Eterno Retorno

Thursday, July 14, 2022

Dos libros caribeños para leer en el Caribe

 

Dos libros caribeños para leer en el Caribe: La breve y maravillosa vida de Óscar Wao,  del dominicano-estadounidense  Junot Díaz,  y Fabián y el caos,  del cubano Pedro Juan Gutiérrez.

¿Se lee como se vive en el Caribe? En cualquier caso, más allá del contraste entre tonos y estilos, este par de novelucas están hermanadas por sus personajes principales. Si yo fuera académico (y todo apunta  a que nunca lo seré) y si me interesaran las hoy tan de moda cuestiones  género (y todo apunta a que nunca me interesarán, para ser brutalmente honesto), podría improvisar un ensayo sobre las nuevas masculinidades caribeñas (masculinidad, ese término tan de moda en el lenguaje políticamente correcto).  Y es que si algo hermana a Fabián y a Óscar Wao, es que ambos son el reverso  del latin lover antillano hipersexual y sufren por ello. Fabián es frágil, delicado, asustadizo y Óscar, descomunalmente gordinflón, es un mega nerd dominicayork que se enamora de todas las jevitas pero está absolutamente negado para las conquistas amorosas. En ambas novelas tenemos como trasfondo el catastrófico devenir histórico de Cuba y República Dominicana durante el Siglo XX que influye drásticamente en el destino de las familias de Óscar y Fabián. Castro y sus campos correctivos de educación revolucionaria y la dictadura del Chivo Trujillo  tuercen destinos e historias familiares.

Llegué a Óscar Wao (lo confieso) porque David Bowie lo mencionó entre sus cien libros favoritos de todos los tiempos en vecindad con El Maestro y Margarita o La Naranja Mecánica. La novela de Junot derrocha slang dominicayorko y todo un caleidoscopio de referencias a la pop culture estadounidense con inmensos pies de página sobre historia dominicana o StarTreck. Pedro Juan es y será Pedro Juan y con este autor tengo ya una añeja relación como lector. Todo un boomer ajeno al espíritu de la época y la epidemia políticamente correcta. Ambos disfrutables, sepultados en arena caribeña y bañados en británica Ginebra, pues he de confesar que detesto el ron en todas sus presentaciones. ¿Se lee como se vive en el Caribe?