Eterno Retorno

Wednesday, November 06, 2024

I,m so Bored with the USA

 



Debe ser que estoy desbordado de chamba con mil y pendientes por resolver, que ayer fue un día bastante pesado retornando de Puebla, que tengo demasiadas cosas urgentes ocupando mi cabeza o que simplemente he perdido mi capacidad de sorpresa, pero ayer por largos lapsos del día olvidé por completo que el vecinito se estaba jugando el culo en las urnas. Inmerso en un zoom laboral nocturno, de repente medio me acordaba de echarle una desinteresada ojeada al conteo de votos y al mapa del patio vecino pintándose predecible e irremediablemente de rojo.

Hace ocho años, el 8 de noviembre de 2016, también tuve un día muy pesado. Retornábamos de Los Ángeles en donde habíamos participado en la gira del Itinerarte por varias universidades californianas. Ese día por la noche recibí en el Cecut los primeros ejemplares impresos de mi libro El Lobo en su Hora. También fue un día agotador (aunque aquel era un agotamiento bonito que retribuía emocionalmente), pero aún con mil cosas en la cabeza, el destino electoral del vecino ocupaba mis pensamientos. Me mantuve despierto hasta la madrugada y viví el triunfo de Trump como la más oscura y pestilente de las tragedias. Mi estado de ánimo realmente se fue al piso.

Ocho años después lo único que me nace decir es: QUÉ HUEVA. Estados Unidos me da una profunda hueva. Cada vez más. I´m so bored with the USA, canta The Clash y yo le hago coro. El vecinito me aburre. Me aburre su cultura, me aburre su política, me aburre su fanatismo, me aburre su conspiranoia, me aburre su mojigatería cristianoide, me aburren sus espectáculos, me han aburrido siempre sus deportes. La basura humana que han vuelto a elegir como presidente los refleja de cuerpo entero como país. No le den más vueltas al asunto, eso es lo que son, eso es lo que les gusta. ¿Mierda es lo que querías? Mierda es lo que tienes. Atáscate de ella. Y no, tampoco es que me encantara Kamala. Su rollito woke también es patético, pero en cualquier caso es preferible a un asco total como Trump

Esto lo escribí hace ocho años:

“Hoy sólo acierto a pensar que la democracia, como el libre albedrío, contempla el suicidio entre sus posibilidades. El ser humano siempre podrá consumar una democrática ceremonia de autodestrucción y la de este 8 de noviembre en los Estados Unidos es la más cruel que hemos vivido el mundo moderno. Alumnos reprobados por esa maestra de la vida llamada Historia, hoy nuestros vecinos se han arrojado voluntariamente a un pozo de inmundicia que nos ahogará a todos. He vuelto a pellizcarme y no, no es una pesadilla”.

Ocho años después pienso lo mismo pero sin el punch de la rabia. Por herencia queda la nihilista calma de quien se ha resignado a la pestilencia. Bed Time for Democracy mandó decir Dead Kennedys hace 40 años, pero ni en su peor pesadilla vieron lo que se venía.  La democracia liberal es una suicida consumada y parece tener prisa por cortarse las venas en el mundo entero. We are the Angry Mob canta Kaiser Chiefs en lo que parece ser el soundtrack perfecto para el vecino. Manda la turba cacareante, la turba enloquecida, la turba más-turbante.

Fuck the Zeitgeist.

Como colofón de la catástrofe política han irrumpido los Vientos de Santa Ana. El aliento de brujas con su dotación de incendios y perros atropellados. Ya solo falta que se nos vaya luz en el sentido literal del término. En el sentido metafórico hace mucho que se fue.