Eterno Retorno

Wednesday, February 24, 2021

La perrita más fuerte del mundo

 

La perrita más fuerte del mundo levantó en alto la bandera de la vida y salió avante en una cirugía de alto riesgo para su edad y condiciones. A sus 15 años, con cáncer e insuficiencia renal, nadie quería asumir el riesgo de operarla y extirparle el útero infectado. Nuestra gratitud y respeto al Doctor Omar Rivera que agarró el caso y logró consumar una operación exitosa. Viene el proceso post operatorio, pero el mayor riesgo ha sido librado. Contra todos los pronósticos, Canica sale al parque todos los días, aún le ladra a los extraños, y siempre llega puntual cada que encendemos el asador. No se rinde ante nada. Esta cabroncita es puro arrojo y ganas de vivir.


Monday, February 22, 2021

hUrgando a Urganda la desconocida

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      U                                                                   A  LA

            R                                                          D            D

                  G                                                N                    E

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                                     D                 R                                              O NO                                                                                                                                                                                                         O       U                                                             C

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hUrgando a Urganda la desconocida     


                                                               

Sunday, February 21, 2021

Si por ellos fuera, tiraban los libros a la basura

 


De las tres opciones en teoría viables para reubicar la biblioteca de Tijuana, la menos mala me parece la Casa de la Cultura Jurídica. Es la que tiene por mucho la mejor ubicación (justo frente al Cecut) y sus instalaciones (según recuerdo) son funcionales. El edificio de correos es una lamentable ruina que requeriría muchísima inversión (misma que el gobierno, por supuesto,  no hará) y el Museo Ámbar o el Ceart significan un exilio al limbo. Dirán lo que quieran, pero todo lo que se va a la tercera etapa del Río Tijuana se transforma en una suerte de purgatorio. Mi consejo es apostar por la Casa de la Cultura Jurídica, pero el edificio pertenece al Poder Judicial de la Federación y no creo que sea sencillo gestionar su entrega en permuta o comodato, mucho menos cuando no hay voluntad e interés por parte de las autoridades. Seamos honestos: tanto a Bonilla como a Karla Ruiz la biblioteca les vale reverenda madre y no tienen idea de lo que van a hacer con ella. Si por ellos fuera, tiraban los libros a la basura. Están  reaccionando sobre la marcha solo por la presión pública. Karla está pensando en su reelección y Bonilla en cómo ejercerá su maximato cundo le entregue la estafeta a Marina. Una pobre biblioteca que solo interesa, según ellos, a unos cuantos lectores loquitos, está en el lugar 500 de su lista de prioridades y no le van a invertir dinero y esfuerzo, máxime si no es políticamente redituable. Al final, poco importa a dónde vayan a arrumbar unas cajas con libros si carecemos de un proyecto ejecutivo serio para crear una biblioteca moderna, dinámica y funcional administrada por profesionales en la materia. Cuestión de echar un vistazo al rol fundamental que actualmente juega la biblioteca pública en el desarrollo comunitario de miles de ciudades y pueblos de todos los tamaños alrededor del mundo. ¿Las bibliotecas son cosa del pasado? ¿Las bibliotecas ya no son necesarias porque todo lo puedes consultar en Google? Ja,ja, ja. Otra cosa es que tengamos gobernantes con mentalidades retrógradas y  anacrónicas. Mejor revisen y aprendan cómo funcionan las bibliotecas más vanguardistas del planeta.  Sobra información en internet sobre nuevas tendencias en la gestión y administración de acervos. Echen un vistazo y verán portentos arquitectónicos y modelos de interacción comunitaria. Para mí, el ejemplo a seguir es la Biblioteca Nacional de Colombia, cuyo funcionamiento he podido conocer personalmente, pero si quieren,  ahí están las bibliotecas de Birmingham, Helsinki, Singapur, Varsovia, Tenerife, Seattle. ¿Cuál sería mi biblioteca ideal en Tijuana? Un espacio público céntrico que combine tradición y modernidad, lo físico y lo digital,  en donde puedas encontrar lo mismo el manuscrito original de Pretexta de Campbell que el archivo digitalizado de las primeras cartas urbanas de Tijuana o los ejemplares de El Heraldo de 1945. Un lugar  en donde se tenga absolutamente toda la producción bibliográfica histórica  de Baja California (actualmente dispersa y fragmentada) y las últimas novedades editoriales, administrada, de preferencia, por un patronato descentralizado. Se vale soñar.

Especie ya extinta

 



De pronto, tengo la certidumbre de pertenecer no a una especie en extinción, sino a una ya extinta, de formar parte de un pasado que el tren bala de la Historia ha dejado atrás en una estación perdida en el desierto. Creo que una de las grandes obsesiones de mi vida tiene que ver con la extinción de oficios y formas de vida y la forma en que el espíritu de la época, como un torrente imparable, va arrastrando todo a su paso. Me llama mucho la atención cómo millones de seres humanos pueden vivir en un mundo donde las reglas del juego han cambiado radicalmente sin que ellos se den por enterados. El suelo que pisan ya no es firme y las reglas del juego cambiaron. Bueno, cambiaron no solo las reglas sino el juego completito. Ahora jugamos a otra cosa. Pienso en los millones que perdieron sus empleos o vieron quebrar sus negocios sin poder salvarlos. Pienso en que aunque al mundo le sobren profetas, aún no tenemos puta idea de lo que viene. A veces creo que somos los últimos representantes de un mundo antiguo y obsoleto que está a punto de convertirse en el olvido.  A mediados de los 90 irrumpió El horror económico, un demoledor ensayo de Vivian Forrester que en su momento dio mucho de qué hablar. Más allá de su rabiosa carga globalifóbica en un momento en que el neoliberalismo aún estaba sentado en los cuernos de la luna, el ensayo resultó ser profético. Publicado por el Fondo de Cultura Económica, el libro de Forrester planteaba  - palabras más, palabras menos-  que el nuevo proletariado ya no serían  los obreros sino los prescindibles, los innecesarios.  A lo largo de la historia de la humanidad, el explotado siempre jugó un rol en la base de la pirámide socioeconómica: esclavo, siervo, peón, trabajador. Hoy ya ni siquiera le es dado jugar el papel de oprimido, porque el sistema simplemente ha dejado de necesitarlo. Hay una masa integrada por millones de seres que no tienen ni podrán aspirar a tener un sitio en el engranaje de la fuerza productiva. Somos un inmenso afuera, una región límbica, un ayer anticipado, un olvido prematuro.