¿De verdad necesitas partir la ciudad en dos y crear un
nuevo municipio? Mira, esta es la Tijuana que retrató Nonaka en 1924, justo en
la época en que la ciudad multiplicó su población por vez primera. En 1921
tenía apenas mil habitantes pero para 1930 eran ya 12 mil. Desde entonces no
paramos de crecer. En el censo de 2020 INEGI ubica a Tijuana como el municipio
más poblado de México. Ya rebasamos a Iztapalapa y Ecatepec. En teoría, 1
millón 922 mil 523 personas habitamos en este villorrio, aunque tú y yo sabemos
bien que en realidad somos muchísimos más. Este día están llegando varias
decenas de personas a vivir a la ciudad y esta noche otras tantas serán
deportadas por la garita. La única certidumbre es que los migrantes seguirán
arribando y los más improbables e imposibles rincones de esta catástrofe
topográfica se seguirán poblando. Ante esta situación, alguien ha tenido la
idea crear un nuevo municipio - Nueva Tijuana- allende la 5 y10 y más allá. El
naciente municipio se conformaría con las actuales delegaciones Cerro Colorado,
Centenario, La Presa y Presa Rural. Todos sabemos que el gobierno municipal
está rebasado (y el actual no me hace presagiar nada bueno). En cualquier caso,
nada hace indicar que la creación de un nuevo ayuntamiento se traduzca en una
administración más sana y eficiente mientras no se atiendan de raíz los
históricos y cada vez mayores problemas de marginación, hacinamiento, carencia
de servicios e inseguridad que enfrenta la zona Este (y también muchas partes
de la Oeste). ¿En qué se traducirá un nuevo ayuntamiento? Se traducirá en tirar
el presupuesto en más burocracia, en más politiquillos parasitarios, en más
estructuras inútiles. El gobierno municipal es pura deuda y parálisis porque el
grueso de su presupuesto se consume en mantener una nómina obesa e inoperante.
Mira el organigrama municipal y pregúntate cuántas de las secretarías,
direcciones y subdirecciones son realmente necesarias para el ciudadano
tijuanense. El ayuntamiento debería concentrar todos sus recursos y sus
esfuerzos en la seguridad, la limpieza y la movilidad de la ciudad. Párale de
contar. El resto es politiquería. Necesitamos más trabajadores de limpia, más
bomberos, más jardineros, más policías. No necesitamos más ridículos regidores
con sus asesores y achichincles, ni más comisiones y subdirecciones rémoras que
no sirven de un carajo. Nada te aporta crear un nuevo ayuntamiento si tu
prehistórico transporte sigue en manos de mafias y si en cientos de kilómetros
a la redonda no puedes ver un pedacito de área verde. En qué diablos te
beneficia crear Nueva Tijuana si las calles siguen infestadas por miles de
baches y una horda de carros chocolate. Qué bienestar te trae un nuevo cabildo
parásito si la estructura de la ciudad sigue siendo enemiga del peatón y el
ciclista. Estrenaremos ayuntamiento, pero mientras el gobierno federal no le
entre con estrategia y voluntad al tema migrante, la calle y el río seguirán
siendo el hogar de decenas de miles de deportados. Piénsalo:
¿de verdad necesitas un nuevo municipio? Yo tampoco.