Nunca antes como esta noche, había deseado tanto tener un Dios a quien rezarle. Que humana y egoista reacción la mía. Impotente y desarmado, sólo pienso en orar. Cuando toda tu armadura se ha hecho pedazos, sólo puedes mirar al cielo. Y si el cielo se ha oscurecido, entoces sólo queda escribir. Pero hoy ni siquiera escribir exorciza.
Soñamos mucho con este viaje. Creo que es el que más hemos ambicionado en nuestra vida. Pero nunca imaginamos que la víspera fuera a ser tan triste. Estamos a unas horas de partir y sin embargo nuestro mundo se ha resquebrajado. Bueno, el mío. Carol siempre es más fuerte cuando el Infierno llama a la puerta. No deja de impresionarme nunca su fortaleza.
Y yo daría cualquier parte de mi cuerpo, ofrendaría cualquier sacrificio porque eso estuviera en mis ojos. Nada deseo más en este mundo
No quiero pensar de manera irracional. Quiero eliminar los estúpidos fantasmas de mi mente, pero no puedo olvidar los extraños sueños que tuve en noches anteriores, los espectros, los heraldos negros, el pensar que había una suerte de maldición. Quiero dejar de pensar que hay un maldito embrujo destrás de esto. Al carajo. No hay nada de eso. No somos puro espíritu. Tenemos una máquina perfecta a la que llamamos cuerpo que un día, sin decir agua va, puede fallarnos ¿Te has puesto a pensar en tus ojos? ¿Has pensado en el tesoro que tienes, en la magia de la vista? Damos por hecho que los sentidos siempre estarán con nosotros, prestos a responder a nuestras órdenes. Pero un día, en un minuto, la existencia cambia y todas esas pendejadas y frivolidades en las que gastamos nuestra vida se transforman en basura y pierden su importancia. Nos damos cuenta que lo más importante en nuestra vida, es precisamente aquello que damos por hecho y en lo que nunca pensamos.
Quisiera que despertaramos de esto. Abrir los ojos y conjurar la pesadilla.
Y sin embargo, si esta noche no ocurre algo más, nos vamos. Vuela un Jet, hacia el Sur, la cósmica figura hacia el folklórico ataud de un DC 10 que se hace estrellas contra el suelo, cantaría Charly García.
A miles de kilómetros al Sur de este planeta, a cambiar este perro otoño por la Primavera Porteña, a la Ciudad de la Furia, a la Casa Desaparecida.
Un blog es una botella arrojada a un Océano de incertidumbre y si tú improbable lector que has llegado aquí tienes un Dios que te escuche, te pido que reces por Carolina.
Soñamos mucho con este viaje. Creo que es el que más hemos ambicionado en nuestra vida. Pero nunca imaginamos que la víspera fuera a ser tan triste. Estamos a unas horas de partir y sin embargo nuestro mundo se ha resquebrajado. Bueno, el mío. Carol siempre es más fuerte cuando el Infierno llama a la puerta. No deja de impresionarme nunca su fortaleza.
Y yo daría cualquier parte de mi cuerpo, ofrendaría cualquier sacrificio porque eso estuviera en mis ojos. Nada deseo más en este mundo
No quiero pensar de manera irracional. Quiero eliminar los estúpidos fantasmas de mi mente, pero no puedo olvidar los extraños sueños que tuve en noches anteriores, los espectros, los heraldos negros, el pensar que había una suerte de maldición. Quiero dejar de pensar que hay un maldito embrujo destrás de esto. Al carajo. No hay nada de eso. No somos puro espíritu. Tenemos una máquina perfecta a la que llamamos cuerpo que un día, sin decir agua va, puede fallarnos ¿Te has puesto a pensar en tus ojos? ¿Has pensado en el tesoro que tienes, en la magia de la vista? Damos por hecho que los sentidos siempre estarán con nosotros, prestos a responder a nuestras órdenes. Pero un día, en un minuto, la existencia cambia y todas esas pendejadas y frivolidades en las que gastamos nuestra vida se transforman en basura y pierden su importancia. Nos damos cuenta que lo más importante en nuestra vida, es precisamente aquello que damos por hecho y en lo que nunca pensamos.
Quisiera que despertaramos de esto. Abrir los ojos y conjurar la pesadilla.
Y sin embargo, si esta noche no ocurre algo más, nos vamos. Vuela un Jet, hacia el Sur, la cósmica figura hacia el folklórico ataud de un DC 10 que se hace estrellas contra el suelo, cantaría Charly García.
A miles de kilómetros al Sur de este planeta, a cambiar este perro otoño por la Primavera Porteña, a la Ciudad de la Furia, a la Casa Desaparecida.
Un blog es una botella arrojada a un Océano de incertidumbre y si tú improbable lector que has llegado aquí tienes un Dios que te escuche, te pido que reces por Carolina.