Derrotar a la enfermedad y a la vejez es un anhelo tan antiguo como la humanidad, pero el sueño de Fausto y Dorian Gray será de quien pueda costearlo. Los ricos serán adultos centenarios jugando al golf en un resort y los pobres seguirán muriéndose a los 70 años en los camastros de hospitales públicos. ¿Le conviene semejante escenario a la economía mundial? ¿Somos capaces de costear indefinida permanencia de una estirpe amortal? ¿Un ser humano alterado genéticamente sigue siendo biológicamente un simple homo sapiens? Más dudas que certezas me produce la amortalidad.
Tuesday, January 05, 2016
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