Eterno Retorno

Friday, June 25, 2004

Feliz Aniversario

Carol y yo cumplimos mañana cinco años de casados. El 26 de junio es una fecha en extremo significativa. Hace seis años, un 26 de junio de 1998, fue el encuentro definitivo que nos marcó para siempre, en el Café Iguanas de Monterrey. Un año después, el 26 de junio de 1999, en el restaurant La Escondida de Tijuana, dijimos el Sí más importante de nuestras vidas.
Cinco añitos que se han ido como el viento. Tener un bonito matrimonio hace que la vida valga la pena ser vivida. Tal vez en muchos asuntos de la existencia no me ha ido tan bien como yo quisiera, pero en el sentimental fui el hombre más afortunado. En verdad señores, me saqué la lotería.


Un amigo

Hace muchos, muchísimos años, allá por 1978 o 79, cuando iba al kinder en el Montesori Santa Engracia de Monterrey, conocí la amistad.
El primer amigo que tuve en mi vida se llamaba Alberto Alonso Gallegos. Vaya, fue el primer amigo que invité a mi casa y cuya casa iba regularmente. Durante la primaria fuimos en colegios distintos (Liceo Anglo Francés y Montesori Sierra Madre), sin embargo seguimos siendo amigos muy cercanos. Al llegar la adolescencia tomamos caminos separados. Él era un gran estudiante y un nadador de nivel olímpico. Yo en cambio me transformé en una catástrofe absoluta. No se que haya sido de Alberto Alonso. Hace muchísimos años que nada se de él. Hoy 25 de junio de 2004, Alberto está cumpliendo 30 años de edad. Donde quiera que estés, te mando un gran abrazo.


Odio en estado bruto

Termina una de las semanas más negras y mal vibradas de mi carrera periodística. La tensión, la desconfianza y la agresión apestan en el aire. Es horrible saber que hay un enemigo invisible y que no es sólo una paranoia colectiva. Alguien se toma la molestia de dejarnos 800 kilos de mota en el estacionamiento y luego tienen la cortesía de llamarnos para decirnos que nos va a llevar la chingada. Y encima nos dicen seudo periodistas.
Hoy mi colega José Luis Camarillo entrevistó a varios colegas sobre el asunto. Lo que dije en la radio, es lo que quiero creer: Es una broma de pésimo gusto.Espero.
Por si fuera poco y para poner la cereza en este agrio pastel, un representante del dinosaurisarismo periodístico de la más baja ralea, se permite insultarme y decirme hasta de lo que me voy a morir. Parece que al señor no le gustó un comentario en la columna. O quién sabe, pues según dice tiene algo contra mi cabello. En fin, luego de una semana de odio desencadenado, sólo me queda descorchar una botella y decirle a todos salud. Aún llevo una rosa imaginaria para la Santísima.

Quimerista me ha hecho recordar algunas de las mejores últimas voluntades contenidas en corridos y canciones populares. En verdad vale la pena dejar por escrito lo que uno desea que hagan de su pellejo.

Aquí van mis favoritas

Lo que le encargo a mi padre, que no me entierre sagrado, que me entierre en tierra bruta, donde me trille el ganado.

El día en que a mi me maten, que sea de cinco balazos y esté cerquita de ti, para morir en tus brazos.

Valentina, Valentina, contigo estoy a tus píes, si me han de matar mañana, que me maten de una vez.

Y si el mar se convirtiera en aguardiente, en el me ahogara para morirme borracho.

Por Daniel Salinas Basave





Decir que leer a Rafael Ramírez Heredia es un deleite, ya no sería una novedad. La verdad es que han sido muchas las novelas que he leído de este escritor tampiqueño y todas ellas me han dejado un delicioso sabor de boca.
Sin embargo, sí puedo decir que La Mara, su última novela, es por mucho su obra más cruda y desgarrante.
Interesante y envolvente como todas las novelas de Ramírez, pero con un elemento de brutalidad del que carecen sus clásicos como El Rayo Macoy o M de Marylin.
Sin renunciar a esos párrafos que son capaces de contagiar el sonar de una canción, el olor del sudor en una piel o el sabor de una bebida pendenciera, el tampiqueño nos ha entregado una novela ruda.
Y es que no podía haber dulzura cuando la novela encarna a los abominables hijos demoníacos de nuestra era globalizada: La terrible Mara Salvatrucha.
Aunque la novela de Ramírez tiene altas dosis de periodismo y es el resultado de más de 70 días de convivencia en ese pequeño infierno que es la frontera de México y Guatemala, nunca renuncia a su vocación literaria.
Sí, digamos que coquetea descaradamente con esa sutil y a veces imperceptible frontera que separa al buen periodismo de la literatura, pero a diferencia de los migrantes centroamericanos que pueblan las páginas de su novela, la p?luma de Ramírez jamás traspasa esa línea.
El investigador, el periodista y el simple curioso, sin duda tendrán motivos de sobra para sentirse atraídos hacia esta novela, la primera en retratar con total crudeza el fenómeno de la Mara Salvatrucha.
Pero más allá de este grupo criminal que se multiplica como langostas, la obra nos de de beber el infierno en brebaje crudo al exponer sin tapujos el horror de la frontera entre Tecún Umán Guatemala, la Tijuanita del Sur, con su Norte particular, el Estado de Chiapas y su tren siniestro.
Creo que el menú literario sobre la frontera Norte es bastante grande, pero ¿Recuerdan ustedes alguna gran novela que nos llevara de la mano a ese desconocido universo llamado Frontera Sur? En ese sentido, no creo exagerar en mis pronósticos si digo que La Mara, más tarde que temprano, se convertirá en un clásico.




Thursday, June 24, 2004

De cuervos, funerales y grandes maestros.

Otra vez he visto los cuervos por los alrededores de mi colonia. Se paran en los postes y elevan sus alas entre la niebla de la mañana. Siempre he tenido cierta atracción hacia esas aves. ¿Mal agüero? No quiero creerlo, aunque soplan vientos de tensión en Tijuana. Tal vez nunca habíamos vivido días con esta dosis extrema de mala vibra flotando en el ambiente. Es como si la realidad te mostrara su rostro infernal. Avisos, voces, señales, mensajes cifrados. Todo comenzó con los 800 kilos de mota abandonados en el estacionamiento de nuestro periódico. ¿Son los eslabones de una cadena o las piezas anárquicas de un inexistente rompecabezas?
El de ayer fue un miércoles de locos. Poco antes de las 18:00 horas llegué a Funerales del Río. La tarde caía y la funeraria poco a poco se empezó a llenar de colegas periodistas. A lo largo de mi vida he cubierto muchos funerales, principalmente de policías asesinados. Sin embargo, es una vibra distinta cuando los muertos son colegas tuyos. A Ortiz Franco lo mataron las balas del hampa el martes al mediodía. Un día después, el miércoles por la mañana Virginia Fernández Calles, colega reportera de El Mexicano, dejaba de existir en la Clínica 20 del IMSS, víctima de un derrame cerebral. Los Funerales del Río albergaron los dos cuerpos la misma noche y convocaron a toda la gente del medio de los medios. En esos mismos funerales estuvo hace cinco meses el cuerpo del subprocurador Rogelio Delgado Neri, acribillado en el Ruben Hood. También el comandante de la Municipal Alfredo de la Torre fue velado ahí, en aquel sangriento febrero del 2000 y no recuerdo cuantos policías más. El funeral de Angélica, hace poco más de dos meses, fue en el Centro, en la Calle F. Martínez. De pronto caigo en la cuenta que la cobertura de funerales de gente asesinada es algo cotidiano en nuestra vida. De una u otra forma, ya no es tan poco común tener que ir a cubrir velorios de gente a la que alguna vez conocí, entrevisté o traté, sin imaginar que más temprano que tarde cubriría la noticia de su asesinato.
Alfredo de la Torre, Willy Castellanos, Delgado Neri, Francisco Ortiz Franco son gente a la que de una u otra forma, todos los que andamos montados en esta loca bestia desbocada llamada periodismo conocimos y tratamos, tal vez superficialmente o tal vez a profundidad. La Muerte se inscribe en el directorio de fuentes más citadas. A las 19:00 escapé momentáneamente del funeral, crucé a píe, o más bien dicho corriendo el puente Independencia, hasta llegar al Cecut. Ya he dicho muchas veces que soy un enemigo declarado de las presentaciones de libros y eventos culturales. Sin embargo, cuando un Señor Escritor con mayúsculas es quien se presenta, sería imperdonable no acudir y la verdad hubiera abandonado cualquier actividad con tal de ir a escuchar un rato al Maestro Rafael Ramírez Heredia. Hacía muchos años que no veía a Ramírez Heredia. De pronto me di cuenta de que cuando era joven fui su alumno, pero ahora soy un adulto. Güero, tu eras un narrador y espero que los sigas siendo, me dijo ayer el tampiqueño. ¿Lo seguiré siendo? Mi visión de la literatura ha cambiado. Cada vez siento más amor por la literatura como un acto solitario y más repulsión por los actos públicos literarios. Esa cosa que llaman cultura y todo lo que la rodea me resulta cada vez más despreciable. Sin embargo, mi respeto y mi gratitud por un Maestro como Ramírez es infinita. Mírenlo, escúchenlo. El tiene el don de hacer pedazos el tedio inherente a toda presentación de libro. La Mara es una novela fuerte, ágil, a la que le sobra personalidad para cautivar al lector que sea. Bueno, creo que hasta la fecha no he encontrado un texto de Ramírez Heredia sin personalidad. ¿Cuál de sus obras es mi favorita? ¿Rayo Macoy? ¿M de Marylin? ¿De tacones y Gabardina? ¿Trampa de Metal? ¿Del Trópico? Me hubiera gustado no llegar tan apurado al Cecut, tener un poco de tiempo y tranquilidad para escucharlo y echar una buena platicada. Recuerdo aquellas míticas tardes de taller en la Vieja Estación del Ferrocarril, en Avenida Colón. Los talleres se prolongaban cuatro o cinco horas, yo vaciaba diez o quince tazas de café y me fundía en la lectura, sin prisa ni apuro alguno. Pero ayer era diferente. El tiempo, la presión y el celular sonando a cada momento acabaron de romperme la madre. Señores: Ramírez Heredia es el mejor tallerista de México. Tal vez renuncié al ambiente de los talleres literarios cuando me di cuenta que jamás volvería a encontrar un taller igual (con todo respeto para Mario Bellatin) En fin, platicar aunque fuera unos minutos con Ramírez Heredia me alegró la vida.
Show must go on. Regresé a la funeraria. Estaba a reventar; políticos, periodistas y chingo de gente de mi fauna. Pero el que se dedica al periodismo lo hace las 24 horas del día, hasta cuando acude a los funerales de sus colegas. Por ahí de las 22:00 empezó a correr el rumor de una feroz balacera en los alrededores de la Plaza Monarca. Palabras más, palabras menos, me fui tendido para allá. El saldo: un agente de la AFI muerto y tres malandros heridos. Absoluta gratitud a mis colegas, crema y nata de la nota policíaca, Neto Álvarez Oso Betanzos y Agustín Pérez que entraron al quite para apoyarme en esa noche de dementes y balas. En verdad Gracias, las birrias correrán por mi cuenta, es una promesa escrita. El Hospital General estaba sitiado por los agentes de la AFI, pues ahí estaban los malandros heridos. La PGR igualmente sitiada, pues ahí estaba El Cris y sus secuaces listos para ser trasladados a México. La ciudad está caliente, caliente. Cerca de la 1:00 de la mañana regresé a casa por la carretera libre a Rosarito escuchando un brutal tributo a Metallica con una versión ultra death metal de One y My Friend of Misery, mientras bebía unas cervezas. Llegué a casa, me serví un poco de sopa y me eché a la cama donde Carolina ya dormía. Apenas cuatro horas de sueño y al otro día a ponerme traje y correr al trabajo, pues me tocó iniciar el día moderando un debate de candidatos a diputados. Creo que me fue bien. Y bueno, así son mis días en este junio demente de instinto asesino en el que agradezco a los dioses paganos me hayan permitido estar vivo para presenciar un poema al futbol como fueron esos tiempos extras entre Portugal e Inglaterra y esa bomba de nervios que fue la serie de penales. Sí, la vida mía es una eterna serie de penales. A veces soy el tirador, otras el portero y siempre tengo a la mano una rosa roja para la Santísima.

Wednesday, June 23, 2004

O.F.

En un principio no pensaba escribir nada al respecto en este espacio. A veces el silencio suele ser más expresivo. Cuando hay tantas voces hablando en coro sobre un mismo tema, no tiene sentido abrir más la boca.
Sin embargo, en un lapso menor a 24 horas mucha gente me ha preguntado qué pienso o qué siento ante la muerte de mi colega periodista Francisco Ortiz Franco.
Lo que pienso ya lo expresé en la columna del periódico. Confieso que son palabras sinceras de mi parte cuando hablo de coraje y tristeza. Tampoco voy a escribir mis hipótesis sobre el móvil del asunto, pues no es la tarea ni la intención de este espacio.
A menudo cuando muere alguien, salen miles de personas a decir que eran sus mejores amigos, con el único afán de hacerse publicidad. Yo conocí a Francisco Ortiz Franco de la misma forma que conozco a todas las personas que ejercen el periodismo en Tijuana. En el medio de los medios todos nos conocemos. Con algunos platicas más, con otros menos, a otros si acaso los saludas. Algunos te caen bien, otros te caen mal. Mi regla es que en este universo no hay amigos ni enemigos; sólo conocidos.
Sin embargo, no puedo permanecer indiferente cuando una persona que ejerce el mismo oficio que yo en la misma ciudad en la que vivo es asesinado a balazos delante de sus niños.
Confieso que cuando escuché la noticia de labios de mi colega Alberto Sarmiento me costó trabajo creerlo. Luego de participar en tantos foros sobre protección a periodistas y respeto a la libertad de expresión, las agresiones contra colegas agarran cierto tinte mitológico. Inconscientemente piensas que forman parte de la literatura. Mucha gente, sobre todo los gringos, suelen preguntarme ¿Oye y no te da miedo dedicarte al periodismo en Tijuana?. Mi respuesta es siempre la misma: No me da miedo, yo vivo muy tranquilo y ejerzo mi labor sin problemas. Pero minutos después me dije: ¿De qué carajos te sorprendes? ¿Qué acaso existe un pacto divino de no agresión contra periodistas? ¿Alguien declaró que somos invulnerables? Entonces inevitablemente pensé una vez más en lo efímeros que somos, en lo fácil que resulta acabar con uno de nosotros. Por lo poco que conocí a Ortiz Franco como persona y lo mucho que lo leí, deduzco que se trataba de un periodista honesto, combativo. De entrada, me da coraje que alguien amparado en el poder que dan las armas automáticas en combinación con una impunidad asegurada y una policía inepta o cómplice, le pueda quitar la vida a un ser humano simplemente porque se atravesó en su camino o le resultó estorboso. Despojémonos del ropaje de mártires: El periodismo es un oficio simple, muy duro es cierto, pero realizado las más de las veces por personas que si bien estamos algo mal de la cabeza, somos bastante comunes y nos ganamos la vida perramente ejerciendo esta actividad.
Mucha razón tiene Manuel Lomelí cuando señala que siempre habrá alguien con los huevos o la loca cabeza necesaria para escribir sin mordaza y sin otro interés que el mero placer de revelar la verdad.
Los periodistas somos mata baldía, hierba de monte que brota en el lugar más inesperado. Pero por desgracia, también habrá siempre en esta ciudad y en realidad en todo el país, un cabrón con el poder, la crueldad y la impunidad necesaria para cegar tu vida en un dos por tres. Aunque marchemos, aunque digamos nunca más, basta ya, aunque cambiemos las leyes, peguemos de gritos y exijamos investigaciones exhaustivas, caiga quien caiga. Puede venir aquí la PFP (de hecho está aquí desde antes del crimen), la PGR, el venerado Ejército y el día que te quieran matar, simplemente van a matarte. Así de fácil. Por eso es mejor tener siempre presente la compañía de la Santísima Muerte caminando a nuestro lado. Cualquier en día, en el más inesperado segundo, tocará nuestro hombro. La Muerte como consejera, aconsejó Don Juan en Viaje a Ixtlán. Pese a que no soy cristiano, tengo una visión muy cristiana de la vida. Siempre tengo muy presente lo efímeros que somos. En este changarro estamos de paso. Por ello es mejor tener siempre una flor a la mano para Doña Blanca.

Tuesday, June 22, 2004

Italia sufre

L'Europeo dell'Italia è finito. Gli azzurri tornano a casa, eliminati nonostante la vittoria soffertissima sulla Bulgaria. L'ultima decisiva sfida è finita con un inutile 2-1. L'altra sfida del gruppo C, tra Svezia e Danimarca, si è chiusa infatti con il 2-2 tanto temuto e pronosticato alla vigilia. Passano ai quarti Svezia e Danimarca. Per l'Italia di Trapattoni è una nuova delusione dopo quella del Mondiale nippo-coreano

Monday, June 21, 2004

Servicios trilingües Eterno Retorno le ofrece a sus lectores europeos las últimas noticias de la Eurocopa 2004.

Viva la Eurocopa en su idioma

A Inglaterra venceu (4-2) a Croácia e segue em frente, defrontando Portugal nos quartos-de-final, em jogo marcado para quinta-feira. Vitória sobre os croatas sem contestação, com o jovem Wayne Rooney novamente em destaque, com mais dois golos. Scholes e Lampard marcaram os restantes tentos ingleses, Niko Kovac e Tudor reduziram a diferença


Sans dissiper les doutes qu'inspire leur forme actuelle, les Bleus ont battu la Suisse (3-1) grâce à un doublé de Thierry Henry et un nouveau but de Zinédine Zidane. Première de son groupe devant l'Angleterre, la France affrontera en quart de finale la Grèce, vendredi soir à Lisbonne.
Mission accomplie pour l'équipe de France de football : elle sera présente en quarts de finale de l'Euro 2004. Lundi, pour leur troisième match dans cette compétition, les Bleus ont battu la Suisse (3-1) et conservé la première place du groupe B, devant l'Angleterre qui a corrigé la Croatie (4-2).

Cerveza 3 - 2 Hash

Las estadísticas dicen que Praga es la ciudad en donde se consume más cerveza en el Mundo. También se cataloga a los checos como los ciudadanos del planeta que consumen más litros de cerveza en sus vidas.
No se si lo he leído en algún lado, pero por lo menos me permito deducir que Amsterdam es la ciudad donde se fuma más mota y hash en todo el planeta (quién sabe si Kingston tenga la última palabra).
Tal vez hubiera sido bueno que Baudelaire se permitiera hacer un tratado de la cerveza y el hash ¿o se nos permite creer que la tercera persona creativa del vino es la misma que habita en la espumosa cerveza? Pues bien, la cuestión es que el THC y el licor de malta se encontraron en tierras portuguesas.
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que República Checa y Holanda han dado hasta ahora el mejor juego de la Eurocopa 2004. Los de la tierra del hash se adelantaron 2-0, pero los cerveceros remontaron 2-3. Un señor juegazo, delicioso como sólo puede ser una cerveza en una terraza de Praga.
He ido un par de veces en mi vida a Amsterdam. En octubre de 1996 y en mayo de 1999. El Lets Go Europe dice que las mejores vacaciones en Amsterdam son aquellas que no puedes recordar y miles de camisetas jocosas dicen que los niños buenos van al cielo y los niños malos van a Amsterdam. Nunca se me ha hecho ir a Praga y la verdad es que me estoy cagando de ganas por ir. Desde la época de mi fanatismo por Milan Kundera en mis ya lejanos 18 años se me metió en la cabeza ir a dar el rol por esos terruños. ¿Por qué no he ido?
Oye ¿Y no se supone que estabas hablando de futbol? Ah. Ahora sí que como dijo Hank en el debate: Me perdí.
Bueno, pues ¿en qué íbamos? En que Pavel Nedved puede convertirse en la estrella de la Eurocopa, los checos sí saben lo que es el futbol vertical y ofensivo y Holanda pende de un hilo. Lo siento por la Naranja. Ya ves Yorsh, les hubieras apostado a los checos, al menos por solidaridad cervecera.


Letonia

La literatura es siempre la mejor maestra de geografía política. ¿Saben de dónde parte lo más aproximado que mi limitada cultura general conoce de Letonia? De Los perros de Riga, obra del maestro de la novela policíaca escandinava Henning Mankell. En Los perros de Riga, el Sherlock Holmes de Suecia, Kurt Wallander, parte de su Ystad natal a la fría Letonia para investigar una serie de asesinatos políticos. Ahí conoce a Baiba Liepa, la viuda de un policía asesinado con quien, palabras más, palabras menos, como que se arma dos que tres la machaca. Wallander recorre una Riga atestada de espías, delatores e intrigas al más puro estilo Stalin. Un buen libro, como todos los de Mankell. Pues bien, además de la literatura, hay otro excelente maestro de geografía política: Se llama Futbol. Al menos gracias a este hermoso deporte ya sabemos que los letones son jugadores altos, toscos, casi todos tirándole a rubio, que se defienden bien como auténticos perros de Riga y de vez en cuando se acuerdan de atacar, que son capaces de anular por completo a la ofensiva alemana y que por si fuera poco convocan algunas mujeres bellas a la tribuna. Y es que pasaron el close up de una letona con su camiseta roja que apoyaba a su selección ¿Sería Baiba Liepa prófuga de los besos de Kurt Wallander?


Ritual de lo Habitual

Si algunos creen que la Selección de México es el ente capaz de aglutinar todas las tragedias futbolísticas, les recomiendo que le echen un ojo a España. Desde que veo futbol recuerdo a grandes selecciones españolas que llegan con la etiqueta de favorito. Este sí es el año de España, ahora sí ya les toca, dicen los expertos. La Furia Roja daba partidos inolvidables, como aquel 5-1 a Dinamarca en Querétaro con cuatro goles de Butragueño o el 4-3 contra Yugoslavia en la pasada Eurocopa y caía, como dice el himno de la Falange, con la Cara al Sol. España siempre era eliminado con horrores arbitrales (¿se acuerdan del egipcio que les pitó contra Corea?), penales fallados de último minuto (se acuerdan de Raúl volando el penaty contra Francia) Injusticias sangrientas (¿se acuerdan de la nariz rota de Guardiola cortesía del codazo de Baggio?) Y los españoles lloraban. Siempre la misma historia de fracasos con sabor a culebrón trágico.
Pues bien, ayer apuntamos un nuevo fracaso español a la estadística, pero hubo una novedad: Ahora la eliminación ni siquiera tuvo tintes heroicos. Nunca en toda mi vida había visto a una selección española desarrollar un futbol tan pordiosero, una propuesta tan miserable y acobardada como la ofrecida ante Portugal.
Los de Felipao salieron a buscar el triunfo desde el primer minuto. Por momentos le meten dosis de magia. Cristiano Ronaldo y Maniche tienen pinceladas de auténticos cracks, pero aún no acaban de cuajar. Aún así, nada más por la sana y testaruda intención de buscar el gol cada minuto, los portugueses tienen más que merecido su triunfo y en verdad me da gusto. Hubiera sido una lástima que el torneo premiara a un equipo tan mediocre como los españoles que de furia nada tuvieron y se dedicaron a vivir de las limosnas del futbol, apostando al 0-0 o a que Rusia les hiciera el milagro contra Grecia. Hoy el futbol castigó merecidamente la marrullería.
Realmente me dio mucho gusto el triunfo lusitano. De una u otra forma, es una nación a la que le tengo mucho cariño, pues en mi infancia crecí en una casa que fungía como Consulado de Portugal en Monterrey. Su bandera y su escudo me son muy familiares. Sentimentalmente me gustaría mucho ver a Portugal salir campeón, pero el camino está lleno de obstáculos. Suecia y República Checa han practicado el mejor futbol de la Eurocopa y ya sabemos que en cuartos de final suelen brotar los italianos y alemanes, que se la pasan dormidos toda la primera fase. Sigamos viviendo la intensidad del Futbol.