Eterno Retorno

Friday, August 12, 2011


La escena de horror de esta semana que termina, son los letreros en las casas de cambio anunciando un dólar por encima de la barrera de los doce pesos, mientras vemos en la pantalla los rostros de angustia de los ejecutivos de Wall Street. Focos rojos se encienden en las bolsas del mundo entero. Ese jinete apocalíptico tan temido llamado recesión no estaba muerto. Tan solo dormitaba. Los expertos piden calma, pero la intranquilidad se respira en el ambiente. Y mientras los bajacalifornianos nos preparamos para sacar agua del pozo y demostrarle una vez más al mundo que no hay crisis que aguante 16 horas de trabajo y que tenemos maestría en superar recesiones, el planeta entero da muestras de estar simplemente harto. Lo que se vive en Madrid con los Indignados, en Londres con sus revueltas callejeras o en México con el grito desesperado de Javier Sicilia no son casualidades. Hay algo que hermana a estos espontáneos movimientos: el hartazgo total, el hastío, la falta de fe, la incredulidad hacia todo lo que huela a político. Quienes gobiernan simplemente no han sido capaces de garantizar la seguridad del ciudadano y la estabilidad económica. Lo único que queda por pensar es que hay un modelo político y económico agotado, que urge una transformación desde las raíces, una transformación orquestada por los ciudadanos, pues los gobernantes del mundo no parecen ser capaces de transformar nada. Por lo pronto, en lo que la macroeconomía mundial juega a los dados con nuestro futuro, hay pequeñas grandes revoluciones en nuestra vida cotidiana que nosotros mismos podemos orquestar: Una es no gastar lo que no se tiene y dejar de jugar con el dinero de aire, que es lo que nos ha sumido en esta crisis. Otra es dejar de basar nuestra idea de triunfo y confort en el consumismo desmedido y en la adquisición de bienes materiales innecesarios a costa de deudas impagables. Pero si de verdad queremos orquestar un cambio, hagamos al menos una pequeña acción al día a favor del desfavorecido. Gran responsable del naufragio de este sistema, es el culto al individualismo egoísta y la única forma de derrotarlo es ponerse, al menos de vez en cuando, en los zapatos del otro.


DEMONIOS NÓRDICOS
Por Daniel Salinas Basave
¿Quiénes eran los demonios que hablaban al oído de Anders Behring Breivik la noche antes de la masacre que bañó de sangre a Noruega? ¿Qué diablos pasa por la mente de un hombre que dentro de unas horas va a asesinar a sangre fría a más de 90 jóvenes? Podríamos suponer que tuvo una noche de insomnio dialogando con sus fantasmas, repasando una y otra vez la estrategia de su crimen. Vaya, para sembrar de cadáveres una isla se requiere, por lo menos, una dosis de planeación y bastante sangre fría. Si las investigaciones policiales no andan erradas, Breivik pasó varios años planeando su crimen, aunque tampoco debería sorprendernos si nos enteramos que el carnicero de Utoya durmió como angelito y con la conciencia tranquila del buen hombre que ha de cumplir con su deber.
¿En qué momento Anders empezó a hablarse de tú con sus demonios? ¿Cuándo se dio cuenta que su deseo criminal podía materializarse? En todas las cabezas humanas, aún en aquellas de los que se dicen hombres de bien, habita por lo menos un demonio, una suerte de huésped-Thanatos que se encarga de administrar nuestro lado oscuro. Esa bestia interior tan profundamente humana puede manifestarse de diversas formas. Escandinavia está atiborrada de demonios literarios y musicales. Los espectros que habitan en las mentes de los vikingos suelen manifestarse en adictivas novelas negras y en un apocalíptico black-death metal cuyas caóticas sinfonías nos hablan del infierno en la tierra y la resurrección de paganas deidades. De entrada, debo confesarme adicto a estos dos productos escandinavos. El metal extremo y la literatura criminal-social se han convertido en marca registrada vikinga, un producto tan típicamente nórdico como los muebles de Ikea y el vodka Absolut.

Desde hace unos años mi librero empezó a llenarse de novelas del sueco Henning Mankell y desde hace más de dos décadas han retumbado en mis oídos los himnos infernales de bandas como Entombed, At the Gates, Darkthrone y Emperor. Suecia patentó el espíritu del death metal melódico en el típico sonido Gotenburgo de bandas como Dark Tranquillity o Arch Enemy, llegando hasta las virtuosas complejidades progresivas de Opeth o Tiamat. Noruega en cambio se quedó con el certificado de autenticidad del black metal más puro. Así como el auténtico tequila solo puede ser de Jalisco, el verdadero black metal sólo puede ser noruego.

Lo cierto es que la negra nieve escandinava se ha apropiado de mis madrugadas y lo cierto es que nunca un novelista negro escandinavo imaginó, ni en su peor pesadilla, un infierno como el de la isla de Utoya. La realidad hizo pedazos a la fantasía. Los crímenes de Anders Behring Breivik superaron la más mórbida imaginación de un músico black metal o un narrador policial. Los demonios nórdicos cruzaron la frontera de las pesadillas para materializarse en carne y sangre.

Wednesday, August 10, 2011




1

La pobreza jamás se niega a sí misma. La pobreza no se puede ocultar. La pobreza yace instalada en el rostro, en la mirada, en la actitud, en toda esa inmensa carga de humillación e inseguridad que sale a la superficie humana sin pedir permiso.

2

Una entrevista puede ser una terapia o una suerte de confesión; o al menos yo me sentí un poco terapeuta y un poco confesor cuando doce personas me hablaron de sus vidas, de sus sentimientos, de sus temores, de sus anhelos y del cordón umbilical que los une a nuestra madre Tijuana.
Sí, debo admitirlo: me gusta el rol de entrevistador

3

Miedo a olvidar. Miedo a sentir mi disco duro diluirse al vacío ¿Dónde carajos leí ese pasaje, ese dato, esa frase? ¿La leí o la soñé? Señores del olvido; dioses de la memoria moribunda; de los mil y un días que se han ido en blanco; de las ciudades reducidas a una imagen de dos segundos; de los rostros difusos cuyos nombres he olvidado. La vida nos deja por herencia unas cuantas imágenes en agonía de eso que creímos fue nuestra historia

4

Aquí es otra parte, un entorno disfrazado, una ciudad-actriz que se viste para los ojos del recién llegado, del que la imagina en la lejanía girando al azar un mapamundi, alucinando cómo será esa remota Tijuana, tan del Oeste, tan del caos; tan del vicio y el surrealismo. E imaginarás y construirás tu propia narrativa en torno a una ciudad que para mí no existe aunque cruzo todos los días sus calles. Una ciudad oculta que corre paralela, como un río invisible, como una realidad aparte, como una sociedad de fantasmas que cohabitan tu espacio.

5

Por fuera el Hipódromo siempre me había parecido un sitio siniestro; por dentro me pareció decadente y descuidado, inundado por una atmósfera opresiva de color rojo. Si algún día hubo glamour en ese sitio, sin duda había muerto hacía mucho, muchísimo tiempo. Dostoievski y Lemmy Kilmister me han enseñado a asociar el juego con el fluir de adrenalina, pero aquello más bien era un invernadero de almas en coma donde lo más vivo parecía ser la liebre eléctrica que perseguían los galgos. Seres crepusculares yacían enajenados con la mirada perdida en maquinitas o pantallas de televisión que escupían carreras desde sitios remotos. Aquello me hizo evocar alucinaciones infantiles en noches de fiebre. Por primera vez penetraba al laberinto del Minotauro y nadie por fortuna parecía reparar en mi presencia.

Sunday, August 07, 2011


TIERRA BRILLANTE


Por Daniel Salinas Basave


En el lenguaje universal del arte, la alfarería ha sido históricamente el camino para reflejar el alma del México más profundo y ancestral. Las expresiones artísticas más antiguas creadas por las manos de los primeros mexicanos fueron piezas de barro. A raíz de la llegada de los europeos, el mestizaje también se manifestó en las técnicas de los alfareros. Los españoles importaron a México la técnica de trabajar la cerámica a base de plomo con estaño, técnica a su vez fusionada de las culturas romana y árabe, que por siglos dominaron la Península Ibérica. Los europeos introdujeron en América el horno árabe en el que cocían diversos esmaltes con base en el plomo para obtener los pigmentos que les daban colores como el rojo y el negro, a base de óxidos de hierro y manganeso, los verdes obtenidos del plomo y cobre, los amarillos claros e intensos, así como los colores lechosos del plomo y estaño. Desde entonces los alfareros mexicanos han hecho del plomo su compañero habitual de trabajo. Para su desgracia, también se han hecho acompañar de las afectaciones que este elemento tóxico trae a su salud. La intoxicación por plomo es particularmente grave en los niños, quienes desde muy temprana edad están expuestos a su nociva influencia. Las piezas son hermosas, cierto, pero los daños al organismo son graves. ¿Es posible transformar una tradición ancestral y optar por una técnica más sana? Tierra Brillante, un documental creado por talentos tijuanenses, lo está intentando. Tierra Brillante narra la historia de Herlinda, una mujer purépecha que ha heredado la milenaria tradición de sus antepasados, pero que ha decidido innovarla y romper paradigmas para cuidar su salud y la de su familia liberándolas del veneno silencioso. Herlinda utiliza esmaltes libres de plomo. Ella ha logrado liberar a los suyos de la contaminación, pero no ha logrado liberarlos aún de la pobreza. Aún así, ella trabaja duro por hacer crecer su taller y lograr traer de regreso a sus hermanos, a los que la miseria empujó a Estados Unidos. Producido y dirigido por los tijuanenses José Luis Figueroa, Sebastián Díaz, Ana Paola Rodríguez, Omar Foglio y David Noe Figueroa de Galatea Audiovisual, Tierra Brillante es una obra multifacética que en español, inglés y purépecha, explora una tradición artística milenaria que en pleno Siglo XXI sigue siendo el modus vivendi de pueblos indígenas. Narra también el drama de la migración, de las familias fragmentadas y de lo complicado que resulta romper paradigmas e innovar en un mundo donde lo importante es vender, aún a costa de la salud. Tierra Brillante es un documental que expone, que reseña, pero es, sobre todo, un documental que actúa, que toma al toro por los cuernos e induce una transformación que puede incidir en la vida de miles de familias que aún trabajan con plomo. Eso es lo que francamente admiro de este grupo de talentos tijuanenses; que nos pican las costillas y nos motivan a actuar, a no quedarnos cruzados de brazos. Ya nos hicieron reflexionar en una forma tan sui generis como cruda sobe nuestra ciudad en el inolvidable Tijuaneados Anónimos. Creo que si la ciudad anda en busca de talentos tijuanenses innovadores, aquí están Ana Paola, José Luis, Sebastián y compañía, que están transformando existencias. Lo que Tierra Brillante plantea es un problema de salud pública. ¿Dónde está la Secretaría de Salud? ¿Lo sabrán? ¿Dónde está el Instituto Nacional de Antropología e Historia? ¿Dónde están los créditos para apoyar a pequeños exportadores mexicanos? Francamente no sé donde están todos ellos, pero por fortuna sé donde están mis amigos de Galatea y ellos están tomando esta transformación en sus manos. De nosotros y de nuestro apoyo depende que este gran esfuerzo no naufrague.