Eterno Retorno

Sunday, February 21, 2021

Si por ellos fuera, tiraban los libros a la basura

 


De las tres opciones en teoría viables para reubicar la biblioteca de Tijuana, la menos mala me parece la Casa de la Cultura Jurídica. Es la que tiene por mucho la mejor ubicación (justo frente al Cecut) y sus instalaciones (según recuerdo) son funcionales. El edificio de correos es una lamentable ruina que requeriría muchísima inversión (misma que el gobierno, por supuesto,  no hará) y el Museo Ámbar o el Ceart significan un exilio al limbo. Dirán lo que quieran, pero todo lo que se va a la tercera etapa del Río Tijuana se transforma en una suerte de purgatorio. Mi consejo es apostar por la Casa de la Cultura Jurídica, pero el edificio pertenece al Poder Judicial de la Federación y no creo que sea sencillo gestionar su entrega en permuta o comodato, mucho menos cuando no hay voluntad e interés por parte de las autoridades. Seamos honestos: tanto a Bonilla como a Karla Ruiz la biblioteca les vale reverenda madre y no tienen idea de lo que van a hacer con ella. Si por ellos fuera, tiraban los libros a la basura. Están  reaccionando sobre la marcha solo por la presión pública. Karla está pensando en su reelección y Bonilla en cómo ejercerá su maximato cundo le entregue la estafeta a Marina. Una pobre biblioteca que solo interesa, según ellos, a unos cuantos lectores loquitos, está en el lugar 500 de su lista de prioridades y no le van a invertir dinero y esfuerzo, máxime si no es políticamente redituable. Al final, poco importa a dónde vayan a arrumbar unas cajas con libros si carecemos de un proyecto ejecutivo serio para crear una biblioteca moderna, dinámica y funcional administrada por profesionales en la materia. Cuestión de echar un vistazo al rol fundamental que actualmente juega la biblioteca pública en el desarrollo comunitario de miles de ciudades y pueblos de todos los tamaños alrededor del mundo. ¿Las bibliotecas son cosa del pasado? ¿Las bibliotecas ya no son necesarias porque todo lo puedes consultar en Google? Ja,ja, ja. Otra cosa es que tengamos gobernantes con mentalidades retrógradas y  anacrónicas. Mejor revisen y aprendan cómo funcionan las bibliotecas más vanguardistas del planeta.  Sobra información en internet sobre nuevas tendencias en la gestión y administración de acervos. Echen un vistazo y verán portentos arquitectónicos y modelos de interacción comunitaria. Para mí, el ejemplo a seguir es la Biblioteca Nacional de Colombia, cuyo funcionamiento he podido conocer personalmente, pero si quieren,  ahí están las bibliotecas de Birmingham, Helsinki, Singapur, Varsovia, Tenerife, Seattle. ¿Cuál sería mi biblioteca ideal en Tijuana? Un espacio público céntrico que combine tradición y modernidad, lo físico y lo digital,  en donde puedas encontrar lo mismo el manuscrito original de Pretexta de Campbell que el archivo digitalizado de las primeras cartas urbanas de Tijuana o los ejemplares de El Heraldo de 1945. Un lugar  en donde se tenga absolutamente toda la producción bibliográfica histórica  de Baja California (actualmente dispersa y fragmentada) y las últimas novedades editoriales, administrada, de preferencia, por un patronato descentralizado. Se vale soñar.