Zweig ¿Contenido o empaque?
En el desigual y caótico reino de mi biblioteca hay representación
parlamentaria para todos los estratos librescos. En ese sentido, hay un autor que
puede presumir los escaños editoriales más desiguales de mis libreros, con una
abismal diferencia de precio entre una edición y otra. ¿Saben quién es? Nada
menos y nada más que el austriaco Stefan Zweig. Por ejemplo, tengo una
compilación muy completa con el nada glamuroso sello de Ediciones Koala en
Grupo Editorial Tomo con traducción de Luis Rutiaga en donde aparecen Veinticuatro horas en la vida de una mujer,
Carta a una desconocida, Partida de ajedrez, Novela veraniega, La institutriz,
El refugiado y La calle del claro de luna. Dicho ejemplar, pepenado en una mesa
de remate, espeta con desparpajo su precio rayado con burdo plumón: 20 pesotes.
Ni lo que te cuesta una chela. En contraparte pepené la doble edición de
Biografías en El Acantilado con traducciones de Carlos Fortea, Tiana Puig y
Roberto Bravo de la Varga en donde aparecen María Antonieta, Fouché,
Magallanes, María Estuardo, Balzac y Erasmo de Róterdam, entre otros. Baste señalar
que con lo que cuestan los gemelos de Acantilado, podrías comprar más de cien
ejemplares de la compilación de Koala. Lo único que puedo decirte es que ambos
los he leído con absoluto deleite. De acuerdo, la edición es una de las bellas
artes y soy sensible al placer del libro objeto, pero al final lo que importa
es el contenido.
Toda
la obra de Stefan Zweig la hemos podido pepenar siempre en Porrúa en precios de
lo más accesibles y con ediciones más que dignas. Uno de mis libros favoritos
de Zweig es El mundo de ayer, su testamento biográfico, que pepené en Porrúa por 80 pesos. Bendita sea
hoy y siempre la colección Sepan cuántos. Esa editorial fue mi tabla de salvación en mis
años de estudihambre, aunque es difícil negarse al hedonismo de un Acantilado. Es
como beber un Hibiki. Creo que Zweig ha tenido un buen resurgimiento. Después
de un virtual olvido, me parece que está siendo releído con buena fortuna. No
es genial como creador de ficciones, pero como biógrafo me parece insuperable.
Pd-Hay
otros ejemplos de abismales desigualdades editoriales en mi librero, como las
Historias Extraordinarias de Poe en Porrúa y en Páginas de Espuma
Pd-
La edición de la correspondencia entre Stefan Zweig y Herman Hesse pertenece a
mi amigo Rodolfo Pataky. No lo he olvidado.