Friday, February 27, 2004
El número de El Diablo es el 666, y lo marqué porque los años me engañaron haciéndome confiar en que a veces la verdad prefiere residir en alguna de las habitaciones de la Literatura, haciéndome creer que la Literatura es ese refugio en el que uno puede transformar por fin en gol un penalti fallado mucho tiempo atrás.
Thursday, February 26, 2004
Alejandra es más bella que La Maga-
Alejandra Olmos...uff. El Fausto me pega donde más me duele. Esa mujer sí que son palabras mayores y no, no se parece para nada a mi retrato mental de La Maga. Alejandra es uno de los personajes femeninos más fuertes y enigmáticos que ha parido la literatura contemporánea, al menos uno de los que más me intriga. Y mientras la expresión de La Maga me parece un tanto boba y simplona, la de Alejandra es triste, bella, enigmática. La Maga me parece una mujer de cara redonda y pelo corto. Alejandra es una mujer de rostro afilado, facciones finas y pelo largo. Me vale un carajo como las hayan imaginado Cortázar y Sábato. Mi retrato literario es mío y no se modifica. Tal vez por eso odio que lleven las obras literarias al cine (bueno perdono a la buenísma Juliette Binoche haciendo de Teresa en La insoportable levedad del ser y a Sophie Marceu representando a Ana Karenina)-
Sábato es un buen constructor de personajes femeninos. Primero me topé con María Iribarne en El Túnel. Una mujer enigma. Desde el momento en que se detiene a mirar el cuadro de Pablo Castel la imaginé, no sé porqué chingados, pelirroja, muy blanca, chaparrita y de expresión desvalida. María Iribarne y Alejandra se parecen, pero la mujer de Héroes y Tumbas supera a su antecesora. Recuerdo el momento en que encuentra a Martín, al píe de un monumento, aunque me parece un pasaje parti-cularmente fuerte cuando en medio de la noche Martín la mira caminando como posesa afuera de una iglesia. Ese pasaje antecede al Informe sobre ciegos de su padre. Pero bueno, juzguen ustedes si no tendrá fuerza un personaje que mata a su padre de tres plomazos y después se suicida prendiéndose fuego. En cambio, el personaje de Martín me resulta despreciable. Odio a esos tipos apocados, jodidos, chantajistas sentimentales. Pues recuerden ustedes que Martín, en el colmo de la indignidad, amenaza con matarse si Alejandra lo deja. Oliveira es pedante, Martín es indigno y apocado. Ambos personajes me caen mal.
Pero Alejandra, lo repito, son palabras mayores. Jamás he podido permanecer indiferente a su enigma. A veces releo Héroes y Tumbas sólo para buscar alguna respuesta en el misterio de sus ojos.
Alejandra Olmos...uff. El Fausto me pega donde más me duele. Esa mujer sí que son palabras mayores y no, no se parece para nada a mi retrato mental de La Maga. Alejandra es uno de los personajes femeninos más fuertes y enigmáticos que ha parido la literatura contemporánea, al menos uno de los que más me intriga. Y mientras la expresión de La Maga me parece un tanto boba y simplona, la de Alejandra es triste, bella, enigmática. La Maga me parece una mujer de cara redonda y pelo corto. Alejandra es una mujer de rostro afilado, facciones finas y pelo largo. Me vale un carajo como las hayan imaginado Cortázar y Sábato. Mi retrato literario es mío y no se modifica. Tal vez por eso odio que lleven las obras literarias al cine (bueno perdono a la buenísma Juliette Binoche haciendo de Teresa en La insoportable levedad del ser y a Sophie Marceu representando a Ana Karenina)-
Sábato es un buen constructor de personajes femeninos. Primero me topé con María Iribarne en El Túnel. Una mujer enigma. Desde el momento en que se detiene a mirar el cuadro de Pablo Castel la imaginé, no sé porqué chingados, pelirroja, muy blanca, chaparrita y de expresión desvalida. María Iribarne y Alejandra se parecen, pero la mujer de Héroes y Tumbas supera a su antecesora. Recuerdo el momento en que encuentra a Martín, al píe de un monumento, aunque me parece un pasaje parti-cularmente fuerte cuando en medio de la noche Martín la mira caminando como posesa afuera de una iglesia. Ese pasaje antecede al Informe sobre ciegos de su padre. Pero bueno, juzguen ustedes si no tendrá fuerza un personaje que mata a su padre de tres plomazos y después se suicida prendiéndose fuego. En cambio, el personaje de Martín me resulta despreciable. Odio a esos tipos apocados, jodidos, chantajistas sentimentales. Pues recuerden ustedes que Martín, en el colmo de la indignidad, amenaza con matarse si Alejandra lo deja. Oliveira es pedante, Martín es indigno y apocado. Ambos personajes me caen mal.
Pero Alejandra, lo repito, son palabras mayores. Jamás he podido permanecer indiferente a su enigma. A veces releo Héroes y Tumbas sólo para buscar alguna respuesta en el misterio de sus ojos.
4-2 Atasque de birria
El Tigre se atascó de birria. Pura birria de chivita loca que cenamos en San Nicolás de los Garza. Ahí nomás lo que es.
Me decía Armando que a Osvaldo Sánchez ni cosquillas le íbamos a hacer. Pues cuatro cosquillitas le hicimos en la red a ese portero pedante. ¿Dónde está el desplegado Vergara?
Hay tres personajes del futbol que me caen mal en serio: Uno es Osvaldo, que ayer se atragantó cuatro golazos, otro es el Bofo, que ayer cooperó con la causa felina con su oportuno autogol y el que se lleva el premio mayor, sin duda, el nuevo rico lavadólares de Vergara. Por eso me da más gusto la victoria.
La verdad es que los típicos equipos de portada del Esto, llámese Chivas, Pumas, América y Cruz Azul ni me van ni me vienen. Más bien me valen absoluta madre. Ni siquiera me caen mal. Dignos de mi desprecio pues nada más la mierda rayadita que ayer sacó un ratonero empate en San Luis. Pero la verdad es que últimamente, con el Vergara al frente, las Chivas me caen gordas. En serio Armando, le deberías ir mejor al Atlas en todo caso, ellos al menos tienen un uniforme elegante, bonito, un equipo con clase los rojinegros pero ¿las chivitas? En fin, cada quien su afición. Yo a lo mío. Gaytán anda desatado. En serio, el mejor 10 del futbol mexicano, Saavedra sigue demostrando que es el mejor carrilero y Silvera ya afinó la puntería. Ni te extrañamos Kleber. Y cuando pienso en esos patrioteros que se ofenden cuando Walter Gaytán dice que se quiere nacionalizar mexicano. Sería el mejor sueño futbolístico tener a ese genio vistiendo la camiseta tricolor con el 10 en la espalda en el Mundial de Alemania. No es por nada, pero si Bielsa se acuerda de él, Gaytán perfectamente puede ser el 10 de la albiceleste, así que la Segob debe apurarle con el trámite de nacionalización si es que queremos tener derecho a soñar con algo en Alemania.
El Tigre se atascó de birria. Pura birria de chivita loca que cenamos en San Nicolás de los Garza. Ahí nomás lo que es.
Me decía Armando que a Osvaldo Sánchez ni cosquillas le íbamos a hacer. Pues cuatro cosquillitas le hicimos en la red a ese portero pedante. ¿Dónde está el desplegado Vergara?
Hay tres personajes del futbol que me caen mal en serio: Uno es Osvaldo, que ayer se atragantó cuatro golazos, otro es el Bofo, que ayer cooperó con la causa felina con su oportuno autogol y el que se lleva el premio mayor, sin duda, el nuevo rico lavadólares de Vergara. Por eso me da más gusto la victoria.
La verdad es que los típicos equipos de portada del Esto, llámese Chivas, Pumas, América y Cruz Azul ni me van ni me vienen. Más bien me valen absoluta madre. Ni siquiera me caen mal. Dignos de mi desprecio pues nada más la mierda rayadita que ayer sacó un ratonero empate en San Luis. Pero la verdad es que últimamente, con el Vergara al frente, las Chivas me caen gordas. En serio Armando, le deberías ir mejor al Atlas en todo caso, ellos al menos tienen un uniforme elegante, bonito, un equipo con clase los rojinegros pero ¿las chivitas? En fin, cada quien su afición. Yo a lo mío. Gaytán anda desatado. En serio, el mejor 10 del futbol mexicano, Saavedra sigue demostrando que es el mejor carrilero y Silvera ya afinó la puntería. Ni te extrañamos Kleber. Y cuando pienso en esos patrioteros que se ofenden cuando Walter Gaytán dice que se quiere nacionalizar mexicano. Sería el mejor sueño futbolístico tener a ese genio vistiendo la camiseta tricolor con el 10 en la espalda en el Mundial de Alemania. No es por nada, pero si Bielsa se acuerda de él, Gaytán perfectamente puede ser el 10 de la albiceleste, así que la Segob debe apurarle con el trámite de nacionalización si es que queremos tener derecho a soñar con algo en Alemania.
Yngwie y el Teatro en puerta
Dos grandes conciertos de músicos virtuosos se aproximan. El 7 de marzo Dream Theater se presentará en San Diego en el Spreckels
Y el día 16 de marzo el mismísimo Yngwie Malmsteen nos deleitará con su mágica guitarra en el 4&B.
Luego de una buena racha de brutalidad y oscuridad, viene esta oleada de virtuosismo y pulcritud musical. Un derroche de virtudes en verdad. Dream Theatre tiene tal vez una de las alineaciones de músicos más estudiosos, innovadores y serios de los Estados Unidos. Para algunos, (entre los cuales, aclaro, no me cuento) el Teatro de los Sueños es superior a los mismísimos Rush y el señor Juanito Petrucci está considerado entre los mejores guitarreros del mundo.
Y de Yngwie Malmsteen, pues creo que no hace falta recetar el currículum de este genial e innovador guitarrista sueco del que soy fiel seguidor desde hace un buen rato. Tan es así, que en este preciso momento lo escucho en mis audífonos. Mis oídos se preparan espiritualmente para un derroche de perfeccionismo musical.
Dos grandes conciertos de músicos virtuosos se aproximan. El 7 de marzo Dream Theater se presentará en San Diego en el Spreckels
Y el día 16 de marzo el mismísimo Yngwie Malmsteen nos deleitará con su mágica guitarra en el 4&B.
Luego de una buena racha de brutalidad y oscuridad, viene esta oleada de virtuosismo y pulcritud musical. Un derroche de virtudes en verdad. Dream Theatre tiene tal vez una de las alineaciones de músicos más estudiosos, innovadores y serios de los Estados Unidos. Para algunos, (entre los cuales, aclaro, no me cuento) el Teatro de los Sueños es superior a los mismísimos Rush y el señor Juanito Petrucci está considerado entre los mejores guitarreros del mundo.
Y de Yngwie Malmsteen, pues creo que no hace falta recetar el currículum de este genial e innovador guitarrista sueco del que soy fiel seguidor desde hace un buen rato. Tan es así, que en este preciso momento lo escucho en mis audífonos. Mis oídos se preparan espiritualmente para un derroche de perfeccionismo musical.
Ahora que me la paso hablando con médicos, me siento culpable por todos los placeres de la vida. Resulta que todo lo que me gusta es malo. Que si beber en exceso me jode el hígado, que el exceso de café jode el calcio, que si la música en audífonos me deja sordo. Pero ahora sí se batieron todos los límites. Miren nomás con lo que me salieron estos hijos de su reputamadre:
“La práctica del sexo oral podría ser una causal de tumores orales o bucales de acuerdo con conclusiones de investigadores que relacionan el virus del papiloma humano con el cáncer, informó la revista Newscientist en su sitio de internet. La edición web reporta que por fortuna, el riesgo es mínimo ya que sólo 1 de 10 mil personas desarrollan tumores orales cada año y la mayor parte de los casos probablemente fueron ocasionados por fumar o beber productos con cancerígenos”. Puta madre ¿También eso me quieren quitar? Menos mal que tienen la decencia de aclarar que es uno de 10 mil, pinches reprimidos. Ya estuvo bueno. Sólo hay una vida y más vale que la disfrutes porque no hay devoluciones. God Bless 69
“La práctica del sexo oral podría ser una causal de tumores orales o bucales de acuerdo con conclusiones de investigadores que relacionan el virus del papiloma humano con el cáncer, informó la revista Newscientist en su sitio de internet. La edición web reporta que por fortuna, el riesgo es mínimo ya que sólo 1 de 10 mil personas desarrollan tumores orales cada año y la mayor parte de los casos probablemente fueron ocasionados por fumar o beber productos con cancerígenos”. Puta madre ¿También eso me quieren quitar? Menos mal que tienen la decencia de aclarar que es uno de 10 mil, pinches reprimidos. Ya estuvo bueno. Sólo hay una vida y más vale que la disfrutes porque no hay devoluciones. God Bless 69
Esto es como la guerra sucia de hace 20 años", dijo ayer Jorge Emilio González Martínez, líder del Partido Verde Ecologista, en medio de la polémica que crece y crece... No mames, por favor. Este pinche escuincle de Las Lomas que jamás en su vida ha tomado el transporte público, cuyo único episodio represivo habrán de ser los regaños y orientaciones de su sacrosanto padre al que, como todo buen junior, le debe todo lo que es se permite compararse con los jóvenes que sufrieron la represión díazordazista y echeverrista. ¿Qué puede saber este pobre pendejo de Guerra Sucia? ¿Se parecerá en algo este mozalbete frescolín a los militantes de la Liga 23 de Septiembre? Y vaya error, dice que es como la guerra sucia de hace “20” años. Anda mal en historia mi amiguito. 1984 fue un año donde se produjeron excelentes dis-cos de heavy metal, pero que no es recordado precisamente por sus campañas de guerra su-cia orquestadas por el gris Miguel de la Madrid. Te equivocaste por 10 años. También en historia estás muy verde.
Estoy inmerso en la lectura de Respiración artificial de Ricardo Piglia- ¿Qué puedo decir? Todavía no me atrevo a hacer un comentario. Las cartas de Renzi a Maggi, los monólogos del senador Ossorio...puta madre. Palabras mayores esta noveluka, escrita en plena dictaura militar argentina. Un libro que sabe a lluvia y cuyas páginas subrayo y releo. Me lo estoy llevando lento, despacito, sin demasiada prisa.
“...pedí una cerveza y una ginebra doble porque esa mezcla es el recurso recomendado por Dickens a quienes están a punto de suicidarse. No porque yo hubiera decidido suicidarme o algo por el estilo, sino porque me gustaba esa idea: pensar que era un suicida que camina (se desliza mejor) por la ciudad en la madrugada mientras unos tipos cavan un túnel en medio de la noche...”
Piglia- Bolaño- Vila- Matas
Cuando leo a Piglia siempre me acuerdo de Bolaño y cuando llego a Bolaño, siempre pienso en Vila- Matas. Estos tipos forman una suerte de trío perfecto. Confieso que si tuviera que leer un texto inédito, carente de firma y se me obligara a adivinar cuál de los tres lo escribió, me costaría trabajo.
Últimamente, gracias a las gestiones de esa super efectiva agente literaria de ventas llamada Santísima Muerte, se habla demasiado de Bolaño. He leído a más de uno presentar al chileno como el non plus ultra de las letras hispanas. Chapoteando en los pantanos de la odiosa comparación, debo señalar que en lo personal, me gusta mucho más Piglia. De esta trilogía integrada por el chileno, el catalán y el argentino, yo me quedo con el último. Y bueno, claro, también debo aclarar que es al que más he leído de los tres. También debo aclarar que no he leído Los detectives salvajes, que es algo así como el no va más de Bolaño.
En fin, por ahí me tope con un artículo de Vila Matas hablando de Bolaño. Dicho en otras palabras, dice Vila Matas que dice Bolaño:
"En realidad la literatura latinoamericana no es Borges ni Macedonio Fernández ni Onetti ni Bioy ni Cortázar ni Rulfo ni Revueltas ni siquiera el dueto de machos ancianos formado por García Márquez y Vargas Llosa"
“La literatura latinoamericana, por espantoso que pueda parecernos, "es Isabel Allende, Luis Sepúlveda, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, un tal Aguilar Camín o Comín y muchos otros nombres ilustres".
(Roberto Bolaño en Los mitos de Chtulhu). Horror.
Vila Matas dice que el excluiría de ese chapoteadero a Sergio Ramírez. Yo excluyo a Tomás Eloy Martínez, que me parece se merece estar en una división más arriba de ese inmundo pantano (no mames compartir cancha con Aguilar Camín y Ángeles Mastretta sí que es un escupitajo del peor gusto). Aunque oportunista y ganancioso, Tomás Eloy me parece un tipo con imaginación. No se le debe juzgar únicamente por El vuelo de la reina, que sin ser una mala novela, peca de alfaguaroza Santa Evita, La novela de Perón y el último que he leído llamado Lugar común La Muerte me parecen obras que si bien no merecen competir con un Piglia, sí están muy por encima de basura como Camín, Allende y Mastretta. Además, Tomás Eloy sí tiene una buena cancha recorrida en periodismo escrito y sólo por eso le tengo su respetillo de colega. Y ¿en qué estaba? Ya me desvíe del tema. Es más, ya ni me acuerdo que quería decir. A sí, que Piglia está chingón. Eso, pues.
“...pedí una cerveza y una ginebra doble porque esa mezcla es el recurso recomendado por Dickens a quienes están a punto de suicidarse. No porque yo hubiera decidido suicidarme o algo por el estilo, sino porque me gustaba esa idea: pensar que era un suicida que camina (se desliza mejor) por la ciudad en la madrugada mientras unos tipos cavan un túnel en medio de la noche...”
Piglia- Bolaño- Vila- Matas
Cuando leo a Piglia siempre me acuerdo de Bolaño y cuando llego a Bolaño, siempre pienso en Vila- Matas. Estos tipos forman una suerte de trío perfecto. Confieso que si tuviera que leer un texto inédito, carente de firma y se me obligara a adivinar cuál de los tres lo escribió, me costaría trabajo.
Últimamente, gracias a las gestiones de esa super efectiva agente literaria de ventas llamada Santísima Muerte, se habla demasiado de Bolaño. He leído a más de uno presentar al chileno como el non plus ultra de las letras hispanas. Chapoteando en los pantanos de la odiosa comparación, debo señalar que en lo personal, me gusta mucho más Piglia. De esta trilogía integrada por el chileno, el catalán y el argentino, yo me quedo con el último. Y bueno, claro, también debo aclarar que es al que más he leído de los tres. También debo aclarar que no he leído Los detectives salvajes, que es algo así como el no va más de Bolaño.
En fin, por ahí me tope con un artículo de Vila Matas hablando de Bolaño. Dicho en otras palabras, dice Vila Matas que dice Bolaño:
"En realidad la literatura latinoamericana no es Borges ni Macedonio Fernández ni Onetti ni Bioy ni Cortázar ni Rulfo ni Revueltas ni siquiera el dueto de machos ancianos formado por García Márquez y Vargas Llosa"
“La literatura latinoamericana, por espantoso que pueda parecernos, "es Isabel Allende, Luis Sepúlveda, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, un tal Aguilar Camín o Comín y muchos otros nombres ilustres".
(Roberto Bolaño en Los mitos de Chtulhu). Horror.
Vila Matas dice que el excluiría de ese chapoteadero a Sergio Ramírez. Yo excluyo a Tomás Eloy Martínez, que me parece se merece estar en una división más arriba de ese inmundo pantano (no mames compartir cancha con Aguilar Camín y Ángeles Mastretta sí que es un escupitajo del peor gusto). Aunque oportunista y ganancioso, Tomás Eloy me parece un tipo con imaginación. No se le debe juzgar únicamente por El vuelo de la reina, que sin ser una mala novela, peca de alfaguaroza Santa Evita, La novela de Perón y el último que he leído llamado Lugar común La Muerte me parecen obras que si bien no merecen competir con un Piglia, sí están muy por encima de basura como Camín, Allende y Mastretta. Además, Tomás Eloy sí tiene una buena cancha recorrida en periodismo escrito y sólo por eso le tengo su respetillo de colega. Y ¿en qué estaba? Ya me desvíe del tema. Es más, ya ni me acuerdo que quería decir. A sí, que Piglia está chingón. Eso, pues.
Pasos de Gutenberg
Cuentos de futbol 2
Selección y prólogo de Jorge Valdano
Alfaguara
Por Daniel Salinas Basave
Cualquier aficionado futbolero de más de 25 años de edad, sin duda recuerda las actuaciones del argentino Jorge Valdano en la cancha.
Jugador fino como pocos, Valdano se inmortalizó al anotar el segundo gol de Argentina en aquella final de 1986 contra Alemania que ganaron los gauchos por 3-2.
Desgraciadamente para él, meses después, en plena cúspide de su carrera en el Real Madrid, donde hacía mancuerna con Hugo Sánchez, tuvo que dejar las canchas para siempre obligado por una hepatitis.
En planos estrictamente futbolísticos, Jorge Valdano será en la historia un príncipe más en la gran corte del rey Diego Armando Maradona.
Pero existe un plano ciertamente atípico en donde Valdano es amo y señor indiscutible: El conflictivo matrimonio entre el futbol y la literatura.
Valdano es el embajador del futbol en la “república de las letras”. Si bien no es el primer futbolista profesional que toma una pluma con intenciones literarias, sí es sin duda el jugador que más ha hecho por promover la literatura futbolística.
El éxito de su antología “Cuentos de Futbol” es la prueba contundente. Según el propio Valdano, sus cuentos futboleros fueron una simple travesura para intentar que la cabeza dejara de desconfiar del músculo, pues el juego es, como la literatura, una recreación de la realidad.
En la primera compilación, plumas de renombre en la lengua de Cervantes aportaron una narración que tiene que ver directa o indirectamente con el juego del hombre.
Fue tanto el éxito de esta primera antología, que Valdano arremete ahora con el segundo volumen de Cuentos de futbol.
La novedad es que 22 de los 23 escritores participantes son diferentes a los de la primera antología.
El único que repite es el uruguayo Mario Benedetti, futbolero de corazón, aunque se extraña al mexicano Juan Villoro, otro amante del juego, que está presente en el anterior volumen.
Sin embargo, debutan plumas célebres como el chileno Antonio Skarmeta y dos damas, como es el caso de Soledad Puértolas y Ana María Moix, por aquello de la supuesta fobia femenina al grito de gol.
Aunque el tema común es el futbol, la forma de abordarlo en estos cuentos no es en absoluto uniforme, si bien la calidad literaria se mantiene.
En algunos casos, el cuento parece oler al sudor del practicante amateur de las canchas de lodo, pero en otros tiene ese incomparable latido que siente un aficionado al llegar a un estadio lleno a reventar.
También existen narraciones que tienen que ver con episodios de la vida cotidiana relacionados o enmarcados por la celebración de un partido importante y en algún caso, versiones literarias de episodios futbolísticos famosos o incluso anécdotas reales aderezadas con una buena dosis de creatividad.
Luis Miguel Aguilar, Josefina Aldecoa, J. J. Armas Marcelo, Rafael Azcona, Mario Benedetti, Juan Bonilla, Martín Casariego, Jorge Cela Trulock, Álvaro Cepeda Samudio, Humberto Constantino, Manuel Hidalgo, Ramón Irigoyen y Joaquín Leguina inician la lista.
Ana María Moix, Daniel Moyano, Juan Manuel de Prada, Soledad Puértolas, Antonio Skarmeta, Pedro Solera, Francisco Umbral, Patxco Unzueta y Vicente Verdú la completan.
Creo que este libro puede cumplir un doble propósito: Por una parte, puede ser un atractivo anzuelo para atraer a los terrenos de la literatura a esos miles de aficionados futboleros cuya única lectura son las revistas especializadas en el deporte. Pero por otra parte, puede ser el vehículo que transporte a la cancha a aquellos hombres de letras que, al igual que Jorge Luis Borges (sin duda el más celebre detractor del futbol), sólo ven vulgaridad y embrutecimiento en el deporte de las patadas.
Y es que le verdad, luego de leer dos volúmenes de Cuentos de futbol, uno se da cuenta que lejos de ser un matrimonio conflictivo, futbol y literatura parecen en estas páginas una pareja de enamorados en pleno idilio romántico.
Cuentos de futbol 2
Selección y prólogo de Jorge Valdano
Alfaguara
Por Daniel Salinas Basave
Cualquier aficionado futbolero de más de 25 años de edad, sin duda recuerda las actuaciones del argentino Jorge Valdano en la cancha.
Jugador fino como pocos, Valdano se inmortalizó al anotar el segundo gol de Argentina en aquella final de 1986 contra Alemania que ganaron los gauchos por 3-2.
Desgraciadamente para él, meses después, en plena cúspide de su carrera en el Real Madrid, donde hacía mancuerna con Hugo Sánchez, tuvo que dejar las canchas para siempre obligado por una hepatitis.
En planos estrictamente futbolísticos, Jorge Valdano será en la historia un príncipe más en la gran corte del rey Diego Armando Maradona.
Pero existe un plano ciertamente atípico en donde Valdano es amo y señor indiscutible: El conflictivo matrimonio entre el futbol y la literatura.
Valdano es el embajador del futbol en la “república de las letras”. Si bien no es el primer futbolista profesional que toma una pluma con intenciones literarias, sí es sin duda el jugador que más ha hecho por promover la literatura futbolística.
El éxito de su antología “Cuentos de Futbol” es la prueba contundente. Según el propio Valdano, sus cuentos futboleros fueron una simple travesura para intentar que la cabeza dejara de desconfiar del músculo, pues el juego es, como la literatura, una recreación de la realidad.
En la primera compilación, plumas de renombre en la lengua de Cervantes aportaron una narración que tiene que ver directa o indirectamente con el juego del hombre.
Fue tanto el éxito de esta primera antología, que Valdano arremete ahora con el segundo volumen de Cuentos de futbol.
La novedad es que 22 de los 23 escritores participantes son diferentes a los de la primera antología.
El único que repite es el uruguayo Mario Benedetti, futbolero de corazón, aunque se extraña al mexicano Juan Villoro, otro amante del juego, que está presente en el anterior volumen.
Sin embargo, debutan plumas célebres como el chileno Antonio Skarmeta y dos damas, como es el caso de Soledad Puértolas y Ana María Moix, por aquello de la supuesta fobia femenina al grito de gol.
Aunque el tema común es el futbol, la forma de abordarlo en estos cuentos no es en absoluto uniforme, si bien la calidad literaria se mantiene.
En algunos casos, el cuento parece oler al sudor del practicante amateur de las canchas de lodo, pero en otros tiene ese incomparable latido que siente un aficionado al llegar a un estadio lleno a reventar.
También existen narraciones que tienen que ver con episodios de la vida cotidiana relacionados o enmarcados por la celebración de un partido importante y en algún caso, versiones literarias de episodios futbolísticos famosos o incluso anécdotas reales aderezadas con una buena dosis de creatividad.
Luis Miguel Aguilar, Josefina Aldecoa, J. J. Armas Marcelo, Rafael Azcona, Mario Benedetti, Juan Bonilla, Martín Casariego, Jorge Cela Trulock, Álvaro Cepeda Samudio, Humberto Constantino, Manuel Hidalgo, Ramón Irigoyen y Joaquín Leguina inician la lista.
Ana María Moix, Daniel Moyano, Juan Manuel de Prada, Soledad Puértolas, Antonio Skarmeta, Pedro Solera, Francisco Umbral, Patxco Unzueta y Vicente Verdú la completan.
Creo que este libro puede cumplir un doble propósito: Por una parte, puede ser un atractivo anzuelo para atraer a los terrenos de la literatura a esos miles de aficionados futboleros cuya única lectura son las revistas especializadas en el deporte. Pero por otra parte, puede ser el vehículo que transporte a la cancha a aquellos hombres de letras que, al igual que Jorge Luis Borges (sin duda el más celebre detractor del futbol), sólo ven vulgaridad y embrutecimiento en el deporte de las patadas.
Y es que le verdad, luego de leer dos volúmenes de Cuentos de futbol, uno se da cuenta que lejos de ser un matrimonio conflictivo, futbol y literatura parecen en estas páginas una pareja de enamorados en pleno idilio romántico.
Wednesday, February 25, 2004
A mí se me hace que La Maga está bien buena
Todo aniversario es un pretexto. Los seres humanos necesitan de la tiranía del calendario para definir los temas de moda. Hacía un buen rato que no leía a Cortázar y hacía todavía más rato que no escuchaba a nadie hablar de él. Pero llega el 2004, se cumplen 20 años de su fallecimiento y ahora sí, a huevo, ahí van todos los borreguitos a balar: Queremos tanto a Julio- Todas las pinches revistas consideran una obligación llevar un artículo, un comentario, una foto recordando al barbón.
Pues muy bien, Eterno Retorno siempre a la vanguardia, o como vulgarmente se dice en mi pueblo, en la punta del pedo, se suma a este colectivo balar cortazariano.
Con decirles que nomás para estar a la moda, hasta voy a enmarcar la foto que nos tomamos Carol y yo en su tumba allá en el cementerio del Monte Parnaso luteciano, donde el buen Julio es vecino de Don Porfirio Díaz, Sartre y Baudelaire nomás por mencionar a los más compas.
El primer cuento de Cortazar que leí fue Casa tomada. Si mal no recuerdo, fue en aquella antología de Menton, El cuento hispanoamericano. Sin embargo, mis cuentos favoritos son La autopista del Sur y La isla al mediodía. Si me tuviera que llevar un solo libro de Cortázar a las islas Coronado, me llevaría Todos los fuegos el fuego antes que Rayuela.
Recuerdo muy bien la atmósfera en la que leí Rayuela. Fue en la sierra de Aramberri Nuevo León. Mi colega fotógrafo Francisco Ordaz y yo fuimos enviados por El Norte a cubrir los incendios que devastaban las sierras del Sur del Estado. Pasamos largos días en ese pequeño pueblo, ubicado en el corazón del subdesarrollado y hermoso Sur nuevoleonés. Así, entre sauces y sabinos me trasladé al París cortazariano. Cada novela le pertenece al lector. En mi caso, Rayuela siempre me sabrá a Aramberri.
Aunque confieso no haber leído a fondo los debates que han surgido en torno a Rayuela, creo que el fondo del asunto es la forma en que vemos y tratamos a La Maga, atentando contra su dignidad femenina. Cuando leo un libro casi siempre mi mente formula, de manera involuntaria, una representación física de los personajes literarios. La Maga, obviamente tiene su representación. Siempre la imagine de pelo muy corto, cara más o menos redonda, muy buena pierna y sí, debo confesarlo, cari-ta de boba. Discúlpenme feministas, pero en algunas mujeres la cara de bobería es en extremo seductora. La Maga me parece un tipo de mujer en extremo familiar. Y no, no es que me gusten las mujeres tontas. Simplemente en el caso de La Maga, me parece que a su rostro le va bien una imagen que nada tiene que ver con una agresiva pensadora steniana. Además, la bobería de La Maga no me parece en absoluto sinónimo de frivolidad o petulancia. Vaya, no me imagino a La Maga como una Paris Hilton. Carajo, ya hablo de La Maga como si estuviera viendo su foto cargando a Rocamadour en la proa de un barco. Vuelvo a ver mi retrato mental e insisto: Está bien buena La Maga y no, no me la quiero imaginar leyendo a Gertrude Stein. No tengo nada contra la Gertrudis, pero a La Maga déjenla como está, que así me gusta. En cambio, no es por armarla de tos, pero al Oliveira sí que se me ha antojado ponerle unos putazos en más de una ocasión.
Todo aniversario es un pretexto. Los seres humanos necesitan de la tiranía del calendario para definir los temas de moda. Hacía un buen rato que no leía a Cortázar y hacía todavía más rato que no escuchaba a nadie hablar de él. Pero llega el 2004, se cumplen 20 años de su fallecimiento y ahora sí, a huevo, ahí van todos los borreguitos a balar: Queremos tanto a Julio- Todas las pinches revistas consideran una obligación llevar un artículo, un comentario, una foto recordando al barbón.
Pues muy bien, Eterno Retorno siempre a la vanguardia, o como vulgarmente se dice en mi pueblo, en la punta del pedo, se suma a este colectivo balar cortazariano.
Con decirles que nomás para estar a la moda, hasta voy a enmarcar la foto que nos tomamos Carol y yo en su tumba allá en el cementerio del Monte Parnaso luteciano, donde el buen Julio es vecino de Don Porfirio Díaz, Sartre y Baudelaire nomás por mencionar a los más compas.
El primer cuento de Cortazar que leí fue Casa tomada. Si mal no recuerdo, fue en aquella antología de Menton, El cuento hispanoamericano. Sin embargo, mis cuentos favoritos son La autopista del Sur y La isla al mediodía. Si me tuviera que llevar un solo libro de Cortázar a las islas Coronado, me llevaría Todos los fuegos el fuego antes que Rayuela.
Recuerdo muy bien la atmósfera en la que leí Rayuela. Fue en la sierra de Aramberri Nuevo León. Mi colega fotógrafo Francisco Ordaz y yo fuimos enviados por El Norte a cubrir los incendios que devastaban las sierras del Sur del Estado. Pasamos largos días en ese pequeño pueblo, ubicado en el corazón del subdesarrollado y hermoso Sur nuevoleonés. Así, entre sauces y sabinos me trasladé al París cortazariano. Cada novela le pertenece al lector. En mi caso, Rayuela siempre me sabrá a Aramberri.
Aunque confieso no haber leído a fondo los debates que han surgido en torno a Rayuela, creo que el fondo del asunto es la forma en que vemos y tratamos a La Maga, atentando contra su dignidad femenina. Cuando leo un libro casi siempre mi mente formula, de manera involuntaria, una representación física de los personajes literarios. La Maga, obviamente tiene su representación. Siempre la imagine de pelo muy corto, cara más o menos redonda, muy buena pierna y sí, debo confesarlo, cari-ta de boba. Discúlpenme feministas, pero en algunas mujeres la cara de bobería es en extremo seductora. La Maga me parece un tipo de mujer en extremo familiar. Y no, no es que me gusten las mujeres tontas. Simplemente en el caso de La Maga, me parece que a su rostro le va bien una imagen que nada tiene que ver con una agresiva pensadora steniana. Además, la bobería de La Maga no me parece en absoluto sinónimo de frivolidad o petulancia. Vaya, no me imagino a La Maga como una Paris Hilton. Carajo, ya hablo de La Maga como si estuviera viendo su foto cargando a Rocamadour en la proa de un barco. Vuelvo a ver mi retrato mental e insisto: Está bien buena La Maga y no, no me la quiero imaginar leyendo a Gertrude Stein. No tengo nada contra la Gertrudis, pero a La Maga déjenla como está, que así me gusta. En cambio, no es por armarla de tos, pero al Oliveira sí que se me ha antojado ponerle unos putazos en más de una ocasión.
¿Metaleras coincidencias?
Me comenta PS García que el lunes entró un güero a su tienda de discos a comprar el Ceremony of Opposites de Samael. Tomando en cuenta que en esta ravera ciudad, el buen metal está tan devaluado y considerando que según las estadísticas de Inegi no hay un millón de güeros mirando discos un lunes por la mañana en el centro de Tijuana, sólo me resta señalar que si la tienda en cuestión se ubica sobre la Calle Constitución entre 5 y 6, hay un 99.9% de probabilidades de que haya sido yo la persona que entró a comprar el Ceremony a la tienda de PS García. Vista la situación, sólo me resta recomendar a PS García que siga trayendo buen metal europeo a su negocio y entonces me tendrá como cliente cautivo. De entrada, advierto que ando como enfermo buscando el Live at Midgard de Therion, que el pinche Sergio no me ha podido conseguir y traigo ganas de escuchar de nuevo un clásico como Blaze In The Northern Sky de los míticos Dark Throne. Si alguien los tiene, écheme un grito. LIVING FOR METAL
Me comenta PS García que el lunes entró un güero a su tienda de discos a comprar el Ceremony of Opposites de Samael. Tomando en cuenta que en esta ravera ciudad, el buen metal está tan devaluado y considerando que según las estadísticas de Inegi no hay un millón de güeros mirando discos un lunes por la mañana en el centro de Tijuana, sólo me resta señalar que si la tienda en cuestión se ubica sobre la Calle Constitución entre 5 y 6, hay un 99.9% de probabilidades de que haya sido yo la persona que entró a comprar el Ceremony a la tienda de PS García. Vista la situación, sólo me resta recomendar a PS García que siga trayendo buen metal europeo a su negocio y entonces me tendrá como cliente cautivo. De entrada, advierto que ando como enfermo buscando el Live at Midgard de Therion, que el pinche Sergio no me ha podido conseguir y traigo ganas de escuchar de nuevo un clásico como Blaze In The Northern Sky de los míticos Dark Throne. Si alguien los tiene, écheme un grito. LIVING FOR METAL
Basura verde
A menudo trato de ser moderado en este espacio con mis opiniones políticas, por aquello de que más de un insolente pajarito chayotero y grillo monitorea Eterno Retorno para agarrarme en curva y exponerme como un reportero tendencioso. Pero por esta ocasión, no me aguanto las ganas de expresar mi júbilo por el escándalo verde.
Mientras algunos se regocijaron con la muerte de José López Portillo y otros con la prisión de Nazar, yo casi meo de la alegría luego de ver la forma en que fue expuesta la vileza del Niño Verde. Ese tipejo, al igual que todos los juniors verdes “ecologistas” me genera una repugnancia suprema. Sin duda, en mi top ten del asco político, los juniors del verde ocupan el primer sitio. En verdad los desprecio y me generan mayor repulsión que el peor de los dinosaurios priistas, por falsos, hipócritas, fresas, arribistas y por lucrar políticamente con las luchas ambientalistas, de las que nada saben ni entienden. Ojalá este hecho sea realmente la tumba política de ese bastardo y espero se lleven de calle también al pinche boxeador ignorante de una buena vez. Contra esa evidencia no hay ni para donde hacerse. Sería un insulto si no pasa nada. Mira que López Doriga me cae bastante pesadito, pero esta trapeada fue de antología. Así debe actuar un periodista: Sin piedad ante la evidencia. Sólo espero que la impunidad no vuelva a ser la eterna triunfadora en este caso.
A menudo trato de ser moderado en este espacio con mis opiniones políticas, por aquello de que más de un insolente pajarito chayotero y grillo monitorea Eterno Retorno para agarrarme en curva y exponerme como un reportero tendencioso. Pero por esta ocasión, no me aguanto las ganas de expresar mi júbilo por el escándalo verde.
Mientras algunos se regocijaron con la muerte de José López Portillo y otros con la prisión de Nazar, yo casi meo de la alegría luego de ver la forma en que fue expuesta la vileza del Niño Verde. Ese tipejo, al igual que todos los juniors verdes “ecologistas” me genera una repugnancia suprema. Sin duda, en mi top ten del asco político, los juniors del verde ocupan el primer sitio. En verdad los desprecio y me generan mayor repulsión que el peor de los dinosaurios priistas, por falsos, hipócritas, fresas, arribistas y por lucrar políticamente con las luchas ambientalistas, de las que nada saben ni entienden. Ojalá este hecho sea realmente la tumba política de ese bastardo y espero se lleven de calle también al pinche boxeador ignorante de una buena vez. Contra esa evidencia no hay ni para donde hacerse. Sería un insulto si no pasa nada. Mira que López Doriga me cae bastante pesadito, pero esta trapeada fue de antología. Así debe actuar un periodista: Sin piedad ante la evidencia. Sólo espero que la impunidad no vuelva a ser la eterna triunfadora en este caso.
Monday, February 23, 2004
No hace falta mucha agua para sentir que el Diluvio Universal cae sobre Tijuana. En realidad he vi-vido lluvias mucho peores, pero Tijuana tiene algo que me hace sentir catastrófico el más mínimo chubasco. Ayer, cual si fuéramos huéspedes del arca de un Noe de la pachorrez dominguera, nos re-fundimos bajo las cobijas. La luz se fue un rato y luego el voltaje oscilaba horriblemente entre una lucecita de reclusorio y la total oscuridad. Cayó la noche y armado solamente de una veladora, me di a la tarea de leer Respiración Artificial mientras escuchaba la lluvia pegar en el techo. La luz mercu-rial estaba fundida y la colonia estaba en las tinieblas. Y aunque de gótico Piglia no tiene nada, me fue imposible no evocar alguna historia de Sheridan Le Fanu o Poe. Turbulentas tinieblas a nuestro alrededor. El viento azotaba y el mar sonaba furioso. Eso sí, por alguna extraña razón el insomnio se asustó con la lluvia y yo dormí como angelito, vaya sueño reparador el de anoche. La lluvia canta canciones de cuna.
Y bueno, si góticos andamos, hoy se me atravesó en el camino El Castillo de Otranto de Horace Wal-pole. Publicada en 1765, El Castillo de Otranto es considerada la obra inaugural del género gótico, que llegaría a su cúspide en la primera mitad del Siglo XIX con Melmoth El Errabundo de Charles Robert Maturin, escrita allá por 1820. Es difícil hablar de lo que es y no gótico. Los realmente devotos de la literatura gótica no consideran dentro del género a Drácula de Stoker, al que la crítica light to-ma como el non plus ultra de lo goth. En la antología El Sudario de Hierro de Infernaliana había po-dido leer sobre El Castillo de Otranto y su papel de piedra angular del gótico, pero jamás se me había hecho leerla. Hoy, en un día de lluvia, me salió al paso en un lugar cuya atmósfera no es en absoluto gótica, a menos que encuentres al Mercado Ley alguna similitud con la Catedral de Colonia.
Horace Walpole, el Conde de Orford nació en Londres en 1717 y a los 31 años compró la villa de Strawberry Hills (Forever?) en donde instaló una imprenta. Y aunque siguiendo la tradición de los nobles eruditos de su tiempo, Walpole le entraba a todo, llámese historia del arte y filosofía, la obra que lo inmortalizó fue su único texto de ficción, cuyos elementos de horror sobrenatural, lo ubicaron como el padre espiritual del gótico.
Y bueno, si góticos andamos, hoy se me atravesó en el camino El Castillo de Otranto de Horace Wal-pole. Publicada en 1765, El Castillo de Otranto es considerada la obra inaugural del género gótico, que llegaría a su cúspide en la primera mitad del Siglo XIX con Melmoth El Errabundo de Charles Robert Maturin, escrita allá por 1820. Es difícil hablar de lo que es y no gótico. Los realmente devotos de la literatura gótica no consideran dentro del género a Drácula de Stoker, al que la crítica light to-ma como el non plus ultra de lo goth. En la antología El Sudario de Hierro de Infernaliana había po-dido leer sobre El Castillo de Otranto y su papel de piedra angular del gótico, pero jamás se me había hecho leerla. Hoy, en un día de lluvia, me salió al paso en un lugar cuya atmósfera no es en absoluto gótica, a menos que encuentres al Mercado Ley alguna similitud con la Catedral de Colonia.
Horace Walpole, el Conde de Orford nació en Londres en 1717 y a los 31 años compró la villa de Strawberry Hills (Forever?) en donde instaló una imprenta. Y aunque siguiendo la tradición de los nobles eruditos de su tiempo, Walpole le entraba a todo, llámese historia del arte y filosofía, la obra que lo inmortalizó fue su único texto de ficción, cuyos elementos de horror sobrenatural, lo ubicaron como el padre espiritual del gótico.
Tres discos
En mis o?dos: Dance of Death de Iron Maiden: Bonito nombre para un disco, interesante portada y muy buena fotograf?a. Sin embargo, el ?ltimo disco de la Doncella de Hierro no me acaba de conquistar del todo. Lo oigo una y otra vez y me quedo con las ganas de algo m?s. Vaya, me gusta como toda la m?sica de la Doncella, pero a?n no surge esa magia que me une a un disco como a un hermano. Esa magia que ha hecho de piezas como Number of the Beast y Powerslave los himnos de mi vida.
Samael: Ceremony of Opposites y Rebellion: En diciembre de 1994, estando de rol en el DF, compr? en casete el Ceremony of the Opposites, la obra cumbre de los suizos Samael. Este disco lo escuch? una y otra vez sin cansarme. Es de esos discos que me se de memoria. Rolas como Baphomet Throne, Crown, To Our Martyrs, est?n para siempre en la rockolla de mi subconsciente. Sin duda uno de los momentos cumbres del Black Metal. Meses despu?s sacaron Rebellion, un ep con seis rolas. Fue en esa gira, concretamente el 28 de mayo de 1995, cuando Samael se present? en el Auditorio Ferrocarrilero de Monterrey. El concierto de esa banda s? que fue en su momento cumbre. Lo digo porque despu?s evolucionaron a una suerte de industrial muy a lo Skinny Puppy que me acab? por resultar soso. Hoy, diez a?os despu?s, compr? en Cd la edici?n de Ceremony y Rebellion que la Century Media tuvo a bien incluir en un mismo disco. El Black renace en mi alma-
Black Sabbath, Born Again: Uno de los discos m?s raros y at?picos del S?bado Negro. Este disco, grabado en 1983, es el ?nico en la contrastante historia del s?bado donde Ian Guillan, la m?tica voz de Deep Purple, funge como cantante. Luego de los diez a?os con Ozzy y un par de discos con la sagrada voz de Dio, Tommy Iommi se encontr?, como tantas otras veces, con el grupo parchado. Y vaya cantante que se agarr?. El mism?simo Guillan. La prensa metalera bautiz? a aquel grupo como Deep Sabbtah. Y aunque la presencia de Ian con Sabbath fue ef?mera, ?nicamente ese disco, la verdad es que el Born Again es una pieza rara que si bien no es lo m?s t?pico y caracter?stico de la banda, si es un disco que vale le pena escuchar. Trashed, Disturbing the Priest, Zero the Hero, Born Again, Digital Bitch, est?n entre los mejores y m?s raros himnos sabbaticos
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En mis o?dos: Dance of Death de Iron Maiden: Bonito nombre para un disco, interesante portada y muy buena fotograf?a. Sin embargo, el ?ltimo disco de la Doncella de Hierro no me acaba de conquistar del todo. Lo oigo una y otra vez y me quedo con las ganas de algo m?s. Vaya, me gusta como toda la m?sica de la Doncella, pero a?n no surge esa magia que me une a un disco como a un hermano. Esa magia que ha hecho de piezas como Number of the Beast y Powerslave los himnos de mi vida.
Samael: Ceremony of Opposites y Rebellion: En diciembre de 1994, estando de rol en el DF, compr? en casete el Ceremony of the Opposites, la obra cumbre de los suizos Samael. Este disco lo escuch? una y otra vez sin cansarme. Es de esos discos que me se de memoria. Rolas como Baphomet Throne, Crown, To Our Martyrs, est?n para siempre en la rockolla de mi subconsciente. Sin duda uno de los momentos cumbres del Black Metal. Meses despu?s sacaron Rebellion, un ep con seis rolas. Fue en esa gira, concretamente el 28 de mayo de 1995, cuando Samael se present? en el Auditorio Ferrocarrilero de Monterrey. El concierto de esa banda s? que fue en su momento cumbre. Lo digo porque despu?s evolucionaron a una suerte de industrial muy a lo Skinny Puppy que me acab? por resultar soso. Hoy, diez a?os despu?s, compr? en Cd la edici?n de Ceremony y Rebellion que la Century Media tuvo a bien incluir en un mismo disco. El Black renace en mi alma-
Black Sabbath, Born Again: Uno de los discos m?s raros y at?picos del S?bado Negro. Este disco, grabado en 1983, es el ?nico en la contrastante historia del s?bado donde Ian Guillan, la m?tica voz de Deep Purple, funge como cantante. Luego de los diez a?os con Ozzy y un par de discos con la sagrada voz de Dio, Tommy Iommi se encontr?, como tantas otras veces, con el grupo parchado. Y vaya cantante que se agarr?. El mism?simo Guillan. La prensa metalera bautiz? a aquel grupo como Deep Sabbtah. Y aunque la presencia de Ian con Sabbath fue ef?mera, ?nicamente ese disco, la verdad es que el Born Again es una pieza rara que si bien no es lo m?s t?pico y caracter?stico de la banda, si es un disco que vale le pena escuchar. Trashed, Disturbing the Priest, Zero the Hero, Born Again, Digital Bitch, est?n entre los mejores y m?s raros himnos sabbaticos
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Platico en el msg con mi madre. Aparece una foto: Ella está recargada en la entrada de una casa amarilla con rojo. La casa está en pleno centro de Malaga. En esa casa nació mi abuela en 1926. Toda mi infancia la pasé escuchando sus relatos sobre el mediterráneo, La Alcazaba, Gibralfaro y su historia aquella de que en los días soleados podía ver África a lo lejos, la cual distinguía por los cuellos de las jirafas danzando en el horizonte. También recuerdo sus relatos sobre los horrores de la Guerra Civil del 36. No imaginaba así la casa. Es vieja, ni duda cabe, pero la pintura luce reciente. También los graffittis lucen recientes. Pienso en el improbable destino del graffitero malagueño que fue a rayar esa casa y que nunca sabrá que en ella habitó una mujer que emigró a América en 1948.
Las deudas de juego son deudas de honor: Aunque con dos meses de retraso, hoy pagué la derrota sufrida en la final frente al Pachuca: Una botella de vino que había apostado con el colega Roberto Clemente. Ni modo. Me tocó perder y mis Tigres no levantan cabeza. De ser la defensa de hierro, nos hemos transformado en una coladera receptora de goles en contra. Eso sí, líderes de goleo por equipo y mi Walter Gaytán de líder goleador, pero en puntos andamos muy rezagados. Ojalá las chivitas patrioteras paguen los platos rotos este miércoles.
Cuando empecé a ver el caso de Sifuentes y León, lo primero que imaginé es que les habían sembrado alguna droga, que es, como bien sabemos, la siembra más común en los ambientes policíacos cuando te quieren refundir en el bote o hacer pasar un mal rato.
Pero sólo hasta hoy que leo el boletín me entero que fueron un par de espejos, entonces sí pronuncié un honesto “no mames”. Ni en Tijuana te hacen esto.
A lo largo de mi vida profesional, me he topado con decenas de protestas en pro de la liberación de inocentes que purgan una injusta condena en la cárcel. Creo que para todo periodista es pan de cada día. Si el caso hubiera ocurrido en Tijuana o en Baja California, podríamos entrarle duro al tema. Sólo recuerden el caso de Adrián (el joven aquel que compró un carro con mota guardada) al que dimos un enorme seguimiento hasta lograr su liberación. De verdad, si el caso hubiera ocurrido en Ti-juana lo agarramos de bandera. Pero por la ubicación geográfica del caso, mi rango de acción periodística queda en extremo limitado. Por lo demás, aquí va una humilde sugerencia, entre si optar por la protesta política o la negociación abogadil.
Depende qué deseas- Si al igual que sucedió en “El nombre del Padre”, lo que desean es lavar su imagen a toda costa, entonces sí, venga el ruido, los periodicazos y las manifestaciones. Pero sí lo que desean es salir cuanto antes e ir a dormir a sus camas, pues es mejor fiarse en un buen abogangster y negociar.
En ocasiones la presión política opera de manera inversa. El asunto cae en los pantanos de esa cosa que llamamos politización y la lógica de los funcionarios cambia. Puede que sintiéndose presionados, cedan al ruido de las protestas y den su brazo a torcer. Ha sucedido, como fue el caso de Adrián. Pero sucede, también muy a menudo, que el asunto se transforme en un pleito de orgullo y los funcio-narios adoptan entonces la actitud de tu a mí no me ganas y es ponerse con sansón a las patadas. Y cuando se montan en ese macho, no se bajan.
Y el que la lleva de perder es el encarcelado, pues en lo que le joden la imagen presidenciable al político en cuestión, los días pasan y ellos en la sombra.
Supongo que en sus habituales conferencias desmañanadas, algún colega ya tuvo a bien cuestionar duro al Peje sobre el caso. Las cartas, honestamente, casi nunca sirven ni impresionan. Un reportero preguntón que agarre de barco al Peje y no suelte el tema puede ser más efectivo. Por lo demás, creo que siendo escritores y teniendo apoyos de un organismo federal como el Conaculta, no les faltará quien abogue por ellos. En términos mediáticos eso pesa. Por lo demás, no cabe duda que para que en este país te encierren en una cárcel, sólo basta que una autoridad tenga ganas de hacerlo.
Pero sólo hasta hoy que leo el boletín me entero que fueron un par de espejos, entonces sí pronuncié un honesto “no mames”. Ni en Tijuana te hacen esto.
A lo largo de mi vida profesional, me he topado con decenas de protestas en pro de la liberación de inocentes que purgan una injusta condena en la cárcel. Creo que para todo periodista es pan de cada día. Si el caso hubiera ocurrido en Tijuana o en Baja California, podríamos entrarle duro al tema. Sólo recuerden el caso de Adrián (el joven aquel que compró un carro con mota guardada) al que dimos un enorme seguimiento hasta lograr su liberación. De verdad, si el caso hubiera ocurrido en Ti-juana lo agarramos de bandera. Pero por la ubicación geográfica del caso, mi rango de acción periodística queda en extremo limitado. Por lo demás, aquí va una humilde sugerencia, entre si optar por la protesta política o la negociación abogadil.
Depende qué deseas- Si al igual que sucedió en “El nombre del Padre”, lo que desean es lavar su imagen a toda costa, entonces sí, venga el ruido, los periodicazos y las manifestaciones. Pero sí lo que desean es salir cuanto antes e ir a dormir a sus camas, pues es mejor fiarse en un buen abogangster y negociar.
En ocasiones la presión política opera de manera inversa. El asunto cae en los pantanos de esa cosa que llamamos politización y la lógica de los funcionarios cambia. Puede que sintiéndose presionados, cedan al ruido de las protestas y den su brazo a torcer. Ha sucedido, como fue el caso de Adrián. Pero sucede, también muy a menudo, que el asunto se transforme en un pleito de orgullo y los funcio-narios adoptan entonces la actitud de tu a mí no me ganas y es ponerse con sansón a las patadas. Y cuando se montan en ese macho, no se bajan.
Y el que la lleva de perder es el encarcelado, pues en lo que le joden la imagen presidenciable al político en cuestión, los días pasan y ellos en la sombra.
Supongo que en sus habituales conferencias desmañanadas, algún colega ya tuvo a bien cuestionar duro al Peje sobre el caso. Las cartas, honestamente, casi nunca sirven ni impresionan. Un reportero preguntón que agarre de barco al Peje y no suelte el tema puede ser más efectivo. Por lo demás, creo que siendo escritores y teniendo apoyos de un organismo federal como el Conaculta, no les faltará quien abogue por ellos. En términos mediáticos eso pesa. Por lo demás, no cabe duda que para que en este país te encierren en una cárcel, sólo basta que una autoridad tenga ganas de hacerlo.