Eterno Retorno

Saturday, June 01, 2024

RÍO

 


Salidas en falso

 

Náufragos del Cíbola

Falsas crónicas del Río Colorado

 

Es un libro conformado por once relatos o falsas crónicas que corren a través de un cauce que nace en las heladas montañas y desciende hasta el más ardiente desierto. En esta historia el personaje principal es el Río Colorado.

En los relatos abordaré en principio los mitos y leyendas creados en torno al río por las culturas nativas que habitaron en sus orillas como chemehueyi, mohavi, hopi,  navajo, kiliwa y cucapá. Después narraré la historia de las expediciones de Francisco de Ulloa, primer europeo en llegar a la desembocadura del Río Colorado y Hernando de Alarcón, el primero en navegarlo  en su afán de encontrar el Reino de Cíbola y las Siete Ciudades de Oro, en cuya búsqueda desapareció sin dejar rastro.

Una parte importante del libro serán los relatos en torno a la fundación de Mexicali y los personajes que habitaron el naciente villorrio en los primeros años del Siglo XX en torno al mítico Casino El Tecolote y el barrio de La Chinesca.

La obra concluye, a manera de epílogo, con un relato distópico en torno a la gran crisis hídrica del Río Colorado y el escenario apocalíptico que traería el agotamiento de su cauce

El Río Colorado es la fuente de vida de Baja California. El agua que consumimos proviene de ahí.  El nacimiento de Mexicali y el auge de su Valle no sería concebible sin la existencia de este Río. Más allá de los estudios científicos que sobre él existen, creo que no se ha escrito todavía una obra literaria que tenga como personaje principal al Río y destaque su trascendencia cultural y su carácter mítico como dador de vida y sustento para diferentes pueblos además de su papel  en el equilibrio ambiental de una enorme región.

 

Compartir y difundir la historia del Río Colorado, su realidad actual y su futuro posible utilizando los recursos de la escritura creativa creando un híbrido entre crónica y ficción.

Wednesday, May 29, 2024

Pepenador de libros soviéticos

 


Tal vez la Unión Soviética fracasó política y administrativamente, pero eso sí: que chulos libros editaban. Dentro de mi magro carrito de compras de la Feria TJ 2024, este ejemplar fue la joya: Así se templó el acero de Nikolái Ostrovski, el gran clásico del realismo socialista, publicado en 1932.

Conseguí esta edición moscovita de dos tomos por 250 pesitos. Ganga absoluta.  Me cuesta trabajo creerlo, pero sus 36 y medio millones de ejemplares lo convierten en el libro más vendido en lengua rusa, superando por unos 400 mil a Guerra y Paz de Tolstói. Vaya, me es difícil creer que esté por encima de Ana Karenina, Doctor Zhivago, Crimen y Castigo o La Madre, pero tal vez influyó en que por motivos propagandísticos se distribuyó masivamente durante el stalinismo. Nacido en Ucrania en 1904,  Nikolái Ostrovski fue un bolchevique que vivió apenas 32 años. Estaba enfermo de esclerosis múltiple y fue dos veces herido durante la guerra civil rusa, pero tenía una voluntad encabronada y no se achicopalaba ante la adversidad.

Padezco una confesa debilidad por los libros soviéticos. Están editados con toda la mano. Papel fino, pastas duras, bellas ilustraciones. La Unión Soviética ponía empeño y cuidado en traducir sus libros y distribuirlos por el mundo entero. No es que albergue una multitud de ejemplares en mi biblioteca, pero los que tengo son todos muy bellos. El primero fue un volumen ilustrado llamado Cuentos de la historia rusa que me regaló mi mamá en la infancia. Eran relatos rusos que iban desde la época de Pedro el Grande a la Segunda Guerra Mundial y la era bolchevique. Después he logrado pepenar lindas ediciones soviéticas de cuentos de Chéjov y Gógol.

Además, como sucede con los libros antiguos, la magia empieza por las marcas y señuelos de sus antiguos dueños, empezando por la dedicatoria: “Para el caro amigo, doctor Jesús González Posada: con expresivo afecto, con ardiente simpatía…Guillermo Padilla. Septiembre de 1957”. Esta es la magia que jamás me proporcionará un libro electrónico. Imagínense: hace 67 años alguien regaló el libro que tengo ahora en mis manos. ¿Qué habrá sido de Jesús González y Guillermo Padilla? Si en 1957 Jesús ya era doctor, deduzco entonces que eran adultos y si el regalo era precisamente ese libro, es porque tenían filias socialistas. ¿Qué habrá sido de ellos? Asumo que ya murieron. ¿Cómo llegó ese libro a una mesa de remate en Tijuana? Lo ignoro, pero les juro que hay una dosis de embrujo en el acto de abrirlo y releerlo. Este tipo de  canijos placeres trae consigo la indomable pepena libresca.



 

 

Tuesday, May 28, 2024

Cristian Death

 


 

 

Hace doce años me presentaron a un creativo e inquieto joven ensenadense llamado Cristian Vázquez. El chico no tenía entonces más de 19 años y todo él era un huracán de proyectos e iniciativas. Le gustaba muchísimo la literatura y ese fue nuestro vínculo, pues era un apasionado promotor de la lectura desde la temprana adolescencia. Cristian había fundado un grupo llamado Pluma Joven y con mucho más entusiasmo que presupuesto, organizaba exitosamente el Libro Fest en Ensenada. Me invitó a participar en la edición de 2013 y recuerdo la grata sorpresa que fue encontrar a decenas de adolescentes hurgando entre libros antiguos e interactuando con interesantes preguntas durante mi charla, que según recuerdo fue una presentación de Réquiem por Gutenberg. Impartí talleres con su grupo al menos en un par de ocasiones más y también me invitó a fungir como jurado en un certamen de ensayo joven que organizó. Después en 2015 me invitó a dar una conferencia en su evento Elige, donde también participaron Luis Felipe Lomelí y Balam Rodrigo. Sin ganar dinero por ello y sin pertenecer a ninguna institución, Cristian resultó ser un promotor cultural mucho más eficiente y activo que muchos funcionarios del aparato cultural oficial.

Después a Cristian le dio por el activismo político. Contra todo pronóstico, logró convertirse en el primer regidor independiente de la historia del Ayuntamiento de Ensenada. Se volvió un activista cada vez más combativo. Lo dejé de ver hace años, pero solíamos platicar cada cierto tiempo por redes sociales, siempre de literatura y nunca de política. Reviso mi Messenger y reparo en que la última vez que me escribió fue en marzo de 2022 para preguntarme si tenía ejemplares del Whisky malo.

Este mediodía mi amigo Gerardo Ortega me dio la tristísima noticia: Cristian Vázquez fue acribillado mientras hacía ejercicio en un parque de Tecate. Al menos siete balazos dispararon los asesinos. Su prematura partida realmente me pone triste. No me pregunten hipótesis o conjeturas sobre el móvil del crimen. No tengo idea. De política jamás hablamos y hasta hoy me vengo a enterar que trabajaba con el alcalde de Tecate. A mí el tema político me vale madre.

Lo único que sé es que Cristian, al igual que yo, amaba los libros, pero él además tenía el don de saber contagiar el amor por la lectura y fue el responsable de inducir a cientos de jóvenes a navegar por la vida a bordo de barcos de papel y tinta.

En uno de esos barcos te has ido navegando colega y mi única certidumbre es que allá donde andes vas a esperarnos con los libros abiertos.

Sunday, May 26, 2024

FERIAOS TJ

 


Hace 25 años acudí a mi primera Feria del Libro de Tijuana. Era mayo de 1999 y yo acababa de llegar a vivir a la ciudad. En aquel entonces se celebraba en nuestro feísimo Palacio Municipal. El primer libro que compré en nuestra feria, lo recuerdo muy bien, fue Un asesino solitario de Élmer Mendoza que acababa de salir del horno. Desde entonces no me he perdido ninguna. Participé por primera vez como presentador en la edición de 2005 en la calle Revolución, cuando mis amigos de la Ciruela Eléctrica me invitaron a una mesa sobre rock y cultura y de ahí pal real. He perdido la cuenta del número de actividades y presentaciones en las que he participado desde entonces. La única constante es que siempre me la he pasado muy bien. Hoy concluye nuestra Feria número 39. No sé ustedes qué piensen colegas, pero justo es señalar que al menos por diseño, logística y distribución de espacio ha mejorado muchísimo y es sin duda la más cuidada que se recuerda. Vaya, como que ahora sí le echaron creatividad, cariño y amabilidad al montaje de los puestos y los espacios públicos. Por primera vez hay un recinto ferial, espacios suficientes y confortables para la convivencia, un restaurante bar acogedor y un diseño uniforme en los letreros y espacios de los stands. Habrá quien cuestione el programa o la oferta editorial, pero por lo que respecta al diseño del evento es el que les ha quedado más bonito. Me sorprendió el puesto de Cita a ciegas con un libro que siempre estaba a reventar. Bendita creatividad. Ese es el único futuro posible. Hoy es el último día y nos toca dar el cerrojazo presentando Postales del Confinamiento del gran Ale Meter a las 4:00. Allá nos vemos.

Pd- Las fotos en claroscuro son de mi amigo Emiliano López Guadarrama.