Eterno Retorno

Wednesday, September 11, 2024

Esperanto

 


 

Grandes secretos guarda nuestra Tijuana. Ayer visité por vez primera el Parque Esperanto y la neta me llevé una agradable sorpresa.

Dicen que “quien toma agua de la Presa, a Tijuana regresa”. Beber agua de la presa significa enamorarse de Tijuana, abrazar a esta ciudad y convertirla en nuestro hogar.

Por ello, me parece muy simbólico que el mayor pulmón de toda el área metropolitana se ubique en la emblemática Presa Abelardo L. Rodríguez, todo un hito en la historia de la ingeniería hidráulica en México que empezó a construirse en 1928 y que por casi nueve décadas ha dado de beber a millones de tijuanenses, aunque como espacio de convivencia y paseo había estado desperdiciada.

Las ciudades bajacalifornianas crecen y la población se multiplica, pero desgraciadamente las áreas verdes no se equilibran ni crecen a la par. Tijuana ya es el municipio más poblado de México, pero los parques son bichos raros por estos rumbos. El verde es un color escaso en esta ciudad

Según la Organización Mundial de la Salud, el ideal mínimo para tener una calidad de vida es que en las ciudades haya entre nueve y once metros cuadrados de área verde por habitante, pero nomás para que se den una idea de la desproporción, en Tijuana apenas alcanzamos 1.4 metros. Esto ridículo colegas, de terror.

Además, la Organización Mundial de la Salud recomienda que toda persona tenga un espacio verde de al menos media hectárea a 300 metros de su casa. ¿Ustedes tienen alguna? Nosotros por fortuna sí, aunque muy pequeña, pero créanme que nuestro parquecito ha hecho la diferencia en nuestra vida.

El 94% de los parques de Tijuana tienen una superficie menor a una hectárea. El ejemplo más claro del gran déficit de áreas verdes, es la pobre Zona Este de la ciudad, la de mayor crecimiento y marginación y la que menos espacios para respirar tiene.

La superficie del Parque Esperanto es casi cuatro veces el Parque Morelos, el último gran pulmón que se construyó en la ciudad hace ya 40 años.

Llevábamos cuatro décadas sin que se echara a andar un gran pulmón urbano, siendo que las áreas verdes deben de ser la máxima prioridad de los gobiernos y estar en el tope de la agenda pública.

Gran proyecto del Gobierno estatal cuya coordinación se ha echado en hombros mi amigo Carlos Torres. Esta es la primera de cinco etapas, pero la verdad está quedando muy chingón. Sospecho que la mejor parte de esta verde historia está por escribirse.