Eterno Retorno

Tuesday, September 28, 2010


Desde la capital donde el Sol, la comida china y el gobierno de Baja California sentaron sus reales, en donde me encuentro trabajando duro como me gusta, les comparto este video trasmitido en el programa Hola Californias de mis colegas y amigos Yolanda Morales y Jorge Nieto.

http://www.youtube.com/watch?v=nej5CRt37zM

Los acontecimientos se precipitan. Tras la calma irrumpió la tempestad y la paz del verano que acabó, será pronto un vago recuerdo. Vuelve el ajetreo, los pendientes impostergables, la sinfonía del celular en caos mayor. Chamba, chamba, mucha chamba. Vuelvo a ser un hombre ocupado.

Creo que no he podido hacer un corte ni tener un mínimo espacio de reflexión para agradecer a tanta gente. Algo entiendo yo de Historia y creo que para poder hablar de edades etapas o épocas se requiere poner algo de tiempo de por medio y ver los acontecimientos desde una cómoda y prudente distancia cronológica, pero no creo que sea exagerado afirmar que por dos razones muy concretas y especificas, el 23 de septiembre se cerró una era y comenzó otra.

La presentación de Mitos del Bicentenario, he de reconocerlo, superó todas mis expectativas.

¿Qué puedo decir? ¿Cómo expresar mi más brutalmente honesta gratitud? Hubo tantos y tan significativos detalles. A todos y cada uno de los que acudieron les agradezco inmensamente todo su apoyo. El libro es suyo, pueden ustedes hacer de él lo que gusten. Pueden rayarlo, hacerle anotaciones, escribir un poema en él, pintarle monitos, destrozarlo, usarlo para matar una mosca, pero por favor no lo arrojen a una caja ni lo dejen en la indiferencia. Si quieren hacerlo pedazos yo no voy a defenderlo. Ese barquito de papel ya ha zarpado y debe enfrentar sus propias tempestades.

A todos y cada uno de los que acudieron aquella noche les expreso mi más profunda gratitud. Me hubiera gustado poder decir salud y beberme una copa de vino con cada uno de ustedes, pero ese día 23 no tuve cabeza para muchas cosas que digamos. Disculpen si no tiré un cable a tierra. Nunca había sido anfitrión de un evento así.

Me siento particularmente mal por dos jóvenes que llegaron a la presentación y traían consigo un pedazo de underground bajo el brazo, una verdadera sorpresa, un ejemplar de los Diarios del Fin del Mundo, aquella colección de cuentos que hicimos con Recolectivo. Si bien por lo que a calidad de textos respecta a esa colección la considero más bien deficiente y de escaso nivel literario, tiene valor sentimental por lo atípico y raro de la edición, además de ser un ejemplar trabajado con altas dosis de espontaneidad. La cuestión es que este par de jóvenes me pidieron que si les firmaba los Diarios pero en ese preciso instante estaba en medio de terrible ajetreo, hablando para Síntesis y supervisando mil y un detalles. Me dijeron que al rato retornaban y yo me quedé con los cuentos en la mano y luego los eché dentro de una caja donde tenía el resto de los ejemplares de Mitos del Bicentenario y me desentendí absolutamente. Comenzó la presentación, yo entré a la dimensión desconocida y de pronto un día después me acordé de los Diarios, mismos que se perdieron en el caos. No sé si alcanzaron a recuperarlos. Ojalá. De no ser así, yo me ofrezco para reglarles uno de los dos únicos ejemplares que poseo de esa colección de cuentos, pues si lo perdieron fue por mi culpa. La oferta está en vigente por si alguno de ellos cae por este pantano bloguero. Por ahora sigo con mi nueva aventura mexicalense.