Eterno Retorno

Friday, August 08, 2008

El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de manera distinta en el tiempo. Yasunari Kawabata, Lo bello y lo triste.


El católico que se confiesa nunca ve el rostro del sacerdote. El paciente que se acuesta en el diván no mira al rostro del psicoanalista. Simplemente saca, eructa, vomita.
En mi caso quiero cagar, cagar mucho. Sacar toda la mierda que he retenido. Sentirme como me sentía en el parque de Temuco, como me sentí anoche en la arena de esta playa. Cagar. Me gusta como se escucha la palabra C-A-G-A-R. Hacer popó, defecar, zurrarme, evacuar, expulsar, sacar de mi cuerpo, vaciarlo, exorcizarlo. Todo menos retener. La mujer del complejo anal está dispuesta a combatir a muerte para que no quede nada dentro de ella. Amber Aravena, Lo que yace en el culo de Amber Aravena


No me gusta releer algo escrito por mí. No me gusta escuchar mi voz grabada. Odio ver mi imagen filmada. Odio todo aquello que deje un maldito rastro de mí en el mundo. Pero a la vez estoy desesperada por dejar ese rastro, como un perro que mea las llantas de cada carro y cada poste de su calle. Aunque este espacio no sea más que un recipiente de mierda, necesito atiborrarlo. Amber Aravena, Lo que yace en el culo de Amber Aravena

Rompe la ola
El Mar no cesa
Bautizo de sal sobre tus páginas
Cielo oscuro de un julio agonizante
Furia de Pacífico insurrecto
Intuición del final

Aquí es otra parte
Hoy es otro tiempo

Palabras desparramadas al vacío
A la desolada estepa de mil páginas empapadas de mar

Mis posicionamientos respecto a distintos temas cambian radicalmente. En este país las líneas de pensamiento son muy concretas y exigen cierta continuidad histórica. Como yo tomo de uno y de otro a menudo me llaman incoherente y contradictorio. Vaya, o eres liberal o eres conservador.

El liberal es indigenista y repudia la conquista española. Odia al clero y a la burguesía. Sus máximos héroes son Cuauhtémoc y Juárez. Odia a muerte a Cortés, Iturbide y Miramón. Cree en la Revolución Mexicana, en el lema Tierra y Libertad, idolatra la generación del 68, vio con buenos ojos el alzamiento zapatista del 94 y muy posiblemente votó por AMLO. Apoya el aborto, el matrimonio homosexual, rechaza la pena de muerte y es un intolerante predicador de la tolerancia. Le tiene pavor a la globalización y el neoliberalismo. Es feminista e indigenista a la vez (y olvida que los indígenas mexicanos sostienen las sociedades más aferradamente machistas del país)

El conservador ante todo cree en Dios. Ama la tradición católica y colonial de México y la conquista espiritual le parece el momento más sublime de la historia nacional. Sus héroes son Vasconcelos, Gómez Morín, Miramón. Cree en la familia, en la patria, en la religión, en los valores. Condena el aborto como el peor pecado, y el matrimonio homosexual le parece una aberración, pero defiende la pena de muerte. Obviamente votó por Calderón. También cree en los valores familiares tradicionales, en la economía de mercado y en la libre empresa.

A mi hay personas que me han llamado ultra conservador y otras me han llamado ultra liberal. Otros que se creen más analíticos señalan que soy un mar de contradicciones. Razón no les falta. Aquí va un escueto resumen sobre de posicionamientos respecto a diversos temas.
No creo en Dios. No es sólo que sea anticlerical. Aunque la iglesia fuera perfecta yo seguiría pensando que Dios no existe. No hay Dios, no haya nada, punto. En ese sentido soy un nihilista total, lo que me emparentaría con los liberales.

Entonces, si no creo en Dios (en ninguno, no sólo en el católico)¿Por qué apoyo la conquista española? Aún siendo anticristiano, considero que la Conquista fue lo mejor que le pudo pasar a esta tierra de volcanes. Para mi no fue un genocidio, sino una hazaña de valentía e inteligencia. 500 hombres y 16 caballos contra cientos de miles de guerreros feroces. Ganó el más fuerte y el más inteligente.
No creo en Dios y no soy conservador y sin embargo admiro a un católico radical como Miramón. Lo admiro ante todo como persona y como patriota y yo, ateo y anticlerical como soy, considero a Juárez un perro traidor, oportunista y pretencioso. Sí señores, soy contradictorio. Como persona prefiero al héroe conservador sobre el liberal. También considero que el verdadero consumador de la Independencia de México de llama Agustín de Iturbide aunque no resto méritos al gran Morelos, nuestro mayor genio militar y visionario político, aunque por desgracia no consumó la Independencia.

En 1994 voté por Cuahtémoc Cárdenas, en el 2000 voté por Rincón Gallardo y en el 2006 no pude votar por exceso de trabajo, pero si hubiera votado le hubiera dado mi voto a Calderón. Sí, soy muy contradictorio. Dos años después considero que Calderón está haciendo un gobierno pestilente, errático, sin rumbo, pero con todo y eso, si hoy fueran otra vez las elecciones y los contrincantes fueran otra vez Calderón y AMLO, votaría por Calderón con todo y la decepción que me ha causado. Calderón siempre me ha resultado antipático. Como candidato lo entrevisté en exclusiva tres veces (me refiero a que estuve a solas con él, no en banquetazo) y nunca me dio buena espina que no me mirara a los ojos y que me saludara con la mano floja, pero aún así volvería a votar por él si no hubiera otra cosa en el menú. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que con todo y los errores de Calderón, sigo considerando a AMLO y sus partidarios la peor peste parasitaria de México, la escoria del país, unos gusanos que deberían ser borrados sin piedad (por fortuna se comen y matan entre ellos, así que ahorran algo de trabajo)

Quisiera un gobierno más duro y radical para México. De hecho cada vez me agrada más la idea de la militarización total del país. En ese sentido soy conservador. Creo más en el Leviatán de Hobbes que en el Espíritu de las Leyes de Montesquieu. Cada vez creo menos en la democracia. En 1908 Porfirio Díaz, el mejor presidente de nuestra historia, dijo que ya estábamos preparados para la democracia. Cien años después creo que el buen Porfirio se equivocó. No estábamos ni hemos estado preparados para la pinche democracia.
No adoro la globalización como un becerro de oro y la miro con extremas reservas, pero considero a las políticas proteccionistas y nacionalistas como una oda a la prehistoria. Estoy absolutamente a favor de la reforma energética.

Estoy a favor del aborto y por ello me llaman liberal. Estoy totalmente a favor de la pena de muerte y por ello me llaman conservador. No tengo nada en contra del matrimonio homosexual (mientras los putos no se metan conmigo podemos llevar la fiesta en paz) y apoyo la eutanasia. En fin, este es un breve resumen de ciertos posicionamientos en torno a algunos temas de moda.

Estas son mis convicciones ¿No le gustan? Tengo otras

Wednesday, August 06, 2008

El otro yo. Al igual que Pamuk habla del otro Orhan en Estambul, yo también tuve un par de otros yo. El de la portada del disco Every good boy deserves favour de The Moody Blues y el niño de espaldas en la portada del álbum contemplando el tren. Mi madre decía que era yo. Y en cierta forma siempre lo creí. Era pero no era yo, una suerte de nagual prófugo que vivía episodios en mi nombre. De una u otra forma también tuve cierta obsesión y miedo del otro. El Doble. Un día, en un camino, te encontrabas contigo mismo. Si un día alguien tocara a la puerta de mi casa y al abrir descubriera que es mi doble, le zorrajaría un trancazo. Eso decía yo de niño


La Historia de lo que pudo haber sido. La Muerte que caminó a tres metros y cuatro minutos de tu destino. El intrincado tejido de tu laberinto. Lo absolutamente definitivo de cada instante.


La montaña sangra- El lobo está perdido
La montaña convalece. El final se acerca
Tírame un cable a tierra que hoy no conecto y nada puedo desparramar
¿Cuál será la aguja capaz de hacer sangrar ese nervio? ¿El electroshock preciso para sacudir la última neurona?

El día es tatuaje y polvo a la vez ¿Y si torcieras tu destino? ¿Y si dijeras no? La historia que fascina y aterra precisamente por no haber sido.


Estás en donde no se supone que debes estar o pronuncias una frase impronunciable y de pronto le has roto el hocico a lo ordinario.

Rompedor de almas
Heraldo del cataclismo por venir
Algo en mis venas corre a contracorriente
Contra las cataratas de mi sangre nadan las bestias
Rompedor de almas despedázame
Mi mente no conoce de evoluciones ni metamorfosis
Sólo extinción



Cabalgador de la Muerte
Profeta de la Condena
Jinete de infinitos atardeceres malgastados
Esta noche la música es buena
Pero mi cabeza está descargada
Cabalgador de la Muerte ven por mí

Esta noche nieva en el Infierno


Donde yacen los ángeles muertos


The Sin of Sodom is The Final Sing of Evil

Al Diablo por la cola. Devil by the tail
Una noche de tantas, cuando el verano ya cantaba Las Golondrinas y los días tenían prisa por agonizar, agarré al Diablo por la cola
La cola del Diablo, larga y pelona como la de un tlacuache
El Diablo prisionero de su invocador
Encerrado en su pentagrama como un ave de corral (Hey Mister Lucifer)
El Diablo pidiéndome licencia para salir de la covacha
El Diablo ofreciéndome en oferta su alma
Y yo dándome el lujo de rechazarla


Una mañana cualquiera se decidió tu muerte.
Por supuesto tú no te enteraste, pero mientras desparramabas el tiempo garabateando incoherencias, ellos ya lo habían decidido; te matarían esa misma noche.
Mientras tú te aburrías malgastando los minutos en el sopor de la tarde, ya eras oficialmente un condenado.
Te bastó señalarlo con la mirada para sellar tu destino. Ellos tienen ojos en la nuca


Desde un tiempo para acá tengo plena conciencia de que cada atardecer me acerca al día de mi Muerte.


Desde un tiempo para acá (en realidad hace mucho tiempo) el más simple hasta luego presagia ser el último.

Frente a mí había un largo y oscuro Túnel: El mío.

Decaigo, irremediablemente decaigo. Sonriente me sumerjo en un pozo sin salida y sin oponer resistencia alguna, dejo a las arenas movedizas cubrir mi cuerpo.
Algo se cocina lentamente en mi interior, un tumor cenceroso del alma, una lepra que todo lo corroe. El tiempo y sus cuchillos diminutos, lacerando cada día un centímetro de piel. Mira el espejo. En tu rostro yace lo que eres, la estructura cada vez más sólida e inmutable de lo que eres. Lo que un día fue maleable se endurece lentamente, hasta llegar el momento en que lo descubres oxidado como un tornillo en el armazón de un barco náufrago.