En revista InfoBaja publicaré a la brevedad una lista de los trece mejores libros que he leído en 2013, pero diciembre es largo y sus lecturas fascinantes, así que la lista (basada en lo que leí hasta la última semana de noviembre) sin duda será más larga. Si bien aun no llego a la última página, ya puedo asegurar que Los ingrávidos de Valeria Luiselli son palabras mayores. Esta novela tenía unos cinco meses en la fila de espera. Me hice de ella desde la Feria del Libro de Tijuana, pero por alguna razón la miraba con cierta dosis de desconfianza. “Una morrita wanabe Bellatin”, fue mi impresión tras los primeros párrafos, pero diez páginas después ya iba encarrilado. Cuando hay malicia e imaginación, el libro simplemente te toma en sus manos. En la fila aguarda una de las obras que con más ansias he esperado en este 2013: Librerías de Jorge Carrión, el campeón sin corona del Premio Anagrama de Ensayo (el ganador, Naturaleza de la novela de Goytisolo, me resultó francamente decepcionante) Hay una sobredosis ensayística sobre géneros literarios, pero poco se ha escrito sobre lectores, libreros y librerías. No me he cansado de decirlo: de todo el parte de bajas que trae consigo el Réquiem por Gutenberg, el más desolador sería la muerte de las librerías. El de Carrión es un pequeño homenaje o tómalo si quieres como una declaración de amor a esos sitios en donde he empeñado mi existencia como borracho en una cantina.