Furtividad bajo palabra. Polvo de aquellos lodos periodísticos
En este azaroso camino de la vida (que -en efecto- no es como imaginaba) yo sigo terco y aferrado a publicar cada semana en papel periódico. Por ello me pone harto alegre que mi trabajo Furtividad bajo palabra se haya ganado el Premio Estatal de Literatura en la categoría de Periodismo Cultural. Ayer recibí la noticia y hoy la comparto con ustedes. Mi idea y mi principal motivación para competir, fue transformar en libro una labor de arriero tundetecla. La intención a priori fue dar unidad temática a este compilado de 150 cuartillas y no limitarlo a un amontonamiento de notas. La inmensa mayoría de los textos incluidos versan sobre la obra de personajes de la cultura bajacaliforniana (y algunos pocos norteños de otras entidades y uno que otro visitante). Aquí encontrarán crónicas, apuntes, relecturas y reinvenciones sobre Kingo Nonaka, don Alfonso López, Federico Campbell, Joel Flores, Juan José Luna, Gerardo Ortega, Rocío Hoffman y Manuel Lizárraga, Lucille de Hoyos y Francisco Cabello, Regina Swain, Pilar de Pina, Miguel Ruiz, Jaime Muñoz Vargas, Roberto Vásquez, Luis Felipe Lomelí, Liliana Blum, Bancalari, Vicente Alfonso y Roberto Alifano entre otros tantos. Ni están todos lo que son ni son todos los que están. Son textos que he publicado en los últimos dos años en InfoBaja (principalmente) en Espiral, en Laberinto, en Confabulario, en San Diego Red y en el extinto Palabra. El nombre completo del libro es “Furtividad bajo palabra. Polvo de aquellos lodos periodísticos”. Fortísimo abrazo y brindis con el peor whisky del mundo a la salud de mis colegas Rosa Espinoza, Ángel Murga, Óscar Ángeles Reyes, Juan Alberto Mora Hirata, Julio César Pérez Cruz y Pamela Ruiz Arias, ganadores de las otras categorías y mi gratitud con todos los amigos que me han otorgado la confianza para publicar en sus medios (impresos o digitales).
Y como toda creación mía, está dedicado a Iker y Carolina, motor de vida y fuente de toda inspiración.
Estas furtivas palabras son hormonalmente bajacalifornianas.
Pura esencia peninsular de Cortés, Pacífico y Rumorosa.