Por el bulevar de la narrativa no nata
No podría determinar que hay más en mi canasta: Reportajes inconclusos o novelas comenzadas. A lo largo de mi vida he producido infinidad de proyectos narrativos, principalmente cuentos y novelas que nacen en medio de la euforia e irremediablemente se van sumiendo en el desencanto.
Estos son los que recuerdo en ese momento o los que han sido más constantes
Donde es el reventón------ Novela de incurable corte joséagustiniano que empecé a escribir en el ya lejano 1994. La tengo escrita a mano en un cuaderno verde. Recientemente se me ocurrió empezar a pasarla a máquina. Aunque quiera, ya no puedo escribir como antes. Todo es por etapas y la etapa de ese texto, que pulí hasta la saciedad en el taller de Ramírez Heredia, parece haber quedado muy atrás. Lástima, pues me llegué a encariñar con ella.
El año pasado, estando en Los Cabos, empecé involuntariamente algo que podría ser una segunda parte.
Odiando a Dios en Tijuana—Fue inevitable. Cuando llegué a vivir a Tijuana en 1999 la ciudad me inspiró demencialmente y empecé a escribir una serie de cuentos sobre ella. Nada nuevo bajo el sol para los tijuanenses, pero los recién llegados no podemos evitar sorprendernos por las historias de migrantes, polleros, narcotraficantes y de más linduras prototípicas. De vez en cuando aún me salen cuentos de esa serie que me sabe a un intento matrimonio de José Revueltas con Elmer Mendoza. Los más recientes: La cobija y La princesa rusa.
La sociedad (¿o la secta?) de la cimitarra --- Alucine fantasmagórico. Un hombre colecciona cuchillos, una secta se dedica a practicarse incisiones en la piel. Un puerto abandonado y devastado por una epidemia va muriendo poco a poco. Investigaciones y teorías científicas se alternan en la narrativa.
Ipanema cumple años----- Quise hacer una serie de cuentos sobre uno de mis alter egos. Varios cuentos distintos sobre una mujer que en todos los casos se llama Ipanema y ese día cumple años en circunstancias por supuesto contrastantes. Su autora es Ipanema Dávila. Uno de los cuentos lo incluí al iniciar este blog.
Antología heterónima—Esta antología, compilada por Encarnación Ley del Monte, incluye textos de los estilos más diversos. Todas aquellas formas en que siempre he querido escribir pero no me atrevo. Textos de Ipanema Dávila, Lluvia Salguero, Galaor Zuazua y el propio Encarnación. En este blog incluí hace tiempo Día del cartero de la inocente Lluvia Salguero. Cuando leí Si una noche de invierno un viajero... de Italo Calvino, me di cuenta que me habían robado la idea con muchos años de anticipación.
Novela sin nombre---Empecé hace un tiempo un proyecto de novela que se desarrolla en tiempo presente en un solo día y pretende mezclar la pasión por el graffiti con las intrigas de un círculo político. Ayer mismo incluí unos párrafos en este blog.
Shutgun Tlacuache, Sauce alegre, Crónicas de la Ragua son otros textos inconclusos que ahora recuerdo. Mis cuadernos están atiborrados de ellos.
Lo que yace en el Culo de Amber Aravena—Desde que empecé este espacio cibernético, se me ocurrió la idea de iniciar otro blog con una personalidad alterna e iniciar la narración de un alter ego en tiempo real. Por ahí de enero, me sentía más identificado a escribir como Amber Aravena que como Daniel Salinas, pero fue inevitable, Amber se fue debilitando poco a poco hasta que la euforia se me apagó. Aún no la doy por muerta.