Estoy inmerso en la lectura de Respiración artificial de Ricardo Piglia- ¿Qué puedo decir? Todavía no me atrevo a hacer un comentario. Las cartas de Renzi a Maggi, los monólogos del senador Ossorio...puta madre. Palabras mayores esta noveluka, escrita en plena dictaura militar argentina. Un libro que sabe a lluvia y cuyas páginas subrayo y releo. Me lo estoy llevando lento, despacito, sin demasiada prisa.
“...pedí una cerveza y una ginebra doble porque esa mezcla es el recurso recomendado por Dickens a quienes están a punto de suicidarse. No porque yo hubiera decidido suicidarme o algo por el estilo, sino porque me gustaba esa idea: pensar que era un suicida que camina (se desliza mejor) por la ciudad en la madrugada mientras unos tipos cavan un túnel en medio de la noche...”
Piglia- Bolaño- Vila- Matas
Cuando leo a Piglia siempre me acuerdo de Bolaño y cuando llego a Bolaño, siempre pienso en Vila- Matas. Estos tipos forman una suerte de trío perfecto. Confieso que si tuviera que leer un texto inédito, carente de firma y se me obligara a adivinar cuál de los tres lo escribió, me costaría trabajo.
Últimamente, gracias a las gestiones de esa super efectiva agente literaria de ventas llamada Santísima Muerte, se habla demasiado de Bolaño. He leído a más de uno presentar al chileno como el non plus ultra de las letras hispanas. Chapoteando en los pantanos de la odiosa comparación, debo señalar que en lo personal, me gusta mucho más Piglia. De esta trilogía integrada por el chileno, el catalán y el argentino, yo me quedo con el último. Y bueno, claro, también debo aclarar que es al que más he leído de los tres. También debo aclarar que no he leído Los detectives salvajes, que es algo así como el no va más de Bolaño.
En fin, por ahí me tope con un artículo de Vila Matas hablando de Bolaño. Dicho en otras palabras, dice Vila Matas que dice Bolaño:
"En realidad la literatura latinoamericana no es Borges ni Macedonio Fernández ni Onetti ni Bioy ni Cortázar ni Rulfo ni Revueltas ni siquiera el dueto de machos ancianos formado por García Márquez y Vargas Llosa"
“La literatura latinoamericana, por espantoso que pueda parecernos, "es Isabel Allende, Luis Sepúlveda, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, un tal Aguilar Camín o Comín y muchos otros nombres ilustres".
(Roberto Bolaño en Los mitos de Chtulhu). Horror.
Vila Matas dice que el excluiría de ese chapoteadero a Sergio Ramírez. Yo excluyo a Tomás Eloy Martínez, que me parece se merece estar en una división más arriba de ese inmundo pantano (no mames compartir cancha con Aguilar Camín y Ángeles Mastretta sí que es un escupitajo del peor gusto). Aunque oportunista y ganancioso, Tomás Eloy me parece un tipo con imaginación. No se le debe juzgar únicamente por El vuelo de la reina, que sin ser una mala novela, peca de alfaguaroza Santa Evita, La novela de Perón y el último que he leído llamado Lugar común La Muerte me parecen obras que si bien no merecen competir con un Piglia, sí están muy por encima de basura como Camín, Allende y Mastretta. Además, Tomás Eloy sí tiene una buena cancha recorrida en periodismo escrito y sólo por eso le tengo su respetillo de colega. Y ¿en qué estaba? Ya me desvíe del tema. Es más, ya ni me acuerdo que quería decir. A sí, que Piglia está chingón. Eso, pues.
“...pedí una cerveza y una ginebra doble porque esa mezcla es el recurso recomendado por Dickens a quienes están a punto de suicidarse. No porque yo hubiera decidido suicidarme o algo por el estilo, sino porque me gustaba esa idea: pensar que era un suicida que camina (se desliza mejor) por la ciudad en la madrugada mientras unos tipos cavan un túnel en medio de la noche...”
Piglia- Bolaño- Vila- Matas
Cuando leo a Piglia siempre me acuerdo de Bolaño y cuando llego a Bolaño, siempre pienso en Vila- Matas. Estos tipos forman una suerte de trío perfecto. Confieso que si tuviera que leer un texto inédito, carente de firma y se me obligara a adivinar cuál de los tres lo escribió, me costaría trabajo.
Últimamente, gracias a las gestiones de esa super efectiva agente literaria de ventas llamada Santísima Muerte, se habla demasiado de Bolaño. He leído a más de uno presentar al chileno como el non plus ultra de las letras hispanas. Chapoteando en los pantanos de la odiosa comparación, debo señalar que en lo personal, me gusta mucho más Piglia. De esta trilogía integrada por el chileno, el catalán y el argentino, yo me quedo con el último. Y bueno, claro, también debo aclarar que es al que más he leído de los tres. También debo aclarar que no he leído Los detectives salvajes, que es algo así como el no va más de Bolaño.
En fin, por ahí me tope con un artículo de Vila Matas hablando de Bolaño. Dicho en otras palabras, dice Vila Matas que dice Bolaño:
"En realidad la literatura latinoamericana no es Borges ni Macedonio Fernández ni Onetti ni Bioy ni Cortázar ni Rulfo ni Revueltas ni siquiera el dueto de machos ancianos formado por García Márquez y Vargas Llosa"
“La literatura latinoamericana, por espantoso que pueda parecernos, "es Isabel Allende, Luis Sepúlveda, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, un tal Aguilar Camín o Comín y muchos otros nombres ilustres".
(Roberto Bolaño en Los mitos de Chtulhu). Horror.
Vila Matas dice que el excluiría de ese chapoteadero a Sergio Ramírez. Yo excluyo a Tomás Eloy Martínez, que me parece se merece estar en una división más arriba de ese inmundo pantano (no mames compartir cancha con Aguilar Camín y Ángeles Mastretta sí que es un escupitajo del peor gusto). Aunque oportunista y ganancioso, Tomás Eloy me parece un tipo con imaginación. No se le debe juzgar únicamente por El vuelo de la reina, que sin ser una mala novela, peca de alfaguaroza Santa Evita, La novela de Perón y el último que he leído llamado Lugar común La Muerte me parecen obras que si bien no merecen competir con un Piglia, sí están muy por encima de basura como Camín, Allende y Mastretta. Además, Tomás Eloy sí tiene una buena cancha recorrida en periodismo escrito y sólo por eso le tengo su respetillo de colega. Y ¿en qué estaba? Ya me desvíe del tema. Es más, ya ni me acuerdo que quería decir. A sí, que Piglia está chingón. Eso, pues.