Eterno Retorno

Friday, November 11, 2022

himnos de orgullo metalero

 

A ver raza: corríjanme si exagero

No sé si exista otro género musical en el mundo con tantísimos himnos de autoafirmación y autoalabanza como el Heavy Metal. De pronto me puse a pensar en cuántas  y cuántas rolas se han compuesto sobre sobre lo chingón que se siente ser metalero, el gran orgullo que sentimos de serlo y la absoluta convicción de que el Metal es para siempre y que  escucharás esta música hasta el último canijo día de tu vida. Vaya, corríjanme si me equivoco y por favor manifiéstense los seguidores de otros géneros, pero ignoro si el mundo del hip hop se han compuesto muchas rolas sobre lo chingón que resulta rapear o versear o si los fans de la música electrónica han compuesto himnos donde proclaman que irán a raves hasta el último día de su vida o si hay reguetoneros afirmando que el perreo es una filosofía de vida o hipsters indies que reivindiquen el orgásmico placer  de tomarse fotos para el Instagram en sus coachellas. Si las hay no las he escuchado.

Así nomás de primera intención, aquí va una lista de himnos de orgullo metalero. Agregue usted los muchos que sin duda se me están pasando.

Die for Metal y Warriors of the World de Manowar

Living for Metal y Metal is Forever de Primal Fear

Denim and Leather y Heavy Metal Thunder de Saxon

We Rock de DIO

Heavy Metal is the Law y Still we go de Helloween

To the Metal de Gamma Ray

In Union we Stand de Overkill

Ram it Down y Metal Meltdown  de Judas Priest

Atrapado en el Metal e Hijos del Metal de Luzbel

Unidos por el Rock y Rocker de Ángeles del Infierno

Evitando el ablande y Ayer deseo hoy realidad  de Hermética

Vuelvo al barrio y Mis amigos de Tren Loco

Metal Crue y Metal Ripper de Sabaton

Metal never die  de UDO

Bang your Head (Metal Health) de Quiet Riot

Metal Militia y Whiplash de Metallica

Metal Comand y Bonded by Blood de Exodus

Black Metal de Venom

Goddamn Electric de Pantera

Bring Heavy Rock to the Land de Jorn

Unholly Black Metal de Dark Throne

Power Thrashing Death de Whiplash

Death Metal Victory de Unleashed

 

Y las que me faltan todavía…


Thursday, November 10, 2022

Ese descomunal limbo literario existe y me emociona


 

Lo que un buen lector conoce en una vida es apenas la puntita de un iceberg infinito. Sé de la existencia alabadísimos genios a los que a la fecha nunca he leído. Vaya, sé que existe La broma infinita de Foster Wallace o El hombre sin atributos de Robert Musil y sin embargo debo confesar que jamás les he metido diente y es muy posible que me muera sin leerlos. Hay decenas de premios Nobel de los que no he leído un miserable párrafo.

 

Hay obras reconocidas y premiadas que jamás leeré porque no me alcanzará la vida, pero también hay un universo infinito de obras geniales cuyo nombre jamás conoceremos. Lo que trascendió, sobrevivió y alcanzó la parcial inmortalidad del canon es apenas un retazo.

 

No sabemos si Homero fue un personaje real o mitológico o si acaso fueron muchas personas, pero sabemos que existen La Ilíada y La Odisea y forman parte del patrimonio cultural de la humanidad. Tal vez un filólogo o un historiador me exigiría pruebas, pero por pura ley de probabilidad y sentido común, puedo asegurar que hay muchas Ilíadas y muchas Odiseas que se perdieron para siempre y nunca nos fue dado conocer. La enciclopedia universal de la literatura nonata está infestada de libros de los que no quedó vestigio alguno, consumidos por la polilla o por el fuego en la Biblioteca de Alejandría o Bagdad. También debe haber habido otros Dantes en la Florencia del Siglo XIII y otros Shakespeares en la Inglaterra isabelina de los que no queda polvo en el viento.

 Pero tampoco tenemos que irnos a antigüedades milenarias o centenarias. En este momento se está escribiendo una novela o un cuento alucinante que nunca conoceré y cuya creadora o creador jamás trascenderá. Lo pienso mientras veo los engargolados de mi biblioteca Brautigan, los manuscritos no premiados en concursos donde he fungido como juez  que solo unos cuantos amigos o familiares del autor leerán. Es triste y fascinante a la vez. Ese descomunal limbo literario existe y me emociona. Un océano en tormenta navegado por mil y un barcos de papel tripulados por una veladora siempre a punto de extinguirse. Y sin embargo, frente al diluvio y las olas siempre hay una débil llama capaz de mantenerse encendida. A veces esas moribundas llamas iluminan caminos de vida.   

Sunday, November 06, 2022

SABATON

 


Hay quien piensa que los metaleros vivimos en el pasado, aferrados al recuerdo y a la nostalgia de bandas que tuvieron sus días de gloria en los años 70 u 80. Cierto, los monstruos sagrados que integran mi pandemonio personal son Iron Maiden, Black Sabbath, Motörhead, Judas Priest, AC/DC, DIO, Deep Purple, Slayer, Mercyful Fate-King Diamond, Helloween, Venom, Manowar, Therion, Accept, Pantera, Kreator, bandas que sin duda escucharé hasta el último canijo día de mi vida. Sin embargo, ello no significa que yo no escuche las extraordinarias nuevas propuestas de jóvenes metaleros que surgen todos los años. Me puse a pensar entonces cuál de todas las bandas surgidas en el Siglo XXI podría colocar en el altar sagrado donde están Maiden, Judas y Motörhead y la respuesta la tengo clarísima: SABATON. Surgidos en Falun, Suecia, Sabaton tiene la particularidad de que todas sus canciones hablan de la guerra. Cada rolita trata sobre alguna batalla o pasaje bélico específico con notoria preferencia por la Segunda Guerra Mundial, aunque también con no pocas referencias a la Primera Guerra e incluso a conflictos bélicos más recientes como las Malvinas, la Tormenta del Desierto y Vietnam o también más antiguos, como las guerras del Imperio Sueco contra la Rusia zarista en el Siglo XVII. Tienen un disco temático llamado Carolus Rex dedicado al rey sueco Carlos Adolfo XII y otro (tal vez mi favorito) llamado The Art or War en donde cada canción viene antecedida por citas de El Arte de la Guerra de Sun Tzu. Tal vez su canción más conocida es Primo Victoria, que habla del desembarco en Normandía; 40 to 1, que habla sobre la heroica resistencia polaca frente a la invasión nazi del 39; Aces in Exile, dedicado a los pilotos extranjeros de la Segunda Guerra Mundial; Panzerkampf, sobre la invasión nazi a la Unión Soviética; Attero Dominatus, sobre la destrucción de Berlín a manos del Ejército Rojo en 1945; White Death, sobre el letal francotirador finlandés Simo Hayha o Back in Control, sobre las Malvnas. Las poquísimas canciones suyas que no hablan sobre guerra, hablan sobre el gozo y el deleite de ser metalero (Metal Machine y Metal Crue). He tenido la fortuna de verlos en vivo un par de veces. La primera en House of Blues de San Diego como abridores de Accept y la segunda como estelares en el Circo Volador de CDMX. Sus conciertos son un ritual de energía extrema. Si te quieres dar ánimos e infundirte valor y coraje para salir a enfrentar el despiadado campo de batalla de la vida cotidiana, mi sabia recomendación es escuchar Sabaton cada mañana y llevarlos reventando las bocinas mientras recorres las catastróficas calles tijuanenses. Tan potente y necesario como iniciar la jornada con el más negro café cargado para escribir y terminarla con el más maltoso whiskocho para leer.