Eterno Retorno

Friday, September 02, 2005

PASOS DE GUTENBERG
El viaje prodigioso.
Manuel Luguineche
María Antonia Velasco
Editorial Punto de Lectura

Por Daniel Salinas

El colega periodista Miguel Leguineche afirma que la historia nunca se
repite, sino que son los historiadores los que se repiten.
Pues bien, si algo me queda claro al leer "El viaje prodigioso", es que al
menos en este caso los autores conjuraron cualquier asomo de repetición o
falta de originalidad. Tuvieron la virtud de contar una historia muchas
veces contadas, como nadie la había contado y conste que sin demasiadas
licencias poéticas ni sensacionalismos de por medio.
Tal vez pueda resultar arriesgado presumir un libro como "la mejor historia
jamás contada de la aventura de Las Cruzadas". Pero por lo menos la frase
engancha y despierta curiosidad.
Esta contundente afirmación, aparece en la portada de "El viaje prodigioso",
creación que combina las habilidades de un reportero, Miguel Leguineche y
una novelista, María Antonia Velasco.
En un mundo en el que sobran libros sobre Las Cruzadas, no cualquiera tiene
el valor para proclamar su obra como "la mejor historia jamás contada". Quién sabe si sea la mejor historia (pues de entrada es muy complicado
definir los parámetros para decir qué se entiende como la mejor) pero sin
duda es la historia más original y creativa de Las Cruzadas con la que me he
topado y vaya que he leído sobre el tema últimamente.
Tal vez sea la deliciosa combinación de reportero y novelista escribiendo a
cuatro manos lo que le da este ingrediente extra, pero lo cierto es que no
había leído un libro igual sobre el tópico.
De entrada, vale la pena aclarar que, si bien resulta difícil creerlo, es
historia y no novela, aunque por momentos esté narrada como tal. Si de
encarcelar en definiciones se tratara, diremos que es algo así como una
crónica periodística con mucho sentido de irónico humor.
Con una redacción que derrocha agilidad y fieles a ese aroma de sarcasmo que
jamás abandona el libro, el reportero y la narradora nos sumergen en el
entorno social y cultural del Siglo XI y nos dibujan un universo feudal
contradictorio, atiborrado de supersticiones e injusticias que rayan en la
comicidad.
Pero al tiempo que los autores nos pasean por la Europa medieval, juegan una
suerte de ping pong con nuestra época, pues enmarcan los hechos y los
personajes desde una dimensión actual. Vaya, se permiten señalar que el
predicador de la Cruzada, Pedro El Ermitaño sería como un Gandhi
descerebrado y el Papa Urbano II, un hombre al que los periodistas de la
actualidad la atribuirían carisma y don de mano izquierda.
La descripción sobre la histórica proclama de Clermont, el 27 de noviembre
de 1095, cuando el pontífice hace un llamado a la Cruzada, es descrita con
la soltura y la malicia de un corresponsal que teclea su crónica desde el
lugar de los hechos.
Lo triste del asunto, es que "El viaje prodigioso" se limita a narrar en
forma por demás sui generis únicamente la Primera Cruzada, la que arranca
con la proclama de Clermont en 1095 y concluye exitosamente con la toma de
Jerusalén en 1099. Hubiera sido excelente ver como narraban la Tercera
Cruzada, aquella histórica pugna entre el Rey Ricardo y Saladino o la toma
de Acre en 1291 o la historia de San Luis Rey de Francia
La Primera Cruzada, dicen sus autores, es fantástica pues fue una utopía tan
descabellada, que acabó por ser la única de las siete cruzadas que consiguió
su objetivo. Y es que más allá de la épica, las Cruzadas fueron un fenómeno
social sin precedentes que 900 años después parece estar más vigente que
nunca.
Si quiere usted adentrarse en el tema, sin demasiada historiografía de por
medio y sin caer en las trampas de la ficción, El viaje prodigioso es su
mejor puerta de entrada.

Wednesday, August 31, 2005

EL DEPORTE MAS HERMOSO DEL UNIVERSO VOLVIO A TIJUANA

I - Tijuana 2 Sonora 1

Corría el minuto 14. Afuera del área grande, el uruguayo Jorge Artigas se paró frente a la pelota, miró a su lado izquierdo, hacia el ángulo de la portería ubicada a poco menos de 30 metros de distancia. No fue mucho el vuelo. Dicen que la clave de un buen tiro libre no está en la fuerza en las piernas sino en el abdomen. Artigas pateó. Hay goles de tiro libre tan anunciados que unos los canta una fracción de segundo antes de que la bola acaricie la red. Este fue uno de ellos. Golazo. Con esta anotación Tijuana se ponía 1-0 sobre los Coyotes de Sonora. Esta magistral ejecución de tiro libre pasó a la historia del deporte en la ciudad y quedará escrita como el primer gol del Club Tijuana en el estadio del CREA.
Tras la anotación de Artigas, el equipo se motivó y la presión fue incesante sobre el área rival. Y rindió frutos cuando el brasileño Denni Rocha fue trabado dentro de la zona caliente de los doce metros. El árbitro señaló el manchón. Penal indiscutible. Everaldo Bejines se paró frente a la pelota. Su mirada denotaba seguridad, pero la pelota fue a estrellarse en las piernas del arquero. Un penal fallado siempre será un bajón de gasolina para el equipo que erró y una inyección para el que se salva. Poco antes del medio tiempo Sonora empataba. Dicen que a veces hay vestidores con magia en los que un buen técnico opera milagros en 15 minutos. Tijuana salió con ánimo renovados y al minuto seis del segundo tiempo Johnatan Borja puso el 2-1 definitivo tras fulminante remate de tiro de esquina. 2-1 Definitivo. Primer triunfo en casa para la escuadra tijuanense. Yo desde la tribuna no puede menos que aplaudir

II- Proyectos fracasados y sueños rotos

Después de más de un mes de estériles hostilidades promovidas por un radical grupo que se oponía a la llegada del Club Tijuana al CREA, el deporte más hermoso del Mundo volvió a Tijuana.
En la jornada cuatro, luego de tres juegos al hilo como visitante, Club Tijuana por fin jugó de local. Debutaron en Tabasco, empatando a 2-2 con Lagartos. Fueron a Puebla a ganarle 2-1 a la BUAP de Maurer, perdieron lo invicto en Victoria 1-0 contra Correcaminos y finalmente debutaron en casa venciendo a Sonora.
Hace rato en la tarde, fueron al Cuauhtémoc de Puebla a empatarle 2-2 a la franja. Goles de Bejines y Artigas. Casi se traen el triunfo de casa del Superlíder. Los poblanos empataron 2-2 al minuto 87. Creo que hay motivos para pensar que este equipo, dirigido por Jaime Ordiales, llegará lejos.
Desde que llegué a Tijuana he seguido de cerca los distintos proyectos futboleros de la ciudad. Acudí al último juego de las Chivas- Tijuana en 1999 y vi atrás de la portería el último gol de la camiseta, anotado de penal por el Califas Arteaga al Zacatepec
Meses más tarde, el equipo, propiedad de Salvador Martínez Garza, se transformaba en Nacional Tijuana. Camiseta verde con vivos rojos. Yo acudí al primer juego de su historia, un amistoso contra Chivas de Guadalajara que ganaron los rojiblancos con gol de Luis García. Seguí con mucha atención a Nacional. Me las arreglaba para ir a casi todos los juegos. Varias veces calificaron a liguillas, pero se quedaron en el camino. Después el equipo fue vendido al grupo de Francisco Ibarra, ex dueño del Atlas, un mal directivo oportunista que lo hizo pedazos y lo acabó vendiendo, aunque otro tipo de Guadalajara trajo una franquicia llamada Trotamundos de camiseta amarilla, dirigida por Carlos Turrubiates. Vi en vivo el primer gol de su historia, un tiro libre anotado al León. Un equipo de muy efímera existencia ese Trotamundos. Duró escasos seis meses en la ciudad y acabó despedazado 7-1 por Correcaminos. Después, un corrupto alcalde panista se las arregló para cederle el estadio a un sucio mafioso traficante de naftaleno que gracias a la fortuna que hizo envenenando millones de tanques de gasolina, trajo a la ciudad el pestilente beisbol. Sin estadio para jugar, el futbol se fue de Tijuana.

III- El regreso

Pero un año después el Deporte más Hermoso del Universo regresó. Con camiseta roja y short negro y el sencillo nombre de Club Tijuana, sin mote aún. Lo mejor para mí, fue que cambiaron de estadio. Antes jugaban en el Cerro Colorado, un estadio que se ubica en el Quinto Infierno de Tijuana. Para mí es un sacrificio ir al Este de la ciudad. Detesto cruzar más allá de la 5 y 10 y sólo lo hago por razones de trabajo, aunque el futbol es una poderosa droga. Hoy ese estadio, por obra y gracia de la cartera de los Fimbres se llama estadio Calimax y alberga el mierdozo beisbol. El futbol, por fortuna, se juega en el corazón mismo de la ciudad. En la Unidad Deportiva CREA. Para mí es una ubicación excelente. Más cómodo sólo en Playas de Tijuana, pero la idea de jugar en el CREA me parece fantástica. Puedes estacionarte en Palacio Municipal o en la Plaza Río, beber en los bares de la Plaza del Zapato y caminar tranquilamente al estadio, rodeado de frondosos árboles. El sábado Carolina y yo fuimos al juego inaugural. Era una tarde linda. Es una tribuna muy pequeña que está ampliándose pero los 3 mil lugares disponibles se llenaron ¿Quién dijo que no hay afición futbolera en Tijuana? Y eso que ese día se jugaba la mismísima final del repugnante beisbol
Cierto que la sede del equipo fue el motivo de la polémica. Un grupo de radicales estuvieron a punto de inmolarse en la cancha para evitar la llegada del equipo.
No puedo decir que fueran ciudadanos corruptos o que persiguieran intereses más allá del protagonismo. Su defensa del CREA era auténtica, pero eran unos talibanes incapaces de entender razones. Por su lógica de razonamiento no me extrañaría que pertenezcan a una secta cristiana evangélica o a Testigos de Jehová. La peor abominación para ellos, es que se vendiera cerveza en el estadio. Carajo ¿Alguien les pone una pistola para obligarlos a beber? Además, con tal cantidad de policías municipales vigilando, es imposible que el alcohol degenere en broncas. Yo acudí con mi esposa al juego y les juro que fue un buen ambiente, familiar, sin riesgos de ningún tipo. También quieren a toda costa la cabeza del director del Instituto del Deporte, que ciertamente es un trepador traidorzuelo que se pasó del PAN al PRI y que es capaz de pisotear cualquier convicción en pos de su carrera política. Pero la cabeza de un político y la oposición a la cerveza no me parecen argumentos válidos contra toda una afición ávida de buen futbol.

IV- El sueño guajiro

No se si sea un sueño guajiro un equipo de Primera División en Tijuana pero en honor a la verdad lo deseo y mucho. Cambiaría la cara de la ciudad y nacería un nuevo símbolo que conquistaría corazones. El problema es que todos los proyectos futboleros en Tijuana adolecen del síndrome del migrante que llega a esta ciudad y que diez años después mantiene su casa en obra negra o sigue pagando renta porque piensa que mañana se regresa a su tierra. Los proyectos futboleros han venido a probar fortuna, a tratar de ganar dinero fácil sin invertir mucho y no dudan en emigrar cuando las cosas no son favorables. Este síndrome de poco arraigo influye en la arquitectura misma de Tijuana y condiciona la psicología del habitante de esta ciudad Ojalá este equipo de futbol, llegue para quedarse. Por más futbol que vea uno en la tele, nada se compara al ritual de pasar una tarde de sábado en el estadio y a mí ya me hacía mucha falta.

A los aficionados pumas

Si algo puede hacerme permanecer despierto conversando por horas y horas hasta el amanecer, es si alguien me habla de Futbol o de Historia. Ambos temas son narcóticos puros para mí. No soy un buen conversador. A menudo suelo abortar las conversaciones triviales o simplemente permanezco callado. Pero no respondo cuando alguien pone sobre la mesa el tema del Futbol y o la Historia. Ahí sí que no me callan. El colega Gregorio Jácome tiene la virtud de gustar de ese par de tópicos tan interesantes. Como buen aficionado Puma que es, Gregorio me escribe una carta donde defiende a su equipo, luego de mis señalamientos tras la goleada de 5-0 propinada por Cruz Azul. Aunque no acostumbro hace pública mi correspondencia, dado que no quise de manera alguna ofender a los buenos aficionados pumas con mi comentario y dado que tengo más de un amigo que apoya al equipo unamita, hago extensiva esta carta a todos los que como Jácome apoyan con el alma al equipo del Pedregal.

Tiene usted toda la razón Gregorio. El futbol siempre te da una segunda oportunidad. Respeto mucho a los aficionados de Pumas. Es una de las aficiones más fieles que hay en México y por ello inicio mi comentario en Eterno Retorno pidiendo de antemano una disculpa a los buenos aficionados como tú.
Yo mismo he gritado goles de Pumas. Aún recuerdo la primera vez que vi a ese equipo en vivo. Fue a mis 12 años de edad, en un partido nocturno en San Nicolás de los Garza y jugaban Tigres vs Pumas. Aquellos Pumas de Mario Velarde que traían a España, Servín, Negrete, Amador. El resultado fue 1-1. Recuerdo también un Tigres vs Pumas, jornada 38 del 87-88, histórica despedida de Don Tomás Boy. Cómo olvidar ese juego al que acudí con mi padrino José Manuel. Ganaron los Tigres 2-1 con dos goles del paraguayo Félix Torres mientras que por Pumas descontó Luis Flores, que en ese partido se coronó campeón goleador. Recuerdo la primera vez que fui al estadio México 68 cuando llegué a vivir a México. Una tarde de enero de 1989 me llevó mi padre a ver un Pumas vs Tigres. El resultado fue 1-1. Pero más recuerdo el privilegio de haber estado en el estadio del Pedregal el 7 de junio de 1991, cuando Tuca Ferreti batió a Adrián Chávez y coronó a esos míticos Pumas de Mejía Barón, base de la selección del 94. Un partido inolvidable acaecido en uno de los veranos más bellos de mi vida. El problema es que la personalidad o el fenómeno de mercado llamado Hugo se ha impuesto al equipo. Yo como aficionado, me sentiría ofendido de que el técnico use al equipo sólo como trampolín mientras se ofrece como vil puta al mejor postor entre la segunda división española. Hugo cambiaría a Pumas por cualquier equipo europeo de cuarta. Tal es su egocentrismo y sus ganas de trascender. Por eso me alegró de sus derrotas personales.

Pero bueno. Pasando a temas históricos, me da gusto que menciones a un general de la integridad moral de Santos Degollado. Desgraciadamente, en ese triste verano de 1861, las guerrillas de Leonardo Márquez y Zuloaga se cobraron la vida de Ocampo, Degollado y Leandro Valle. Ese par de carniceros conservadores, a diferencia de Miramón y Mejía, salvaron la vida y no murieron por la bala, sino en cómodo exilio.

Pero más gusto me da que menciones a Saladino, personaje en el que actualmente estoy de lo más engranado. Saladino es un verdadero ejemplo de guerrero. El azote de los cristianos, fue en realidad el gran caballero de las Cruzadas, el que perdonó miles de vidas, el hombre tolerante que permitió a cristianos y judíos profesar sus cultos en Jerusalén, el que nunca permitió saqueos ni agresiones a civiles. Todo lo contrario de un perro como Ricardo Corazón de León, el prototipo del romántico caballero medieval, que en Acre decapitó a más de 3 mil mujeres y niños sólo porque Saladino no le cumplió a tiempo el rescate pactado. O qué decir de la toma de Jerusalén en julio de 1099, cuando los soldados de Godofredo de Bouillon prendieron fuego a la sinagoga con todos los judíos adentro y masacraron no solo a todos los musulmanes, sino a los cristianos sirios y armenios sólo por verles cara de árabe En cambio, cuando Saladino tomó Jerusalén en 1187, ni un solo civil murió en la batalla. En fin, me podría pasar las horas platicando de Historia y Futbol. Me pegas en mis dos debilidades, pero resulta que tengo que cumplir con escribir la columna política que me interesa muy poco para ser sincero. Pero ni modo, por esta grilla me pagan. Un abrazo y que no decaiga el ánimo por la goleada. Ya muchas veces he dicho que lo único que no le perdono a un ser humano, es traicionar la camiseta del equipo de sus amores. DSB

Tuesday, August 30, 2005

Hugo y Vergara

Tengo buenos amigos que le van a los Pumas de la UNAM. Personas que aprecio sinceramente y que además saben mucho de futbol. Por ello, a esas personas de antemano les pido una disculpa por lo que voy a confesar, pero si quieren que sea brutalmente honesto, debo decirles que disfruté inmensamente cada uno de los cinco goles que les enterró el Cruz Azul el domingo. No me lo tomen a mal, pero cada uno lo sentí como si fuera un tremendo pelotazo en el hocico grande de Hugo. Un 5-0 tatuado en la carota del hocicón que ahora sí no quiso dar la cara.

No soy un detractor de Hugo Sánchez a lo José Ramón Fernández. En muchas ocasiones he expresado mi repulsión por el amargado comentarista de Tv Azteca, quien a mi juicio le ha hecho mucho daño al futbol mexicano con sus grillas. Respeto a Hugo Sánchez por el futbolista que fue, pero lo desprecio como el hocicón en que se ha convertido.
Cuando era un adolescente, me tocó la época de oro de Hugo Sánchez en el Madrid. Recuerdo esos juegos históricos de la Quinta del Buitre que transmitía Televisa a las 9:00 de la mañana. Puro juegazo. No me perdía uno solo y aún recuerdo cuando el Milán amargó mi cumpleaños número 15 al echarlos 5-0 de la Copa de Campeones.

Cosas de la vida. Hoy Hugo y el Real Madrid, cada uno por separado, me caen más pesados que una piedra en los frijoles. De mi desencuentro con el Real Madrid ya he hablado mucho en este blog. De Hugo sólo puedo decir que lo considero actualmente un personaje nocivo para el futbol mexicano y por nada del mundo lo quiero en la Selección.
Hugo no fue el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos. Fue el futbolista mexicano más exitoso en el extranjero. Bajo una mentalidad Itesm, que todo lo mide en resultados y números, eso lo haría el mejor. Pero si vemos las virtudes en el futbol como una serie de habilidades en el manejo del balón y en el terreno de juego, creo que un Benjamín Galindo, un Tomás Boy o un Ramón Ramírez (al que las lesiones, igual que Onofre, truncaron una carrera que hubiera sido excepcional) fueron futbolistas más virtuosos que Hugo. Y eso que no vi jugar a Luis Pirata Fuente, Horacio Casarín o Alberto Onofre. Como centro delantero, yo me quedo con Carlos Hermosillo. Claro, Hermosillo fracasó cuando fue a Bélgica y Hugo siempre triunfó. Ese es su mérito.

No soy un detractor de Hugo. Soy un defensor de LaVolpe. Los compulsivos eructos verborréicos de trasnochado nacionalismo que escupe el pentapichichi no le ayudan en nada el futbol mexicano. Hay que dejar trabajar a Ricardo Antonio y darle la oportunidad de demostrarlo en Alemania. Nada desprecio más que el discurso patriotero propio de un borracho en 16 de septiembre que trata de exaltar el odio a los extranjeros.
Por patrioteros como Hugo, le han puesto piedras en el camino a un super crack como Walter Gaytán para llegar a la Selección. Ya quisiera yo a ese 10 en el equipo verde.

Le agradezco infinitamente a Chelito Delgado y a Kikín Fonseca que le hayan cerrado la boca a Hugo previo a dos partidos de la Selección. Así al menos tendremos la seguridad de que no molestará con sus declaraciones, pues estará bien escondidito tragándose la humillación.

Con las Chivas y los Pumas me pasa algo muy similar. No desprecio a esos equipos, pero me divierte verlos sufrir. Sobre todo porque la razón de la existencia de ambos cuadros, antes que el amor por su propia camiseta, es el odio al América. Además, hay un par de factores que hermanan a Chivas y a Pumas como los equipos que me son más antipáticos actualmente (bueno, nunca tan antipáticos como las rayitas regias del tec, pero esas son palabras mayores) Ese par de factores se llaman Hugo y Vergara. De Hugo ya lo dije todo. De Vergara cualquier insulto se quedaría corto. Ese tipejo me parece el peor estereotipo del nuevo rico petulante y chiflado. Lo que le hizo a un señor maestro de las canchas como Benjamín Galindo es un asco. Vergara es una basura. A Hugo mínimo lo respeto como futbolista. A Vergara no puedo respetarlo por nada. Se me hace un vil pedazo de mierda. Por ello, al igual que disfruté el 5-0 de Cruz Azul a Pumas, disfruté el 3-0 que Santos le recetó a las chivitas para darle la bienvenida al gachupín Azcargorta. Y mucho más disfrutaré si las Águilas del América les ponen una buena arrastrada en el Clásico. Les juro que lo disfrutaría casi tanto como un triunfo de Tigres.