Las mañanas caen y el tiempo corre, como humilde peregrino a su (¿?) marchitar. Las mañanas deshojadas, arrojadas al vacío como pétalos marchitos; las mañanas son la cera (¡mega warning ortográfico!) derretida de una vela que se extingue, las desparramadas migajas que han de indicarme la ruta hacia cierto corral límbico con cara de cadalso. Las mañanas…
La lluvia invernal de un domingo en la mañana y enero tan así, tan magro y hostil como le gusta, con su falso rostro de nuevo comienzo, con su eterna sugerencia de dieta mártir, con su irrenunciable vocación de cuesta arriba Enero muerde, enero impregna, enero te dice esta es mi esencia y no tengo otra.
Cuando el amanecer es de manto oscuro, cuando la luz duerme bajo cobijas empapadas, cuando el cielo es más negro que la oscuridad, pero la lluvia solo pude regalarte un tamborileo disarmónico. Cuando el sinsentido corre y corroe por tus venas.
Saturday, January 17, 2015
Thursday, January 15, 2015
Mi primer trabajo de egresada fue como reportera en el diario local de Ensenada. Mi destino fue coherente con la errática carrera universitaria que elegí. Los periódicos son resumideros de almas errabundas y personajes un tanto quijotescos e ilusos que han rodado de acá para allá, que han intentado ser de toddo y al final caen a ese purgatorio del sueldo magro e ilusiones perdidas. En cualquier caso debo admitir que no me fue tan mal ni fui una minera del periodismo picando piedra estéril en los sótanos reporteriles. Siendo una mujer de cierto nivel cultural y “buena familia” ensenadense (mi padre es buen amigo del dueño del periódico) me evitaron la pena de sufrir en coberturas mártires y me canalizaron al mundo sosegado de la sección a la que llamaban cultural, por llamar de alguna forma a un amasijo de notitas amables en torno a eventos en los que siempre se descorchaba un vino de medio pelo y se posaba con sonrisas para mi cámara. Cubría actos filantrópicos como los que solía encabezar mi madre; exposiciones, subastas y ventas diversas a favor de alguna buena causa. Cubrí también lecturas de poesía en donde señoronas que publicaban versitos con faltas de ortografía, se leían unas a otras sus adjetivales estrofas rimbombantes. Nunca pude encontrar a una Sylvia Plath o una Alejandra Pizarnik ensenadense, pero sí a un montón de doñas amigas de mi madre quienes me animaban a publicar de una vez por todas “mis poesías”. Me acompañaba en esas correrías un fotógrafo prófugo de la sección policiaca quien en realidad era un poeta de closet. El premio a mi responsabilidad y a la pulcritud de mis textos, fue la primera gran cobertura periodística que me fue asignada en mi vida, la cumbre de líderes de Asia Pacífico en Los Cabos, Baja California Sur, a donde me acompañó el errático Guillermo Demián a quien en medio de unos vodkas llegué a pensar en hacerle una propuesta indecorosa de la que tuve a bien abstenerme.
Wednesday, January 14, 2015
Quisiera declararme valemadrista e indiferente ante el cáncer que carcome el relevo de poderes en el Palacio de Cantera, pero les estaría mintiendo. Sucede que los dos primeros sufragios de mi vida los emití con una credencial electoral del Estado de Nuevo León en 1994 y 1997. Hace muchos ayeres y nostalgias fui reportero de El Norte y mi existencia transcurría desayunando, comiendo, merendando, cenando, soñando y cagando política regia al nivel de la indigestión. Algún día estuve más o menos al tanto de los tejes y manejes de la grilla en mi ciudad natal hasta que en 1999 tomé la decisión de autoexiliarme para siempre. Me convertí entonces en un espectador cada vez más distante e indiferente que con cierto aburrimiento recibía chismes de la politiquería regiomontana.
Desde hace quince años sufrago en Baja California. Confieso que alguna vez también desayuné, comí, merendé, cené, soñé y cagué política bajacaliforniana, aunque desde hace un par de años estoy en un proceso de desintoxicación. De la forma que sea, la política de Baja California influye directamente en mi vida; la política de Nuevo León ya no. En teoría debería valerme madre lo que ocurra bajo el Cerro de la Silla, pues yo ya no vivo ni voto ahí, pero esta mañana descubro que mi capacidad de sorpresa y sobre todo mi capacidad de repugnancia por lo que ahí ocurre no están dormidas.
Alguna vez pensé y escribí que Rodrigo Medina es el resumidero más bajo y miserable en toda la historia de la entidad. Desde que Diego de Montemayor llegó a poblar el Nuevo Reino de León en 1596, no se había caído a un sótano tan profundo de podredumbre y abyección como el que representa Medina. Alguna vez pensé (ilusamente) que Rodrigo sería el fondo de la fosa séptica, pero ahora veo que la mierda genera adicción.
¿Quién va a gobernar Nuevo León de 2015 a 2021? Nadie mejor que Medina por lo que veo. ¿Ivonne o Margarita son las opciones? Vaya dilema. Me la ponen difícil. El moretón para el chingazo como dicen en el pueblo. ¿Cuál va ser el criterio para decidir? ¿Que Ivonne le va a los Tigres y Margarita a la basura rayada? ¿Hay algo más que puedan ofrecer aparte de sus supuestas filias futboleras? ¿De verdad es eso lo mejor que tienen en todo el estado? ¿Ya le buscaron bien?
Lo peor es poner a los gobernantes o candidatos de Nuevo León frente a la supuesta mística regia de calidad total y competitividad de primer mundo que tanto presumen. Tan orgullosas las empresas regias, donde en cualquier oficina de recursos humanos asumen que tener maestría y tres idiomas ya es tan básico como el certificado de primaria; donde debes competir al máximo luciendo tu mejor corbata y tu mejor cara de hipócrita por ganarte un puesto de 10 mil pesos mensuales; donde las mentes maestras del servilletero del Itesm juran estar maquilando más genios que el MIT y Harvard. ¿De qué carajos les sirve su Tec y su complejo de calidad total si al final los va a gobernar alguien del nivel intelectual de Ivonne Álvarez? ¿De qué mierdas ha servido su cultura del trabajo y su elevada moralidad, si dejan que Margarita les mienta una y otra vez de la manera más burda sin que pase nada?
La entidad que se presume motor financiero de México, la mega urbe texana colocada por alguna "pifia geográfica" en territorio mexicano, la gran Arcadia de los emprendedores y los millonarios vocacionales, mira con horror a sus peores arribistas tomando las riendas. Máxima exigencia en el plano empresarial, sí, pero no pudieron sacarse de encima en seis largos años a una basura como Rodrigo Medina ni pudieron meter a la cárcel a un delincuente como Fernando Larrazábal con sus quesos y sus casinos.
Fray Servando: donde quiera que yazcan tus desaparecidos restos, deben revolcarse al ver los miasmas en los que se ahoga nuestra tierra. Amigo Alfonso Reyes: ¿se parece este corral de cerdos al Ágora ateniense que soñabas?
Algo que me hace pensar que estos políticos no coinciden con el perfil de honesta persona con ética a prueba de fuego que exigía Eugenio Garza Sada para sus empresas.
Ya en serio paisanos: ¿El menú es Margarita o Ivonne? ¿Eso es lo mejor que hay en Nuevo León? ¿De verdad no ha salido nada más presentable de la Uni o del Tec? Digo, les pregunto porque yo ya no vivo ahí.
No sé qué vaya a pasar en las elecciones de 2015. Lo único seguro es que Nuevo León ya perdió por goleada.
Tuesday, January 13, 2015
La lluvia invernal de un domingo en la mañana y enero tan así, tan magro y hostil como le gusta, con su falso rostro de nuevo comienzo, con su eterna sugerencia de dieta mártir, con su irrenunciable vocación de cuesta arriba Enero muerde, enero impregna, enero te dice esta es mi esencia y no tengo otra.
Cuando el amanecer es de manto oscuro, cuando la luz duerme bajo cobijas empapadas, cuando el cielo es más negro que la oscuridad, pero la lluvia solo pude regalarte un tamborileo disarmónico. Cuando el sinsentido corre y corroe por tus venas.
¿Existe el dios del domingo en la mañana? ¿Se ofenderán los fundamentalistas si lo transformo en caricatura? ¿Es la deidad de esta liturgia quien me roba los granos del café? ¿Será verdad que cada grano es una profecía? ¿Qué cada grano es un pincel?
Las mañanas caen y el tiempo corre, como humilde peregrino a su (¿?) marchitar. Las mañanas deshojadas, arrojadas al vacío como pétalos marchitos; las mañanas son la cera (¡mega warning ortográfico!) derretida de una vela que se extingue, las desparramadas migajas que han de indicarme la ruta hacia cierto corral límbico con cara de cadalso. Las mañanas…
Sunday, January 11, 2015
Ellos tienen derecho a ocupar las calles para advertirme del peligro que el Diablo representa, a tener programas de radio y televisión y a bombardearme por redes sociales. Es su derecho y no voy a negarlo o a combatirlo.
Pero sucede que yo también tengo derechos y para empezar tengo todo el derecho del mundo a burlarme de ellos y ridiculizarlos. Al fanático no se le combate con violencia, sino con las armas de la razón y las ideas. Como no se puede debatir con ellos a un mismo nivel, pues jugamos en divisiones de conocimiento diferentes, lo único que resta es ponerlos en ridículo y transformarlos en caricatura. Por eso comprendo y justifico a Charlie Hebdó. ¿Que mis burlas ofenden tus “sentimientos religiosos”? Pues tu perorata fanática ofende mi inteligencia; ofende la razón, la lógica, la ciencia y el más elemental sentido común.
¿Una caricatura ofende? No. Lo que ofende es que alguien pretenda transformar en ley humana y acciones concretas las alucinaciones y los delirios de un vendedor de camellos que vivió en el desierto arábigo hace más mil 500 años. Que traduzcas tu delirio y tu miedo en lapidaciones, latigazos y horcas para adúlteros y blasfemos. Que reírme de tu puto profeta y de tu puto Corán es mi sagrado e irrenunciable derecho. ¿O acaso pretendes que los tome en serio?