Eterno Retorno

Thursday, November 07, 2024

No sleep til Cholula


 

Vine a Cholula porque me dijeron que en la Universidad de las Américas habían leído El Samurái de la Graflex y bueno, todo hace indicar que sí lo leyeron y además, por los comentarios que me hicieron, tengo la ligera impresión de que les gustó. El Samu fue elegido como lectura del semestre en la UDLAP, me invitaron a compartir la historia de viva voz y el resultado fue simplemente chingón. Al auditorio de la Universidad le caben 700 personas y yo no vi un asiento vacío. Mi gratitud con Martín, con Yvonne, con Luis Miguel e Israel por tan cálida bienvenida. Este viaje relámpago a Puebla parecía imposible en este momento y sonaba a utopía. Les aseguro colegas que hacía muchísimos años que no estaba tan ocupado y estresado como lo he estado en los últimos dos meses desde que volvimos de Japón. Sin embargo me subí al avión y el resultado fue uno de los mejores eventos de los que tengo memoria. Hay días que conectas y hoy simplemente conecté. El sello rojo japonés hizo su debut y fue colocado sobre unos 150 libros. Justo cuando más metido tengo en la cabeza que la literatura es arado marino e iglú en el desierto, cuando pienso que es una estupidez y que es mejor bajarme ya de este barco, de pronto tengo una tarde como esta y el mensaje es claro: no te bajes. Hay cosecha en el arado marino.

Wednesday, November 06, 2024

I,m so Bored with the USA

 



Debe ser que estoy desbordado de chamba con mil y pendientes por resolver, que ayer fue un día bastante pesado retornando de Puebla, que tengo demasiadas cosas urgentes ocupando mi cabeza o que simplemente he perdido mi capacidad de sorpresa, pero ayer por largos lapsos del día olvidé por completo que el vecinito se estaba jugando el culo en las urnas. Inmerso en un zoom laboral nocturno, de repente medio me acordaba de echarle una desinteresada ojeada al conteo de votos y al mapa del patio vecino pintándose predecible e irremediablemente de rojo.

Hace ocho años, el 8 de noviembre de 2016, también tuve un día muy pesado. Retornábamos de Los Ángeles en donde habíamos participado en la gira del Itinerarte por varias universidades californianas. Ese día por la noche recibí en el Cecut los primeros ejemplares impresos de mi libro El Lobo en su Hora. También fue un día agotador (aunque aquel era un agotamiento bonito que retribuía emocionalmente), pero aún con mil cosas en la cabeza, el destino electoral del vecino ocupaba mis pensamientos. Me mantuve despierto hasta la madrugada y viví el triunfo de Trump como la más oscura y pestilente de las tragedias. Mi estado de ánimo realmente se fue al piso.

Ocho años después lo único que me nace decir es: QUÉ HUEVA. Estados Unidos me da una profunda hueva. Cada vez más. I´m so bored with the USA, canta The Clash y yo le hago coro. El vecinito me aburre. Me aburre su cultura, me aburre su política, me aburre su fanatismo, me aburre su conspiranoia, me aburre su mojigatería cristianoide, me aburren sus espectáculos, me han aburrido siempre sus deportes. La basura humana que han vuelto a elegir como presidente los refleja de cuerpo entero como país. No le den más vueltas al asunto, eso es lo que son, eso es lo que les gusta. ¿Mierda es lo que querías? Mierda es lo que tienes. Atáscate de ella. Y no, tampoco es que me encantara Kamala. Su rollito woke también es patético, pero en cualquier caso es preferible a un asco total como Trump

Esto lo escribí hace ocho años:

“Hoy sólo acierto a pensar que la democracia, como el libre albedrío, contempla el suicidio entre sus posibilidades. El ser humano siempre podrá consumar una democrática ceremonia de autodestrucción y la de este 8 de noviembre en los Estados Unidos es la más cruel que hemos vivido el mundo moderno. Alumnos reprobados por esa maestra de la vida llamada Historia, hoy nuestros vecinos se han arrojado voluntariamente a un pozo de inmundicia que nos ahogará a todos. He vuelto a pellizcarme y no, no es una pesadilla”.

Ocho años después pienso lo mismo pero sin el punch de la rabia. Por herencia queda la nihilista calma de quien se ha resignado a la pestilencia. Bed Time for Democracy mandó decir Dead Kennedys hace 40 años, pero ni en su peor pesadilla vieron lo que se venía.  La democracia liberal es una suicida consumada y parece tener prisa por cortarse las venas en el mundo entero. We are the Angry Mob canta Kaiser Chiefs en lo que parece ser el soundtrack perfecto para el vecino. Manda la turba cacareante, la turba enloquecida, la turba más-turbante.

Fuck the Zeitgeist.

Como colofón de la catástrofe política han irrumpido los Vientos de Santa Ana. El aliento de brujas con su dotación de incendios y perros atropellados. Ya solo falta que se nos vaya luz en el sentido literal del término. En el sentido metafórico hace mucho que se fue.