Eterno Retorno

Thursday, June 13, 2013

El dios electorero de Margarita Arellanes. Por Daniel Salinas Basave

A petición del público, le voy a entrar al tema: Margarita Arellanes posiblemente ignora (pues tiene cara de fresa pazguata que no abre un libro en su vida y además la pobre se confiesa rayada, así que mucho no podemos esperar) que la ciudad que gobierna y cuyas llaves entregó al dios de los cristianos, fue fundada por judíos conversos portugueses. Luis Carvajal y de la Cueva, el primer adelantado que recibió la encomienda de colonizar las doscientas leguas que conformaban el Nuevo Reino de León, fue el primer fundador de un asentamiento junto a los Ojos de Agua de Santa Lucía al pie del Cerro de las Silla al que llamó San Luis (en honor al Rey de Francia) Estamos hablando de 1580, 16 años antes de la fundación oficial a cargo de Diego de Montemayor. Todas las familias que acompañaban a Carvajal, eran judíos conversos (denominados en aquel entonces marranos). Según los guardianes de la fe, estas familias de judíos conversos seguían practicando la religión de Moisés en los nuevos territorios colonizados. El proceso que la Inquisición abrió contra la familia Carvajal, es uno de los más comentados autos de fe en la historia de este maligno tribunal. Les recomiendo mucho leer el Libro Rojo de Manuel Payno y Vicente Riva Palacio en donde podemos sumergirnos en el proceso, que es narrado a detalle, con sus respectivos interrogatorios y sesiones de tortura. El primer fundador de Monterrey murió torturado en las mazmorras de la Inquisición en 1595. Sus hijos Mariana Carvajal y Luis Carvajal El Mozo también fueron procesados por el Santo Oficio. La semilla fundacional de Monterrey, es una persecución religiosa. El primer gran drama regio de la historia es un asunto de intolerancia contra aquel que ha decidido depositar los miedos derivados de su insuficiencia ontológica en un ser imaginario de nombre diferente al permitido. Monterrey nació de la diversidad y se forjó en la cultura del esfuerzo y el ahorro. España perdió muchísimo con el éxodo sefardita y moro ordenado por los reyes católicos. De haber sido un edén de la diversidad religiosa en los tiempos del Al Ándalus, con toda la riqueza cultural en que suele derivar lo diverso, acabó transformada en la oscura mazmorra mojigata de Felipe II. No confundan mi postura. Yo soy ateo y no creo en deidad alguna. Tan asquerosa me parece la Inquisición, el Opus Dei, los legionarios y los verdugos que condenan a morir mujeres en embarazos de alto riesgo, como asqueroso me parece el fundamentalismo musulmán que cada vez ejecuta a más personas por blasfemia (en Siria acaban de ejecutar a un joven de quince años por dudar de Alá) como asqueroso me parece el sionismo intolerante de la ultraderecha en Israel. Por desgracia no avanzamos hacia la tolerancia religiosa. Retrocedemos. Ignoro si Margarita Arellanes se haya convertido al cristianismo evangélico. Siendo regia y siendo fresa, todo me hace pensar que es de origen católico. ¿Por qué se prestó entonces a encabezar un ceremonial protestante? Porque el cristianismo evangélico es un botín electoral apetecible para cualquier político. Los merolicos bíblicos se reproducen como una epidemia por todo México. Los hay por miles. ¿Por qué creen que los políticos buscan alianzas con el Partido Encuentro Social? Porque los cristianos evangélicos son ideales a la hora de presupuestar votos. Los puedes contar en paquete. Si tienes al pastor, tienes a toda la congregación en masa y eso es miel para cualquier político. La estructura psicológica del cristiano evangélico no es dudar o cuestionar (ellos no tienen un Santo Tomás o un San Agustín) La filosofía no es ni ha sido nunca su fuerte. Ellos ven muy mal a quienes como yo, dudamos de todo y de todos. No llegan a definiciones basados en mayéutica socrática, sino en repeticiones de peroratas bíblicas. El cristiano evangélico obedece ciegamente a su pastor y si su pastor apoya a tal o cual candidato, el lorito repetidor de la Biblia lo apoyará también (acá en Baja California los evangélicos apoyan a Castro Trenti y por el tonito predicador que han tomado sus discursos, tampoco me extrañaría que el Diablo entregara las llaves de Tijuana a Jesucristo) Lo peor del caso es que ni siquiera creo que la entrega de Margarita haya sido honesta o espontánea. Si esta regia fresa tiene aspiraciones políticas para el 2015, sin duda sus asesores quieren ir presupuestando en su cuenta electorera el voto evangélico. Así de sencillo. Por lo demás, yo veo con horror cómo la razón pierde terreno ante el fanatismo y aunque siempre me pongo en el paredón para recibir una lluvia de improperios e insultos cuando lo digo, yo sigo sosteniendo y sostendré que solamente un mundo sin dios puede aspirar a ser un mundo auténticamente libre. DSB