Eterno Retorno

Wednesday, April 09, 2008

Al la mitad del camino de nuestra vida,
en una selva oscura me encontraba,
porque mi ruta había extraviado.

Mucho se ha debatido sobre el primer verso de la Divina Comedia. ¿Cuál es la mitad del camino de nuestra vida? En alguna edición comentada leí que Dante se refiere a los 35 años de edad como la mitad del camino, tomando en cuenta los 70 años como un periodo promedio de vida, a mi juicio demasiado alto para los siglos XIII y XIV en que vivió el poeta florentino.
En cualquier caso, cada vez medito más sobre este concepto. La mitad del camino de nuestra vida. En toda vida humana hay un día específico que representa exactamente la mitad del camino. Un día que, obvia decirlo, pasa inadvertido, pero representa exactamente el punto medio. En ese momento preciso estás a la misma distancia del día de tu nacimiento que del día de tu Muerte. A partir de ese momento, la cuenta regresiva comienza. El día de tu nacimiento está cada vez más lejos y el día de tu Muerte se acerca, aunque finjas ignorarlo, aunque vivas como si tu Muerte no fuera a tocar nunca tu hombro, el río de tu vida corre y desemboca fatalmente en el abismo. Acaso ese día de la mitad esté por llegar o acaso haya pasado hace mucho y el día del final esté a la vuelta de la esquina. En mi caso, siempre tiendo a pensar que la mitad del camino de mi vida ya ha pasado hace tiempo.

Playa incógnita, desapercibida, absolutamente improbable. Está ahí para ser vista desde lejos (y la contemplación la venden a precio de oro molido) pero no para ser recorrida. Véase pero no se toque es la orden de los promotores inmobiliarios. El Pacífico, al final de cuentas, cumple la función de un cuadro paisajista. Cuántos de mis vecinos han tocado la arena? Hay alguno que haya sentido el agua helada? Fui a caminar por la playa una tarde de noviembre, para colmo un miércoles en afán de honrar la absoluta desolación. Los surfos de siempre, uno que otro jubilado en sus sillas reclinables…y yo