Eterno Retorno

Saturday, January 09, 2016

Inmerso en el fragor de la metralla, cabalgando entre cerros sembrados de cadáveres y con todos los postes del telégrafo ocupados por su respectivo ahorcado, Francisco Villa se dio el tiempo para firmar un contrato con la compañía cinematográfica Mutual Films en febrero de 1914. Era el momento más cruento de la guerra contra los federales huertistas, la moneda estaba en el aire y la División del Norte no la tenía nada fácil, lo cual no impidió que Doroteo Arango firmara un acuerdo de exclusividad con los cineastas gringos. El Centauro del Norte se comprometía a darles todas las facilidades para filmar sus batallas y además les garantizaba que ninguna otra cámara tendría acceso. A cambio Mutual Films le pagó 25 mil dólares de la época. Doroteo se tomó en serio su papel de actor. Con tal de asegurar que Hollywood tomara su mejor ángulo y pudiera trabajar con la luz más adecuada, Villa llegó a modificar estrategias e incluso a retrasar batallas, poniéndose en severo riesgo y dando ventajas al enemigo. Cualquier cosa se justificaba con tal de aparecer a cuadro en las mejores condiciones posibles. La batalla de Ojinaga se retrasó algunos días para favorecer el trabajo de Mutual Films, lo mismo que la entrada a Torreón (inmortalizada en la foto más famosa de la Revolución). Sabiéndose famoso y legendario, para Villa era más importante darle gusto a Hollywood que asegurar el triunfo en el campo de batalla. Ahora bien ¿les sorprende lo de Joaquín Guzmán y Sean Penn? A mí no. El ego es un demonio muy cabrón, tal vez el más perro y despiadado de los demonios internos. Irresistible la tentación de ser el actor de tu propia película, saberte leyenda en vida. Más importante que mantener su emporio y salvar su pellejo fue asegurar su condición de héroe y galán de la gran historia. Si votaron por un telepresidente que filmó su propia telenovela para llegar a Los Pinos ¿por qué no habríamos de tener nuestro tele-narco? Que no les extrañe si el Chapo celebró contrato de exclusividad con Netflix. ¿Conspiraciones en las cúpulas de poder? No señores, es solo el triunfo absoluto, radical e incuestionable de la omnipotente sociedad del espectáculo. Vanidad, mi pecado favorito.

Friday, January 08, 2016

http://www.planisferio.com.mx/cartografias-absurdas-de-daxdalia/ (foto Gerardo Muñoz) Publicado en Planisferio por Karla Villapudua Cartografías absurdas de Daxdalia (2013), del escritor tijuanense Daniel Salinas Basave, es una antología aleatoria de heterónimos improbables elegidos por Encarnación Leydelmonte, personaje creado por el autor para presentar el resto de los autores que firman cada uno de los cuentos de este libro. Estas cartografías están impregnadas por una diversidad de estilos narrativos, que diseñan una hibridación de temperamentos, espacios, y sintomatologías, que se despliegan desde una pulida prosa estilo decimonónico hasta un juego de vórtices capaces de revelar el realismo más crudo. Cero maquillar. Hay voces, tiempos, sonidos que conforman o construyen –más bien- esa singularidad paradojal que aspira a construir la multiplicidad de esferas escriturales. En este sentido, el autor o los autores, describen toda una serie de entramados mentales con enunciados errantes, flotantes, absurdos, donde coexiste tanto el más amargo existencialismo como el más intenso nihilismo afirmativo. El libro (o el autor) deja en claro desde el inicio su posición respecto a la escritura: “Escribir es ser otro”, “Escribir es transformarse, enmascararse”. Así pues, Daniel como parte de un arrebato ficcional deja en claro el momento donde decidió hilvanar los relatos de esta obra: “Un día me di cuenta que había ido desparramando por ahí demasiados relatos, aunque hermanarlos bajo un mismo estilo o eje temático era imposible”. De ahí que, esa imposibilidad se volvió posible al lograr entretejer las cartografías textuales a través de alter egos literarios con nombres que se antoja adjetivar de fantásticos. Cada nombre te lleva a otro nombre y a otra historia. Pesadillas infantiles, viajes con misiones periodísticas, reflexiones literarias, meditaciones históricas, cuerdas repletas de ironía que nos arrancan sonrisas o carcajadas mientras leemos. En cierto modo, el diseño e hilvanado de Daxdalia nos remiten a una epoje renacentista y posmoderna a la vez, donde converge la escritura clásica, puesto que encontramos belleza, pero también vituperación. Daxdalia es un libro complejo, en el sentido, que no se mantiene en un pahtos estable, su escalada explora varias regiones de esa cosa llamada realidad: fronteras, ciudades, pueblitos, mares. Por último, es importante decir que este libro no es un típico lugar común de la literatura mexicana que aspira a narrar la violencia del país en términos de lo “real” periodístico. Al contrario, la fuerza creativa aflora fulminante en su máxima expresión, y vivifica el plano de lo imaginario para rescatar la ficción dentro de los parámetros de lo infinito. Aspiración suprema, de toda literatura por cierto. Al final, el encuentro con Cartografías absurdas de Daxadalia, lo invoca usted, azaroso lector.

Thursday, January 07, 2016

Bajo este invernal cielo oscuro tan eneroso y enerante, cada quien tendrá para relatar su propia historia bañada por la lluvia. Mi relato de damnificado tiene que ver con un síndrome de abstinencia. Sucede que la tormenta tuvo a bien joder la cuchilla de un poste y amanecimos sin energía eléctrica en casa. Todo podría haber transcurrido en relativa calma de no ser porque la maquinita moledora de café no funciona con pilas. La idea de enfrentar una mañana sin una taza humeante no cabe en mi existencia. Un día que no comienza con el más negro café es el equivalente a una región límbica, un insoportable purgatorio. El agua ya hervía en la estufa pero no había grano molido. Cuando ya me disponía a triturarlo con los dientes o los puños mi mente se iluminó de repente: “molcajete de mi alma ven a mí”. Piedra en mano evoqué cierta rolita de estilo musical no metalero que dice algo así como “pasa la noche cansado moliendo café. Escucharás esta canción de la vieja molienda, que en el letargo de la noche parece decir…” No es que ese estilo musical me vuelva loco, pero de mi molienda mañanera brotó un potaje más oscuro que la oscuridad de mis pensamientos.

Wednesday, January 06, 2016

Por ejemplo, si un campesino europeo del año 900 se subiera en una máquina del tiempo y viajara al año 1500, encontraría que muy pocas cosas han cambiado en la vida diaria a lo largo de seis siglos. Sin embargo, si un habitante de la Europa de 1500 se subiera a esa misma máquina y llegara al año 2016, sentiría haber viajado a otra galaxia. Nuestra vida diaria no tiene punto de comparación ya no digamos con el Siglo XVI, sino con el siglo pasado. En nuestra era el tren de la historia corre con prisa, como una bestia desbocada, una máquina sin control. Una década es demasiado tiempo en el Siglo XXI. Lo obsoleto es inmolado cada noche en el altar de sacrificios de la era moderna. La historia corre más rápido que nuestra capacidad de asimilarla y dimensionarla. Hay una canción del proyecto progresivo holandés Ayreon llamada 2084. Cuando la escucho me da por echar a volar la imaginación e intentar dibujar el mundo de ese año. Yo no viviré para entonces, pues tendría 110 años, pero mi hijo Iker cumpliría 75. ¿Cómo será el planeta en 2084? La única certidumbre es que apenas habrá punto de comparación con nuestro entorno. Acaso será un mundo irreconocible, mucho más extraño ante nuestros ojos de lo que resulta nuestro entorno actual para quien vivió en 1948. La carrera de Cronos nunca es uniforme y acaso hoy ya somos el olvido que seremos.

Tuesday, January 05, 2016

Derrotar a la enfermedad y a la vejez es un anhelo tan antiguo como la humanidad, pero el sueño de Fausto y Dorian Gray será de quien pueda costearlo. Los ricos serán adultos centenarios jugando al golf en un resort y los pobres seguirán muriéndose a los 70 años en los camastros de hospitales públicos. ¿Le conviene semejante escenario a la economía mundial? ¿Somos capaces de costear indefinida permanencia de una estirpe amortal? ¿Un ser humano alterado genéticamente sigue siendo biológicamente un simple homo sapiens? Más dudas que certezas me produce la amortalidad.

Monday, January 04, 2016

Pase lo que pase al 1 de enero no le es dado renunciar a su esencia límbica. El 1 de enero no puede negarse a sí mismo ni maquillar su rostro. El 1 de enero siempre será 1 de enero y como tal debemos vivirlo. El 2 de enero, en cambio, tiene vocación apolínea. El 2 es un duende jodón con carita de responsable indicándote que ha llegado el momento de ponerte las pilas. Un trago de café muy negro y la sensación de tener una larga fila de pendientes postergados. Irremediable sentir el vértigo: voy flotando en altamar sin salvavidas. Mejor no voltear a mirar abajo. Por ahora es tiempo de empezar a cumplir con los rituales de esas enerosidades tan enerosas y enerantes. Del 4 ni hablemos. Tampoco de la lluvia por venir ni de la magra escritura cuentagotas. Yermos gajos exprimidos a un fruto seco. Enero y sus eneralidades.

Sunday, January 03, 2016

Barbones de Oro