Hartas huellas mías en la playa. Desde la altura del centro mismo de Rosarito caminé por la playa hasta mi casa. Únicamente dejé el litoral cuando fui interrumpido por la pestilente termoeléctrica. Fuera de eso, caminé unos diez kilómetros por la arena hasta llegar a Baja Malibú. No hay terapia mejor. Tal vez no expulse demonios, pero te ayuda a llevarte mejor con ellos Durante la caminata mi iPod tocó 68 canciones en aleatorio y mi mente voló muy lejos.
Morris vive. Hay que combatir el día a día y considerar cada amanecer un triunfo. Ya no se trata de preguntarse cuánto tiempo más. Se trata de vivir cada minuto y disfrutar los últimos instantes.
Sobria Navidad. He bebido una botella de cerveza en 18 días y algo así como siete u ocho vasos de Jack Daniels, lo que tratándose de mí equivale a nada.
Siento inmediata desconfianza, por no hablar de franca repulsión, sobre aquellos hombres que al saludar ofrecen una mano flácida y no miran a los ojos. El saludo debe ser duro y mirando de frente. Esta mañana comprobé una vez más que Felipe Calderón Hinojosa saluda como niña. Una manita débil, carente de convencimiento y una mirada evasiva es lo que te ofrece el primer mandatario. Tercera visita de Calderón a Tijuana y puro pan con lo mismo. Sí, un discursito un poco más enérgico hacia la política migratoria de Estados Unidos, pero que al fin y al cabo hará lo que el aire a Juárez. Sobre los secuestros y ejecuciones en Tijuana repitió textualmente frases dichas en anteriores visitas. Patético y desesperanzador. Ja, ja. “Mi gobierno aspira a crear las condiciones para que ningún mexicano tenga que migrar por falta de oportunidades”. ¿Alguien le ha contado el genocidio laboral que traerá consigo su reforma fiscal? En 2008 seremos el triple de mexicanos los que tendremos que largarnos al carajo. Firmo la apuesta. Yo mismo cada vez me siento más identificado con los migrantes cuando analizo la reforma fiscal, pues se que tarde o temprano este país nos orillará a largarnos. Y sí, es obvio, los gusanos zurdos salen debajo de la tierra y me dicen “te lo dije, AMLO era mejor opción”. Cierto, estoy muy decepcionado de Felipe, pero sigo sosteniendo que AMLO hubiera representado una catástrofe mayor. ¿No habría convenido más Madrazo y la mafia hankista de Atlacomulco? En fin, yo sólo le pongo velitas a Rodríguez Zapatero para que se de prisa con su reforma migratoria y me de mi pasaporte de una buena vez por todas.
Dos libros bien panzones han caído en mis manos este día, ambos a préstamo, así que tarea tengo harta. Por cortesía de mi compañera Tania de la Cruz llega a mis manos El libro negro de Orhan Pamuk, ejemplar al que desde hace un buen rato le traía ganas.
Y luego mi colega Ángel Ruiz (quien milita hoy en día en las filas gubernamentales) me ha pasado la novela La Historiadora a cambio de una recopilación de Lovecraft que le pasé. Al mismo tiempo leo El turno del escriba y en mi buró se amontonan lecturas a medias sobre Brujas y demonios, sueños borgeanos, relecturas de Blake. Hay más lectura que tiempo de vida. Mi compa Octavio me ha hecho llegar nuevos discos. El de los italianos Cadaveria es tan bueno, que entrará completo a mi iPod (que se encuentra en plena fase de recorte, administrando el miserable GB que le queda) El par de discos de los suecos Siebenbürgen entrarán dosificados, lo mismo que el nuevo de los noruegos Dark Throne, que suenan cada vez más punketos. Por si fuera poco, yo saturo aún más la cajita de música con nuevas adquisiciones. Nuevo de Mago de Oz (Ciudad de los Árboles) Disco de Tarja en solitario y un conciertito nostálgico de Over Kill (in union we stand metaleros)