Eterno Retorno

Thursday, April 17, 2008

En los parajes de lo onírico a mi mente le ha dado por parir criaturas atípicas. Apenas duermo y el subconsciente destapa profundidades abismales. Al menos en las últimas noches no ha sido la historia de siempre, la de Río San Juan 103 Colonia Miravalle, la Quinta, el Río anta Catarina y los inmortales fantasmas de toda la vida. Anoche fue la historia de una cantante alemana. No recuerdo su rostro, pero sí su voz. Cantaba como Doro en la época de Warlock, pero no era Doro, ni era la época de Warlock. Una canción lésbica, agresiva, con vibra hard rockera y aguardientoza. Recuerdo la tonada de la canción, parecida a alguna del Burning the Witches. La letra y la música acaso serían mías pues al parecer el subconsciente tiene complejo de compositor. Vaya, creo incluso que la canción tenía video. Yo no aparecía en la historia. La noche del martes sí aparecí. Pedaleaba una bicicleta por el centro de Monterrey, a la altura de la fuente de Neptuno en la Macroplaza. De pronto, el centro regio se volvía una pradera americana, era exactamente como las estepas de Wyoming, allá donde estaba la casa de Malcolm y Patt donde pasé algunos días en junio de 1989. Y en esa helada pradera americana andaba yo en mi bicicleta, en busca de una tribu cuyo nombre he olvidado. Adolescentes indígenas formaban con sus cuerpos una enorme pirámide, como esos edificios humanos de las ferias en Barcelona. La tarde caía y el Sol rojo se desparramaba sobre sus cuerpos. Ahí acabó la historia.

En la vida que supongo es real cae la tarde. Trabajo desde casa mientras veo de reojo al América vs U Católica (1-0 ganan los cruzados de Pinochet) Bebo un vaso de Black Label y agarro inspiración para la columna política. Algo se cocina en mi cabeza y no se qué carajos es. Física y espiritualmente está haciendo ruido el motor y amenaza con quemarse. Por momentos reacciono con furia injustificada y no tengo control sobre mis palabras. Un día cualquiera las neuronas se desbarajustan, los relojes marchan al revés y el suelo bajo los píes se vuelve una vela derretida. Tijuana se cae a pedazos como la piel de un leproso y nosotros jugamos a morirnos de risa. Ayer toda la puerca casta política bajacaliforniana se dio cita en la inauguración de una guardería. ¿Espontánea filantropía? Qué chingados, fueron de jariozos a ver a la madrina del evento, que fue Ana Kournikova. Todos me preguntan ¿Y cómo se te hizo Anita? Y yo respondo lo que respondo siempre que veo en persona a una mujer que he visto mil veces en los anuncios: Nada del otro mundo. La puedes ver en la calle en el Gaslamp de San Diego y no para el tráfico. Hubiera preferido a Sharapova y tampoco hubiera sido para tanto. No me gusta el tenis y en la calle he visto mujeres más bellas que Kournikova. La belleza tiene límites y las mujeres más bellas que he visto en mi vida las he visto en la vida real y nunca estarán en la portada de una revista. 2-0 la Católica. La noche llega. La columna apura.

Monday, April 14, 2008

En Tijuana hemos entrado de lleno en la globalización. Tan globalizados estamos, que ya nos llegó el mentado calentamiento. ¿O a quién carajos, sino al calentamiento global, le echamos la culpa por este infiernito de fin de semana?

Calorcitos de estos te saben frescos en los abriles regiomontanos (y de Mexicali mejor ni hablar), pero aunque el resto de México crea otra cosa, Tijuana no es una ciudad caliente y estos atípicos 33- 34 grados del sábado y el domingo supieron a aliento de dragón. Cuanta razón tenías Al Gore. No recuerdo un abril tijuano con semejante temperatura.

Lo peor fue cruzar la línea el sábado en pleno medio día. Si el Infierno de Dante existe, ese debe ser una línea eterna en un día de calor.

Por la tarde una deliciosa carnita asada con sus respectivas rajas y totopos en casa de mi paisano Marco Antonio Blásquez en Chula Vista (como resultado de una apuesta ganada en el 3-2 de mis Tigres sobre las rayas en el clásico) unas heladas Heineken y un tequilita antes de agarrar camino rumbo al centro sandieguino donde Apocalyptica me aguardaba en el House of Blues.

Puntualidad finlandesa. Exactamente a las 20:00 llegué al HOB y los cellos empezaron a sonar. Hasta parece que me estaban esperando para dar comienzo. Te guste o no te guste el Metal, debo decirte que lo de esa noche fue algo más que un orgasmo sónico. Creo que cualquier persona que aprecie la buena música ya sea un musicólogo o un crítico de música de cámara debe sin duda admitir con humildad que lo hecho por estos finlandeses rompe las barreras. Algo similar debes sentir si escuchas una orquesta tocando a Wagner o a Shostakovic.
Hay conciertos donde simplemente te quedas quieto en tu lugar y te olvidas del mundo que te rodea. Me coloqué hasta adelante y de ahí no me moví. Ni siquiera una cerveza extrañé en toda la velada. La embriaguez fue pura y absolutamente sónica. Lo de Apocalyptica fue, en todo el sentido de la palabra, un hechizo musical. Cuatro cellos y una batería y un cantante invitado que subió para cantar tres rolitas del nuevo disco Worls Collide (I,m not Jesus, destinada a ser hit de radio) I, dont,t care y alguna otra. La apoteosis llegó para mí cuando tocaron Seek and Destroy y Hall of the Mountain King, si bien la concurrencia casi entra en éxtasis nostálgico con Nothing Else Matters y no pudo evitar el headbangueo en Enter Sandman. Fueron 90 minutos de catarsis musical. Honestamente me hubiera gustado más. Perfectamente me hubiera chutado un par de horas más sin moverme. Hacía un buen rato que un concierto no me conectaba de semejante manera.

No me hagan mucho caso pues no es el set list exacto, pero más o menos recuerdo las rolas en este orden.

Worlds Collide
-Grace
-SOS
I, don,t care
- I'm not Jesus-
Repressed-
Betrayal-
Seek and Destroy
-Bittersweet
-Last hope-
Nothing else matters
-Enter Sandman
-Life Burns
-Inquisition Symphony
Hall of the mountain king
- Seemann

Mis amigos el jota ce, Octavio y Tizoc llegaron con considerable retraso al concierto y los vi hasta el final. Empezó temprano y acabó temprano. Unas regattas red en Rock Bottom para rematar la velada antes de agarrar camino a casa.

El infernal domingo fue conjurado desde una alberca en la casa club de residencial Calafia con una hielera atiborrada de bohemias oscuras. Sí, debo admitirlo, los grados centígrados fueron directamente proporcionales a las cervezas bebidas durante el fin de semana.

Partimos plaza en la semana con una visita al penal del Hongo en donde recorrí los talleres de carpintería y costura.

Imposible romper los círculos y escapar al bioritmo. Traslación, rotación, Eterno Retorno. El lunes tiene cara y carne de lunes. Sabe a lunes, me siento como en lunes y no puedo escapar a mi destino, de la misma forma que el viernes tendrá jeta de viernes y el domingo (sobre todo el domingo) arrastrará su cruel vocación de Séptimo Día, “el día del siñor”.