Eterno Retorno

Saturday, August 06, 2022

La Parca está lista para fumar su parte.

 


Nabor y Juliano suelen llegar de su rondín de madrugada poco antes del amanecer. Hoy la cosecha no fue muy copiosa. Nomás tres bultos traen en la camioneta. Dos corresponden al perfil clásico: morros de entre 16 y 24 años, peloncitos con barba rala de candado y tatuajes wanabe chololocos, camiseta marca Ed Hardy o Aeropostale, jeans y tenis marca Nike o ya muy rayado Lacoste, con moretes, contusiones y quemaduras en varias partes del cuerpo y los ojos petrificados en la más culera expresión de horror que puedas imaginarte. El otro es un ruquito, con bigote de cholo viejo y tatuajes carcelarios de los de antes, que parecen hechos con plumón opaco. Este al parecer se murió de un pasón y sus brazos negruzcos y llagados nos confirman que la chiva era su fiel compañera. Tiran las bolsas en el piso, a un costado de la recepción y se derrumban sudorosos y jadeantes sobre las desvencijadas sillas de la sala de espera. Me preguntan si por ventura me sobra alguna caguamita, pero por ahora nomás me queda una pacha plástica de whisky corrientón. Se supone que lo procedente es  cargar de nuevo los cuerpos y bajarlos por la rampa hasta el sótano para buscarles lugar en el frigorífico y acto seguido redactar el respectivo informe, pero nomás de pensar que voy a tener que mover otros tantos bultos para abrirme paso y poderlos medio amontonar entre el cagadero se me quitan las ganas. Mejor compartir lo que queda de la pacha con Nabor y Juliano. A lo mejor después agarramos fuerzas, pero no ahora. Ya casi amanece y el inviolable código existencial del Carnitas Mascorro estipula que el amanecer se hizo para recibir al sol con un cigarrito entre los labios. La Parca está lista para fumar su parte.

Monday, August 01, 2022

1910-1968

 


¿Relato histórico? Bueno, la autora apoya su narrativa en una sólida investigación y recorre los 58 años en que estuvo en funciones el psiquiátrico, desde el momento en que Porfirio Díaz inició su construcción en los campos de la hacienda pulquera de Ignacio Torres Adalid, en el entonces periférico Mixcoac donde en 1914 nacería Octavio Paz, y concluye con el momento de la demolición y el éxodo de los últimos internos, pocas semanas antes de la inauguración de las Olimpiadas del 68.

Casualidad o no, pero las fechas de apertura y demolición de  La Castañeda son años seminales que marcan un antes y después en la Historia de México. El manicomio abrió sus puertas en 1910, en el ocaso del idilio porfirista y el nacimiento de la utopía revolucionaria maderista y fue demolido en 1968, cuando la masacre de Tlatelolco desenmascaró y resquebrajó para siempre la falsa paz del priismo y su dictadura perfecta.

Sunday, July 31, 2022

Hay tiro, hay tiro ¿quién gana? ¿Japón o Escocia?

 


 

Hay tiro, hay tiro ¿quién gana? ¿Japón o Escocia? Los puristas dirán que el whisky es escocés o no es whisky. Cierto, los caledonios les llevan varios siglos a los nipones en esto de producir el elíxir de los dioses. En las tierras altas de Escocia hacían whisky desde hace más de un milenio y medio mientras que en Japón empezaron hace un siglo. Lo paradójico, es que el origen del whisky nipón es literalmente una historia de amor entre un japonés y una escocesa: Masataka Taketsuru y Rita Cowan. Nacido en Hiroshima, Taketsuru era el hijo menor de una tradicional familia que fabricaba sake desde el Siglo XVIII y siendo muy joven fue enviado a Glasgow, Escocia a aprender procesos de destilería y fue ahí donde lo flechó Cupido y se enamoró perdidamente de Rita, hija de una familia de whiskeros, con quien se casó. De regreso en Japón y con el capital del inversionista Shinjiro Torii, Taketsuru empieza a fabricar su propio whisky y así nace la destilería Suntory en 1923. La primera ceremonia de destilación del naciente whisky japonés se celebró en Osaka el 11 de noviembre de 1924 a las 11:11. ¿Se acuerdan ustedes de aquella película llamada Lost in Translation? Pues bien, fue ahí donde yo tuve la primera noción de que Japón hacía buen whisky. En aquella historia, el motivo del viaje de Bill Murray a Tokio era grabar un comercial para la marca Suntory y es entonces cuando conoce a Scarlett.

Macallan nació en 1824 y su particularidad es que añejaba sus whiskys únicamente en barricas de Jerez traídas desde Cádiz. Su fuerte y su distinción han sido siempre sus barriles. Claro que hay de Macallan a Macallan (Sotheby’s acaba de subastar una botella en 628 mil dólares que compró un empresario de Taiwán), pero basta una botella con doce añitos para sentirte en un paseo por el siempre nublado cielo de las tierras altas.

El espíritu que inspiró Días de Whisky malo fue el Jack Daniels y el Wild Turkey, pero hoy en día mi altarcito whiskero es compartido por el Hibiki y el Macallan. El primer Macallan se produjo exactamente cien años antes que el primer Suntory y aquí en nuestra Tijuana una botella de Hibiki cuesta casi el doble que una de Macallan Gold. Yo con brutal franqueza no sé cuál prefiero. Tendría que emprender una cata a ciegas. Eso sí, hay que beberlo rigurosamente solo, con uno o máximo dos hielos o (aunque los puristas te dirán que lo bebas a temperatura ambiente). El whisky se bebe de noche y su mejor maridaje son cacahuates salados y un buen libro.