Eterno Retorno

Tuesday, October 23, 2018

Ángel con zapatos rojos. Seudónimo: Doctor Tricornio Sin demasiada malicia ni recursos literarios, el autor logra involucrarnos en una historia tristísima. El relato (aparentemente testimonial) de la agonía y muerte de un pequeño de cinco años que desde su nacimiento está condenado por la leucemia, logra reflejar la tormenta interior de un padre de familia que intenta salvar a su hijo al tiempo que sortea sus problemas laborales y debe tomar decisiones trascendentes, como emigrar a otro país. Su punto débil es la inocencia del autor, lo plano del lenguaje. Al autor, evidentemente, le faltan lecturas. Simpatía por el Diablo. Seudónimo: Gertrudis Cohen Es una novela ágil, irónica y entretenida, que con habilidad y buen sentido del humor maneja la leyenda en torno a la fuga de Hitler y Eva Braun a una playa de Baja California Sur. Alterna con buena fortuna el relato apócrifo del hecho histórico, las citas bibliográficas propias de una investigación y la jerga juvenil de la Sonora actual. Es una novela que tiene malicia y que se deja leer. Sus puntos débiles es que por momentos la escritura es descuidada y un tanto atrabancada, sobre todo en los diálogos entre los jóvenes. El club del Siglo de Oro. Seudónimo Kimaris Una novela que derrocha sentido del humor y cuya fortaleza radica en el hábil uso del lenguaje clásico de la novela picaresca del Siglo XVII, el gran licuado de personajes históricos que mezcla en pocas páginas en situaciones inverosímiles y la capacidad de reírse y alternar la jerga de Quevedo con una suerte de novela alterna escrita en pies de página con estilo académico y epígrafes que van de Heráclito a los Red Hot Chili Peppers y Control Machete. Es obvio que estamos ante un autor con muchísimas lecturas. Su punto débil es que parece estar más concentrado en los malabarismos del lenguaje que en contar una historia coherente. La trama (si es que la hay) se me pierde. Basho. Seudónimo. Ken Shin Es esta una novela muy pulcra, con un sólido trabajo de investigación, que con buena fortuna construye el marco histórico y crea una atmósfera. Un muy buen manejo de lenguaje que va de lo poético al texto historiográfico. Sus puntos débiles, es que llega a ser por momentos un tanto opresiva y densa, no muy amigable, con un tono por momentos en extremo doctoral. Ficticia. Out of Time. Seudónimo: Grunge En lo personal me ha gustado muchísimo este trabajo. Tiene poesía, tiene garra, tiene malicia y entraña. Con mucha habilidad el autor logra tejer las letras y el sonido del álbum Out of Time de REM con el entorno personal e histórico de 1991-92. Su grave problema es que, por flexible que sea el género, creo que aquí no hay una novela. Funciona mejor como ensayo híbrido.

Los Mochis, 15 de noviembre de 2013

Cae la tarde sobre la Plazuela 27 de Septiembre en Los Mochis a cuya feria del libro he sido invitado. Hace tres años he dejado de reportear para apostar por un proyecto de escritura de largo aliento y hoy he venido al Valle del Fuerte a presentar un libro. Aguardo la llegada del periodista que me acompañará a presentar mi libro, quien viene viajando por carretera desde Culiacán. Es un colega cuyo trabajo conozco y admiro y a quien hasta esa tarde nunca he tenido la oportunidad de saludar en persona. Mi presentador hace su arribo. Lleva una camisa de cuadros verdes y blancos, luce una barba de candado entrecana y lentes. Su sonrisa es franca, desinhibida, brutalmente honesta. -“Qué onda bato, está chingón tu libro”, me saluda el recién llegado quien se llama Javier Valdez Cárdenas y es fundador del semanario Ríodoce. Hay veladas destinadas a no olvidarse y la de Mochis es una de ellas. Gran conversador, con un don natural para contar historias, bohemio y dicharachero como él solo, Javier nos hechiza a todos. Nos acompañan los escritores Yuri Herrera y Antonio Ramos Revillas. La charla y las cervezas son un río que no deja de fluir. Exactamente un año después vuelvo a coincidir con Javier, ahora en Baja California Sur. Él acude a presentar su nuevo libro, Con una granada en la boca. El Instituto Sudcaliforniano de Cultura nos organiza una charla sobre periodismo y violencia en el quiosco del Jardín Velasco en el centro de La Paz. Es un acto espontáneo, sin protocolo, con auténtica vocación de ágora en donde decenas de paceños levantan la mano para expresarse. Son tiempos hostiles para el periodismo y los colegas reporteros mueren por decenas. La noticia del asesinato de un periodista entra a formar parte del redundante teatro del horror nacional. En los tiempos en que mataron a Manuel Buendía o al Gato Félix la noticia de la muerte de un colega indignaba al país. Hoy ya ni siquiera molesta o sorprende y está condenada a ser nota de interiores. Al escucharlo conversar no puedo menos que admirar la fortaleza de Javier y su vocación de reportero partisano, su aferrado compromiso con el oficio, pero sobre todo su sencillez tan norteña, su trato tan franco. Ha caído la noche en La Paz y la charla ha sido como la brisa del Mar de Cortés.