Eterno Retorno

Friday, April 12, 2019

Con la lana que se gana un domingo en las carreteras de cuota

Fue la primera autopista de cuota en México y desde hace 16 años la recorremos todos los días de nuestras vidas. La inauguró López Mateos pisando a fondo el acelerador de un Cadillac y su copiloto, cuenta la leyenda, era una tal María Félix. Es uno de los pocos lugares del mundo donde manejar puede llegar a ser pura esencia de hipnótico hedonismo mientras tu mirada se pierde en la inmensidad del Pacífico. Por lo que a nosotros respecta la recorremos diario. Salvo cuando estamos de viaje o en aquellos raros días en que no salimos de casa, no hay día en que no circulemos por ahí, al menos desde nuestra casa hasta Rosarito norte, aunque no pocas veces hasta Ensenada y su valle vinícola. Por ahí nos hemos fundido en mil y un atardeceres de sol desnudo y albas de nieblas espectrales, cuando las Islas Coronado son pura sustancia de sueños. A la vera del camino suelo ver almas errantes y últimamente unos cuantos cadáveres. La Carretera Escénica Tijuana-Ensenada forma parte de nuestra existencia y nuestra economía. ¿Cuántos miles pesos hemos dejado en sus casetas? No lo sé. Creemos que como residentes debemos estar exentos, pero nos hemos resignado a que ello es pedir peras al olmo. Aunque tenemos un 50% de descuento en la tarjeta IAVE, el sangrerío en más de década y media ha sido constante. La novedad es que en 2019 hemos dejado de pagar. ¿Es acaso un beneficio traído por la cuarta transformación? No exactamente. Desde hace más de cuatro meses un grupo de ciudadanos que dicen apoyar a la tercera edad toman las tres casetas los siete días de la semana. Antes estas acciones eran esporádicas y las orquestaban residentes como nosotros, pero ahora la concesión de la toma perpetua la tiene un grupo que se limita a agitar con desgano banderas de México y a pedir cooperación a los automovilistas. Dado que nos han ahorrado mucho dinero debería estarles agradecido, pero su presencia me genera muchas más dudas que certezas. ¿Quién está detrás de ellos? ¿A dónde va el dinero que recaudan? Si yo como ciudadano quiero también tomar la caseta e ir a pedir dinero con mi botecito bajo la bandera (digamos) de apoyo a la literatura bajacaliforniana ¿me dejarán ponerme ahí como si tal cosa y compartir sus beneficios? Supongo que el gobierno requiere dinero para sus programas sociales ¿cuántos millones de pesos se están fugando cada día? Junto con la Autopista del Sol en Acapulco y la de la Riviera Maya, la Escénica Tijuana-Ensenada es la carretera federal que más recursos aporta. Si yo aún fuera reportero, me plantaría ahí días enteros desde el amanecer para ver quiénes son esas personas, quién los lleva y los trae, a dónde se van por las noches, cuánto dinero juntan, que piensan de pasar su vida entera ondeando una bandera en la caseta? Y no es que extrañe pagar, pero quiero saber quién es ahora el beneficiado. ¿Podría alguien responder esa pregunta?

Wednesday, April 10, 2019

Sweet home Chinameca

En Tijuana hay una avenida principal, una delegación y una colonia llamadas Rodolfo Sánchez Taboada. De hecho el aeropuerto de Mexicali también se llama así. En Monterrey hay una gran avenida, una colonia y por lo menos una escuela que llevan el nombre de Pablo González Garza. ¿Qué hermana a estos célebres personajes de la historia de Baja California y Nuevo León? Que hace exactamente cien años ambos tuvieron su importante cuota de participación en el asesinato de Emiliano Zapata. Pablito González Garza, natural de Lampazos, Nuevo León, fue el cerebro de la conjura que llevó a Emiliano Zapata hasta las puertas de la hacienda Chinameca. Él era el jefe inmediato de Jesús Guajardo y quien rendía cuentas al presidente Venustiano Carranza. La siniestra idea de abrir fuego después de que el clarín tocara honores militares al caudillo suriano al entrar a la hacienda se fraguó en la mente de González. Cinco años antes, en 1914, Pablo fue el gran caudillo de la toma de Monterrey, cuando la tropa constitucionalista bebió Carta Blanca a placer en el jardín de la Cervecería Cuauhtémoc. Rodolfo Sánchez Taboada, poblano de nacimiento, fue soldado constitucionalista en la tropa de Pablo González y a sus órdenes peleaba contra el zapatismo en los pueblos de Morelos. La participación de Sánchez Taboada en el crimen fue un poquito más directa. Él estaba entre los soldados que abrieron fuego en Chinameca y fue él quien le dio el tiro de gracia al Atila del Sur. El plomazo final en la chompa pa acabar pronto. Años después, en 1937, Sánchez Taboada destacaría como el gran gobernador del Territorio Norte de la Baja California, sin duda el que mejores resultados entregó en la época anterior a la entidad federativa. Claro, los campesinos de Cuautla y Anenecuilco dirían que el muerto de Chinameca no era Emiliano y que décadas después aún se le veía cabalgar por las noches en las sierras surianas. Su nombre sería mil veces manoseado, coreado y malentendido (el neozapatismo chiapaneco poco o nada tiene que ver con el zapatismo de Emiliano). En fin, cuando circules este día por la Avenida Pablo González o la Sánchez Taboada acuérdate de Chinameca. Al menos en Nuevo León y en Baja California, Emiliano Zapata es menos popular que sus asesinos (y ello por no hablar de las miles de veces que el nombre de Venustiano Carranza se multiplica en todo México). ¿Pedirá la chairiza cambiar el nombre de esas avenidas? Hagan sus apuestas. PD-Como dato personal sin importancia diré que yo estaba programado para nacer el 10 de abril. El aniversario de la muerte de Zapata habría sido mi cumpleaños. ¿Se les habría ocurrido a mis padres llamarme Emiliano?