BAUHAUS
Por Daniel Salinas
Siete años despúes el ataúd volvió a abrirse y Bela Lugosi no estaba muerto. Ardiendo desde adentro, por los huecos de las colinas hasta un campo plano, buscando una rebanada de vida por las oscuras entradas que desembocan en la pasión de los amantes, Bauhaus pintó de negro el centro sandieguino la noche del martes.
La banda de Northampton, que ya había plantado a sus seguidores el pasado Día de los Muertos cuando canceló su presentación en el último minuto, demostró que la cabalística espera de siete años valió la pena y que los vampiros tienen un pacto con el tiempo, pues aunque el rostro no oculta los estragos de la edad, su música es tan potente y hechizante como en 1979.
Fue el 4th and B de San Diego el sitio elegido por Peter Murphy, Daniel Ash, David G.y Kevin Haskins para dar el cerrojazo su segunda gira de reunión en una fría noche de martes que convocó a una horda de murciélagos ataviados de negro, la mitad de ellos procedentes de Tijuana y casi todos recién salidos del trabajo.
Faltaban 15 minutos para las 21:00 cuando las luces se apagaron y cuatro sombras se deslizaron por el escenario como nosferatos prófugos de sus tumbas para hacer sonar los primeros acordes de Burning from the inside. Lenta y suavemente el hechizo caía sobre la noche como un manto de seda negra.
Pero la ingeniería de sonido no siempre respeta los pactos vampíricos y cual si de un crucifijo de ajos se tratara, exorcizó momentáneamente el hechizo nocturno del Conde justo cuando Peter Murphy cantaba las primeras estrofas de In the flat field y su voz repentinamente dejó de oírse.
Murphy fue tal vez el último en enterarse que su voz no se escuchaba y que sus entregados seguidores se tuvieron que conformar con leerle los labios mientras oían una versión acústica de la canción.
Reparada la pifia sónica en cuestión de minutos y ofrecida la disculpa, la banda volvió a escena a descargar una vez más el ?campo plano? ahora sí con toda la potencia vocal de Murphy, que con su elegante traje de caballero inglés decimonónico y la dosis exacta de poesía en la entonación de sus letras, se encargó de embrujar a cada uno de los asistentes.
El trago amargo había sido totalmente superado cuando God in an alcove, In fear of fear, Terror couple kill colonel y Swing the heartache acababan de conectar a la audiencia.
Escudo de Batman al pecho, Ash derrochó virtuosismo con guitarra eléctrica y acústica, aunque tampoco le hizo el feo al saxofón ni cantó mal las rancheras, pues demostró ser casi tan buen vocalista como Murphy, mientras que un hierático David G., oculto tras el misterio de sus lentes oscuros, marcaba la conducción vertebral con su infalible bajo, al tiempo que Kevin Haskins decía presente con exactos batacazos.
Momento de éxtasis ceremonial se vivió cuando la densidad de She is in parties envolvió a cada uno de los asistentes seguida por la potencia de Pasion of lovers y la Poesía de Silent hedges, siendo estas dos últimas interpretadas por la guitarra acústica de Ash.
Una calma litúrgica se vivió con Hollow Hills que antecedió al desenfreno místico de Stigmata martyr, para después poner punto y coma con Dark entries y abandonar por primera vez el escenario. Pero la ceremonia aún no había terminado y un vampiro escarlata, prófugo de las páginas de Stoker o Sheridan Le Fanú, se hizo presente en San Diego.
Luciendo su gabardina de rojo terciopelo como hábito sacerdotal para oficiar el punto climático del ritual, Murphy reapareció en el escenario y se apoderó del alma de cada asistente con la primera estrofa de Bela Lugosi s dead.
Slice of life cantada por Ash y Telegram Sam poniendo su dosis rockanrolera a la noche gótica se encargaron de preparar el terreno para homenajear al maestro Bowie y rematar con ese himno generacional llamado Ziggy Stardust, para ahora sí, dar el definitivo adiós. El ataud volvía lentamente a cerrarse, las luces se encendían yn una horda de cuerpos envueltos en trapos negros abaondonaba el lugar para perderse en la inmensidad de la helada noche sandieguina.
Set list
Burning from the inside
In the flat field
God in an alcove
In fear of fear
Terror couple kill colonel
Swing the heartache
She s in parties
The passion of lovers
Silent hedges
Kick in the eye
Hollow hills
Rosegarden funeral of sores
Stigmata martyr
Hair of the dog
Dark entries
Encore
Bela Lugosi s Dead
Slice of life
Telegram Sam
Encore
Ziggy Stardust
Por Daniel Salinas
Siete años despúes el ataúd volvió a abrirse y Bela Lugosi no estaba muerto. Ardiendo desde adentro, por los huecos de las colinas hasta un campo plano, buscando una rebanada de vida por las oscuras entradas que desembocan en la pasión de los amantes, Bauhaus pintó de negro el centro sandieguino la noche del martes.
La banda de Northampton, que ya había plantado a sus seguidores el pasado Día de los Muertos cuando canceló su presentación en el último minuto, demostró que la cabalística espera de siete años valió la pena y que los vampiros tienen un pacto con el tiempo, pues aunque el rostro no oculta los estragos de la edad, su música es tan potente y hechizante como en 1979.
Fue el 4th and B de San Diego el sitio elegido por Peter Murphy, Daniel Ash, David G.y Kevin Haskins para dar el cerrojazo su segunda gira de reunión en una fría noche de martes que convocó a una horda de murciélagos ataviados de negro, la mitad de ellos procedentes de Tijuana y casi todos recién salidos del trabajo.
Faltaban 15 minutos para las 21:00 cuando las luces se apagaron y cuatro sombras se deslizaron por el escenario como nosferatos prófugos de sus tumbas para hacer sonar los primeros acordes de Burning from the inside. Lenta y suavemente el hechizo caía sobre la noche como un manto de seda negra.
Pero la ingeniería de sonido no siempre respeta los pactos vampíricos y cual si de un crucifijo de ajos se tratara, exorcizó momentáneamente el hechizo nocturno del Conde justo cuando Peter Murphy cantaba las primeras estrofas de In the flat field y su voz repentinamente dejó de oírse.
Murphy fue tal vez el último en enterarse que su voz no se escuchaba y que sus entregados seguidores se tuvieron que conformar con leerle los labios mientras oían una versión acústica de la canción.
Reparada la pifia sónica en cuestión de minutos y ofrecida la disculpa, la banda volvió a escena a descargar una vez más el ?campo plano? ahora sí con toda la potencia vocal de Murphy, que con su elegante traje de caballero inglés decimonónico y la dosis exacta de poesía en la entonación de sus letras, se encargó de embrujar a cada uno de los asistentes.
El trago amargo había sido totalmente superado cuando God in an alcove, In fear of fear, Terror couple kill colonel y Swing the heartache acababan de conectar a la audiencia.
Escudo de Batman al pecho, Ash derrochó virtuosismo con guitarra eléctrica y acústica, aunque tampoco le hizo el feo al saxofón ni cantó mal las rancheras, pues demostró ser casi tan buen vocalista como Murphy, mientras que un hierático David G., oculto tras el misterio de sus lentes oscuros, marcaba la conducción vertebral con su infalible bajo, al tiempo que Kevin Haskins decía presente con exactos batacazos.
Momento de éxtasis ceremonial se vivió cuando la densidad de She is in parties envolvió a cada uno de los asistentes seguida por la potencia de Pasion of lovers y la Poesía de Silent hedges, siendo estas dos últimas interpretadas por la guitarra acústica de Ash.
Una calma litúrgica se vivió con Hollow Hills que antecedió al desenfreno místico de Stigmata martyr, para después poner punto y coma con Dark entries y abandonar por primera vez el escenario. Pero la ceremonia aún no había terminado y un vampiro escarlata, prófugo de las páginas de Stoker o Sheridan Le Fanú, se hizo presente en San Diego.
Luciendo su gabardina de rojo terciopelo como hábito sacerdotal para oficiar el punto climático del ritual, Murphy reapareció en el escenario y se apoderó del alma de cada asistente con la primera estrofa de Bela Lugosi s dead.
Slice of life cantada por Ash y Telegram Sam poniendo su dosis rockanrolera a la noche gótica se encargaron de preparar el terreno para homenajear al maestro Bowie y rematar con ese himno generacional llamado Ziggy Stardust, para ahora sí, dar el definitivo adiós. El ataud volvía lentamente a cerrarse, las luces se encendían yn una horda de cuerpos envueltos en trapos negros abaondonaba el lugar para perderse en la inmensidad de la helada noche sandieguina.
Set list
Burning from the inside
In the flat field
God in an alcove
In fear of fear
Terror couple kill colonel
Swing the heartache
She s in parties
The passion of lovers
Silent hedges
Kick in the eye
Hollow hills
Rosegarden funeral of sores
Stigmata martyr
Hair of the dog
Dark entries
Encore
Bela Lugosi s Dead
Slice of life
Telegram Sam
Encore
Ziggy Stardust