Pocas, muy pocas veces en la vida estoy frente a alguien que me hace afirmar: Yo quiero estar en sus zapatos. Yo quiero ser como él. Yo quiero llevar la vida que él lleva. Las más de las veces, cuando alguien platica de su vida y su trabajo, en mis pensamientos se pronuncia un honestísimo “qué hueva de existencia”. Pero hoy me platicaron sobre un estilo de vida que a mí me gustaría llevar. Resulta señores que a mí me gustaría ser reportero de guerra y hoy en la mañana platiqué con un tipo que hace eso. Bueno, es reportero gráfico, o sea, fotógrafo, pero para el caso, igual jala en pareja con reportero tundeteclas como yo. En fin, chutaos una mínima reseña.
Por Daniel Salinas Basave
dsalinas@frontera.info
Es un fotógrafo y su misión es capturar imágenes para la eternidad, aunque su vida se parece mucho a la de un soldado en el frente.
Jean Marc Bouju, ganador del premio World Press Photo en 2003, es el responsable de que el mundo occidental haya visto imágenes de remotos lugares del planeta que a consecuencia de conflictos bélicos acabaron siendo una sucursal del infierno.
La secuencia de la ejecución de un hombre a manos de mercenarios ugandeses, el genocidio de Utus y Tutsis en Rwanda en 1994, la guerra civil en Liberia y la guerra en Irak son sólo una parte del archivo de este reportero gráfico que trabaja desde la línea de fuego.
Bouju estuvo en Tijuana y ofreció una charla para fotógrafos, diseñadores, reporteros y editores de Frontera poco antes de participar en un chat.
El fotógrafo de origen francés que labora para la agencia Associated Press, se ha especializado en conflictos armados, de los que siempre rescata el lado más humano, aunque a veces sea desgarrador.
Imágenes cruentas de hombres decapitados en Liberia, escenas tiernas de niños que saltan entre los fusiles de los soldados estadounidenses en Irak, armas y sonrisas, horror y esperanza, odio y amor es lo que se puede ver en las fotografías de este reportero gráfico galo.
“Me gusta tomar fotos de los niños, me gusta captar sus sonrisas, su curiosidad en medio de caos, en todos los lugares donde voy hay niños”, dijo el fotógrafo.
Subido en el tanque de guerra con los soldados, la vida laboral de Bouju transcurre entre las balas, las explosiones y el horror.
“En Irak vivía como los soldados, siempre iba a lado de ellos, viajaba con ellos, es la única forma de poder trabajar y llegar hasta esas zonas”, narró el fotógrafo.
Sin embargo no todo son escenas bélicas, si bien algunas fotografías, aunque no son de guerra, pueden acabar por resultar más crueles.
Particularmente dura resulta la secuencia de fotos que muestra la castración (amputación del clítoris) de una niña de seis años en Somalia, ritual musulmán que practica su propia abuela en medio de un entorno antihigiénico.
No he podido juntar lo suficiente para comprar un vehículo híbrido (no son precisamente baratos) y aunque durante años me transporté en bicicleta y mis botas acumularon más kilómetros andados que un carro viejo, hoy que vivo en las inmediaciones de una carretera federal sin transporte público a la mano, me he convertido en esclavo del automóvil. Tampoco puedo, al igual que todos los mexicanos, optar por cambiar o mandar a la chingada a la compañía que provee energía a mi hogar (¿a qué no adivinan cuál es?) Al Gore no sabe lo que es ser esclavo del monopolio de la CFE. En fin, algunos de estos consejos no podré seguirlos, pero juro que intentaré cumplir otros. Ahí se los dejo para los que sí puedan.
Por Daniel Salinas Basave
dsalinas@frontera.info
Aunque los efectos del calentamiento global ya están haciendo estragos en el planeta, de acuerdo con el Premio Nóbel de la Paz Al Gore no todo está perdido.
Hacer del mundo un mejor lugar para vivir no sólo depende de los gobiernos y las grandes compañías trasnacionales, sino que cada habitante de La Tierra puede hacer mucho si cambia un poco su estilo de vida.
Al Gore aporta 14 consejos para que cada ciudadano ponga su granito de arena en la lucha contra el calentamiento global.
1- Cambiar las bombillas tradicionales por las lámparas compactas fluorescentes (CFL) Las CFL consumen 60% menos electricidad que una bombilla tradicional con lo que este simple cambio reducirá la emisión de 140 kilos de dióxido de carbono al año.
2- Fijar el termostato a dos grados menos en invierno y dos grados más en verano. Ajustando la calefacción y el aire acondicionado se podrán ahorrar unos 900 kilos de dióxido de carbono al año.
3- Usar menos agua caliente. Se puede usar menos agua caliente instalando una ducha tipo “teléfono” de baja presión y lavando la ropa con agua fría o tibia.
4-Utilizar un colgador en vez de la secadora de ropa. Si se seca la ropa al aire libre la mitad del año, se reduce en 320 kilos la emisión de dióxido de carbono al año.
5-Comprar productos de papel reciclado. La fabricación de papel reciclado consume entre 70% y 90% menos de energía y evita que continúe la deforestación mundial.
6- Comprar alimentos frescos. Producir comida congelada consume diez veces más energía.
7- Comprar alimentos orgánicos. Los cultivos orgánicos absorben y almacenan mucho más dióxido de carbono que los cultivos de las granjas convencionales.
8- Evitar comprar productos que vengan en envases pesados. Si se reduce en un 10% la basura personal, se puede ahorrar 540 kilos de dióxido de carbono al año.
9- Reciclar. Se pueden ahorrar hasta mil kilos de residuos en un año reciclando la mitad de los residuos de una familia.
10- Elegir un automóvil de menor consumo. Al comprar un automóvil nuevo, puede ahorrar 1360 kilos de dióxido de carbono al año si este rinde dos kilómetros por litro de gasolina más que el otro. Es preferible que compre un automóvil híbrido o con biocombustible.
11- Usar menos el auto. Prefiera caminar, andar en bicicleta, compartir el automóvil y usar el transporte público. Reduciendo el uso del automóvil en 15 kilómetros semanales, evita emitir 230 kilos de dióxido de carbono al año.
12-Revisar semanalmente los neumáticos. Inflar correctamente los neumáticos mejora la tasa de consumo de combustible en más de 3%. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono.
13-Plantar árboles. Una hectárea de árboles elimina, a lo largo de un año, la misma cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida. La sombra de un árbol sobre una casa puede ahorrar hasta 30% en costos de refrigeración.
14-Pedir a la compañía eléctrica que cambien a energía renovable (energía verde) Si dicen que no la disponen, preguntar por qué no disponen de ella y en su caso, elegir otra compañía.
Por Daniel Salinas Basave
dsalinas@frontera.info
Es un fotógrafo y su misión es capturar imágenes para la eternidad, aunque su vida se parece mucho a la de un soldado en el frente.
Jean Marc Bouju, ganador del premio World Press Photo en 2003, es el responsable de que el mundo occidental haya visto imágenes de remotos lugares del planeta que a consecuencia de conflictos bélicos acabaron siendo una sucursal del infierno.
La secuencia de la ejecución de un hombre a manos de mercenarios ugandeses, el genocidio de Utus y Tutsis en Rwanda en 1994, la guerra civil en Liberia y la guerra en Irak son sólo una parte del archivo de este reportero gráfico que trabaja desde la línea de fuego.
Bouju estuvo en Tijuana y ofreció una charla para fotógrafos, diseñadores, reporteros y editores de Frontera poco antes de participar en un chat.
El fotógrafo de origen francés que labora para la agencia Associated Press, se ha especializado en conflictos armados, de los que siempre rescata el lado más humano, aunque a veces sea desgarrador.
Imágenes cruentas de hombres decapitados en Liberia, escenas tiernas de niños que saltan entre los fusiles de los soldados estadounidenses en Irak, armas y sonrisas, horror y esperanza, odio y amor es lo que se puede ver en las fotografías de este reportero gráfico galo.
“Me gusta tomar fotos de los niños, me gusta captar sus sonrisas, su curiosidad en medio de caos, en todos los lugares donde voy hay niños”, dijo el fotógrafo.
Subido en el tanque de guerra con los soldados, la vida laboral de Bouju transcurre entre las balas, las explosiones y el horror.
“En Irak vivía como los soldados, siempre iba a lado de ellos, viajaba con ellos, es la única forma de poder trabajar y llegar hasta esas zonas”, narró el fotógrafo.
Sin embargo no todo son escenas bélicas, si bien algunas fotografías, aunque no son de guerra, pueden acabar por resultar más crueles.
Particularmente dura resulta la secuencia de fotos que muestra la castración (amputación del clítoris) de una niña de seis años en Somalia, ritual musulmán que practica su propia abuela en medio de un entorno antihigiénico.
No he podido juntar lo suficiente para comprar un vehículo híbrido (no son precisamente baratos) y aunque durante años me transporté en bicicleta y mis botas acumularon más kilómetros andados que un carro viejo, hoy que vivo en las inmediaciones de una carretera federal sin transporte público a la mano, me he convertido en esclavo del automóvil. Tampoco puedo, al igual que todos los mexicanos, optar por cambiar o mandar a la chingada a la compañía que provee energía a mi hogar (¿a qué no adivinan cuál es?) Al Gore no sabe lo que es ser esclavo del monopolio de la CFE. En fin, algunos de estos consejos no podré seguirlos, pero juro que intentaré cumplir otros. Ahí se los dejo para los que sí puedan.
Por Daniel Salinas Basave
dsalinas@frontera.info
Aunque los efectos del calentamiento global ya están haciendo estragos en el planeta, de acuerdo con el Premio Nóbel de la Paz Al Gore no todo está perdido.
Hacer del mundo un mejor lugar para vivir no sólo depende de los gobiernos y las grandes compañías trasnacionales, sino que cada habitante de La Tierra puede hacer mucho si cambia un poco su estilo de vida.
Al Gore aporta 14 consejos para que cada ciudadano ponga su granito de arena en la lucha contra el calentamiento global.
1- Cambiar las bombillas tradicionales por las lámparas compactas fluorescentes (CFL) Las CFL consumen 60% menos electricidad que una bombilla tradicional con lo que este simple cambio reducirá la emisión de 140 kilos de dióxido de carbono al año.
2- Fijar el termostato a dos grados menos en invierno y dos grados más en verano. Ajustando la calefacción y el aire acondicionado se podrán ahorrar unos 900 kilos de dióxido de carbono al año.
3- Usar menos agua caliente. Se puede usar menos agua caliente instalando una ducha tipo “teléfono” de baja presión y lavando la ropa con agua fría o tibia.
4-Utilizar un colgador en vez de la secadora de ropa. Si se seca la ropa al aire libre la mitad del año, se reduce en 320 kilos la emisión de dióxido de carbono al año.
5-Comprar productos de papel reciclado. La fabricación de papel reciclado consume entre 70% y 90% menos de energía y evita que continúe la deforestación mundial.
6- Comprar alimentos frescos. Producir comida congelada consume diez veces más energía.
7- Comprar alimentos orgánicos. Los cultivos orgánicos absorben y almacenan mucho más dióxido de carbono que los cultivos de las granjas convencionales.
8- Evitar comprar productos que vengan en envases pesados. Si se reduce en un 10% la basura personal, se puede ahorrar 540 kilos de dióxido de carbono al año.
9- Reciclar. Se pueden ahorrar hasta mil kilos de residuos en un año reciclando la mitad de los residuos de una familia.
10- Elegir un automóvil de menor consumo. Al comprar un automóvil nuevo, puede ahorrar 1360 kilos de dióxido de carbono al año si este rinde dos kilómetros por litro de gasolina más que el otro. Es preferible que compre un automóvil híbrido o con biocombustible.
11- Usar menos el auto. Prefiera caminar, andar en bicicleta, compartir el automóvil y usar el transporte público. Reduciendo el uso del automóvil en 15 kilómetros semanales, evita emitir 230 kilos de dióxido de carbono al año.
12-Revisar semanalmente los neumáticos. Inflar correctamente los neumáticos mejora la tasa de consumo de combustible en más de 3%. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono.
13-Plantar árboles. Una hectárea de árboles elimina, a lo largo de un año, la misma cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida. La sombra de un árbol sobre una casa puede ahorrar hasta 30% en costos de refrigeración.
14-Pedir a la compañía eléctrica que cambien a energía renovable (energía verde) Si dicen que no la disponen, preguntar por qué no disponen de ella y en su caso, elegir otra compañía.