Gandhi de Plaza Península
Entras a Gandhi de Plaza Península y lo que
te da la bienvenida es una mesa de pura literatura bajacaliforniana de muy
diversos géneros, desde narrativa hasta ensayos universitarios. Una grata
sorpresa y sin duda un acierto, sobre todo porque en la otra Gandhi, la de
Paseo de los Héroes, nunca verás literatura hecha en casa ni en la mesa
principal ni en toda la librería. La Gandhi de Río simplemente le da la espalda
a la entidad, finge no ver lo que se hace aquí y te pone en aparador lo mismos
libros que verás en un aeropuerto o en cualquier Sanborns. La Gandhi Península,
en cambio, es totalmente distinta, mucho más diversa e inclusiva. Ahí te das cuenta de que independientemente de
que Gandhi sea una cadena corporativa cuya matriz está a 3 mil kilómetros en la
calle Miguel Ángel de Quevedo, lo que realmente marca la diferencia y le da
vida a una librería es la persona que está a cargo de la sucursal. En ese
sentido el mérito es de Malena Jiménez
que está como gerente de la tienda y la verdad es que se nota su mano y
no lo digo solamente por el detalle de incluir literatura hecha en BC, sino por
la variedad de textos que he encontrado por ahí. Hay una mesa de puro
Acantilado, Siruela e Impedimenta que son mi perdición y un respetable surtido
de libros de arte. Una librería de techos altos y grandes ventanales. Un oasis
libresco en el lugar más improbable.
PD-Por cierto, he dejado dedicados unos
cuantos Juglares