Eterno Retorno

Friday, March 10, 2023

Gandhi de Plaza Península

 


 

Entras a Gandhi de Plaza Península y lo que te da la bienvenida es una mesa de pura literatura bajacaliforniana de muy diversos géneros, desde narrativa hasta ensayos universitarios. Una grata sorpresa y sin duda un acierto, sobre todo porque en la otra Gandhi, la de Paseo de los Héroes, nunca verás literatura hecha en casa ni en la mesa principal ni en toda la librería. La Gandhi de Río simplemente le da la espalda a la entidad, finge no ver lo que se hace aquí y te pone en aparador lo mismos libros que verás en un aeropuerto o en cualquier Sanborns. La Gandhi Península, en cambio, es totalmente distinta, mucho más diversa e inclusiva.  Ahí te das cuenta de que independientemente de que Gandhi sea una cadena corporativa  cuya matriz está a 3 mil kilómetros en la calle Miguel Ángel de Quevedo, lo que realmente marca la diferencia y le da vida a una librería es la persona que está a cargo de la sucursal. En ese sentido el mérito es de Malena Jiménez  que está como gerente de la tienda y la verdad es que se nota su mano y no lo digo solamente por el detalle de incluir literatura hecha en BC, sino por la variedad de textos que he encontrado por ahí. Hay una mesa de puro Acantilado, Siruela e Impedimenta que son mi perdición y un respetable surtido de libros de arte. Una librería de techos altos y grandes ventanales. Un oasis libresco en el lugar más improbable.

PD-Por cierto, he dejado dedicados unos cuantos Juglares

Monday, March 06, 2023

a la velocidad de la luz rumbo a la apoteosis o el desbarrancadero.

 

No deja de ser una paradoja que la llegada de Tesla a Nuevo León se produzca pocos días después de que Femsa haya vendido sus últimas acciones cerveceras en Heineken. Yo sé que es una simple casualidad, pero no puedo dejar de verlo como un símbolo. La simbólica muerte de la era industrial regia y la llegada del futuro. Cervecería fue durante décadas el icono del Grupo Monterrey. Los holandeses se quedaron con la mayoría del capital en 2010 y ahora Bill Gates compró con morralla los últimos vestigios de levadura que le quedaban al grupo mientras Elon Musk sobrevolaba la Huasteca en helicóptero.

No deja de ser una paradoja que haya sido en Santa Catarina donde nació la primera industria de Nuevo León en 1854:  Fábrica de Hilados y Tejidos La Fama. El mismo Santa Catarina donde Elon Musk instalará su Gigafactory de 6 mil millones de dólares  que fabricará un millón de automóviles eléctricos al año. La revolución industrial regia comenzó cuando Nuevo León era gobernado por Santiago Vidaurri, quien era mirado con profundo recelo y desdén por Benito Juárez, quien acabó siendo su archienemigo. También López Obrador mira con recelo a Samuel García y con profundo desdén al mundo empresarial regio. Vidaurri se enfrentó a Juárez e incluso le negó la entrada a Monterrey cuando el presidente andaba prófugo del Imperio en su carruaje. Al final Juárez se la cobró caro y lo fusiló en 1867. Samuel García evitó enfrentarse públicamente a López Obrador, pero es obvio e inocultable que con Tesla le ganó la partida.

La embrionaria revolución industrial de tiempos de Vidaurri germinó en grande cuando apareció Isaac Garza y fundó Cervecería en 1890. Como necesitaba botellas para su cerveza, entonces fundó una vidriera y como necesitaba corcholatas para sus botellas, entonces empezó a producir hojalata y aluminio. En 1903 trajo a Fundidora de Hierro y Acero el primer alto horno de Latinoamérica. Su hijo Eugenio encauzó la revolución industrial regia hacia un modelo educativo y filantrópico sin precedente. Garza Sada creó el Tecnológico para capacitar a sus ingenieros y la colonia Cuauhtémoc para que vivieran sus trabajadores que se atendían gratuitamente en sus clínicas.

Eugenio Garza Sada fue asesinado cuando yo ya estaba en el vientre de mi madre, pero ella aún no se daba cuenta. Siendo un pequeño, aún me tocó ver los frutos de la gran revolución industrial regia. Hasta los doce años de edad escuché el silbato de Fundidora,  vi salir humo del alto horno y fui varias veces con la escuela a ver cómo se fabricaba la cerveza y ya más grandecito a tomar una helada Carta Blanca de cortesía que te regalaban el jardín, mientras olías la malta y veías a los orgullosos obreros salir de la fábrica.

No sé qué pensarían Isaac Garza y Eugenio Garza Sada de la llegada de Tesla a Nuevo León. ¿Lo verían como un nuevo capítulo  de la revolución industrial que ellos iniciaron? ¿Su evolución futurista lógica y coherente?   ¿O podrían interpretarlo como una suerte de naufragio de sus ideales? Mal que bien, Cervecería, Fundidora, Vitro eran industria mexicana. Tesla es extranjera. Sí, yo sé que cualquier ciudad del mundo quisiera tener a un socio como Elon Musk con su inversión de 6 mil millones de dólares, pero Monterrey dejó de ser creadora de industrias propias. Elon Musk llega a una entidad en donde hay anuncios panorámicos en coreano. Más de 3 mil 500 empresas extranjeras están cómodamente instaladas en Nuevo León. ¿Y la industria regia? Cosas de la vida: hoy en día el gran negocio de Femsa es el Oxxo. ¿Qué pensaría don Eugenio?

No dudo que en el futuro inmediato y mediano se hablará de la Generación Tesla. En los noventa el gran sueño de los chicos Tec era trabajar en Cemex. Ahora su máxima realización será trabajar en Tesla y tomarse una foto con Elon Musk. Esta inversión sin duda marcará pautas así como los coreanos de KIA han transformado el paisaje de Pesquería y Apodaca. Ojalá esta multimillonaria inversión también se tradujera en un legado educativo y filantrópico como el de Garza Sada.

Tesla es el futuro pero muy pronto será el pasado. La Historia tiene muchísima prisa en estos tiempos y corre a velocidad de tren bala. Hoy nos llama la atención ver unos pocos cajones de estacionamiento para carros eléctricos en lugares como el Coral y Marina de Ensenada, pero en el mall de Irvine casi la mitad de los cajones son para Teslas. Dicen que los carros eléctricos son para ricos, pero también los teléfonos celulares lo eran en 1989. Dentro de 20 años los vehículos de combustible fósil serán reliquia que solo veremos en los países pobres.

Casi 30 años después, el TLC de Carlos Salinas sigue rindiendo frutos. Pueden culparlo cada mañana de todos los males y las desgracias, pero el neoliberalismo sigue tronando sus chicharrones.

Hoy es el futuro, manda decir la Polla Records pero la miseria feroz seguirá tomando las calles. Toda revolución genera sus nuevos ricos y sus damnificados. Nadie sabe en qué tiempos vive ni es posible adelantar cómo se escribirá la historia de estos días cuando seamos remoto pasado. Mucho más temprano que tarde seremos obsoletos y dentro de 20 años está época parecerá tan lejana y ancestral como hoy nos resulta 1950 y el espíritu de la época, montado en el tren bala de la Historia, correrá a la velocidad de la luz rumbo a la apoteosis o el desbarrancadero.