Queremos al Futbol es fuerza y convicción ejemplo a nuestros hijos de la superación.

Estallará el Volcán anota ya ese Gol

SOY TIGRE DE CORAZON.

Nuestro equipo es ganador con la garra de los tigres y aguerrido el corazón.

SOY TIGRE DE CORAZON

con mi equipo siempre estoy es el alma de nuestro pueblo con coraje y con valor.

SOY TIGRE DE CORAZON

Nuestro equipo es ganador siempre sale a la cancha para ser el vencedor.

SOY TIGRE DE CORAZON

con orgullo y con honor vamos juntos por el triunfo el equipo y su afición.

A GANAR!...

ARRIBA LOS TIGRES



Prometí que no voy a seguir escribiendo en torno al asunto de negros y blancos, españoles e indígenas-Y lo pienso cumplir. Pero el asunto sigue levantando tierra. Hoy me entero por Alomar que mis disertaciones políticamente incorrectas ya involucraron a H. Yepez, que me hace el favor de mencionarme en su blog con un post bastante insultante y carente de argumentos. Simplemente me llama pobrecita cabeza, tontería y asegura que jamás he leído ni a Hegel ni a Heidegger y hasta se permite recomendarme un libro, co-sa que agradezco (todas las recomendaciones las tomo en cuenta, aunque usted no lo crea) Carajo, yo estoy argumentando razones históricas que no son rebatidas y a cambio recibo insultos. Pero resulta que esa frase, que tanto ofendió a los pollitos de Marcos, la sustento con argumentos. No dudo que Yepez sabe mucho de autores gringos de la generación beat y cosas por el estilo, pero en historia le recomendaría no ponerse a las patadas conmigo. Pero en fin, ya no voy a hablar del asunto en mi blog, pues ya estoy hasta la madre. Le contestaré personalmente a Yepez a su correo y le daré la respuesta que se merece, pero no haré de este blog un pleito de lavadero. El blog es un foro de debate, de diálogo, pero ojo: Cuando quiero tirar putazos mal intencionados e insultar, entonces le escribo a la gente a su correo. Así, personal. Si alguien tiene curiosidad, pregúntele a Heriberto lo que le contesté.