Eterno Retorno

Saturday, July 30, 2005

De primera intención

Para mí el acto de escribir es algo así como jugar futbol en puros toques de primera intención. Tal vez porque desde hace años estoy acostumbrado a escribir bajo presión y con muy poco tiempo, me he mentalizado a escribir textos de una sola sentada, pero sin posibilidad de revisarlos. Vaya, es como esos futbolistas sometidos a entrenadores que los obligan a pasar la pelota apenas reciban y que prohiben cualquier clase de conducción o adorno. Recibes y tiras, recibes y pasas. Así, de inmediato. Yo sólo se escribir así, de primera inteción. No conozco los textos pulcros, ni la revisión, ni el tallereo. Escribo de primera intención. Un texto tiene mil posibilidades pero yo elijo la primera que me viene a la mente. Los periódicos te vuleven así. Por eso se me da bien esto del blogueo, pero se me da tan mal lo de los proyectos literarios a largo plazo. En el momento en que apago la computadora, si el texto está incompleto muere para siempre. Soy incapaz de retomarlo o pulirlo. No me sale. Por eso me es imposible apostarle a una novela en serio. Ni modo, soy de primera intención.

Apología de un clasemediero

Me gusta intercambiar puntos de vista contigo Julio. En verdad me entretengo. El problema es que te tomas muy en serio tu desprecio a la Clase Media (lo pongo con mayúsculas por el respeto que me inspira mi clase)
Ya en serio Julio ¿Qué te hemos hecho? ¿Por qué te ha hecho sufrir la Clase Media? Nos guardas mucho rencor y el que se enoja pierde. Te lo juro, no somos tan malos como parecemos. Y mira, yo vivo en un típico fraccionamiento de Clase Media y te juro que muchos de mis vecinos me caen bastante mal, pero hay otros que son buenas gentes, en serio, no muerden. Cierto, algunos son pretenciosos, presumidos, materialistas. Pero no creo que si viviera en el idílico Pedregal de Santa Julia estuviera enamorado de todos mis vecinos. Es más, apuesto doble contra sencillo a que si tu vivieras ahí dormirías con el nervio de que tu carro no amaneciera, o que le quebraran los vidrios a tu casa o que te asaltaran los cholos de la esquina cuando vas a comprar cerveza. Yo todos los días recibo en mi correo el parte oficial de la Policía Municipal. Recuérdame que te lo mande a Suecia para que leas cada mañana la bitácora de las colonias donde se cometen los crímenes en Tijuana. Desgraciadamente, Julio, los más afectados con la delincuencia común no somos los clasemedieros arribistas, especuladores y avaros como yo, sino los pobres, los que habitan en las idílicas colonias sin pavimentar y que son víctimas de sus propios vecinos. Quienes más padecen la delincuencia son las doñitas de barrio que con trabajo ponen una tienda de abarrotes que suele ser asaltada varias veces por semana por habitantes de esas colonias. ¿Dónde está la soliariad proletaria Julio? No Sueco, Robin Hood se quedó en Nothingham, pero no vino a Tijuana. Me gusta que idealices al proletariado, es muy bonito, pero intuyo que es porque allá en Suecia lo tienes muy lejos y la distancia difumina y nos motiva a crear mitologías. El proletariado mexicano que idealizas Julio, me recuerda a los murales de Rivera y Siqueiros o a ese arte stalinista de los 30 que mostraba obreros hercúleos, hieráticos, similares a los dioses, redimidos por el trabajo la conciencia de clase.

Además Julio, discúlpame, pero se me hace que no sabes mucho de Historia o tienes una visión muy romántica de la misma. He leído muchas veces ese cuento en el que los blancos somos muy malos, muy crueles, despiadados, codiciosos y materialistas y nos damos a la tarea de explotar a los negritos buenos, humildes y honrados. Me gusta leer esas historias aunque no lo creas. Muchas veces en este blog he dicho que uno de mis prosistas favoritos es Eduardo Galeano. Me encanta como escribe el tipo, pero de ahí a tragarme su visión de la Historia hay años luz.

No se si te entendí bien, pero dices que Juárez hubiera terminado encarcelado en Estados Unidos. Sueco, me sorprendes. Pero si Juárez le debe todo a Estados Unidos. ¿No has leído el tratado Mac Lane Ocampo firmado en 1859? Gracias a ese tratado Juárez les ganó la guerra a los conservadores de Miramón y Zuloaga. Gracias a las armas que Estados Unidos siempre les facilitó a los suyos, a cambio de convertirnos en un protectorado casi al estilo de Panamá o Puerto Rico y cierto, que bueno que en ese entonces estaban muy ocupdos en pelearse norteños contra sureños, pues sino capaz que le toman la palabra a Juárez y ahora sí que valemos madre. Y no soy antijuarista, que quede claro. Soy ateo y simpatizo con la masonería aunque no soy masón. Pero como te digo Julio, la Historia se me hace que no es tu fuerte. Por cierto, ¿sabes que Tomás Mejía, el caudillo conservador que murió junto a Maximiliano y Miramón en el Cerro de las Campanas era un indígena puro? También hubo muchos indígenas que apoyaron la intervención extranjera Julio.
Te recomiendo leer el libro Juárez y los Estados Unidos de José Fuentes Mares, autor chihuahuense de lo mejor que hay en México. Yo lo conocí personalmente, pues fue un gran amigo de mi abuelo. Te lo recomiendo.
De verdad Julio, mientras Juárez estuvo vivo tuvo el apoyo de USA. Igual que el buen Pancho Villa ¿Quién le dio las armas a la División del Norte para pelear contra Huerta? No la sacaron de las minas, te lo juro. USA le dio armas a Villa hasta 1915, cuando Wilson reconoce al gobierno de Carranza y le dice a Doroteo, Sorry no more guns. Doroteo Arango se enoja mucho y es entonces cuando toma Columbus en represalia.

Dices que en la Clase Media estamos vendidos y subordinados a los Estados Unidos. Mmmm. Pues mira que yo trabajo en una empresa 100% mexicana, gano en pesos y pago mis impuestos en México y sólo paso a USA cuando se me ofrece un poco de Jack Daniels.

Pero déjame decirte Julio que hay unos tipos que son capaces de venderle el culo a los gringos y aguantar cualquier humillación con tal de obtener una visa de trabajo o un permiso de residencia y una vez que lo obtienen, hasta se olvidan de hablar español, lo empiezan a mezclar con el inglés dando por resultado un dialecto horrible y parece que son felices humillados como esclavos de los gabachos, pues se desquitan con nosotros los mexicanos, a los que discriminan una vez que obtienen su green card. Esos tipos que te cuento sí que están subordinados a Estados Unidos. ¿Los conoces? Dicen ellos que su patria es Aztlán, aunque su presidente Bush los manda a morir como carne de cañón en Irak y lo peor Julio, es que ellos van felices de la vida al matadero. ¿Tú conoces gente así Julio?

Pero bueno, mejor ahí la dejamos. Si algo me queda claro es que nunca te voy a convencer y no lo pretendo. Además, si algún día se me ocurre ir a Suecia a seguir la ruta de los personajes de Jan Guillou o Henning Mankell no me vas a querer recibir en tu casa por ser un clasemediero, así que ya mejor la dejo por la paz. No te enojes hombre. Salud de la buena. DSB

Historia abreviada de la literatura portátil
Enrique Vila Matas
Anagrama

Por Daniel Salinas Basave


Una ficción sobre la ficción o una burla deliciosa. Esa es la conclusión trás leer la Historia aberviada de la literatura portátil del catalán Enrique Vila Matas.
Vaya, es de esas veces en que uno como lector se divierte al ver como el narrador se la pasa tomándole el pelo.
Existe la posibilidad de meterse al canal de Vila Matas y tomarse este libro como una historia de cómo se escribieron historias o un rompecabezas que coquetea con el surrealismo.
Pero también pude leerse de principio a fin como un compendio en burla de la literatura de principios de siglo, un anecdotario de absurdos y casualidades atiborrado de más licencias poéticas que de verdades.
Todo comenzó, advierte el catalán, a fines del invierno de 1924, sobre el peñasco el que Nietzsche había tenido la intuición del Eterno Retorno, cuando el escritor ruso Andrei Biely sufrió una crisis nerviosa al experimentar el ascenso irremediable de las lavas del superconsciente.
Aquel mismo día y a esa misma hora, nos dice Vila Matas, a no mucha distancia de allí, el músico Edgar Varese caía repentinamente del caballo cuando, parodiando a Apollinaire, simulaba que se preparaba para ir a la guerra.
Esas dos escenas, nos dice el catalán, fueron los pilares sobre los que se edificó la hisotria de la literatura portátil.
Es así como el narrador nos lleva de la mano hasta introducirnos en el absurdo y juguetón universo de la conspiración shandy, o sociedad secreta de los portátiles, organización fundada en 1924 en la desembocadura del Río Níger y disuelta años después en medio del escándalo en Sevilla.
En la alineación del equipo shandy, encontrará usted nombres como García Lorca, César Vallejo, Walter Benjamín, Berta Bocado, Rita Malú y Scott Fitzgerald, por mecionar algunos.
Lo único que se exige para entrar al equipo de los conspiradores shandy es tener una obra artística portatil que quepa fácilmente en una maleta de mano y bueno, de una vez también se sugiere una sexualidad extrema y de preferencia ausencia de grandes propósitos, un poco de insolencia y vocación de nómada.
Aunque más que artistas, los shandys se consideran artesanos aferrados a la individualidad pero unidos por quién sabe que capricho del viento.
Vistos los requisitos, ya podrá usted imaginarse como es la sociedad secreta de los shandys, que recorren la Europa de los años veintes pariendo proyectos imposibles, como el libro absoluto, el libro de los libros, que incluya a todos en un arquetipo platónico.
Un libro que se sugiere leer cuando usted se encuentre en un estado de humor ligero y tolerante, sin tomarse demsadiado en serio a uno mismo. Vaya, hay que desterrar toda vocación dramática, pues uno acaba por convertirse un poco en un ñoño shandy cuando al cabo de una sentada, se lee de corrido las 122 páginas de este atípico ejemplar portatil.

Friday, July 29, 2005

Breve Historia de la Clase Media en México dedicada con todo cariño al colega bloguero Julio Sueco

La Clase Media, colega Sueco, es el motor de la Historia Universal. Donde hay Clase Media hay movimiento, hay innovación, hay dinámica, hay cuestionamientos, hay prensa libre, hay evolución y revolución. El concepto revolución es inherente más a la clase media que al proletariado. Vaya Julio, no sería concebible el socialismo mismo que tanto añoras (tú mismo te declaras de izquierda) sin la Clase Media de por medio. El socialismo es un producto clasemediero en su génesis, no un producto del pópulo. No hay revolución sin Clase Media. La Comuna de París de 1871 fue un suspiro, una llamarada, un relámpago y la Revolución Bolchevique no fue una revuelta de masas, sino un contundente golpe de estado de un partido. La rebelión de las masas no existe Sueco. Las masas son casi siempre un pretexto perfecto, mil veces manoseado, útiles como capital político, como votos, como carne de cañón y fuerza de choque. Al final, toda revolución arrojará consigo un gobierno oligárquico. Es la triste ley de la Historia, pero bueno, vamos por partes como dice el carnicero.

Transcribo textualmente esta interesantísima frase de Julio:

La historia de la clase media comienza con su traición a la patria. ¿He menester recordar al lector que la Independencia no fue para los intereses de la clase pobre sino porque la clase media, comprendida en su mayoría por criollos, estaba cansada de rendirle tributos a los asesinos a mansalva de la Corona Española?

A ver, a ver, a ver Julio, vamos a detenernos un poquito nada más ¿En qué momento exactamente traiciona la clase media a la Patria? Entiendo que para que exista una traición necesariamente debió existir un compromiso que romper o una causa que torcer y la verdad no se exactamente cuál era el compromiso de la Clase Media. Para empezar ¿A qué patria exactamente te refieres? ¿Cuál fue la patria que traicionaron? El Estado Mexicano nace formalmente con la Constitución de 1824, pero no se puede hablar de una verdadera conciencia nacionalista o identidad de nación hasta la Reforma (Andrés Molina Enríquez y Agustín Basave te dirían que el nacionalismo mexicano se forja realmente con la Revolución) Luego entonces, no entiendo exactamente qué patria traicionó la Clase Media. ¿La patria de los indios acaso? ¿El mítico Anahuac? Te equivocas Julio. Los indios jamás tuvieron una nación unificada ni una conciencia de patria

Por supuesto que la Independencia fue un movimiento de criollos burgueses, no solo en México sino en toda América. ¿Alguien creía lo contrario acaso?
Los movimientos insurgentes en América hubieran sido inconcebibles sin la existencia de una cada vez mayor burguesía criolla educada en los valores de la Ilustración, pero marginada de los privilegios de la nobleza española peninsular. En todos los países americanos, la figura del libertador fue la de un criollo acaudalado, educado a la europea e identificado con las logias masónicas. Simón Bolívar fue un aristócrata caraqueño que heredó una fortuna de sus padres y que fue formado en el Ejército Realista. De similar condición social y cultural son José de San Martín, Bernardo O Higgins, José de Sucre, Ignacio Allende y Agustín de Iturbide. Todos ellos criollos, descendientes de españoles ricos. Tal vez la única excepción en el Continente sea la independencia de Haití en 1804, derivada de una rebelión de esclavos (y que después degeneró en una monarquía negra. Os recomiendo leer el Reino de este mundo del buen Alejo Carpentier). Fuera de eso, todas las independencias de América guardan características muy similares. Sí, es cierto, hubo movimientos auténticamente populares e indígenas que desafiaron a la Corona Española. Ahí está el maya Jacinto Canek en Yucatán y Tupac Amaru en el Alto Perú, o la conspiración de los negros encabezada por Yanga en Veracruz, por mencionar un par de ejemplos, pero todos ellos fueron sofocados rápidamente, además de carecer de ideario político, como todos los movimientos nacidos en el seno de los pobres.
Tal vez en México haya casos sui generis, como el de Miguel Hidalgo, criollo burgués hijo de ricos hacendados, identificado con las masas populares, aunque carente de una visión de nación independiente (no olviden que en el Grito de Dolores clamó Viva Fernando VII y nunca un Viva la Independencia)
Tal vez el caso más admirable en México sea el de José María Morelos, caudillo por el que guardo el mayor respeto, que fundó las bases constitucionales de México con Sentimientos de la Nación y la Constitución de Apatzingán, si bien al final de cuentas los que consumaron la independencia, queramos o no, fueron Iturbide y sus criollos (Vicente Guerrero fue una figura meramente simbólica en el Ejército Trigarante y el Abrazo de Acatempan nunca se produjo, pues al pulcro Iturbide le daba asco la sarna de Guerrero)

La Clase Media fue la gran impulsora de las Leyes de Reforma en 1857. El Partido Liberal no es concebible sin la Clase Media como su gran columna vertebral, profesionistas letrados empapados de cultura masónica. El origen zapoteca de Juárez es sólo eso, mero origen. Cuando se da la Revolución de Ayutla Juárez era un abogado de la Clase Media, no un pastor indígena.

La Revolución es un caso muy similar. Su gran impulsor no fue un tipo de la Clase Media, sino de la aristocracia llamado Francisco I. Madero, cuya hacienda vinícola en Parras era en 1873 una de las más ricas del país. El Partido Antireeleccionista fue conformado en su mayoría por pequeño burgueses. Es cierto, hay expresiones populares de gran fuerza en esa enorme amalgama de movimientos y expresiones que nos da por unificar erróneamente en un solo concepto llamado Revolución. Esta el magonismo, embajador mexicano del ideario anarquista de Bakunin, el auténtico zapatismo (el de Emiliano, no el del payaso Guillén), embrión de la reforma agraria en México y el villismo, genialidad militar sin rival aunque carente de ideario político (seamos comprensivos, Villa ni siquiera sabía leer) El auténtico zapatismo es la expresión popular más pura de la Revolución Mexicana. Sin embargo, sus tablas sagradas, contenidas en el Plan de Ayala, son producto de las cabezas de los intelectuales del zapatismo como son Antonio Díaz Soto y Gama, Otilio Montaño y Gildardo Magaña. El zapatismo, cierto, influyó de manera decisiva en la Reforma Agraria que completaría Lázaro Cárdenas. Pero en esencia, la Revolución Mexicana arrancó como un movimiento de ¿Clase Media y se institucionalizó como un movimiento de Clase Media transformada en oligarquía priista. Zapata y Villa, los dos representantes auténticamente emanados del humilde campesinado, fueron asesinados y los grandes ganones, padres del sistema priista, fueron Calles y Obregón, ambos rancheros de la Clase Media sonorense. La Revolución institucionalizada en el PNR, tuvo la gran virtud de cooptar a las grandes masas obreras y campesinas en macro centrales como la CROM, la CTM y la CNC, si bien la nueva aristocracia revolucionaria, es decir, la que ejercía el poder, no emanaba del campesinado.

Vamos bien Julio Sueco o nos regresamos.

Te la voy a poner fácil Julio. Vamos a detenernos en la apoteosis de la izquierda mexicana, su sacrosanto e inmaculado movimiento del 68. ¿Fue un movimiento de obreros y campesinos? ¿Fue un movimiento respaldado por los desposeídos? No Julio. Tu odiada Clase Media fue la que atiborró el Zócalo en 1968. La inmensa mayoría de los estudiantes universitarios eran de la Clase Media o Media Baja, pero estarás de acuerdo conmigo que el proletariado mexicano raramente tiene la opción de estudiar una carrera universitaria.
¿Por qué no reaccionaron los obreros y campesinos tras el 2 de octubre? ¿Por qué no hubo huelgas? ¿Por qué fueron precisamente humildes campesinos quienes masacraron a unos estudiantes en el pueblo de Canoa?

A ver, las ligas guerrilleras ¿Quién las conformaba? La 23 de septiembre estaba conformada por estudiantes universitarios de tu adorada Clase Media amigo Julio. Es más, yo burguesito regiomontano tuve un tío que perteneció a esa liga y murió asesinado en 1974. ¿Has pasado alguna vez por la casa de Rosario Ibarra de Piedra? Yo sí, muchas veces. Está cerca del Tec de Monterrey, es una casa muy grande y muy bonita en una colonia que no se parece en nada a tus idílicas calles sin pavimentar del Pedregal de Santa Julia. ¿Crees que el hijo de Rosario Ibarra de Piedra era un indígena proletario? No. Era un señorito estudiante de medicina digno representante de tu amada Clase Media. ¿Por qué no los apoyaba el campesinado? ¿Por qué no reaccionaban los obreros? Lucio Cabañas era un maestro normalista, no un campesino y fueron campesinos traidores (tan traidores como tu odiada Clase Media) los que le dijeron a Acosta Chaparro y a Nassar Haro dónde estaba y ahí lo fueron a cazar el 2 de diciembre de 1974.

Es más, vamos a jugar en tu terreno Sueco ¿Quién carajos crees que es Rafael Sebastián Guillén Vicente? ¿Es acaso un humilde indígena tzotzil criado bajo las ceibas de la Selva Lacandona? ¿Un maya que vio morir a sus padres como Rigoberta Menchú? No señores. Guillén es un sociólogo clasemediero criado en Tampico que jamás pasó hambre. Lo pongo como ejemplo no porque su parodia de movimiento circense tenga alguna mínima credibilidad, sino para demostrar que hasta el becerro de oro de los indigenistas es un engendro de la odiada Clase Media de Julio.

Y así en México como en el Mundo amigo Sueco ¿Quién era Vladimir Ulianov Lenin? Un hijo de un comerciante de la Clase Media de la rivera del Volga que tuvo tiempo para ir a la universidad. ¿Quién era Marx? Un judío pequeño burgués y eso por no hablar de Engels, un aristócrata millonario que siempre mantuvo a su amigo
¿Quién era Fidel Castro? Un brillante estudiante de leyes de la Clase Media cubana. ¿Quién era Ernesto Guevara? Un médico argentino de la Clase Media. Es más, lo dice en el mismo Diario del Che en Bolivia, esa Biblia a la que todo militante del CGH aficionado a los Pumas de la UNAM que fuma mota en Coyoacán debe haberle metido diente y que yo también he leído, aunque usted no lo crea ¿Y de qué se quejaba el Che en su diario? De que los campesinos de Bolivia lo mandaban al carajo, le ponían dedo con los militares y se negaban a darle de comer una miserable sopa.

Y ejemplos hay miles amigo Sueco. Me podría pasar horas hablando de la Clase Media que tanto desprecias y a la que quieras o no perteneces. Pero mejor ahí la dejamos. Como verás, me emociono mucho cuando hablo de Historia y me gustaría mucho que tus amigos del Colegio de Michoacán, que tienen todo el tiempo del mundo para estudiar Historia, le entraran al debate. Ellos tienen todo el tiempo para estudiar pues son becados y reciben lana del gobierno federal, mientras que yo trabajo para vivir y soy autodidacta en mis ratos libres, pero no se por qué se me hace que en esgrimas intelectuales de Historia sí me ando llevando de encuentro a los discípulos de Don Luis González.

PD-
Ojalá cuando vengas de Suecia a Tijuana tengas la oportunidad de acompañarme a un Martes de Puertas Abiertas, la jornada comunitaria que encabeza cada semana el alcalde Jorge Hank Rhon y en donde los más pobres de los pobres acuden a limosnear al todo poderoso. Ahí verás en esa sala de espera a la crema y nata de tu amada e idílica Tijuana sin pavimentar. Cada martes yo estoy ahí. Cada martes yo hablo con la gente. Ahí está la encarnación misma del lúmpen de Tijuana. Ahí están los más pobres de los pobres haciendo lo que mejor se les da, que es pedir limosna al poderoso.
Y esos habitantes de la idílica y espiritual Tijuana sin pavimento, esos que con sus morenos píes descalzos recorren la tierra sin asfalto de esta urbe de contrastes, son los que con sus votos y su apoyo en masa llevarán a ser gobernador en 2007 a un producto de la más insultante aristocracia en México, criatura engendrada por el poder político y empresarial sin límites. Ese señor se llama Jorge Hank Rhon y se ha encumbrado en el poder y se seguirá encumbrando gracias a los votos de ese romántico y digno proletariado tijuanense habitante de un paraíso sin pavimento, a los que compra con una despensa, con una buena borrachera aderezada con banda sinaloense y una taquiza y mira que paradojas, con la promesa de pavimentar sus calles ¿Será real esa Tijuana cuando tenga pavimento? ¿La amarás?
Por lo demás, el idílico, heroico y humilde proletariado es el sostén, el cimiento y el pilar político de la máxima encarnación del despotismo aristócrata que he conocido en mi vida. Que paradójico es el proletariado amigo Julio.

Sigamos disfrutando del libre intercambio de ideas, que para eso es el blog.

Wednesday, July 27, 2005

La idealización de la pobreza

Uno de los clichés favoritos de izquierdistas, indigenistas y desadaptados diversos con vocación de luchadores sociales, es la idealización de la pobreza. Es muy común escucharlos afirmar y echarte en cara que no conoces una ciudad si no conoces sus colonias proletarias.
Desde hace muchos, muchísimos años que los escucho caer en ese lugar común. Ellos dicen que si no conoces a fondo los barrios y zonas marginadas de una ciudad, entonces no conoces dicha ciudad. Bajo esa óptica, las áreas donde sobrevive el lúmpen representan la realidad de una urbe y el resto significan falsedad, espejismo e ilusión de clasemedieros y aristócratas.
Coincido con mi amigo PG Beas en que la definición más idiota que se ha hecho sobre Tijuana en la blogósfera, es aquella que dice que la única Tijuana real es la Tijuana sin pavimento. Semejante nivel de romanticismo proletario me parecería en el mejor de los casos muy cómico por su grado de inocencia o absolutamente patético por su lamentable intención. En todo caso, un comentario que adolece de una incurable idiotez.
Tan limitada y parcial es la visión de un aristócrata cuyo recorrido por Tijuana se limita a salir de la Chapultepec para cruzar por línea Sentri e ir a Fashion Valley, que la visión de un inmigrante guerrerense que habita en un tejabán del Nido de las Águilas y conoce únicamente el camino de la maquiladora a su barrio.
Idealizar la Tijuana sin pavimento como si se tratase de una suerte de territorio donde reina la autenticidad y el verdadero espíritu del pueblo me parece una insoportable cursilería.
Máxime si tomamos en cuenta que la enorme mayoría la gente que vive en la actual Tijuana sin pavimento, son inmigrantes recién llegados de otros estados que se quedaron atrapados en Tijuana como salmones varados en rocas del río, cuando iban en busca del sueño americano. Los habitantes de la idílica Tijuana sin pavimento son tipos que llegaron de Sinaloa, de Michoacán, de Oaxaca, de Guerrero, de Nayarit o de Puebla con una mano adelante y otra atrás y establecieron sus cimientos de llantas en laderas de cerros desgajados. Habitan zonas de alto riesgo y son un perpetuo dolor de cabeza para las autoridades de Protección Civil que cada que hay una lluvia se preocupan por salvar sus vidas y evacuarlos. Habitan terrenos irregulares, se cuelgan de la electricidad, lo que causa frecuentes y tristes casos de tejabanes quemados con niños adentro y además son pasto de líderes corruptos que los estafan prometiéndoles la regularización de sus tierras. Nadie me lo ha contado. Para mí es pan de cada día cubrir esos conflictos. No pasa semana sin que me tope con alguno.
No creo que esa gente ame a Tijuana o conozca un mínimo de su historia. Son parte de la realidad tijuanense por que existen, pero sería una falsedad decir que eso y sólo eso es Tijuana. Creer que existe la Tijuana real es una idiotez. También Real del Mar, la Hipódromo y Playas de Tijuana son reales, les juro que existen y pertenecen a este bello municipio. Y por cierto, creo que si a cualquier persona del Pedregal de Santa Julia le dieran la opción de cambiarse a vivir a Playas, no lo pensaría dos veces para largarse de ahí cuanto antes. ¿O acaso creen que viven ahí por elección?
Por lo demás, como reportero que soy me ha tocado ir con relativa frecuencia a muchos de los más apartados rincones de Tijuana y platicar directamente con la gente que los habita. Conozco La Morita, conozco El Niño, conozco la Nuevo Milenio, la 3 de Octubre, la enorme Sánchez Taboada, la Salvatierra, el Pípila, el Tecolote y tantas y tantas colonias más y les juro que eso no es la única Tijuana y también les aseguro que hay Tijuanas más bonitas.

Los privilegios de la Clase Media

Desde la lejana y bella Suecia, uno de los países que más admiro en el mundo, el colega bloguero Julio despotrica contra la clase media tijuanense. Le caemos muy mal los clasemedieros por lo que veo.
Cierto, la clase media que tanto desprecia Julio está llena de vicios, prejuicios, complejos e ideas preconcebidas. Yo no me he cansado de burlarme de ello y de burlarme de mí mismo cuando ha sido preciso. Soy un tipo social y económicamente insertado en la Clase Media ¿Qué carajos puedo hacer?
Sin embargo, la Clase Media, si es que es posible generalizar, es el estrato social que tiene más posibilidades reales de tener una visión más amplia de la vida y de su entorno. Una visión que el pordiosero y el millonario jamás en la vida tendrán. Imagina a un hombre que nació inmensamente rico como Hank. Sería imposible explicarle lo que es no tener dinero para pagar la renta o tener que limitar tu despensa a arroz y frijoles. Tampoco le puedes explicar lo que significa viajar todos los días en Calafia de la 5 y 10 al Matamoros (aunque sepan ustedes que una de las extravagancias preferidas de Hank es manejar una calafia) Antes de ser alcalde, jamás conoció una colonia popular y esa mítica e idílica Tijuana sin pavimentar fue para él un inmenso territorio desconocido. Una visión limitada, parcial, absolutamente subjetiva. Tan limitada, parcial y absolutamente subjetiva como la del habitante de la mítica e idílica Tijuana sin pavimentar que por sus limitaciones económicas no tendrá la oportunidad de conocer otra cosa. Dado que su única e inmediata prioridad es sobrevivir, jamás podrá pesnar más allá. Seamos realistas, un habitante de ese Pedregal de Santa Julia que tanto idealiza el buen Julio difícilmente podrá tener una visión muy amplia y diversa de la existencia. Digo, no generalizo, pero las circunstancias se imponen casi siempre. En cambio, el clasemediero, con todos sus complejos y aspiraciones, tiene la posibilidad de conocer de frente universos radicalmente distintos, evaluarlos y compararlos con una visión crítica, si es que la tiene. No desconoce lo que es el esfuerzo, pero tampoco la comodidad. Cierto, puedes ser un clasemediero idiota y consumista que te limitas a malgastar tu vida en el bar de moda o viendo reallity shows en tu casa, pero también puedes ser un clasemediero con un poquito de curiosidad que te preocupes por expandir un poco tus horizontes. Por lo que a mí respecta trabajo (y bastante) para vivir y el dinero nunca me ha sobrado. No vivo de ninguna beca cultural ni del seguro de desempleo de algún país europeo. Se bien lo que es perrearla en esta vida, pero como buenclasemediero tengo gustos y caprichos que me gusta cumplirme, aunque al Julio le parezcan repugnantes. Vaya, yo que culpa tengo de que me guste viajar, de que me gusten los buenos vinos, de que haga un esfuerzo para vivir en una colonia bonita y no en el idílico paraíso sin pavimentar que añora Sueco. Lo siento, pero yo no le encuentro el gusto a vivir entre el lodo, la basura y el vandalismo. Supongo que desde el primer mundo escandinavo donde Julio habita, esos exóticos parajes sin pavimento deben ser tan fascinantes, que acaban por ser objetos idealizados.
Por lo que a mí respecta, ahora sí que en esta Tijuana lo mismo he comido sopa en el albergue Las Memorias en La Morita con los enfermos de Sida o en la Casa del Migrante con los recién deportados, que en el Villa Saverios con un senador o empresario. En mi closet lo mismo hay ropa comprada en el mercado sobre ruedas de la Lucio Blanco que en el Fashion Valley. Las suelas de mis botas han recorrido lo mismo los salones del Palacio de Versalles que las calles sin pavimentar de la 3 de octubre. Ser de la clase media te da estos pequeños privilegios.

Mexicanos exitosos en Estados Unidos

La semana pasada tuve la fortuna de platicar con una señora que se llama Rosario Marín, una mexicana de sonrisa amable y hablar sencillo que a los 14 años llegó a vivir a Estados Unidos y que se convirtió nada menos y nada más que en tesorera de ese país. No creo que sea cualquier cosa solicitar chamba de tesorero de la nación más rica y poderosa de este mundo. Alguna habilidad debes tener. Rosario Marín no es mexico-americana ni pocha, ni chicana. Es mexicana. Me sorprendió su sencillez y me sorprendió su inteligencia. Una mujer admirable. Por cierto, Rosario Marín habla un español tan correcto como tú y yo lo hablamos. Un verdadero español, sin anglicismos ni xicanismos. Esta señora mexicana que durante cuatro años estampó su firma en todos los dólares americanos, no tiene en la cabeza delirios rimbombantes de cultura xicana ni mitos ridículos y trasnochados como Aztlán. Lo mismo se aplica al almirante José Betancourt. Oriundo de Matamoros Tamaulipas, este señor alcanzó el más alto grado al que puede aspirar un militar en la base naval más grande de Estados Unidos como es la de San Diego. Conozco demasiadas historias de mexicanos (que no chicanos o pochos) que llegan a ser exitosos en Estados Unidos. Y hay un detalle común en todos ellos: Ninguno habla spanglish, ni tiene tatuadas vírgenes de Guadalupe, ni promueve la vida loca, ni decora su casa con murales ridículos de Quetzalcóatl manejando un viejo carro bombacho de los 50 a lado de una india tetona al estilo J LO. Vaya, ninguno de los mexicanos exitosos que conozco del vecino país tiene la cabeza contaminada con el cursilón mito del xicanismo que defiende Julio desde la hermosa Suecia. Me cuesta trabajo creer que viviendo en un país tan bello y con tan buen nivel de vida, Julio añore una manifestación cultural tan pestilente como la xicana. Lo xicano y lo pocho se me hacen el non plus ultra del mal gusto, de lo decadente, de lo rimbombante. En su afán de idealizar al xicanismo como una nación de indios hieráticos, principescos y estoicos, solidarios paisanos guadalupanos que añoran la suave patria desde un país cruel y racista que les niega oportunidades, Julio olvida la realidad de los mexico-americanos. Se le olvida que en la Patrulla Fronteriza hay más hispanos que anglosajones, que los migras más culeros que pueden tocarte suelen ser pochos bastante amargados y que incluso en el proyecto racista del Minuteman hay una buena cantidad de chicanos. Se le olvida que muchos chicanos se enojan mucho si les hablas en español y te responden groseramente y que muchos de los turistas pochos que atiborran la Avenida Revolución los fines de semana se dan gusto humillando a meseros y trabajadores mexicanos. La supuesta solidaridad racial de los chicanos y el corazón unido de paisanos es una enrome falacia. Si alguien es racista con los mexicanos son los pochos.
Bien lo dice la estrofa de los Tigres del Norte en su corrido La Jaula de Oro: Mis hijos no hablan conmigo, otro idioma han aprendido y olvidado el español. Piensan como americanos, niegan que son mexicanos aunque tengan mi color.
Sabia estrofa del corrido. Sabiduría popular que raramente se equivoca.

Un examen de historia

Ya para terminar, me llama la atención que el Sueco diga que no conozco la historia de mi país. Carajo. No solo he recorrido este país de cabo a rabo, sino que he leído uno que otro librito de Cosío Villegas, Reyes Heroles, Fuentes Mares, Francisco Xavier Clavijero y Lucas Alamán por mencionar algunos autores. Pero bueno, dicen que yo no se de historia. Me gustaría ver si existe la posibilidad de que un árbitro imparcial y con sólidos conocimientos de historia nos hiciera un buen examen de 100 o 200 preguntas sobre historia de México al Sueco y a mí. Virreinato, Independencia, Reforma, Revolución, México Contemporáneo. Historia política, historia militar, textos jurídicos y literarios. Venga, un examen de historia en serio y ahí veremos quién sabe más. Es más, hasta les doy chance de que incluyan preguntas sobre México prehispánico pese a ser la etapa de la historia de mi país que menos he estudiado y que menos me interesa, pues eurocentrista como soy, considero que México nació el día en que Francisco Hernández de Córdoba lo descubrió en 1517 trayendo a estas tierras la luz europea. Sin embargo, algo se de México prehispánico. Al menos te puedo recetar en este momento de memoria los nombres de los once emperadores aztecas, incluyendo el significado de su nombre, aunque honestamente prefiero a los virreyes que a los tlatoanis. De cualquier forma, ahí está el reto para el que le quiera entrar.

Tuesday, July 26, 2005

Dentro de las múltiples escenas metropolitanas que el teatro de las redundancias depara a mi diario existir, la que más detesto es la espera de un camión o taxi.
Me acuerdo de las primeras veces que usé el transporte público, se me hacía algo así como una aventura divertida. Invariablemente, el viernes todos los compas de la primaria nos íbamos de pinta y agarrábamos camionaxo hasta el centro en donde gastábamos la mañana haciendo nada. Y lo de andar en camión te pasa, porque en ese entonces tu jefa te lleva y te trae a todas partes, así que lo de subirte a un vehículo extraño que no te pregunta a donde vas ni si andas de pinta, te hace sentirte muy liberado y dueño de tu destino.
No es que ahora odie el camión y quiera llegar a todos lados al volante de un Mercedes, realmente eso me tiene sin cuidado, pero esperar parado en una esquina la llegada de una oscura mole que después de las 22:00 prolonga su arribo hasta hacerlo mítico, no es un cuadro de romanticismo proletario urbano y mucho menos cuando un hambre de biafrano te carcome las ideas.
Creo que sí algo hermana a todos los camiones de la ciudad, es el sonido que hacen al detenerse. Es algo así como el último producto gutural de un animal agónico que ha dado todo de sí. Sin embargo el camión lo ignora y sigue funcionando inagotable e indiferente al maltrato que lo somete un chofer siempre bestial, hasta hacerme pensar que los camiones urbanos serán una raza que trascenderá el fin de la humanidad en la guerra nuclear, tomando vida propia hasta acceder a la categoría mitológica de seres inmortales. Recuerdo los camiones regios. En los ruta 17 sólo arrojabas tus monedas al artefacto metálico mientras enseñabas tu credencial de estudiante pegada a la mano sudorosa a la que el chofer, salvo que tenga verdaderos afanes de joder al prójimo, nunca presta atención. Otra cosa ocurre en aquellos camiones en los que pones el dinero en la mano del chofer y él te mira con cierto desdén, pensando no necesitas ahorrarte 50 centavos burguesito de mierda, te da un boleto que dice estudiante al que en menos de medio minuto ya hiciste bola y tiraste. Otra hipótesis que he desarrollado en mis largos años de camionística experiencia es que el espíritu de los pasajeros después de las 10:00 de la noche siempre es y será el mismo. Durante el día, sobre todo en la mañana, los pasajeros van con ánimo bélico, maldiciendo su suerte y a todo aquel que le rodea. Sin emabrgo a esta hora, el hambre y el cansancio nos vuelven cómplices en desgracia, mientras el chofer pisa a fondo el acelerador pensando probablemente que es su última vuelta y al final de ella aguarda una buena taquiza acompañada de sus respectivas caguamas. A esta hora me solidarizo a tal grado con mis semejantes, que hasta llego al extremo de sentir algo quizá definible como compasión por el chafirete, que lo que sea de cada quien, se arrima una joda. Me acuerdo una vez que que manejé una combi vieja, con un palancón de cambios que parecía varilla de construcción y que al moverse parecía presa entre engranes oxidados y chicles petrificados. Ahora imagínate manejar esta mole que ha de tener mil y un mañas para poder echarla a andar, lidiar con el tráfico, arrojarte sin compasión a las doñas siempre atolondradas ante el volante y para colmo tener que meter freno y orillarte a la derecha justo las picas contra un espécimen de la línea rival alcanzan niveles hollywoodescos, sólo porque una mano emergió a un lado del poste que está en la esquina indicando que requiere de tu valioso servicio para que luego te diga que no tare cambio y te pague con billete de cincuenta, mientras tu te las arreglas para darle feria exacta, el boleto (de adulto por supuesto, que no te salga con que no tiene feria el culero) y arrancar el camión de nuez. Creo que ni en sueños se han de liberar del proceso frenar- arrancar, oír el campanazo que solicita bajada justo cuando se arroja a toda velocidad hacia el carril izquierdo de la 20 y en la Invasora (si eres tan afortunado de que el camión tenga stereo) tocan Abeja Reina. Reciban pues este mi humilde homenaje autoreflexivo a los trabajadores del volante, que por lo demás no creo que les sirva de un carajo.

Un escritorio atiborrado de periódicos, recientes y prehistóricos, varios cerros de papeles con información desclasificada prófuga del bote de basura, una buena dosis de literatura y una que otra foto con los buenos momentos que me ha dado esta profesión. Ese es mi entorno de cada tarde.

En Tijuana el tiempo y el dinero se esfuman con rapidez y no atino a sujetarlos en mi mano. El día, la semana la vida misma saltan como una película en cámara rápida, una sucesión interactiva de instantes disfrazados de ordinarios aunque con una carga terrible de improbabilidad.

La realidad alimenta, proporciona el material y acaso finge ser la depositaria del ideal último, pero al final siempre quiere ser evadida, transfigurada, convertida en algo. En algunos casos se vuelve una obra de arte y en la mayoría va al cementerio de los sueños e ilusiones, a escribir la historia universal de lo que pudo ser.

Trato de imaginar sí pudiéramos escribir la biografía interior de las personas, la historia de sus sueños. Acaso podría llegar a ser literaria la más intrascendente de las vidas. No sé porque medito tanto sobre esto últimamente y no sé si llegaré a algún lugar tratando de explicarlo.

La nostalgia llega así, sin tocar puertas, como una ráfaga de viento, improbable, filosa. Creo que aveces buceo en el fondo del desvarío. Mis pensamientos son el templo de la incoherencia y el tiempo un albur, un puño de arena mojada siempre diluyéndose.

Los fantasmas que danzan en mi cerebro nunca dejan sobre mi piel algún vestigio de su sangre. En este delirio parece no existir el sentido del tacto ni son capaces los ojos de descifrar la forma. Hoy estoy muy cerca de la frontera entre el deseo y la nada.

Causas ciudadanas que no cuentan con mi apoyo

En los últimos días, más de una persona me ha reprochado mi desinterés como reportero hacia ciertas causas ciudadanas que están haciendo ruido político en Tijuana. Me cuestionan que siendo tan crítico en temas como la deforestación del Parque Teniente Miguel Guerrero (tema cuya paternidad puedo presumir, ya que todos los medios se colgaron después de nosotros), me muestre tan indiferente hacia otros asuntos que según ellos, son de la mayor relevancia.
Así las cosas, siendo Eterno Retorno un libre espacio para exponer mis verdaderas motivaciones e intereses, aquí va una pequeña lista de tres de esas causas de moda que jamás contarán con mi apoyo.

La legalización de los carros chocolates

Debo admitir que desde hace tiempo profeso una repugnancia sacramental hacia las organizaciones tipo Anapromex y Onapafa que llevan años haciéndose ricas a base de vender placebos a sus agremiados haciéndoles creer que con una miserable calca podrán ser inmunes ante la ley y burlarse de la Secretaría de Hacienda. En Tijuana hay miles de tipos que creen hacer el negocio de su vida comprando carros de 500 dólares en la Ruta Mariano Matamoros o afuera del Fundadores. Chatarras que caminan gracias a no se qué conjuro y que van por las calles con su placota de California, creyéndose poderosos e influyentes por su calca de Anapromex. Los tipos argumentan que el carro en cuestión es parte del patrimonio familiar y que no tienen dinero para pagar a una agencia aduanal que les importe el bote pateado. Al carajo con ellos. Yo apoyo la reforma legislativa que eleva a delito la tenencia de un carro chocolate. Vayan y paguen su importación como buenos mexicanos o aténgase a las consecuencias de ser refundidos en el bote. Y si no tienen para la importación, pues caminen, que a nadie multan por andar a pata.


La oposición a la desaparición del IMAC.

La culturosada tijuanense se siente herida por la inminente desaparición del Instituto Municipal de Arte y Cultura bajo régimen de paramunicipal. Es una muestra, dicen, de la falta de sensibilidad cultural del Alcalde. Lo que nadie me ha sabido responder con argumentos sólidos es: ¿Qué carajos se pierde con la desaparición del IMAC? Siendo brutalmente honesto, yo ciudadano: ¿En qué caso podría llegar a echar en falta este instituto? ¿Qué beneficio real le trajo a Tijuana? Sepan ustedes que una paramunicipal tiene un régimen que le permite una total autonomía financiera. En teoría una paramunicipal puede y debe generar sus propios recursos. Pero ni el IMAC (y prácticamente ninguna paramunicipal) generó nunca un centavo, ya no digamos de ganancia, sino al menos para mantenerse y ser autosuficiente. El presupuesto que le daba el Ayuntamiento se iba casi íntegro en nóminas y honestamente, aún no se, o acaso no entiendo, de qué manera apoyaron la cultura estos señores. ¿Puede alguien hacer el favor de explicarme?


La oposición a la utilización del CREA como sede de un equipo de Primera A

Cualquiera que haya leído un poquito Eterno Retorno, puede intuir que soy algo parecido a un adicto incurable al futbol. Y cuando me preguntan cuál es el mi principal inconveniente de habitar en Tijuana, mi respuesta es invariablemente su falta de cultura futbolera. Embriagados en mierda como los Padres de San Diego, los tijuanenses se emocionan con un juego que a mí en lo personal me causa una repugnancia sin igual como es el beis. Aquí siempre había habido equipo de Primera A y yo acudía con regularidad a los juegos, pero la franquicia fue echada a patadas de la ciudad para traer al equipo de beisbol del traficante de naftaleno. Ahora que por fin volveremos a tener futbol profesional en la ciudad y que sin duda tendremos un buen equipo, pues Valente Aguirre no le apuesta a lo estúpido y es un hecho que va por el ascenso, una cofradía de atletas incapaces de entender razones, se han dado a la tarea de armar una grilla estéril y manipulada para impedir que se usen las instalaciones del CREA. No entiendo en qué carajos les afecta la presencia del equipo. En nada señores, en nada en lo absoluto. El CREA incluso mejorará, será más bonito y funcional y seguirá siendo de todos los tijuanenses. Se trata de puro y vil ruido político. Pero agua y ajo señores. El equipo jugará y ahí estaré yo para apoyarlo en las tribunas.
Bienvenido el regreso del Futbol a Tijuana.