Difícil encontrar una
pareja tan abismalmente contrastante.
La imagen de los novios
contrastaba hasta lo grotesco. Lo más evidente era la diferencia de edad que
sumaba 42 años: En 1945 Gloria Vanderbilt tenía 20 años y su novio, Leopold
Stokowski, sumaba 62. Ella, además, era más alta que él.
La pareja dispareja
llegó al antiguo Palacio de Gobierno de Mexicali el sábado 21 de abril de 1945
para contraer matrimonio.
La boda se celebró a
las 11:00 de la mañana ante unos pocos invitados, según la nota de The
Shreveport Journal de Louisiana del 24 de abril.
Según la crónica del
periódico, la ceremonia fue oficiada en
español y unos de los invitados fungió como traductor de la pareja, que
presentó sus documentos en regla.
Su noche de bodas la
pasaron en un pequeño hotelito de Calexico.
Gloria era pintora,
diseñadora de modas, la primera gran socialité mediática, heredera desde bebé
de una fortuna multimillonaria y la primera aristócrata estadounidense en usar
pantalón de mezclilla.
Su padre, el magnate, Reginald Claypoole Vanderbilt, murió de
cirrosis cuando ella tenía 18 meses. Su
madre apenas se hizo cargo de ella, pues se la pasaba en viajes y fiestas y la
pequeña creció con nanas. La prensa rosa la bautizó como la “pobre niña rica”.
Increíblemente, pese a
ser solo una veinteañera, el viejo Leopold no era el primer matrimonio de
Gloria. A los 17 años se había casado con Pat DiCicco, representante de actores
hollywoodenses, con quien vivió una tormentosa e inestable relación marcada por
el maltrato y el abuso que terminó en
peleas irreconciliables y divorcio antes de tres años.
Leopold, por su parte,
era uno de los directores de orquesta más célebres del mundo. Nacido en Londres
en 1882, dirigió a algunas de las orquestas filarmónicas más célebres del
mundo.
Lo increíble es que la
pareja no tenía ni siquiera tres semanas de conocerse, según narra la propia
Gloria en su autobiografía.
Decidieron casarse en
Mexicali para no atraer la atención de la prensa. En cualquier caso, lo cierto
es que Gloria, al igual que Rodolfo Valentino en 1922, estaba recién divorciada
y aunque las crónicas no lo consignan, no es descartable que la joven ni siquiera
hubiera cumplido el plazo legal de un año posterior al divorcio para poder
volver a contraer matrimonio ¿Incurrió en bigamia como Valentino? La duda es
razonable.
“Para que te des una
idea de la importancia de Leopold Stokowski, él inspiró a un personaje de la
película de Disney Fantasía. También hay una caricatura muy famosa en donde
sale Bugs Bunny molestando a un cantante de ópera y después de disfraza de él,
con una peluca blanca y empieza a dirigir una orquesta y todo mundo dice,
miren, Leopold Stokowski.
Para no ir más lejos,
Leopold Stokowski inspiró la imagen del personaje del doctor Brown en la
película Back to the Future, narra
Ernesto Esquivel”, quien ha crecido y vivido en el Centro Histórico de Mexicali
y es experto en cine clásico.
Gloria Vanderbilt, por
su parte, inspiró la célebre novela Desayuno en Tiffany´s del escritor
Truman Capote. Fue la primera gran luminaria social de la historia que sedujo a
revistas del corazón, el equivalente a una Paris Hilton antigua pero con mucha
más clase, elegancia y cultura.
Se casaron en un
momento turbulento de la historia mundial, cuando por la guerra había una
terrible escasez de productos en la frontera y una paranoia colectiva que
alucinaba con espías nazis y japoneses en cada improbable rincón de América.
Una semana después de la boda de Gloria y Leopold, Hitler se suicidó.
Gloria y Leopold
duraron una década casados. Se divorciaron en 1955 habiendo procreado dos
hijos: Stanley y Cristopher.
Pero Valentino y Natasha Y Gloria y Leopold no
fueron los únicas celebridades que contrajeron matrimonio en Mexicali.
Una de las mujeres más extraordinarias de su tiempo,
la actriz e inventora austriaca Hedy Lamarr, se casó en segundas nupcias con el
guionista Gene Markey. La boda se
celebró en Mexicali el 5 de marzo de 1939.
El periódico New York Times publicó la noticia del
enlace en una breve nota. Hedy acababa de llegar a América y apenas tuvo tiempo
de conocer a su futuro esposo. Ambos se estaban casando en segunda nupcias.
La fotografía de la boda en Mexicali la muestra con
un abrigo negro de pieles (demasiado grueso para el calor cachanilla) y al
novio con sombrero y pajarita.
Las crónicas periodísticas no dan cuenta de las
razones por las que la pareja optó por casarse en Mexicali.
La vida real de Hedy Lamarr es aún más fascinante y
llena de giros e intrigas que sus propias películas.
Nacida en Viena, Austria el 9 de noviembre de 1914
con el nombre de Hedwig Eva María Kiesler, fue hija de un rico matrimonio
judío. Su padre era un exitoso banquero y su madre una pianista aficionada.
Empezó a estudiar Ingeniería al tiempo que comenzaba una precoz carrera como
actriz de cine en Berlín
Su consagración llegó en el filme checo Éxtasis
de 1933. Ahí hizo historia y escandalizó al mundo por dos hechos: protagonizó
el primer desnudo total en pantalla con una escena en un lago y actuó el primer
orgasmo de la historia del cine comercial, narra el periodista Alfredo Serra en
InfoBae.
Esas escenas sedujeron al fabricante de armas nazi,
Friedrich Mandl, quien se enamoró perdidamente de ella y le pidió matrimonio.
¿Un nazi casado con una judía? La pasión todo lo puede y según Hedy, se casó
para poder proteger a su familia de la persecución anti judía que ya comenzaba
en Austria y Alemania.
En cualquier caso, el matrimonio con el nazi fue un
infierno de tiranía y autoritarismo paranoico que la obligó a dejar su carrera
artística.
Escapó de su tiránico esposo en 1937 luego de
ponerle un somnífero en un té y darse a la fuga con una joven asistente con
quien tenía una relación lésbica.
Llegó a París, luego a Londres y poco después escapó a América.
Ingeniera de formación, Heddy no solo se dedicó a
hacer desnudos en el cine, sino que desarrolló una carrera como inventora
Acompañada por su amigo, el compositor de música George Antheil,
creó a partir de dos tambores perforados y sincronizados (como las viejas
pianolas automáticas), un sistema de salto de hasta 88 frecuencias para
interferir los torpedos alemanes y construir otros teledirigidos por radio e
imposibles de detectar.
La invención fue aceptada y patentada bajo el número 2.292.387 a
nombre de H.K. Markey (Hedwing Kiesler, y Markey por su segundo marido en ese
momento), y George Antheil, narra Alfredo Serra.
Ese segundo marido, H.K. Markey, fue el guinista de Hollywood
que conoció recién llegada a América y con quien contrajo matrimonio en
Mexicali.
Su matrimonio cachanilla duró apenas dos años. Hedy continuó
viviendo en Estados Unidos, se casó seis veces y tuvo un sinfín de relaciones
lésbicas. Fundó su propia productora de cine y siguió experimentando con
inventos. DSB