9 de abril
Llueve y se derrama Apocalipsis como nunca en abril. Es una tormenta diluviana e invernal, propia de nuestros apocalípticos eneros y no de primavera. Llueve sobre Tijuana y Canica duerme lejos de nosotros. Tercera noche fuera de casa, en la morada de una veterinaria con esencia de científica loca, un hada madrina caótica y desbarajustada que sin embargo parece tener el alma fuerte y el espíritu combativo como para pelear por una causa en apariencia perdida y buscarle la cuadratura al círculo, tratándole de salvar la vida nuestra pequeña. Tres noches fuera y como suele ocurrir en esta cuarentena, pierdo la perspectiva del tiempo. Nos jode pensar que Canica duerme en una jaula rodeada por una horda de veinte gatos y otros tantos perros, con una aguja enterrada drenando suero salvador en el interior de su maltrecha perrunidad. ¿Se preguntará acaso por qué carajos la dejamos a su suerte en ese infierno? ¿Quién es esa hada-bruja que la inyecta y entuba sin piedad? En cualquier caso, después del desahucio emitido por la ordinaria y poco luchona doctora anterior, era poco probable que Canica llegara al Viernes Santo pero contra todo pronóstico, esta noche, bajo esta tormenta, estamos peleando por su vida.
Al 2020 le gusta usar el traje de gala del Armagedón y este extemporáneo aferre diluviano contribuye a la sensación de que todo absolutamente está por desbarrancarse. Bebo, sueño y duermeveleo mucho más de lo que escribo. Cuarentena, largos días en casaninfestados de quehaceres chingaquedos, Apocalipsis now total= obra cumbre, novela jarcorera. ¿Inspiración? ¿Catarsis? Purísima madre. Apocalipsis = Agrafía. Cubierto con tapabocas Bartleby cabalga con los cuatro jinetes. Pretextos sobran para no escribir. La lluvia viene en plan de aferre y a estas alturas, ya deberíamos estar pensando en construir el arca al puro estilo de Noe Sten Xhingando. Escucho Clash, las rolitas Dub, Armagedón Time en versión jamaicona (¿Villegas?) El título de la rola es ideal para esta noche. La vibra es de fumadero en Ámsterdam. Que ganitas de un churrumais. Quiero escribir pero me sale espuma, diría el Sainz. Quiero escribir pero se me atraviesa un Apperol. Una novela sobre la cuarentena ¡Qué original, qué bárbaro! Y… ese tu walkman qué moderno!!! Digamos que escribiré la historia cuarentenera de una cuarentona llamada Margot Nevin o Margot Morrisette quien es maestra de periodismo en la Universidad de Oregón y de pronto, inmersa en el tedio insoportable de sus virtuales clases en Zoom decide mandar todo a la reverenda chingada y poner kilometraje de por medio rumbo al Sur, siempre al Sur, por la Transpeninsular hasta la finisterra austral bajacaliforniana al puro estilacho de Fernando Jordán, previa parada en mi Tijuas, Rosatlán y claro, mi vallecito vinero, porque sepan ustedes que yo quiero escribir unan novela cuyo epicentro neurálgico e inexorable territorio narrativo será el terruño donde brotan nuestros más presumibles tanguarnices. En algún momento su historia se cruzará con la de Ximena Xicoira, su borracha amasia Edurne y su fallido Carmenere provocador de crudas asesinas y una zorra (sí, una pobre zorrita gris, vulpes-vulpes, endémica del Valle, crucificada afuera deu hotel boutique burbuja con vista a las estrellas muertas) Un Bajo el Volcán- Se está haciendo tarde-Transpeninsular-Crónica de una muerta anunciada escenificada en los territorios de Francisco Zarco, San José de la Zorra, El Porvenir y la Margot Nevin o Margot Morrisette que será una suerte de lowryana Jan Gabrial-Ivonne, beberá, recordará, se pondrá nostalgiosa y saudadera mientras en el valle vinícola se cocinan conspiraciones y catástrofes. ¿Qué te parece? ¿Te late?