33 vs 435
El Periódico El Norte publicó ayer esta nota en tono alarmante, de evidente preocupación, haciendo notar que la sacrosanta paz regiomontana se ha roto:
Un récord histórico de ejecuciones golpeó a Nuevo León en el 2005, al registrarse 33 de estos crímenes relacionados con la delincuencia organizada.Restaurantes, centros comerciales y hasta las mismas calles de la Ciudad fueron el escenario escogido por la delincuencia organizada para asesinar a sus víctimas, incluso, a plena luz del día.Las 33 ejecuciones del año pasado en el Estado superan ampliamente a las 16 del 2004.La marca máxima pertenecía al 2003, cuando se cometieron 31 asesinatos de este tipo, mientras que en el 2002 fueron 25, en el 2001 se registraron ocho y en el 2000 se reportaron 10.
Ja, ja, ja. El día que en Tijuana publiquemos que en un año hubo 33 ejecuciones, sin duda el Procurador de Justicia, el delegado de la PGR, el secretario de Seguridad Pública y hasta el comandante de la Zona Militar se abrazarán emocionados y con gorritos de fiesta abrirán una champaña para brindar entre globos y serpentinas. 33 ejecuciones en un año en Tijuana sería algo así como un mundo idílico inimaginable, un paraíso al que los ciudadanos ya no aspiramos. 33 ejecuciones en un año en Tijuana serían presumidas como un éxito contundente en el combate a la delincuencia y sin duda el Procurador o el secretario de Seguridad serían considerados serios candidatos a la gubernatura. 33 ejecuciones en Nuevo León. Carajo, es el mejor de los mundos posibles. Nada más para que se den una idea, acá nada más en mi lindo Tijuana (conste que no cuento el resto de Baja California) se despacharon a 435 almas al otro mundo durante el 2005. De ese tamaño estuvo la matazón. Y para como van estos primeros días de enero, nada hace indicar que las cosas vayan a calmarse. Hace un rato, por ejemplo, el empresario Alfredo Cuentas Ochoa propietario de la empresa Luz y Fuerza fue asesinado en el fraccionamiento Hipódromo por un comando que intentó secuestrarlo. Anoche dos agentes de la Municipal fueron rafagueados con metralleta mientras hacían un recorrido de rutina por el Parque Industrial Pacífico y de pilón aparecieron los dos cadáveres encobijados de rigor, los del pan de cada día que tienen su espacio asegurado en las breves policíacas.
Cito las palabras de un lector y ex colaborador de Frontera: Unos dicen que son los medios de comunicación que exageran la nota roja. Unos dicen que Tijuana sí es una ciudad insegura. Yo creo que ambos tienen la razón.
Un añejo debate el planteado por Bruno. Algunos lectores, generalmente los de clase acomodada, nos lo han señalado ¿Debemos los medios publicar notas rojas? ¿Es sano para la ciudad? ¿Es nuestro papel reflejar crímenes? La respuesta es simple: Los medios debemos publicar lo que pasa en nuestra ciudad y resulta que en nuestra ciudad matan gratis. ¿Exageración? 435 muertos, son 435 muertos. Ni uno de más, ni uno de menos. Nada más absolutamente cierto y comprobable que un cadáver. Les juro que ninguno se nos ha ido corriendo para reducir la estadística y hacernos quedar mal. Ahora, ya depende del lector si quiere o no quiere enterarse de la matazón. ¿Leer o no leer? ¿Enterarse o no enterarse? Que Hamlet decida. Ojos que no ven... ¿corazón? Ahí se las dejo de tarea. Is your choice. Nosotros a nuestra chamba. A escribir notas. De cualquier manera, enterados o no enterados, las balas seguirán en barata. En los últimos tres años, ha habido más de mil asesinatos en Tijuana. Nomás por casualidad pregúntense ¿Cuántos ha habido en Irak? Lo bueno que no estamos en guerra aquí en BC. En fin, en esta linda ciudad habitamos señores. Este aire respiramos. The happiest place on Earth. Tijuana makes me happy, happy de leer que nomás en nuestras calles te encuentras a un motociclista que pasea por el Centro una mañana con un cadáver abrazado a su espalda. Romántico paseo. Cool rider. Bailemos mientras podamos, que por lo que a mí respecta he sido feliz en Tijuanita y hasta donde tengo entendido, todavía no me han matado.
Dice por ahí una colega columnista: Recordará usted que se dice (¿o decía antes del cambio climático?) que los primeros 12 días de enero determinaban o dejaban ver cómo estaría el clima durante todo el año.
Pues con nuestros vientos santanazos a la orden del día soplando como el aliento de un dragón furioso y la impenetrable neblina como todo poderosa princesa de Playas de Tijuana, podemos hacernos una idea de lo que nos espera en este 2006.
El Periódico El Norte publicó ayer esta nota en tono alarmante, de evidente preocupación, haciendo notar que la sacrosanta paz regiomontana se ha roto:
Un récord histórico de ejecuciones golpeó a Nuevo León en el 2005, al registrarse 33 de estos crímenes relacionados con la delincuencia organizada.Restaurantes, centros comerciales y hasta las mismas calles de la Ciudad fueron el escenario escogido por la delincuencia organizada para asesinar a sus víctimas, incluso, a plena luz del día.Las 33 ejecuciones del año pasado en el Estado superan ampliamente a las 16 del 2004.La marca máxima pertenecía al 2003, cuando se cometieron 31 asesinatos de este tipo, mientras que en el 2002 fueron 25, en el 2001 se registraron ocho y en el 2000 se reportaron 10.
Ja, ja, ja. El día que en Tijuana publiquemos que en un año hubo 33 ejecuciones, sin duda el Procurador de Justicia, el delegado de la PGR, el secretario de Seguridad Pública y hasta el comandante de la Zona Militar se abrazarán emocionados y con gorritos de fiesta abrirán una champaña para brindar entre globos y serpentinas. 33 ejecuciones en un año en Tijuana sería algo así como un mundo idílico inimaginable, un paraíso al que los ciudadanos ya no aspiramos. 33 ejecuciones en un año en Tijuana serían presumidas como un éxito contundente en el combate a la delincuencia y sin duda el Procurador o el secretario de Seguridad serían considerados serios candidatos a la gubernatura. 33 ejecuciones en Nuevo León. Carajo, es el mejor de los mundos posibles. Nada más para que se den una idea, acá nada más en mi lindo Tijuana (conste que no cuento el resto de Baja California) se despacharon a 435 almas al otro mundo durante el 2005. De ese tamaño estuvo la matazón. Y para como van estos primeros días de enero, nada hace indicar que las cosas vayan a calmarse. Hace un rato, por ejemplo, el empresario Alfredo Cuentas Ochoa propietario de la empresa Luz y Fuerza fue asesinado en el fraccionamiento Hipódromo por un comando que intentó secuestrarlo. Anoche dos agentes de la Municipal fueron rafagueados con metralleta mientras hacían un recorrido de rutina por el Parque Industrial Pacífico y de pilón aparecieron los dos cadáveres encobijados de rigor, los del pan de cada día que tienen su espacio asegurado en las breves policíacas.
Cito las palabras de un lector y ex colaborador de Frontera: Unos dicen que son los medios de comunicación que exageran la nota roja. Unos dicen que Tijuana sí es una ciudad insegura. Yo creo que ambos tienen la razón.
Un añejo debate el planteado por Bruno. Algunos lectores, generalmente los de clase acomodada, nos lo han señalado ¿Debemos los medios publicar notas rojas? ¿Es sano para la ciudad? ¿Es nuestro papel reflejar crímenes? La respuesta es simple: Los medios debemos publicar lo que pasa en nuestra ciudad y resulta que en nuestra ciudad matan gratis. ¿Exageración? 435 muertos, son 435 muertos. Ni uno de más, ni uno de menos. Nada más absolutamente cierto y comprobable que un cadáver. Les juro que ninguno se nos ha ido corriendo para reducir la estadística y hacernos quedar mal. Ahora, ya depende del lector si quiere o no quiere enterarse de la matazón. ¿Leer o no leer? ¿Enterarse o no enterarse? Que Hamlet decida. Ojos que no ven... ¿corazón? Ahí se las dejo de tarea. Is your choice. Nosotros a nuestra chamba. A escribir notas. De cualquier manera, enterados o no enterados, las balas seguirán en barata. En los últimos tres años, ha habido más de mil asesinatos en Tijuana. Nomás por casualidad pregúntense ¿Cuántos ha habido en Irak? Lo bueno que no estamos en guerra aquí en BC. En fin, en esta linda ciudad habitamos señores. Este aire respiramos. The happiest place on Earth. Tijuana makes me happy, happy de leer que nomás en nuestras calles te encuentras a un motociclista que pasea por el Centro una mañana con un cadáver abrazado a su espalda. Romántico paseo. Cool rider. Bailemos mientras podamos, que por lo que a mí respecta he sido feliz en Tijuanita y hasta donde tengo entendido, todavía no me han matado.
Dice por ahí una colega columnista: Recordará usted que se dice (¿o decía antes del cambio climático?) que los primeros 12 días de enero determinaban o dejaban ver cómo estaría el clima durante todo el año.
Pues con nuestros vientos santanazos a la orden del día soplando como el aliento de un dragón furioso y la impenetrable neblina como todo poderosa princesa de Playas de Tijuana, podemos hacernos una idea de lo que nos espera en este 2006.