Eterno Retorno

Thursday, October 01, 2020

Samurái en la FIL NYC

 La última vez que anduve pateando calle en Nueva York fue también en el umbral entre el verano y el otoño, en el mítico septiembre de 2001, cuando fui enviado por Frontera a cubrir las secuelas de los atentados terroristas y pasé casi un mes reporteando desde la convulsa Zona Cero. En noviembre de 2004, un contratiempo aéreo nos llevó a Carol y a mí a pasar una noche y medio día en un hotel de Queens en las cercanías del aeropuerto JFK, pero no hubo tiempo de rolar por las calles de la Manzana. Desde entonces no hemos vuelto, pero mañana por la mañana El Samurái de la Graflex desayunará por esos rumbos. A las 9:00 am (7:00 de TJ) estaré leyendo a la distancia un pasaje de las andanzas de Kingo Nonaka en la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Nueva York. Gracias al Fondo de Cultura y a mi colega Rosalía Reyes por seleccionar al Samurái para la antología virtual neoyorkina. Mañana tomará cafecito con sake en Central Park. Por allá nos encontramos.


Sunday, September 27, 2020

Tanto va el cántaro al agua…


 

Fantasmas en fuga

 Cómo fundirse en la esencia del otoño entrante? Yendo a atrapar el alma de su primer amanecer. Cazador de albas soy, compulsivo pepenador del rayo fundacional. Nunca te narra el entorno tantas historias como cuando el engranaje vuelve a girar. El infinito misterio de un mundo se reinventa en la terquedad de ola rompiente, en la intuición de los fantasmas en fuga, en un cuento nonato que se fundirá como las ultimas sombras en el horizonte.





El Bermejo y su roja bandea

 La roja bandera siempre ondeando me habla de la furia de estas olas en donde el Pacífico y el Mar Bermejo consuman la eternidad de su abrazo. Estas aguas tienen esencia de mausoleo y te estrechan mientras narran historias de leviatanes y naufragios, de amazonas y filibusteros. Brota del lado calmo el colorado sol de septiembre y la luz otoñal se va fundiendo en la espalda peninsular mientras la marea dibuja trenzas de arena en Finisterra. Uno emprende la fuga al amanecer para hablarse de tú con algo que se parece mucho a lo sagrado, para reparar en el misterio indescifrable de un nuevo día y recordar que el motor de toda creación es saberte un perfecto extraño.