Eterno Retorno

Wednesday, December 10, 2008

Este día Argentina celebra 25 años de Democracia. Ayer por la tarde Carolina y yo caminamos por Plaza de Mayo entre presagios de lluvia y fantasmas de conspiraciones y cacerolazos, para rematar bajo una dulce lluvia en Plaza Dorrego, más tarde en una desolada Confitería Ideal y de madrugada frente al Obelisco con un espontáneo amigo stoner. Ahora mismo estoy en Alem y Córdoba. Continúo en retrospectiva con el diario de viaje.

25 de Noviembre

El día más caliente de Primavera transcurrió en un llano sin alternativa de sombra. Practicábamos ascenso y descenso de un helicóptero militar con heridos incluidos. Un calor castigador fue compensado por el paseo aéreo sobre Campo de Mayo y alrededores.


26 de Noviembre

El día D de los Ambientes Hostiles. Por la tarde movimientos en campo minado con explosión de carros incluida. Por la tarde paseo en tanque de guerra donde el caso azul fue el ángel de la guarda de nuestras cabezas. Al anochecer la adrenalina estaba a tope cuando realizamos una evacuación de emergencia de la base militar. No es fácil correr a toda velocidad con la máscara antigas puesta en medio del humo y la oscuridad. Lo que pasó a partir de ese momento, fue tal tez el clímax de la adrenalina, la experiencia más ruda de la semana. La esperábamos, sí, pero aún así hay más de uno que se quiebra. La clave de este curso es el factor sorpresa y pensando en los colegas que en el futuro acudirán a realizarlo, prefiero omitir los detalles específicos de lo que esa noche pasó.


27 de Noviembre


Nos dormimos con la adrenalina a tope a las 4:30 de la mañana en las barracas de la base militar y a las 7:00 ya estábamos en la regadera. Prueba de obstáculos en un campo militar, cruce de un túnel a prueba de claustrofóbicos y cruce de un río a nado con pertenencias a cuestas. Por la tarde una batalla campal entre piqueteros y Policía Federal con gases y chingazos incluidos. Al crepúsculo, un paseo por el bosque con sacrificio de gallinas y conejos incluidos (por insistencia mía, mi equipo liberó al conejo que nos tocaba matar)

28 de Noviembre

Presentación de trabajos y evaluaciones finales, ceremonia de graduación y un típico asado argentino para despedirnos. Terminaba una de la semanas más intensas de mi vida, días que sin duda recordaremos por el resto de la existencia. Mi infinita gratitud a le gente de Caecopaz y la SIP que me dio la oportunidad de vivir esta experiencia. Por la tarde, vuelta a Buenos Aires y a las 18:30 tomé un colectivo rumbo a Avellaneda para ver Independiente vs Banfield en cancha de Racing. Desde la tribuna popular, en medio de la barra del Rojo, vi perder a un anémico Rey de Copas 1-0 ante el Taladro. Por la noche a Palermo con los compañeros del curso que aún quedaban en la Ciudad de la Furia.


29 de Noviembre

Por la mañana a Parque Rivadavia, paraíso del libro usado. Al medio día a Ezeiza a esperar a Carolina. Tras ocho días separados, su llegada fue lo mejor que me pudo pasar. Una tormenta de proporciones mayores azotó Buenos Aires esa tarde. Una parrilla, una expedición a Don Satur y a la mítica pizza El Cuartito enmarcaron nuestro primer día juntos.

30 de Noviembre

El cumpleaños de mi primo Héctor fue celebrado yendo en tren hasta Tigre. Si en México mi alma está pintada por los colores de los Tigres de la UANL, es lógico que sienta una natural simpatía por un humilde y combativo equipo llamado Tigre a cuya cancha fuimos esa tarde. Tigre 3 River Plate 1. Partidazo, sin duda uno de los mejores que he visto en tierras argentinas. Tigre aún puede ser campeón y yo me declaro su hincha adoptivo.


1 de Diciembre

Viajar es un arte. Cazar vuelos en Internet requiere la precisión y la paciencia de los grandes depredadores. Estuvimos a minutos de ir a Ushuaia, pero al final el rumbo cambió a Santiago, capital de Chile.


2 de Diciembre


Siempre hay una emocionante incertidumbre cuando llegas por primera vez a un país. Al píe del Cerro de Santa Lucía, en el Barrio de Lastarria, pasamos nuestra primera noche chilena.

Tuesday, December 09, 2008

A manera de diario de viaje y sin mucho tiempo por escribir, comencemos por el principio.

22 de de Noviembre

Todo primer día es irreal y el desembarco lleva a cuestas la carga de lo onírico. Un calor de sofocante primavera tatemaba Buenos Aires. Esa noche la filarmónica de Berlín tocó gratis en el Obelisco, pero yo cambié a Wanger por los cuervos de Boedo y me fui al Nuevo Gasómetro a ver perder a San Lorenzo 1-3 con Lanús.

23 de Noviembre

Comida de reconocimiento y rompehielos en la terraza de un hotel con vista a la 9 de Julio. 34 reporteros de todo América condenados a estar juntos una semana nos veíamos la cara por vez primera. Los reporteros, como los pordioseros y las prostitutas, somos seres universales, males necesarios de la humanidad hermanados por un mismo idioma y una (mala) sangre. Quiera o no, pertenezco a esa especie. Por la tarde, viaje a Campo de Mayo, reconocimiento del terreno y entrega de equipo, un casco azul, una cantimplora, una máscara antigas, un rompevientos y una pesadísima mochila que no soltábamos ni para cagar. Primera noche de poco sueño.

24 de Noviembre


Como los buenos soldados despertamos antes de las 7:00. A las 7:30 ya estábamos desayunando y a las 8:00 en el salón de clases. Primer día más teórico que práctico. La chinga por venir era apenas una intuición. Uso de la brújula, zonas hostiles, reconocimiento de terrenos, lectura de cartografías y por la noche el primer ejercicio práctico. Uso de la brújula y los mapas en un terreno a la media noche. Prueba no superada tras más de dos horas perdidos en el monte. Pernoctamos en las barracas de la base militar de la ONU donde fuimos pasto de mosquitos. La velada transcurrió tomando mate hasta las cuatro de la mañana. No todas las madrugadas tiene uno la oportunidad de platicar largo y tendido con un ex combatiente de Malvinas, prisionero de guerra de los ingleses y guardia personal del ex presidente Fernando de la Rua. “Yo mismo lo subí al helicóptero el 20 de diciembre de 2001”, me contó Jorge Sini. Una historia muy distinta a la oficial la suya, todo de primerísima mano. Un soldado de cepa, hecho y derecho.

25 de Noviembre
Vi el amanecer contemplando liebres desde una torre de centinela. Noche blanca. Ni un minuto dormido. Continuará....

Con toda su furia a cuestas, Buenos Aires se despierta tras la modorra del fin de semana largo. Estoy a un costado de la Plaza San Martín. Tras una semana en Chile, volvimos anoche a la urbe porteña y en cierta forma es como volver a una segunda casa. Chile y los chilenos fueron una grata sorpresa (¿cachay poh?). Las más radicales curdas del viaje, quién iba a decirlo, fueron en Santiago y no en Buenos Aires. La mayor caminata, sin duda, los más de diez kilómetros recorridos a píe desde el puerto de Valparaíso hasta el casino de Viña del Mar. Las mejores comidas fueron los mariscos estilo araucano en el Mercado de la Vega. Congrio, salmón, chupe y paila de mariscos. Para olvidar la sobredosis de carne y pasta, nada como la comida del Pacífico chileno. La bebida del viaje no ha sido el Malbec, sino el Pisco Sour.