Eterno Retorno

Monday, March 10, 2003


De las últimas cosas

Ayer terminé la lectura de El país de las últimas cosas de Paul Auster. Un libro angustiante, capaz de crear atmósfera. Imagi-naba que Auster era solo novela negra, pero este libro por momentos tiene hasta ciertos toques, muy leves, que me recuerdan a Bellatin.
Como concepto, la ciudad sin nombre de Auster me encanta. La idea de ciudades caos, que yacen al borde el abismo siempre me seduce. Me gusta la idea de una ciudad como enfermo terminal. Algunas veces la he manejado. Una ciudad extinción, como lo es cualquier ciudad del mundo para determinados seres.


Boda relámpago

Mi compañera Karina Paredes ha dado un par de grandes sorpresas en los últimos días. La primera, su regreso a Tijuana y a su puesto en Frontera. La segunda, el abandono de su soltería. Karina se casó el miércoles sin decir agua va, frente la barda de Playas de Tijuana. En verdad me dio mucho gusto saberlo.
Lo espontáneo ha muerto en las bodas. La planeación y el exceso de invitados matan cualquier resquicio sentimental. Hoy en día, las únicas bodas relámpago son por embarazo. Las demás representan una de las ceremonias sociales más ahuevantes de la clase media. Carolina y yo también nos casamos muy rápidamente y nuestra boda sorprendió a muchos. Por fortuna nos ca-samos en Tijuana y poca, muy poca gente de Monterrey acudió a la fiesta. Mucho mejor. Ninguno de los dos somos devotos de los compromisos multifamiliares. Por eso me gustan las bodas sorpresa. Que mierda es planear un evento durante años, tirar la casa por la ventana y poner la mejor sonrisa para la foto de Sociales. Las bodas relámpago aseguran matrimonios prósperos. Lo dice la voz de la experiencia.


Cine argentino

Anoche vimos una traumante película argentina llamada Perros de la noche. Por el vestuario y los escenarios deduzco que debe ser de principios de los 80. Contemporánea del Milusos y Adiós Lagunilla. Aún así su temática era fuerte. Ello me hace pensar que necesariamente debe haberse realizado después de la caída de la dictadura en 1983.
El tema es crudo y aunque muchas actuaciones y locaciones son malas, es una película psicológicamente fuerte que conteine demasiadas escenas de desnudos y violencia sexual explícita, muy cruda para la época en que fue filmada.
Hace 10 años, vi una película argentina llamada simplemente Sur. Aunque no soy afecto al cine, es de las películas que más me ha impactado.