Eterno Retorno

Wednesday, December 14, 2005

BAUHAUS

Por Daniel Salinas

Siete años despúes el ataúd volvió a abrirse y Bela Lugosi no estaba muerto. Ardiendo desde adentro, por los huecos de las colinas hasta un campo plano, buscando una rebanada de vida por las oscuras entradas que desembocan en la pasión de los amantes, Bauhaus pintó de negro el centro sandieguino la noche del martes.
La banda de Northampton, que ya había plantado a sus seguidores el pasado Día de los Muertos cuando canceló su presentación en el último minuto, demostró que la cabalística espera de siete años valió la pena y que los vampiros tienen un pacto con el tiempo, pues aunque el rostro no oculta los estragos de la edad, su música es tan potente y hechizante como en 1979.
Fue el 4th and B de San Diego el sitio elegido por Peter Murphy, Daniel Ash, David G.y Kevin Haskins para dar el cerrojazo su segunda gira de reunión en una fría noche de martes que convocó a una horda de murciélagos ataviados de negro, la mitad de ellos procedentes de Tijuana y casi todos recién salidos del trabajo.
Faltaban 15 minutos para las 21:00 cuando las luces se apagaron y cuatro sombras se deslizaron por el escenario como nosferatos prófugos de sus tumbas para hacer sonar los primeros acordes de Burning from the inside. Lenta y suavemente el hechizo caía sobre la noche como un manto de seda negra.
Pero la ingeniería de sonido no siempre respeta los pactos vampíricos y cual si de un crucifijo de ajos se tratara, exorcizó momentáneamente el hechizo nocturno del Conde justo cuando Peter Murphy cantaba las primeras estrofas de In the flat field y su voz repentinamente dejó de oírse.
Murphy fue tal vez el último en enterarse que su voz no se escuchaba y que sus entregados seguidores se tuvieron que conformar con leerle los labios mientras oían una versión acústica de la canción.
Reparada la pifia sónica en cuestión de minutos y ofrecida la disculpa, la banda volvió a escena a descargar una vez más el ?campo plano? ahora sí con toda la potencia vocal de Murphy, que con su elegante traje de caballero inglés decimonónico y la dosis exacta de poesía en la entonación de sus letras, se encargó de embrujar a cada uno de los asistentes.
El trago amargo había sido totalmente superado cuando God in an alcove, In fear of fear, Terror couple kill colonel y Swing the heartache acababan de conectar a la audiencia.
Escudo de Batman al pecho, Ash derrochó virtuosismo con guitarra eléctrica y acústica, aunque tampoco le hizo el feo al saxofón ni cantó mal las rancheras, pues demostró ser casi tan buen vocalista como Murphy, mientras que un hierático David G., oculto tras el misterio de sus lentes oscuros, marcaba la conducción vertebral con su infalible bajo, al tiempo que Kevin Haskins decía presente con exactos batacazos.
Momento de éxtasis ceremonial se vivió cuando la densidad de She is in parties envolvió a cada uno de los asistentes seguida por la potencia de Pasion of lovers y la Poesía de Silent hedges, siendo estas dos últimas interpretadas por la guitarra acústica de Ash.
Una calma litúrgica se vivió con Hollow Hills que antecedió al desenfreno místico de Stigmata martyr, para después poner punto y coma con Dark entries y abandonar por primera vez el escenario. Pero la ceremonia aún no había terminado y un vampiro escarlata, prófugo de las páginas de Stoker o Sheridan Le Fanú, se hizo presente en San Diego.
Luciendo su gabardina de rojo terciopelo como hábito sacerdotal para oficiar el punto climático del ritual, Murphy reapareció en el escenario y se apoderó del alma de cada asistente con la primera estrofa de Bela Lugosi s dead.
Slice of life cantada por Ash y Telegram Sam poniendo su dosis rockanrolera a la noche gótica se encargaron de preparar el terreno para homenajear al maestro Bowie y rematar con ese himno generacional llamado Ziggy Stardust, para ahora sí, dar el definitivo adiós. El ataud volvía lentamente a cerrarse, las luces se encendían yn una horda de cuerpos envueltos en trapos negros abaondonaba el lugar para perderse en la inmensidad de la helada noche sandieguina.

Set list

Burning from the inside
In the flat field
God in an alcove
In fear of fear
Terror couple kill colonel
Swing the heartache
She s in parties
The passion of lovers
Silent hedges
Kick in the eye
Hollow hills
Rosegarden funeral of sores
Stigmata martyr
Hair of the dog
Dark entries

Encore

Bela Lugosi s Dead
Slice of life
Telegram Sam

Encore

Ziggy Stardust

Tuesday, December 13, 2005

Irremediablemente despierto en la madrugada. Mi sueño, como los partidos de futbol, se divide en dos tiempos. Me acuesto a las 12:00 o 12:30. A las 3:30 o 4:00 abro los ojos. Enciendo la lámpara de mi buró. Carolina duerme. Morris juega a ser centinela en la ventana. Alguien me ha dicho que la madrugada es la hora de Dios. También me han dicho que es la hora en que tus defensas están más bajas. Lo cierto es que en ninguna otra hora del día se puede pensar con tal intensidad. Las ideas adquieren una claridad monstruosa, alucinante. A esa hora no racionalizas, simplemente sientes, concibes, palpas tu condición de llama moribunda en la noche fría, tu desamparo ontológico, tu condena a la finitud. Ahora me ha dado por leer los Faustos en la madrugada. Los dos, el de Goethe y el Marlowe. Los leo alternativamente, pero sólo en la madrugada. Cerca de las 5:00 vuelvo a agarrar sueño y entonces duermo hasta las 6:30 o 7:00.
La lectura de madrugada tiene el poder de un hechizo. Una vez que te has vuelto a dormir, invariablemente sueñas lo leído y acabas por convertirte en personaje del libro que yaces sobre las cobijas.
El 2005 ha sido el año del Fausto. Nunca como ahora se había manifestado con tal crudeza este drama ontológico occidental, herencia pura de la tragedia griega. El Invierno de la existencia llega y no hay Mefistófeles que te redima ni un paraje en Walpurgis donde poner en oferta tu alma. Tampoco escucho el coro de Ángeles ni hay abogado defensor que te salve de la condena. Las noticias que recibo de Monterrey sobre la salud de mi Abuelo son desoladoras. Las esperanzas se apagan lentamente y no veo luz al final del túnel. Espero poder estar ahí el próximo fin de semana. Espero que no sea demasiado tarde.




PD- Mucha razón tiene Julio Salinas cuando habla de ese opio futbolero que es capaz de secuestrarte dos horas. Pese a que mi mente no está en estos momentos para melodramas de cancha, el Clásico es un narcótico potente. Durante 180 minutos el mundo se detuvo. Y estuve a siete minutos de tener una de las máximas alegrías futboleras de mi vida. Mis Tigres se partieron el alma en la cancha. Con la cara al Sol de despiden luego de un 2-2 al cabo de 180 minutos, acuchillados por el jugador número 12 de las rayas, su super estrella Germán Arredondo. Pocas veces me había sentido tan triste por un resultado futbolero. Me duele en el alma esta injusta derrota y más me duele en el alma que la directiva de Tigres en vez de dar continuidad a Batocletti que más que merecido lo tiene, trae de regreso al señor aburrimiento, al señor berrinches, el mediocre Tuca Ferreti. Cemex te pido una cosa: Ya lárgate de mi equipo. Sabes de cemento, pero no sabes un carajo de futbol.