Cáiganle a la pepena al Callejón del Travieso
Viernes de
libresca vagancia. Por la tarde al Callejón del Travieso para dar el banderazo
de arranque de la 14 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión con mis colegas Paty
Blake, el Grafógrafo Castillo y el incansable Eric. Este aquelarre libresco es
la encarnación misma del cómo sí, el máximo ejemplo de mantras como el “sólo hazlo” o hazlo tú mismo. Catorce ediciones
y contando. No son enchiladas sacar permisos, regentear fletes, montar carpas,
lonas y mesas, convencer libreros. El
Grafógrafo no es de los que se queda cruzado de brazos esperando un apoyo
institucional. Si el IMAC es hoy en día un cadáver, peor para ellos. Los emprendedores
culturales no se detienen.
Por la
noche, velada en San Marino con el Club de Lectura de Alberto García Zataraín
que se han llevado a los errabundos Juglares del Bordo como compañeros de
viaje.
Hoy
Sabbath de procrastinar compulsivamente sin acabar de reunir la fuerza de
voluntad necesaria para agarrar por los cuernos el toro de un límbico proyecto
largamente aplazado.
Pd- Por si
estaban con la duda, la Feria del Libro Antiguo estará en el Centro hasta el Día de los
Muertos. Cáiganle a hacer travesuras al Callejón del Travieso, que la pepena
libresca nunca se acaba (el espacio en los libreros es lo único que se agota).
Habemus Feria del Libro Antiguo. Cáiganle a
la pepena al Callejón del Travieso.