Eterno Retorno

Sunday, November 06, 2022

SABATON

 


Hay quien piensa que los metaleros vivimos en el pasado, aferrados al recuerdo y a la nostalgia de bandas que tuvieron sus días de gloria en los años 70 u 80. Cierto, los monstruos sagrados que integran mi pandemonio personal son Iron Maiden, Black Sabbath, Motörhead, Judas Priest, AC/DC, DIO, Deep Purple, Slayer, Mercyful Fate-King Diamond, Helloween, Venom, Manowar, Therion, Accept, Pantera, Kreator, bandas que sin duda escucharé hasta el último canijo día de mi vida. Sin embargo, ello no significa que yo no escuche las extraordinarias nuevas propuestas de jóvenes metaleros que surgen todos los años. Me puse a pensar entonces cuál de todas las bandas surgidas en el Siglo XXI podría colocar en el altar sagrado donde están Maiden, Judas y Motörhead y la respuesta la tengo clarísima: SABATON. Surgidos en Falun, Suecia, Sabaton tiene la particularidad de que todas sus canciones hablan de la guerra. Cada rolita trata sobre alguna batalla o pasaje bélico específico con notoria preferencia por la Segunda Guerra Mundial, aunque también con no pocas referencias a la Primera Guerra e incluso a conflictos bélicos más recientes como las Malvinas, la Tormenta del Desierto y Vietnam o también más antiguos, como las guerras del Imperio Sueco contra la Rusia zarista en el Siglo XVII. Tienen un disco temático llamado Carolus Rex dedicado al rey sueco Carlos Adolfo XII y otro (tal vez mi favorito) llamado The Art or War en donde cada canción viene antecedida por citas de El Arte de la Guerra de Sun Tzu. Tal vez su canción más conocida es Primo Victoria, que habla del desembarco en Normandía; 40 to 1, que habla sobre la heroica resistencia polaca frente a la invasión nazi del 39; Aces in Exile, dedicado a los pilotos extranjeros de la Segunda Guerra Mundial; Panzerkampf, sobre la invasión nazi a la Unión Soviética; Attero Dominatus, sobre la destrucción de Berlín a manos del Ejército Rojo en 1945; White Death, sobre el letal francotirador finlandés Simo Hayha o Back in Control, sobre las Malvnas. Las poquísimas canciones suyas que no hablan sobre guerra, hablan sobre el gozo y el deleite de ser metalero (Metal Machine y Metal Crue). He tenido la fortuna de verlos en vivo un par de veces. La primera en House of Blues de San Diego como abridores de Accept y la segunda como estelares en el Circo Volador de CDMX. Sus conciertos son un ritual de energía extrema. Si te quieres dar ánimos e infundirte valor y coraje para salir a enfrentar el despiadado campo de batalla de la vida cotidiana, mi sabia recomendación es escuchar Sabaton cada mañana y llevarlos reventando las bocinas mientras recorres las catastróficas calles tijuanenses. Tan potente y necesario como iniciar la jornada con el más negro café cargado para escribir y terminarla con el más maltoso whiskocho para leer.