Eterno Retorno

Wednesday, October 02, 2024

la Silla del Águila seguía siendo un mueble exclusivamente masculino...hasta ayer


 

Después de exactamente 200 años de vida republicana, una mujer es la presidenta de México. Fue también en un mes de octubre, concretamente el día 10, cuando Guadalupe Victoria juró como el primer presidente de la naciente República Mexicana en 1824. A seis días de cumplir dos siglos de presidencias masculinas, Claudia Sheinbaum llegó para cambiar la historia. Una historia de luchas y sacrificios de miles de mujeres que debieron pelar contra corriente por sus derechos políticos. Vaya, para darnos una idea, cuando la presidenta del Congreso, Ifigenia Martínez Hernández nació, el 16 de junio de 1930, faltaban todavía 23 años para que las mujeres votaran en México. La luchadora social que ayer colocó la Banda Presidencial sobre el pecho de Claudia Sheinbaum, nació en un país donde las mujeres no tenían derecho a votar y ser votadas. Fue en 1953 durante la primera elección estatal en Baja California, cuando se ejercieron los primeros votos femeninos de la historia de México y fue en 1954 cuando Aurora Jiménez de Palacios, representante de Baja California, se convirtió en la primera diputada federal de la historia. Transcurrieron entonces 70 largos años para que México pudiera por fin tener una presidenta. Candidatas las hubo, empezando por Rosario Ibarra de Piedra en 1982 y Cecilia Soto en 1994, pero la Silla del Águila seguía siendo un mueble exclusivamente masculino...hasta ayer

Tuesday, October 01, 2024

Mi Samurái ya vio a Metallica cortesía de Vicente Alfonso

 


Por caprichos y azares del destino, nunca se me ha hecho ver a Metallica en vivo. He visto siete veces a Iron Maiden, seis veces a Slayer, seis veces a Megadeth, cinco veces a Judas Priest, cinco veces Tetsament, cuatro veces a King Diamond-Mercyful Fate, cuatro a Motorhead, pero nunca a Hetfield, Ulrich y compañía. Un gran faltante en mi ruta metalera, sin duda. Sin embargo, mi errabundo Samurái ya tuvo la fortuna de verlos, cortesía del gran Vicente Alfonso que lo llevó al concierto en la CDMX y desde allá nos mandó un saludo con el cual Jaime Chaidez, experto en sacar ases bajo la manga y conejos bajo el sombrero, me dio una grandísima sorpresa ayer al mediodía durante la clausura del taller de periodismo cultural en el Cecut. Vicente Alfonso tiene una carrera literaria modelo, ejemplo de disciplina, seriedad y tenacidad que lo ha llevado a ser traducido al griego o al turco. Empecé a leerlo con Partitura para una mujer muerta, seguí con Huesos de San Lorenzo, La sangre desconocida y cada nuevo libro es capaz de volarme la cabeza, como sin duda a mi Samurái le voló la cabeza escuchar Creeping Death reventando las bocinas.

RIP AVG

 


 

Conocí a Ana Velia en la primavera de 1999, cuando ella estaba debutando en Televisa y yo era un recién llegado a Tijuana que trabajaba para un recién nacido periódico. En el fragor de la nota diaria y en el vaivén adrenalínico de la reporteada, nos tocaba coincidir en todas partes. Tener 25 años de edad y trabajar para un medio de comunicación significaba tener el don de la ubicuidad y una energía ilimitada, así que nos encontrábamos en los escenarios más contrastantes. La recuerdo siempre alegre, sonriente, contagiando un atípico optimismo con una actitud que suavizaba ambientes tradicionalmente hostiles, pero sobre todo la recuerdo profesional y objetiva. Era también una gran lectora. La vi por última vez hace un par de años en el aeropuerto de la CDMX. Hoy desperté con la noticia de su muerte. Sé que tenía unas inmensas ganas de vivir y con fuerza de voluntad peleó hasta el último aliento. Hace algunos años me compartió esta foto de una típica entrevista banquetera de aquellas épocas. Por cierto, en la imagen aparece el colega Conrado Osuna, de El Mexicano, que ya también dijo adiós hace algunos años. Somos velas en la tormenta, ráfagas de viento, fugaces destellos de luz. Buen viaje Ana Velia. El periodismo tijuanense necesita más colegas como tú.