Eterno Retorno

Thursday, October 30, 2008

Todo relato es por definición, infiel. La realidad no se puede contar ni repetir. Lo único que se puede hacer con la realidad, es inventarla de nuevo.

Escribir tiene que ver con la salud, con el azar, con la felicidad y el sufrimiento pero sobre todo tiene que ver con el deseo. Los relatos son un insecto que uno debe de matar cuanto antes.


Esta es la desgracia del lenguaje escrito. Puede resucitar los sentimientos, el tiempo perdido, los azares que enlazan un hecho con otro, pero no puede resucitar la realidad. La realidad no resucita: nace de otro modo, se transfigura, se reinventa a sí misma en las novelas. La sintaxis o los tonos de los personajes regresan con otro aire y al pasar por los tamices del lenguaje escrito, se vuelven otra cosa.

Wednesday, October 29, 2008

Por primera vez en diez años empiezo a respirar la paranoia que se vive a mi alrededor. Por primera vez el Miedo es algo real, palpable, algo que empieza a afectar realmente las vidas de decenas de miles de ciudadanos. Créanme, jamás lo había visto de esta manera. La inseguridad había sido charla de sobremesa, historia de horror del primo de un amigo cada vez más cercano, un lugar común en el que cada quien tenía una teoría y una solución. Hoy empiezo a ver a la gente respirar Terror, un Terror animal que los orilla a huir lo más lejos posible. De la ola violenta ya no se enteran en los medios de comunicación, sino por experiencia propia. Ya no sólo policías y reporteros nos hemos familiarizado con lo dantesco. Hoy casi cualquier tijuanense ha presenciado o en el peor de los casos sufrido un acto criminal de alto impacto. Los comandos negros dejaron de ser leyenda y se transformaron en paisaje cotidiano. Miren las calles, sientan el silencio, huelan el Horror. ¿Habían sentido esto antes?


Cuando escuchó a los funcionarios federales de Estados Unidos y México echar las campanas al vuelo cacareando la detención de Eduardo Arellano Félix, compruebo con tristeza que pese a sus equipos de inteligencia, no tienen ni han tenido nunca una puta idea de lo que sucede en Tijuana. Los gobiernos locales sí saben lo que sucede y en su fuero interno ubican a Eduardo Arellano en su magra e insignificante dimensión, pero su tarea, obvia decirlo, será presumir al máximo la captura y colgarse la medalla. Cuando escucho a López Dóriga hablar de Eduardo Arellano como el “líder histórico” del CAF, me queda demasiado claro que jamás ha dimensionado lo que le está pasando a esta ciudad.

Eduardo Arellano Félix no fue jamás el líder del CAF y su posición dentro de la mafia fue absolutamente secundaria e intrascendental. Claro, su foto con los brazos esposados es una medallita codiciada, pues sus ilustres apellidos tienen contundencia. Se escucha muy bonito decir que hemos capturado al último de los Arellano Félix y con ello se acabó el Cártel. El liderazgo de Eduardo es si acaso moral, simbólico por su posición dinástica, pero en términos operativos no sirve de un carajo. Claro, a los gobiernos federales les dará gasolina para cacarear un rato y justificar resultados, pero en las calles de Tijuana no se notará su ausencia. El líder operativo del CAF, sobra decirlo, es Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”, pero en Tijuana sabemos que quienes más daño han hecho a la ciudadanía, no son ellos. ¿Quiénes extorsionan y secuestran a pequeños comerciantes? ¿Quiénes martirizan a la clase media? ¿Quiénes torturan, decapitan y sumergen en ácido? ¿Quiénes se han llevado de encuentro inocentes? Aquí en Tijuana sabemos bien la respuesta y la respuesta no es Eduardo Arellano. ¿Quiénes son? Son precisamente los que están celebrando su captura, los que “extrañamente” no han sido aún tocados por ningún nivel de gobierno y los que sin duda le pusieron la mesa a las autoridades para capturar a su rival.

Hace algunos años, escuché alguna teoría estúpida en el sentido de que el narco avanzaría hacia un esquema empresarial multinacional, más cuello blanco y menos sangre, mucha discreción y juego subterráneo en pos de millonarios dividendos. Pues bien, en Tijuana pasó exactamente lo contrario. Hoy en día enfrentamos la forma más puerca y vil de crimen organizado. Exceso de faramalla, demasiada violencia gratuita, muchos mandaderos con complejo de capos. El terror por el terror, la orgía de sangre, la glorificación del trabajo sucio. Es increíble, pero he llegado a sentir nostalgia de los 90, cuando los grandes capos y no sus mandaderos ejercían el control. El CAF siempre ha sido sanguinario e hijo de puta, pero no me imagino a Benjamín Arellano secuestrando fruteros del mercado de abastos, regenteando tienditas miserables de crystal, decapitando “puchadores” muertos de hambre y cobrando piso en cada esquina del Cerro Colorado. Vaya, pensando con la lógica de un empresario que quiere incrementar sus ganancias, lo que menos le conviene a la mafia es que Tijuana se convierta en la porquería que se ha convertido. Vaya, creo que un mafioso con mentalidad empresarial quisiera ver aquí a miles de turistas atiborrando los antros y gozando la vida nocturna, pues serían potenciales clientes de sus drogas. Una ciudad donde florecieran negocios prósperos donde poder lavar su dinero y donde en apariencia reinara la tranquilidad. Los ríos de sangre y las tormentas de balas no le convienen a nadie. Una ciudad aterrorizada, desierta de turistas, atiborrada de negocios quebrados y retenes militares no le favorece ni a la misma mafia. Son gusanos que tarde o temprano se acabarán lo poquito que queda de esta manzana. Pero de gusano es su mentalidad y no descansarán hasta acabar de devorar este fruto cada vez más podrido.

Monday, October 27, 2008

Podianta

Tal vez porque a menudo soy una bestia, adolezco de una confesa debilidad por los bestiarios. El “Manual de zoología fantástica” o “Libro de los seres imaginarios” de Borges siempre está en mi buró y cada noche lo abro al azar en busca de la bestia que me acompañará en mis sueños, aunque he de confesar que mi favorito es un bestiario medieval que conseguí hace un par de años en Buenos Aires. Por supuesto Arreola es también un abrevadero al que retorno cada cierto tiempo como un venado obseso. Lo fascinante del bestiario medieval, es que es un tratado serio, elaborado por monjes quienes se pretenden doctos biólogos y hablan de que la mirada del basilisco puede congelar y matar a los hombres o que la comadreja pare a sus cachorros por la boca, además de incluir animales mitológicos como el Mantícora.

Pues bien, me entero que allá en mi tierra natal se ha conformado un interesantísimo bestiario nacido del a menudo conflictivo matrimonio entre artistas plásticos y narradores, que en esta ocasión se han alineado en perfecta y atípica constelación. Los encargados de dar vida a estas bestias y hacer el milagro de poner a hablar el mismo idioma a pintores y escritores son Livier Fernández y Héctor Alvarado. Mi madre dibujó una extraña criatura llamada Podianta. Nació de su imaginación y sin acuerdo previo, encontró una extraña simetría con la historia que el escritor Luis Valdez imaginó para el personaje. Me encantaría poder mostrar el dibujo de mi madre, pero debo confesar que la razón por la que en seis años este blog jamás ha publicado una imagen, es porque no se cómo hacerlo. Si bien yo soy 101% palabra escrita y a menudo prescindo de la imagen en mi vida, en esta ocasión me gustaría poder mostrar el cuerpo de Podianta. Por lo pronto, me limito a reproducir el cuento de Luis Valdez.



Podianta / Luis Valdez


Hubo un travesti sesentón que al ser sorprendido trabajando en las calles de Reforma y Juan Mendez, recibió una golpiza por parte de la policía, quedando en coma por espacio de 3 años, soñando con aventureros, con hadas y doncellas en peligro.
Hubo así un travesti vegetal que al despertar se encontró con que su cuerpo estaba carcomido, cubierto de escamas, convirtiéndolo en una sirena. Lamentablemente –toda belleza conlleva una maldición-, como sus pies eran enormes, no hay desde ese día zapatos que pueda calzar. Ello le ha causado problemas para conducir su voluminoso trasero.
Hubo al fin un travesti rastrero, que entonces se fue a vivir a las cañerías de nuestra ciudad. En esos escondrijos llora, gime y se alimenta de ratas. Mas, cuando es fecha especial, también devora policías, a los que atrae con una canción de cuna que se logra escuchar a través de las alcantarillas. Ellos asoman sus narices al interior de los desagües y ven solamente una cabellera rubia: La peluca que utiliza La Podianta para protegerse del sol y cubrir su rostro deformado por los años.

¿No es acaso lo bello sino el comienzo de lo terrible? Así voy avanzando, día tras día, por el frágil camino entre lo mítico y lo verdadero, deslizándome entre las luces de lo que no fue y las oscuridades de lo que pudo haber sido.



La historia ¿era así la historia? ¿Uno podía entrar y salir de ella tranquilamente? Se sintió liviano, dentro de otro cuerpo. A lo mejor no estaba sucediendo nada de lo que parecía suceder. A lo mejor la historia no se construía con realidades, sino con sueños. Los hombres soñaban hechos, y luego la escritura inventaba el pasado. No había vida, sino relatos.


La realidad no es una línea recta, sino un sistema de bifurcaciones. El mundo es un tejido de ignorancias. En el despejado horizonte de la realidad, los planes pueden desmoronarse sin ningún aviso ni presentimiento. Caen derrotados por la naturaleza del corazón o por el capricho de un rayo.

El silencio estaba en todas partes, desperezándose en el espacio sin fin de la oscuridad.
La oscuridad se iba devorando a sí misma y ahondándose en su caverna de topo.



T.E.M.