Eterno Retorno

Saturday, October 26, 2019

Con el fuego no hay pactos ni armisticios cuando los vientos de Santa Ana imponen su ley. Cuando crees que el incendio ha sido sofocado la llama rebrota y llega el momento en que los vecinos tenemos que apelar a puro brazo y solidaridad para pelar el matorral seco y mojar la tierra. Estamos rodeados de puro monte con vocación de fogata 🔥 y sabemos que la lumbre puede volver en cualquier momento. Armados de machetes, trinches y picas salimos a rasurar el cerro colindante. Es entonces cuando reparas en lo aberrante que resulta ver cómo los ayuntamientos de Tijuana y Rosarito tienen a los Bomberos 🚒 en semejante nivel de precariedad y marginación. Hay bomberos que ni siquiera están en nómina formal, que trabajan sin contrato, con equipo obsoleto, sin apoyo alguno. Bomberos y Protección Civil deberían ser prioridad máxima para cualquier gobierno. La última vez que un alcalde tijuanense puso a la Dirección de Bomberos y al Patronato como prioridad fue en 2007 con Kurt Honold. Desde entonces solo migajas. Seamos honestos: Puedes prescindir de una dirección de relaciones públicas, de comunicación social, de los inútiles regidores, de tanto asesor parasitario, de aviadores sindicalizados. Puedes prescindir de paramunicipales y puedes prescindir (aunque con ello me haga el harakiri) de cultura, pero no puedes tener en el olvido a los Bomberos. Ellos son los héroes de esta historia.

Una duermevela de otoño, poblada por furtivos cheneques y malos augurios, el Diablo te arroja su aliento en la cara y el cielo se viste con su mejor traje de Infierno. Muchísimas veces me han preguntado qué carajos es eso de los Vientos de Santa Ana. Pues bien, esta madrugada hemos tenido nuestro seminario intensivo. Cuando el fuego está a la vuelta de tu casa y miras arder Real del Mar, cualquier vestigio metafórico se consume entre el olor a chamusque. La lumbre está viva y el amanecer irrumpe arrastrando su sábana de humo. Hoy bebemos café de incendio.