La fiesta tijuanense de los lectores ha arrancado de la mejor manera. Hay tardes en que hasta la Bola parece una cara sonriente. Desconozco lo que opinen mis amigos libreros, pero yo he visto gente haciendo fila en las cajas y casi todos llevan más de un libro bajo el brazo.
No sé si alguien aún tenga dudas, pero a mí me ha quedado claro que Benito Taibo es un fenómeno, algo absolutamente atípico en el mundo de las letras. Además de escribir un libro que parece destinado a romper todos los records como es Persona Normal, Benito ha hecho algo extraordinario que es sembrar la semilla de la lectura en decenas de miles de cabezas. Las estadísticas de la SEP no lo reflejan, pero creo que un buen porcentaje de nuevos lectores son jóvenes que empezaron con un libro de Taibo y así le dieron el “golpe” a la lectura. Así funcionan los vicios y después ya no puedes dejarlos. Cada quien tendrá su opinión de Benito como autor, pero creo que nadie puede negar lo extraordinario de su labor como promotor de la lectura. Fue un gusto poder presentarlo y compartir con él la mesa por segundo año consecutivo.
Por otra parte, fue una grata experiencia presentar la atípica y excéntrica novela Parecía que la empujaba el viento de mi colega Juan José Luna y compartir la mesa con Master Killer Ramiro Padilla. Se los juro, no se parece a nada que hayan leído antes.
La fiesta libresca continúa esta semana y si todavía no has ido, solo puedo decirte que en verdad te estás perdiendo de algo. Por allá nos vemos.